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viernes, 10 de mayo de 2019

Relato Erótico : Sexo con la enfermera

Festejamos el día internacional de la enfermera por adelantado con este relato erótico llamado "Sexo con la enfermera". Porque todos fantaseamos con ellas.

Relato Erótico : Sexo con la enfermera

Al llegar a casa me cambié y mi esposo me invitó a cenar, me contó que lo habían ascendido en su trabajo y que ahora ganaba más, era el momento justo de enganchar nuestra casita, yo feliz lo llené de besos, al llegar a casa tenía esa mirada que una sabe que va a haber sexo, sumisa, me desnudé y me puse en posición de cucharita, me penetró por atrás, me dolió tanto como la primera vez, caían lágrimas de mis mejillas, yo sabía que era el castigo merecido por haberle tocado la verga a mi paciente, por fin terminó la tortura y me llenó los intestinos de leche.
Doña Laura me recibió como siempre, me ofreció un café y me contó que una mañana que su marido había salido a trabajar ella llamó por teléfono a otra pareja que tenía en secreto, con tan mala suerte que su marido regresó por unos papeles que había olvidado y la sorprendió siendo infiel, el marido salió enajenado, tomó su auto y a los pocos minutos los bomberos le comunicaron su accidente, luego de salir del hospital empezó el pleito legal, Don Rolo llamó a su abogado pidiendo el divorcio, ella llamó al suyo alegando trastornos mentales, estaba visto que el pleito apenas empezaba, ellos no se hablaban pero ella siempre estaba pendiente de él, me pidió que le guardara el secreto.
La nueva enfermera me estaba esperando para que la relevara de su turno y me dijo que renunciaba porque Don Rolo le había pedido dormir desnudo con una enorme erección y que ella no estaba dispuesta a aguantar semejantes tratos, se lo comuniqué a la señora para que consiguiera una sustituta, al llegar a la habitación Don Rolo estaba molestísimo, mientras le hacía su terapia me dijo que todas las enfermeras eran unas idiotas, que solo yo lo comprendía, que él era un hombre muy sexual, que no podía evitar sus erecciones y que eso ofendía a esas estúpidas, yo lo tranquilicé diciéndole que esta profesión era muy difícil y que debería evitar estar desnudo, se puso peor, agitó todo su cuerpo y se golpeó contra le mesita de noche.
Le tuve que curar la herida que se hizo en la frente y lo llevé al baño, me decía que cuando esas taradas lo bañaban no le limpiaban el ano y los genitales, en cambio yo no me asombraba de verle su erección (si supiera), le limpié la cabeza de su pene, su ano y sus testículos, yo tragaba saliva evitando babear por ver esa hermosura, le dije que por mí no se preocupara, que estaba acostumbrada a bañar a infinidad de pacientes, pero que nunca me había tocado hacerlo con uno como él, me preguntó que a qué me refería y aunque traté de evadir su respuesta terminé diciéndole la verdad: que nunca había bañado a un paciente que estuviera tan bien dotado.
Eso desató una charla impropia entre paciente y enfermera, me preguntó textualmente:
DON ROLO: ¿Nunca habías visto una verga tan grande como la mía?
YO: La verdad, no, Don Rolo.
DON ROLO: Si no te molesta, cuéntame ¿Cómo es la de tu marido?
YO: Esas son cosas privadas de las cuales preferiría no hablar.
DON ROLO: No te lo pregunto por morbo.
YO:… pues… es la mitad de la suya en largo y grosor.
DON ROLO: ¿Y que sientes cuando me limpias esa zona?
YO: … pues… nada… es mi trabajo.
DON ROLO: No me mientas, algo debes de sentir.
YO:… pues… curiosidad… ¿qué quiere que le diga?
DON ROLO: ¿Pero te excita?
YO: Bueno… una no es de piedra… pero solo con usted me ha pasado eso.
DON ROLO: ¿Qué sentiste ayer en el Yacusi, tenía la impresión que si no hubieras tenido traje de baño, algo más hubiera ocurrido?
YO: Nunca, Don Rolo, yo soy una mujer casada y fiel.
DON ROLO: Si no te estoy preponiendo nada, como iba a pensar que una chica tan linda como tú, ibas a desear a un pobre viejo parapléjico como yo.
Yo sentía rojas las mejías por el bochorno que me causaban sus palabras, si supiera que me había masturbado fantaseando con su verga… si supiera que en el yacusi me moría porque me diera una buena cogida, si supiera que me metía bajo las sábanas para lamerla la cabeza de su verga… ¡SI SUPIERA!... lo llevé a darse su baño de sol y lo llegó a visitar su abogado, les di privacidad y me dediqué a prepararle el almuerzo, al despedirse el abogado me llamó y me dijo algo que me dejó con la boca abierta:
ABOGADO: Vea, señorita enfermera, usted sabe que mi cliente está pasando por la peor etapa de su vida y el ingeniero está dispuesto a recompensar muy bien sus servicios si usted le ayuda en un asunto muy penoso.
YO: ¿Cuál?
ABOGADO: Pues él quisiera que usted lo masturbara.
YO: ¡¿Qué?!
ABOGADO: No se moleste por favor, el ingeniero me cuenta que las dos veces que lo ha hecho se ha lastimado y que estaría dispuesto a darle este sobre con dinero en efectivo a cambio de sus servicios.
YO: ¡Soy enfermera, no puta!
ABOGADO: Lo entiendo, pero usted comprenderá que no podemos traerle una prostituta para que lo atienda, el ingeniero ya no tiene ninguna clase de relación con su esposa, así que la única posibilidad que se nos ocurrió fue pedírselo a usted, claro que está en su derecho de no aceptar.
Me dio el sobre y le dije que lo hablaría con don Rolo, lo enfrenté indignada tirándole todos los billetes sobre su cama, no paraba de decirle improperios, hablaba a toda velocidad, no pensaba lo que decía, solo me salían sapos y culebras de la boca, él me miraba con paciencia, cuando terminé de gritar solo suspiró y me pidió su almuerzo, se lo di en silencio, casi ni lo limpié como lo hacía antes, pero su verga me retaba erguida como sabiendo mis secretas intenciones, no me pidió que lo llevara al yacusi porque sabía cuál sería mi respuesta, luego le di su medicamento y lo dejé dormido.
¿Cómo había llegado hasta aquí? No sabía qué hacer, en lo que menos pensaba era en el dinero, era su propuesta indecorosa, pero lo más extraño es que sentía húmeda mi vagina ¿Cómo podía excitarme ante tal ofensa?
Me metí al Yacuzzi sola, desnuda, necesitaba recrear la tarde anterior cuando lo tuve atrás de mí sintiendo como su verga parada se colaba dentro de mis nalgas hambrientas, me movía como si me estuviera cogiendo, necesitaba su verga dentro de mí y tenía el mejor pretexto para sentirla, pero la imagen de mi esposo apareció en mi mente y no pude masturbarme ¿Cómo podía hacerle esto a mi amado esposo? Si tan solo me diera motivos para serle infiel, pero al contrario, me trataba como a una reina y yo me comportaba en mi trabajo como una puta.
Fui al baño a vestirme, pasé desnuda por su cuerpo dormido, me hubiera encantado que despertara en ese momento, no sé qué hubiera hecho, pero me fascinaba la idea, al revisar mi maletita me di cuenta de un descuido imperdonable, había metido un hilo de color rojo que seguramente se transparentaba en mi uniforme blanco de enfermera, por eso era regla usar calzón blanco, pero fue un descuido que no podía volver a pasar.
Los minutos que pasaron previo a que despertara los sentí eternos, ¿Cómo iba a enfrentarlo después de esto? No podíamos permanecer sin hablarnos, yo estaba dispuesta a no hablarle hasta que me diera una explicación, su tos hizo que abandonara mis pensamientos confusos, me abroché la blusa hasta el último botón le di agua y me senté indignada, ofendida, destruida, me tomó de la mano y me dijo con toda la calma del mundo.
DON ROLO: Perdóname, Lola, fui un idiota al pedirle al abogado que te propusiera semejante cosa… ¿me perdonas?
YO: ¿Por qué no me lo pidió usted?
DON ROLO: ¿Hubiera habido alguna diferencia?
YO: Por supuesto que no, pero por lo menos no me hubiera expuesto a la vergüenza que pasé con su abogado.
DON ROLO: Perdóname, no me atrevía a pedírtelo por miedo a que te fueras, pero si lo quieres hacer yo lo comprenderé.
YO: ¿Usted quiere que me vaya?
DON ROLO: No, no, por supuesto que no, pero no me gusta verte enojada.
YO: Me quedo con varias condiciones.
DON ROLO: Las que me digas las acepto sin oírlas.
YO: Pues va a tener que oírlas para que le quede claro. Primero: los baños serán más cortos, segundo: nunca más me pida estar desnudo delante de mí fuera del baño y tercero: en el yacusi yo siempre lo sostendré con mis pies en su pecho.
DON ROLO: Pero sí me vas a dar privacidad cuando quiera masturbarme y luego me limpias.
YO: No debería hacerlo pero como ya ha pasado otras veces… pues no me queda de otra.
DON ROLO: Perdóname esta erección terrible que tengo, pero no la puedo evitar después de haberte visto desnuda en el baño.
YO: Pues eso no volverá a ocurrir.
DON ROLO: ¿La erección?
YO: No me haga reír que estoy enojada.
DON ROLO: Mira como me tienes.
YO: ¿Y yo que culpa tengo?
DON ROLO: Pues tal vez ninguna pero eres la única mujer con la cual tengo contacto.
YO: ¿Y las enfermeras del turno de la noche?
DON ROLO: Si son unas ancianas decrépitas, que no me despiertan ni el más mínimo deseo.
YO: Tal vez debería contratar una anciana en lugar mío.
DON ROLO: ¡Que buena idea!
YO: ¡¿Quiere que renuncie?!
DON ROLO: No, solo que hagas el cambio de turno, que me atienda una anciana en el día y tú vienes de noche ¿Qué te parece?
Con tal de huir de las brutales sodomías que me pegaba mi esposo, no me pareció tan mala idea, lo platicaría con él y si estaba de acuerdo lo hablaría con la señora y le diría mi decisión al día siguiente, me pidió recoger todos los billetes que le había tirado sobre la cama, fui recogiendo uno por uno, pero el último estaba justo sobre su ingle, con mucho cuidado traté de recogerlo sin tocarle la verga, pero en lugar de eso sucedió lo que menos tenía pensado.
Le agarré la verga y empecé a masturbarlo, él babeaba de gozo, no sé por qué lo hice, tal vez porque habíamos estado hablando de su verga todo el día, subía y bajaba mi mano como si me fuera la vida en ello, me daba placer darle placer, estaba fuera de mí, era como si una fuerza externa me obligara a pajearlo, o por lo menos eso quería pensar yo, aceleré la masturbada pero don Rolo no se venía, entonces le rasqué los huevos con mis uñas largas y un enorme chorro me bañó la cara, pude sentir su sabor delicioso en el segundo que cayó justo en mi boca, con disimulo arrastré mi lengua sobre los grumos de semen al lado de mi boca, él permanecía con los ojos cerrados, yo aproveché el momento para quitarme de la cara el resto de semen que me bañaba y me chupé los dedos con delirio, luego le exprimí la verga con mis manos para sacarle hasta la última gota, lo limpié con mucho detenimiento y luego me fui a asear.
Al volver me dio el sobre y me dijo que cada vez que lo hiciera tendría la misma cantidad, yo me hice la ofendida pero tomé el sobre, no lo podía creer, si lo masturbaba a diario, en una semana ganaría lo que gano al mes como enfermera, no sabía qué hacer.
DON ROLO: Se te ve muy bonita esa tanga roja.
Me quería morir de la vergüenza, así que solo me despedí sin verlo a los ojos, ya mañana tendría tiempo de hablar del asunto, efectivamente la enfermera del turno de la noche era una viejecita que no provocaba ni al más grande de los degenerados.
Esa noche le planteé a mi esposo el cambio de turno y me dio un no definitivo, me dijo que entonces solo nos veríamos los domingos y que él no iba a soportar que su esposa se quedara a dormir en otra cama aunque fuera por trabajo y mil cosas más, a mí no me gustaba pelear con él y solo había una forma de contentarlo… le pedí que me la metiera por el culo, él feliz se desnudó y recibí sometida aquella verguita que hizo estragos en mi cerradito ano, a pesar de su tamaño era muy grande para mi canal trasero, solo pensaba como sería recibir por atrás la verga de don Rolo, en eso estaba cuando sentí bañar de semen todo mi culo, otra vez sentí una alegría culposa, era la manera como me autocastigaba por haber masturbado a mi paciente.
Esa noche soñé con don Rolo, yo llegaba desnuda a su habitación, nos tocábamos, hacíamos un 69 y yo le mamaba la verga mientras sentía como su boca torcida hacía maravillas con su lengua en mi clítoris, luego me cogía delicioso, lo hicimos en todas las poses posibles, luego me puso de perrita y me clavó su verga por mi culo, pegué un grito ensordecedor, me desperté sudando como si saliera de una pesadilla, mi esposo despertó angustiado, le dije que no se preocupara, que ya había pasado, que se volviera a dormir, pero lejos de eso se levantó y con una toallita me secaba las gotas de sudor, tanta ternura me hacía sentir peor, hubiera preferido que me abofeteara por ser la mujer infiel en que me estaba convirtiendo.

Mi marido estaba cada vez más feliz, pero yo cada vez más atormentada, si supiera lo que hacía en mi trabajo… ni pensarlo ¡Qué horror!... tenía una pequeña molestia en mi ano, pero afortunadamente no sangraba, ese lubricante había hecho maravillas, preparé mis cosas y salí a atender a mi adorado tormento, ese hombre era capaz de llevarme tanto al cielo como al infierno, con él no habían medias tintas, era tormento o placer ¿Qué me depararía el destino este día? No lo sabía pero llevaba mi cosita húmeda… que digo húmeda, iba empapada y aún ni siquiera lo había visto, jamás en toda mi vida me había sentido tan caliente como esa semana.
Me recibió la señora en un negligé vaporoso de color beige, semi trasparente, se veía espectacular, no sé por qué pero sentí celos ¿Qué me estaba pasando? Me dijo que tendría que buscar otra sustituta de noche… (¿Perdón, dijo prostituta?), porque su marido se comportaba como un verdadero degenerado con todas ellas, me preguntó que yo cómo lo aguantaba, tragué saliva y le dije que conmigo era muy respetuoso (Si supiera) Me dijo que había amanecido resfriada y que no iría a trabajar, subió a su habitación al segundo piso y yo la veía subir como a una reina, bamboleaba sus caderas de manera inconsciente pero muy provocativa, debo confesar que la envidié, que monumento de mujer era doña Laura.
Le conté a don Rolo que hoy no estaríamos solos, frunció el ceño en señal de disgusto, le hice la terapia un poco nerviosa, me daba miedo que la señora descubriera algo en mi mirada, en mis gestos, debía ser muy cuidadosa, luego lo llevé a la ducha y al desvestirlo apareció ese pene bien parado y duro, y pensar que ayer tuve esa verga dentro de mi boca ¡que suplicio! Le lavé el ano, me pidió que se lo lavara bien, lo estaba haciendo, no entendía, me dijo que me echara jabón en el guante y que lo lavara bien, no sé si era eso lo que quería pero me enjaboné un dedo y se lo metí por el culo, él se abrazaba a mi cuello gimiendo de placer, terminé ese pedido extraño, le lave las bolas y por último esa barra de carne que me hacía cometer las peores cosas de mi vida.
Lo sequé, le puse su bata de baño y lo llevé a su cama, lo mediqué y luego su infaltable baño de sol, yo me senté a su lado en la banquita y me preguntó si me había extrañado la petición que me hizo en el baño, yo le dije la verdad, que era la primera vez que un paciente me pedía semejante cosa, me dijo que le gustaba porque le estimulaba la próstata y que de haber seguido un poco más habría terminado sin siquiera tocarse, le dije que como enfermera entendía perfectamente cómo funcionaban los cuerpos masculinos y femeninos, pero la verdad estaba confundida, ninguno de mis pocos amantes me había pedido semejante cosa, pero bueno, la gente nunca deja de sorprenderme.
Necesitaba su baño en el yacusi, a mí me dio vergüenza ponerme el traje de baño, así que lo metí sosteniéndolo desde atrás abrazándolo por la cintura:
DON ROLO: Pero si Laura ya te autorizó ¿Por qué no te pones tu biquini y te metes conmigo?
YO: La señora nos está viendo desde su ventana en el segundo piso.
DON ROLO: Ya me di cuenta… me gustaría que delante de ella me masturbaras, me mamaras la verga y hasta te cogería… ¡Hija de la chingada!
YO: ¿Está enojado con ella?
DON ROLO: ¿No te ha contado nada?
YO: No, ¿De qué?
Y me contó lo mismo que la señora me había narrado, lo saqué del yacusi y lo sequé ahí mismo, era muy bochornoso secar su cuerpo desnudo delante de la señora, lo puse de espaldas a la ventana para secarle sus genitales, tenía la verga apuntando a mi boca pero sentía la mirada de doña Laura sobre cada uno de mis movimientos, le puse su bata y lo llevé al comedor para escapar de esa mirada escrutadora, le serví el almuerzo, después lo llevé a su cama y lo mediqué, al instante se quedó dormido.
Yo salí al jardín escapando de la tentación de meterme bajo sus sábanas y cual sería mi sorpresa cuando sentí llegar a Doña Laura a mi lado:
DOÑA LAURA: ¿Se durmió?
YO: Sí señora.
DOÑA LAURA: ¿Cuánto tiempo duerme?
YO: Aproximadamente un par de horas, señora.
DOÑA LAURA: ¿Tú sabes dar masajes?
YO: Bueno, no soy una experta pero recibí entrenamiento para dar masajes terapéuticos.
DOÑA LAURA: ¿Me darías uno a mí mientras Rolando duerme?
YO: Con mucho gusto señora, pero le sugiero hacerlo en una de esas camas para sol, porque así si despierta don Rolo lo podré auxiliar.
Doña Laura se quitó su negligé y me quedé asombrada como una mujer a sus años tenía un cuerpo de Diosa, tenía un diminuto hilo y un brasier del mismo color de su negligé, se notaba que gastaba mucho dinero en lencería, yo fui por mi maleta y cuando regresé la encontré acostada boca arriba sobre la cama de sol, tenía los ojos tapados, mientras me echaba aceite en las manos pude notar su sexo totalmente depilado a través de su triangulito semitransparente, nunca en mi vida había visto un brasier tan pequeño, eran dos tiritas que escondían sus enormes pechos, comparados con los míos parecían melones versus limones, le regué aceite por todo su cuerpo y empecé por los músculos de su cara, luego bajé a sus hombros y brazos, tenía una piel muy delicada, luego me salté los senos y masajeé su estómago, fui a sus pies y luego fui subiendo por sus torneadas piernas, cuando acariciaba sus muslos creí haber oído un gemido, pero tal vez solo fue mi imaginación.
Luego ella misma se dio vuelta, me pidió que le desatara su brasier, empecé por sus hombros y brazos, luego seguí por la espalda, de nuevo bajé a sus pies y fui subiendo por sus pantorrillas, cuando acariciaba sus muslos internos me puse una pierna sobre el hombro y pude notar que el hilito se había corrido dejándome ver esa vagina rosadita y muy bien depilada, se me ocurrió pensar que el sexo entre ellos debió haber sido delicioso, otra vez me entraron celos, luego le embarré las protuberantes nalgas de aceite y se las amasé, ella volteó a verme y sonrió, era extraño tener ese para de nalgas entre mis manos, lo que hubiera dado cualquier hombre por estar en mi lugar.
Al terminar se paró dejándome ver esos pechos bien formados con una aureola rosadita y sus pezones paraditos por el frío, por lo menos eso quería pensar yo, me dijo que ya se sentía mejor y que se iba a la oficina, subió las gradas como modelando su escultural cuerpo, no podía quitar mi mirada de sus nalgas, no me gustan las mujeres, pero sé apreciar su belleza y ella estaba dentro de las mejores… me fui a lavar las manos y al rato se despidió, me fui a sentar a la cama de Don Rolo y a saborearme esa verga parada bajo las sábanas.
Cuando despertó le dije que su esposa había salido, mejor no le hubiera dicho nada:
DON ROLO: ¿Cómo te sientes?
YO: Muy bien y ¿Usted?
DON ROLO: Digo ¿Cómo te sientes después de lo de ayer?
YO: Ay, don Rolo, ¿Ya va a empezar?
DON ROLO: Ese fue el mejor regalo que me has hecho.
YO: Pues ni tan regalo porque el sobre era generoso.
DON ROLO: Y hay más si me sigues consintiendo.
YO: Ya le dije que soy enfermera, no puta.
DON ROLO: Ya lo sé, mi reina, no te ofendas, ¿Tú crees que no puedo pagar a la mejor prostituta de la ciudad?
YO: Entonces ¿Por qué no lo hace? Y me deja de seguir atormentando con sus cosas.
DON ROLO: … porque tú me gustas mucho.
YO: Ay, Don Rolo, no me diga eso que soy casada.
DON ROLO: También lo sé… contigo es muy difícil hablar, si te pago te sientes prostituta y si no te pago me resultas con que eres una mujer casada, dime ¿Qué hago para no ofenderte?
YO: No sé, si fuera soltera le diría que me enamorara, pero como no lo soy entonces no se lo voy a permitir… no sé… ni yo misma me entiendo.
DON ROLO: Eso está mejor… empecemos por el principio… ¿Te ha gustado lo que me has hecho hasta el momento?
YO: … si le digo que sí se va a querer aprovechar de mí y se le digo que no se va a enojar conmigo ¿Qué quiere que le diga?
DON ROLO: Que sí, que te ha gustado mucho… y por favor no pienses que me quiero aprovechar de ti, solo quiero que me consientas…
YO: Pero es que para usted consentir tiene que ver con sexo.
DON ROLO: ¿Y eso es malo?
YO: Malo no, pero yo no soy su mujer.
DON ROLO: Podrías llegar a serlo si tú quisieras.
YO: Ay, las cosas que dice, yo una humilde enfermera siendo la mujer de un gran ingeniero… no me haga reír…
DON ROLO: De un ingeniero parapléjico, que no se te olvide ese pequeño detalle… ¿Te puedo pedir algo?
YO: Usted pida, pero yo me reservo el derecho a cumplirle.
DON ROLO: … me gustaría que me hicieras un striptease… ¡No vayas a empezar a gritar como siempre!... déjame explicarte… para que no te sientas mal, le voy a pedir a mi abogado que te deposite al mes, una cantidad con cuatro ceros, así no te ofendo cada vez que te pida algo… ¿Qué piensas?
YO: … ¿con cuatro ceros?... pero eso es una fortuna… eso no lo ganan ni los doctores del hospital donde trabajaba… ¿Está loco?
DON ROLO: Sí, tal vez un poquito… por ti… ¿por qué te quedas callada?... promete por lo menos que lo vas a pensar…
YO: … ¿y qué tendría que hacer?
DON ROLO: Primero un striptease…
YO: Pero yo no sé bailar.
DON ROLO: No me importa, no quiero ver tu ritmo sino tu cuerpo.
YO: … ay… no sé… ni mi marido me ha pedido que haga eso.
DON ROLO: Mejor aún, me encantaría ser el primero al que le haces un striptease ¿sabes cómo hacerlo?
YO: Claro, soy enfermera, no idiota… una se va quitando la ropa hasta quedarse desnuda… pero después va a querer más… y…
DON ROLO: ¿Y?... ¿Qué tiene de malo que quiera más?... ¿Para ti es un sacrificio?
YO: Tampoco… pero…
DON ROLO: Ya sé, eres una mujer casada, pero afrontemos la verdad… no te vayas a enojar conmigo por lo que voy a decir pero es la verdad… tú ya no eres una mujer fiel… ¡No digas nada!... solo acéptalo… desnúdate para mí… por favor.
Pensé que si fuera político hubiera llegado a ser Presidente, con esa labia que tenía convencía hasta el más desconfiado y pensé otra cosa peor: con esa verga que tenía podría convencer hasta a una monja, afortunadamente yo no lo era y viendo su carita de niño esperando su regalo… pues puse música y empecé a moverme… me sentía ridícula frente a él… no podía seguir el ritmo de la música… pero cerré los ojos y me desabotoné mi uniforme el cual cayó al piso… con mucho pudor le di la espalda y me quité el brasier, en ese momento me di cuenta que aún no me había visto los pechos… seguí moviéndome… seguramente se estaba riendo de mí y no lo culparía, me sentía como un armario bailando… volteé a verlo y se estaba tocando la verga… ¡Uf! ¡QUE VERGA!... me fui bajando mi tanga… ¡Qué horror!... estaba desnuda frente a él y me gustaba mucho sentirme deseada… me di la vuelta tapando mis senos y me aplaudió de manera grotesca, pero mis ojos estaban clavados en esa pija majestuosa.
En un acto atrevido me subí a su cama y le bailé en medio de su cuerpo, en esa posición podía verme completa, mi cosita húmeda de lujuria, mi ano atormentado por probarlo y mis senos bamboleantes con mis pezones paraditos de la calentura, ya no había vuelta atrás, me hinque sobre su cuerpo y le puse mi culo en la cara, como niño hambriento sacó su lengua y me lamía del ano a la vagina y viceversa, luego tomó con sus labios mi clítoris y no tuve más que tírame sobre su verga para hacer un delicioso sesenta y nueve.
Era momento de sentir… mi cuerpo convulsionaba con las mamadas que me daba este hombre y yo también lo mamaba tragándome toda su verga, le tocaba esas pelotas cargada de semen… quería que esto no terminara nunca… era tan deliciosa la manera como disfrutábamos de nuestros cuerpos… yo lloraba al sentir su tranca en mi campanilla, pero no me importaba… si hubiera podido me lo tragaría entero… no había nada mejor en el mundo que mamar siendo mamada… como un acto reflejo le metí un dedo en su culo y lo moví por dentro tratando de estimularle la próstata y estoy segura que lo logré porque me llenó la boca de semen, mientras yo le bañaba la suya con mis jugos, nunca antes había disfrutado un orgasmo simultaneo… ¡Que rico!
Descansamos un rato abrazados… empiernados… pero tenía que salir de ese sueño, así que me paré y me fui a bañar, como un acto de agradecimiento por haberme hecho sentir tanto, dejé la puerta abierta y no cerré la cortina del baño, él sonreía satisfecho, me vestí y tocaron la puerta, antes de ir a abrir me pidió que me acercara y me besó la boca con ternura, como si fuera su esposa, enredé mi lengua con la suya y me entregué a ese beso de amor, volvieron a tocar y entró otra viejecita enfermera, me despedí sin mirarlo.
En lugar de ir a mi casa me fui al parque de la esquina a reflexionar, era la primera vez que Don Rolo me besaba la boca y lo peor es que me había gustado mucho ¿Cómo era posible que gozara ese beso si provenía de una boca torcida? ¿Me estaba enamorando de él? ¿O de su verga? ¿Y mi esposo?... mil ideas se agolpaban en mi cabeza, no sabía qué hacer, me encaminé a mi casa y al llegar mi esposo se extrañó de mi retraso, le inventé una mentira que me creyó, pero a la hora de dormir me pidió de nuevo las nalgas, le dije que solo iba al baño y me preguntó que llevaba en las manos, al darse cuenta que era lubricante, explotó, me dijo que dónde había aprendido eso, que quién me había enseñado, estaba furioso, yo le dije que por mi profesión sabía que esas cosas ayudaban al sexo anal, pero me seguía gritando como enajenado.
Para tranquilizarlo, me desnudé completa, le dije que hiciera conmigo lo que quisiera, también se desnudó y tirándome del pelo me obligó a tragarme su verga, luego me puso en posición de misionero y me cogió brutalmente, tenía la cara desencajada, me agarró a bofetadas, era la primera vez que me pegaba, me dio vuelta y me violó el ano sin lubricante, yo gritaba de dolor, al fin terminó el tormento y me bañó los intestinos de semen, al sacarla su verga estaba manchada de mierda.
Salí corriendo al baño y defequé con mucha dificultad y dolor, tome mi cara entre las manos y lloré como nunca antes lo había hecho, sentía que me merecía que me tratara así, como a una puta, casi me quedo dormida sentada en la taza, al salir mi marido me dijo que seguramente mi paciente me estaba enseñando esas cosas raras, eso de usar lubricantes solo lo hacen las putas, se dio la media vuelta y se durmió… esa fue la peor noche de mi vida, no pude dormir, debía hacer algo, pero ¿Qué?

A la mañana siguiente mi marido salió sin despedirse, yo me sentía la peor de las mujeres, la más sucia e infiel que haya existido, tenía los ojos rojos de tanto llanto y desvelo, ni siquiera desayuné, me bañé y me preparé a enfrentar otro día de mi atormentada vida, antes de salir descubrí una notita sobre la mesa del comedor que decía: -RENUNCIA O NO VUELVAS NUNCA MÁS- ¿Qué era esto? ¿Qué voy a hacer?... pasé al banco a depositar mi ahorros, no quería que mi esposo se diera cuenta que tenía dinero que no podía justificar ¿Por qué me mentía a mí misma? No eran ahorros, eran producto de mi vida libertina, eran producto que ganaba con el sudor de mi cuerpo, eso solo tenía un nombre: ¡PUTA!
¿Cómo era posible que en menos de una semana mi vida se me cayera en pedazos? Tenía que tomar una decisión si quería retomar mi existencia, así que caminé presurosa hacia la puerta de mi trabajo dispuesta a renunciar, me abrió doña Laura, estaba elegantísima, le dije que le quería hablar, me dijo que salía de prisa porque ella y su marido tenían cita en el juzgado, que pasara adelante y que en unas horas volvería don Rolo, no me dio tiempo ni a reaccionar, antes de salir me dijo, sobre mi cama te dejé un regalito, me dio una nalgada y se fue ¿Qué había sido eso?
Yo nunca había subido al segundo nivel, así que corrí para abrir mi regalito, al entrar pude ver una habitación enorme, el doble que la de don Rolo, preciosa, efectivamente estaba sobre su cama el regalito, lo abrí y era un traje de baño de marca, eso sí, pequeñísimo, eso no me iba a tapar nada, me desnudé y me lo probé, al verme al espejo el triangulito apenas tapaba mi vagina, la parte superior eran dos tiritas como el brasier que ella usó ayer, me di la vuelta y parecía que estuviera desnuda, el hilito se metía entre mis nalgas ocultándose, yo jamás me pondría eso delante de la gente, aunque debo reconocer que me encantó pero era muy atrevido para mis gustos, lo guardé dentro de mi maletita y me puse mi uniforme.
Curioseando encontré una gaveta que tenía la lencería más hermosa y sexy que yo había visto en mi vida, la gaveta de la par no la pude abrir, había un joyerito sobre la marquesa que tenía unas joyas divinas, seguramente valían una fortuna, al vaciar el joyerito divisé una llave, la probé en la gaveta y abrió, había una colección de DVDs, todos con fecha, tomé el más antiguo y lo puse en el DVD, me senté y puse play ¡¿Qué era eso?!
Don Rolo se veía guapísimo, ha de haber sido de como diez años atrás, entonces apareció doña Laura con un vestido de noche elegantísimo, estaban en esta misma habitación, la cámara debió de estar puesta sobre este mueble porque se veía toda la cama, Don Rolo entró al baño mientras doña Laura se desnudaba, ¡Que cuerpo, Dios mío! Parecía una modelo, una reina de belleza, una amazona hermosa, se quedó solo en tanga y pude admirar esas nalgas que ya había tenido entre mis manos, luego salió don Rolo y entró ella al baño, él venía solo en bóxer negro, se le dibujaba su tremenda erección, movió la cámara acercando más la imagen a la cama, puso música y se acostó al instante salió doña Laura y se quitó la tanga sin ningún pudor, se la aventó a la cara y él la olió disfrutando los aromas de la vagina de su mujer.
Ella gateó sobre la cama, era imposible dejar de ver esas nalgas que se abrían a cada gateada mostrando su húmedo chochito, le quitó el bóxer y le mamó la verga, podía ver de cerca como su lengua envolvía aquel trozo de carne bien parado, le lamió las bolas con mucho disfrute, lástima que la música no me dejaba oír los gemidos que proferían, don Rolo le tomaba la cabeza como guiándola a la velocidad y profundidad que quería que lo mamara, ella se la tragaba completa y se la dejaba hasta adentro haciendo que don Rolo deformara su rostro cundido de placer.
Doña Laura hizo algo que no tenía ni idea que le fuera a dar tanto placer a un hombre, mientras le mamaba la verga le pasaba sus grandes tetas por los huevos, él ha de haber sentido delicioso como los pezones se restregaban en sus pelotas, él subía su pelvis para meterle más profundo la verga dentro de la boca y al mismo tiempo disfrutar del roce de esos pezones en sus huevos, luego fue él quien la acostó y disfrutó comiéndose esa vagina apetecible, le chupaba el clítoris con fruición, ella se tocaba las tetas con los ojos cerrados y la boca abierta.
Luego le dio vuelta y metió toda su cara entre esos promontorios enormes que tenía por nalgas, le metía la lengua en el ano y ella se convulsionaba de gusto, que hermoso cuadro erótico estaba disfrutando, metí mi mano derecha dentro de mi mojada tanga, la hice a un lado y me perforé con un dedito, lo metía y lo sacaba viendo esos cuerpos hermosos que danzaban al ritmo del placer, luego hicieron un 69 donde ella disfrutaba mamado esa verga que me enloquecía, la envidiaba, que rico era mamar esa pija, ella se sacó el pene de la boca y se lo frotó por toda la cara, se le veían los brillos de saliva sobre su hermoso rostro.
Ella se sentó dándole la espalda y se encajó ese monumento de verga dentro de su vagina apretada, ella cabalgaba a su marido chupándose los pezones alternativamente y se tocaba con la otra mano el clítoris, eso nunca lo había hecho yo, seguramente esos DVDs me iban a enseñar mucho de sexo, lo que tenía con mi marido era totalmente rutinario, en cambio ellos si se sabía disfrutar el uno al otro, mis dedos seguían perforando mi hoyito delantero, tratando de imitarla me saqué un seno y lamí mi propio pezón, que delicia sentir mi lengua en la puntita, se me pararon de la excitación.
Ella se dio vuelta y lo cabalgo de frente, yo estaba celosa viendo como ese cuerpo sudado brincaba sobre la verga que me tenía atormentada, como me hubiera gustado ser yo la que disfrutara de esa pija maravillosa, de pronto ella se sacó la verga, se lubricó y la guió a su ano, era increíble ver como semejante trozo de carne invadía su hoyito trasero, gotitas de sudor caían de su espalda mojando su culo, no podía entender como a las mujeres les gustaba que les dieran por atrás, yo prefería siempre por la vagina, pero doña Laura seguramente lo disfrutaba porque echaba la cabeza para atrás subiendo y bajando de esa verga deliciosa.
Él la puso de perrito y se la encajó de una sola estocada, ella se tocaba el clítoris y por sus gestos pude ver que tenía un gran orgasmo, él se la sacó, se pajeó y le bañó la cara y las tetas de semen, lo más curioso fue que ella se tomó con sus dedos unos grumos de semen y se besaron en la boca, mi marido nunca me dejaría besarlo con mi boca llena de leche, pero lo más increíble es que ella se metió bajo las sábanas sin siquiera limpiarse, seguramente les daba morbo ver las costras secas de semen sobre su cuerpo al día siguiente, don Rolo se dirigió a la cámara y la apagó, no pude alcanzar mi orgasmo de los nervios que tenía, dejé todo como estaba y salí a ver que hacía.
Me aburrí el resto de la mañana, después de almuerzo, el abogado llevó a Don Rolo, lo llevé a su habitación para medicarlo, pero él no quiso, me dijo que la pastilla lo obligaba a dormir y que antes quería hablarme, me dio la boleta de depósito y ¡madre mía! Efectivamente había una cantidad con cuatro ceros, yo quería decirle que iba a renunciar, pero se veía tan contento que no me atreví, ya se lo diría a la señora antes de irme, me pidió que lo desnudara y le pusiera su bata, traté de hacerlo de la forma más rápida que pude, pero era imposible dejar de ver esa verga que saltó al quitarle el bóxer, le puse la bata y me contó sobre el juicio, tal parecía que las cosas lo favorecían, le hicieron un examen psiquiátrico y él creía que los resultados lo iban a ayudar, lo mediqué y se quedó dormido.
Oí un portazo terrible, era la señora que había vuelto, se veía muy molesta, me pidió que la masajeara, que estaba muy tensa, me llevó a su habitación, me eché aceite en mis manos y se desnudó sin ningún pudor, empecé el masaje un poco nerviosa:
DOÑA LAURA: ¿Qué pasa Lola? ¿Te sientes incómoda al verme desnuda?
YO: No, doña Laura, no es eso… lo que pasa es que usted tiene un cuerpo de modelo, es imposible no admirarla.
DOÑA LAURA: Dime, Lola ¿Alguna vez has estado con otra mujer?
YO: Ay, doña Laura ¿Qué preguntas son esas? No, nunca.
DOÑA LAURA: ¿Qué tendría de malo? Estamos en pleno siglo veintiuno.
YO: A mí no me gustan las mujeres.
DOÑA LAURA: A mí tampoco me gustaban los camarones hasta que los probé.
YO: ¿Ahora le gustan?
DOÑA LAURA: ¡Me encantan!... así Lola… que buenas manos tienes… así… hum… por toda la espalda… duele, pero es rico… ahg… ¿Te gustó el regalito que te hice?
YO: Sí, gracias señora, pero no se hubiera molestado.
DOÑA LAURA: Me gustaría vértelo puesto.
YO: Ya me lo probé… me gusta… pero es muy chiquito… a mí me daría vergüenza ponérmelo delante de la gente.
DOÑA LAURA: …así, Lola, así… que delicia… necesitaba este masaje… así… así… estrújame las nalgas… que manos tienes… cuando termines el masaje ¿Te pruebas el traje?
YO: Ay, señora, no sé…
DOÑA LAURA: Somos mujeres las dos… ¿No te has bañado con una prima o alguna amiga alguna vez?
YO: Sí pero… eran de confianza… usted es mi patrona…
DOÑA LAURA: Deja de decir tonterías y pruébatelo, ese traje que tenías era horrible, este te ha de quedar espectacular.
Se levantó de la cama, desnuda como estaba con su cuerpo brilloso por el aceite, era una postal digna de portada de revista, me pidió que me probara el biquini, yo temerosa tuve que hacerlo, me desnudé con mucha vergüenza delante de ella y me lo puse:
DOÑA LAURA: Ya veo que también te depilas la conchita… tienes unos senos muy hermosos… y ese traserito… has de hacer muy feliz a tu esposo en la cama ¿Te consideras buena amante?
YO: No sé, señora… nunca se lo he preguntado a mi esposo… pero hasta el momento no ha tenido ninguna queja…
DOÑA LAURA: Modela para mí, como si estuvieras en una pasarela.
YO: Ay, doña Laura, no sé cómo hacerlo…
DOÑA LAURA: Con ese cuerpecito que Dios te dio debes hacer maravillas en la cama… así, camina cruzando las piernas… exacto… ahora date la vuelta… que bonitas nalgas tienes… te ves muy delicada, como si fueras a romperte… así, Lola… muy bien…
YO: Ay, señora… me siento incómoda con todo lo que me dice… usted está desnuda viéndome… y…
DOÑA LAURA: No pasa nada, Lola, somos mujeres admirando nuestros cuerpos… ¿Sabes que me gustaría?... darte un masaje con mis propias manos.
YO: No me atrevería, doña Laura, usted es mi jefa, soy yo la que debo atenderla, no al revés.
DOÑA LAURA: Ven, desnúdate que te voy a devolver el favor.
No tuve más que hacerlo, me acostó sobre la cama donde momentos antes la había visto coger con Don Rolo, me acostó boca abajó y se sentó en mis nalgas, podía sentir su chochito húmedo y caliente sobre mi cuerpo, empezó a masajear mi cuello:
YO: Señora, me da mucha pena decírselo, pero tengo que renunciar.
DOÑA LAURA: ¡¿Por qué?! ¿El bestia de Rolando te hizo algo?
YO: No, señora, él me trata con mucho respeto, es mi marido que ya no quiere que trabaje.
DOÑA LAURA: Tráemelo y yo lo voy a convencer de lo contrario.
YO: No va a querer venir… él ahora gana más y no necesito trabajar.
Diciendo eso estaba cuando siento sus manos en mis nalgas, a pesar de no tener experiencia como masajista, si la tenía para excitar mi cuerpo, estaba muy nerviosa:
DOÑA LAURA: Veo que te gusta mi masaje…
YO: ¿Por qué lo dice?
DOÑA LAURA: Tienes la conchita mojada.
YO: No es lo que usted piensa, ha de ser el aceite.
DOÑA LAURA: Déjame ver.
YO: ¡¿Qué está haciendo?!
DOÑA LAURA: Te estoy metiendo un dedito para comprobar si es aceite o son tus jugos.
YO: Ay, doña Laura, no haga eso o salgo corriendo y no me verá nunca más.
DOÑA LAURA: Esta bien, Lolita… pero prométeme que no vas a renunciar.
YO: Se lo prometo, pero sáqueme el dedo por favor.
DOÑA LAURA: Lo haré… confío en tu promesa.
Me la quité de encima como pude, agarré mis cosas y antes de salir de su habitación, me dijo chupándose el dedo:
DOÑA LAURA: … no era aceite… eran tus jugos.
¿Por qué me pasaba esto a mí? Salí corriendo hasta el jardín, ahí me vestí como pude, me senté en la banquita a reflexionar, ¿Por qué le había permitido a doña Laura que me vejara de esa manera? ¿Por qué no la aventé cuando me metió el dedo? Me revisé la vagina y la traía empapada ¿Cómo era posible excitarme en las manos de otra mujer? Eso nunca me había pasado… lo que más me torturaba era que debía renunciar… no podía regresar a mi casa sin haber tomado esa decisión… RENUNCIA O NO VUELVAS NUNCA MÁS… esas palabras se agolpaban en mi cabeza… se me ocurrió tomarle fotos con mi teléfono a don Rolo para que mi esposo viera que era un parapléjico, me fui a su habitación y le tomé varias, principalmente de su cara torcida llena de babas.
A los pocos minutos despertó y me pidió que le limpiara las babas, en eso estaba cuando oímos un tremendo portazo, era doña Laura quien se había ido, me acerqué para limpiarlo bien y cual sería mi sorpresa que siento su boca besándome los labios, lo aventé con un impulso que me salió de mi conciencia negra, él se asustó y me dijo que qué me pasaba, entre llantos le conté el pleito de mi marido y su amenaza, se quedó un momento reflexionando:
DON ROLO: Tiene razón, yo te había dicho que si fueras mi mujer no te dejaría ir a trabajar… pero pensemos cómo hacer para que tu marido te dé permiso… no sé… dale algo que él desee…
YO: Lo que quería ya se lo di y eso precisamente fue el motivo del pleito.
Así pasamos un buen rato discutiendo sin encontrar una solución, le dije que lo más probable era que tenía que renunciar a pesar de mis deseos de seguir siendo su enfermera, él se puso a llorar, era muy conmovedor ver a ese hombrón derramando lágrimas por mi culpa, lo abracé y con toda la intención del caso le puse su cara dentro de mis pechos, sentí su lengua lamerlos, con sus manos artríticas me agarraba de las nalgas, yo busqué su boca y lo besé con amor y deseo, no hicieron falta palabras, me desnudé y me metí dentro de las sábanas para hacer el amor, no quería coger, deseaba darle amor, que nuestra despedida fuera inolvidable.
Fue una danza deliciosa, tal parecía que cada uno adivinaba lo que nuestros cuerpos necesitaban, nos mamamos con ternura, nos chupamos todo el cuerpo, su verga palpitaba lujuriosa, mi vagina destilaba muchos jugos que su boca saboreaba, luego me puse en medio de sus piernas y apliqué lo aprendido en el DVD, le mamé la verga mientras le restregaba mis pezones por sus huevos, el subió su pelvis para disfrutar de mis caricias, tenía el rostro totalmente desfigurado de placer, me sentía orgullosa de complacerlo, me senté un su poderosa verga y me la metí hasta el fondo, resbalaba como cuchillo en mantequilla, me lamí yo misma los pezones y me toqué el clítoris, él me dijo que estaba a punto de venirse pero que no tenía preservativo y que no quería causarme más problemas, le dije que era estéril, que me bañara por dentro, me penetró con ganas y los dos nos vinimos al mismo tiempo.
Lo llevé al baño y nos duchamos juntos por primera y última vez, lo dejé en su cama y lo besé a manera de despedida, él me vio con sus ojos acuosos, me besó la mano y me despedí cuando llegó la sustituta, lloré en todo el camino a mi casa, al llegar me cambié y esperé a mi esposo para darle la noticia de mi renuncia definitiva, cené sola porque mi marido no llegaba ¿Qué pasaría? ¿Será que me había abandonado? Cuando estaba a punto de dormir, lo vi en el umbral de la puerta.

Así pasaron los meses, don Rolo y doña Laura seguían sin hablarse, la prueba psiquiátrica salió a favor de don Rolo, el juicio por fin llegaba a su final, todo parecía que el divorcio era inminente y doña Laura tendría que dejar su vida de reina para tener que ganarse la existencia, lo terrible es que yo pasaba de la cama de ella a la de él sin ningún problema… para ellos… porque yo hasta había pensado en el suicidio… mi esposo cada vez estaba más amoroso conmigo y el sentimiento de culpa que tenía no me dejaba vivir en paz.
Pero todo cambió una mañana desafortunada o afortunada, no sé… ustedes juzguen… un domingo amanecí resfriada y mi esposo me dijo que iría a visitar a mi suegra, pero el destino me tenía preparada una jugarreta infernal… resulta que suena mi teléfono y era Doña Laura para decirme que su esposo se había abierto la cabeza contra la mesita de noche, que no había enfermera que lo aguantara y que por favor llegara de urgencia, me preparé y salí presurosa.
Debía pasar a una farmacia a comprar todo lo necesario para curarlo, pasé a la misma donde meses atrás compré mi primer sobrecito de lubricante, queda ubicada en frente del parque donde me sentaba a reflexionar sobre mi vida disoluta, al salir sentí que se me aguadaron las piernas, ahí estaba mi esposo con un bebé entre los brazos y con otra mujer quien le daba un helado a su hija. Mi esposo besó en la boca a la mujer y la estocada final fue cuando escuché a la nena decirle: ¡papá!
Maldije a los cuatro vientos, el hecho de ser estéril había llevado a mi esposo a los brazos de esa mujer o tal vez era el castigo que la vida me tenía preparado por ser presa fácil de mis instintos putrefactos, no sé, me sentía una puta perdida, no sabía qué hacer, traté de acercarme y hacerle una escena tormentosa de celos, pero no me atreví porque no tenía moral para hacerlo.
Llegué a la casa de mis patrones muerta en llanto, por supuesto doña Laura me preguntó que me pasaba, le dije que primero iba a curar a don Rolo y luego le contaba, el cuadro era espeluznante, don Rolo yacía desmayado a la par de su cama, desnudo y bañado en un charco de sangre y semen por toda su pelvis, lo curé, limpié todo el tiradero, le di un baño de esponja y lo acosté en su cama.
Luego le conté a doña Laura todo lo acontecido, ella me abrazó y me besó los labios, necesitaba de su cariño, me sentí protegida entre sus brazos, me sentía como la hija incestuosa siendo consolada por la madre:
DOÑA LAURA: No hay esposo que dure cien años ni Lola que los aguante.
Me reí de su ocurrencia mientras me tomaba mis lágrimas, me llevó a su habitación y me quería desnudar, yo le dije que ese era el peor momento para pensar en sexo, ella me dijo que un baño caliente me caería bien, me bañó como si fuera su bebé, pero al mismo tiempo sentía sus manos resbalar por todo mi cuerpo de una manera deliciosa, máxime cuando metía sus dos manos entre mis piernas, una en medio de mis nalgas y la otra en mi cosita ¿Cómo era posible estar excitada después de descubrir que mi esposo tenía otra familia?
Me llevó a su cama y me acarició hasta quedarme dormida, no sé cuánto tiempo pasé descansando, los gritos de doña Laura me despertaron, bajé a ver de qué se trataba y ella lo sostenía al borde de la cama.
DOÑA LAURA: Dile al señor que no se masturbe porque se va a volver a lastimar.
DON ROLO: Dile a la señora que yo me masturbo cuantas veces me dé la gana y que no necesito que ella me sostenga, dile que prefiero volver a abrirme la cabeza que sentir sus sucias manos en mi cuerpo.
Esa era una conversación absurda, lo acomodé en su cama y doña Laura salió de la habitación:
YO: ¿Qué le pasa don Rolo? Se acaba de masturbar y ya quiere otra vez.
DON ROLO: ¿Qué quieres que haga? Es por el accidente, antes me masturbaba una vez al día y quedaba satisfecho, pero ahora no se me baja con nada.
Como me vio distraída me preguntó que qué me pasaba y se lo conté todo con lujo de detalles, me abrazó y me besó la boca, esto era como un deja vu… me preguntó qué pensaba hacer y le dije que no tenía cabeza para tomar decisiones, se quedó callado un rato y luego me dijo que tenía la solución:
DON ROLO: Te vienes a mi casa y haces los dos turnos.
YO: Pero eso sería como pasarme a vivir aquí.
DON ROLO: Exactamente ¿O piensas perdonarle a tu marido semejante afrenta?
YO: Ni loca, ¿Pero pasarme a vivir aquí…? ¿Está seguro?
DON ROLO: Completamente, tú serías mi enfermera de planta.
YO: ¿Y dónde dormiría?
DON ROLO: Conmigo, como marido y mujer.
YO: ¡No! ¿Qué pensaría la señora?
DON ROLO: Me importa un demonio lo que piense esa puta.
YO: ¿Ya se van a divorciar, verdad?
DON ROLO: Mañana tenemos cita con el juez, si todo sale como yo espero no tendrá más que firmarme el divorcio, llama a mí abogado…
Lo hice y le pidió que me llevara a comprar todo lo necesario para vivir con él, yo no quería pero hizo un berrinche de niño caprichoso que paré aceptando… fuimos y compré ropa, lencería de marca, zapatos, en fin, me llenó de regalos, el abogado me dijo que tenía órdenes de comprarme lo que quisiera, así que hasta unas botas divinas me compré. Llegué feliz y le enseñé todas mis compras, se las modelé una por una, lo que más disfrutó fue la lencería pequeña, luego acomodé todo en el closet… pero tenía muchas dudas ¿Qué iba a hacer con mi esposo? No podía simplemente dejar de llegar a mi casa sin decirle nada… ¿Qué pensaría doña Laura? ¿Creería que me aproveché de la situación de don Rolo y luego buscaría venganza?
Le di su almuerzo, lo mediqué y se durmió, ya sabía que doña Laura me llamaría… salimos al jardín:
DOÑA LAURA: ¿Qué piensas hacer con tu marido?
YO: No sé… don Rolo quiere que yo haga los dos turnos.
DOÑA LAURA: Fabuloso, vivirías aquí.
YO: ¿No le molesta?
DOÑA LAURA: Al contrario, sabría que hay alguien que lo cuida tanto como yo lo hacía antes… dame el número de tu marido.
YO: ¿Para qué lo quiere?
DOÑA LAURA: Le voy a cantar todas sus verdades, le voy a decir que no te verá nunca más y si se opone yo te manejo la demanda de divorcio y lo dejamos en la calle.
Ella subió a su habitación y al rato regresó diciéndome que todo estaba resuelto, que mi marido estaba dispuesto a firmarme el divorcio y me iba a dar una manutención obligada por la ley, me tiré a sus brazos y le agradecí llena de llanto, ella me limpió las lágrimas y me dijo que ahora era mi turno de ayudarla, yo le dije que no tenía ni la menor idea de cómo hacerlo, me dijo que no quería divorciarse de don Rolo, pero que seguramente el juez fallaría en su favor, que no lo hacía solo por el dinero, que lo amaba… y se puso a llorar, ahora era yo la que la consolaba.
Don Rolo despertó y lo llevé al yacusi, nos metimos desnudos, me coloqué en la posición acostumbrada y me besó la espalda, yo pasé mi mano para atrás y le pajeé esa verga que me atormentaba:
DON ROLO: ¿Te acuerdas lo que te dije cuando Laura nos sorprendió por la ventana?
YO: No ¿Qué?
DON ROLO: Que me gustaría que hiciéramos un trío con otra mujer…
YO: No, don Rolo ¿No le basto yo?
DON ROLO: No es eso, mi reina, es por puro morbo, me encantaría verte con otra mujer, que me mamen la verga entre las dos, que mientras una me cabalgue poder chupar el chochito de la otra…
YO: Usted está loco, don Rolo, a mí no me gustan las mujeres y si todos sus regalos son un chantaje prefiero irme a vivir con mi hermana.
DON ROLO: No te pongas así que solo es una fantasía.
YO: Entonces no me diga esas cosas y cójame, que estoy muerta de la calentura.
Levanté mis caderas y me ensartó la verga, que delicia era coger en el yacusi, con esos masaje que nos daban los chorritos de agua caliente a los laterales, yo estaba que flipaba de gusto ¿Cómo me había cambiado la vida de un instante a otro? En ese momento nos dimos cuenta que doña Laura no estaba viendo, él se puso como loco y me estrujó las tetas, yo no sabía si irme o quedarme, total ya nos había visto la otra vez, me daba mucho morbo que la esposa viera como el esposo me cogía, ahí mismo tuve un orgasmo intenso.
Don Rolo quería que lo siguiera cabalgando pero estaba agotada, me dolían las piernas y le pedí que descansáramos un poco, nos salimos y al secarlo pude ver a doña Laura espiándonos, no sé por qué pero le mamé la verga para que ella nos viera, nuestras miradas se encontraron y ella me mandó un beso volador, luego lo llevé a la habitación y le conté que doña Laura había llamado a mi esposo y el feliz desenlace, le pedí permiso para ir a agradecerle el gesto, me dijo que estaba bien pero que me apurara porque quería seguir cogiéndome, yo agradecida le apreté la verga con mi mano y salí.
YO: Doña Laura, creo que ya sé cómo ayudarla.
DOÑA LAURA: No te creo ¿Cómo?
YO: Resulta que don Rolo quiere hacer un trío con otra mujer y usted sería la perfecta ¿No le parece? De pronto hasta la perdona y no se divorcian.
DOÑA LAURA: Rolando siempre me propuso hacer un trío y siempre me negué.
YO: ¿Por qué? Si a usted le gustan las mujeres.
DOÑA LAURA: Justamente por eso, no quería que se diera cuenta de mi experiencia con otras mujeres, se hubiera vuelto loco de celos, sino ¿Mira cómo paró el pobre?
YO: ¿Pero si yo le pongo como condición que sea usted?
DOÑA LAURA: Me odia, no ves que ni me habla, dudo que quiera saber nada de mí.
YO: Hagamos la prueba, nada se pierde.
DOÑA LAURA: Ok. Anda a la habitación y te lo coges yo llegaré para agarrarlos infraganti y tú me invitas a participar, a ver que dice mi marido.
Hice lo acordado y me lancé a mamarle la verga, él estaba como loco, me decía que le chupara los huevos, yo hambrienta me los devoraba, quería que le metiera un dedo en el culo pero no lo hice, sabía que de esa manera se vendría y quería tenerlo bien caliente para cuando apareciera su esposa, le pasé la lengua saboreándome toda la cabeza de la pija, me la pasé por toda la cara como lo había visto hacer a doña Laura en el DVD, le di la espalda y guié su enorme verga a mi cosita lubricada y me la metí hasta los pelos, en eso apareció doña Laura.
DON ROLO: Lola, dile a esa puta que qué hace espiándonos parada en el umbral de mi puerta.
DOÑA LAURA: Tenemos que hablar.
DON ROLO: Dile que no tengo ni mierda que hablar con ella, dile que se vaya, que nos deje coger en paz.
DOÑA LAURA: Lola, dile al señor que estoy dispuesta a hacer cualquier cosa con tal que me perdone.
DON ROLO: Dile a esa hija de puta que vaya a que la perdone su madre.
DOÑA LAURA: ¡Perdóname, Rolando, por favor!
Ella se hincó en el piso y le suplicó con las manos en oración, yo me desensarté de su verga y fui a consolarla, Don Rolo se puso histérico y le dijo que se fuera con su amante, que era una lesbiana de mierda y sacó toda su furia llenándola de improperios, entonces saqué mi as bajo la manga, la puse de pie y la besé en la boca, don Rolo dejó de gritar y se puso a observarnos tocándose la pija con sus manos artríticas, le quité la blusa y acaricié sus tetas por encima del brasier, ella me agarró las nalgas con sus dos manos y me las abría y cerraba para que don Rolo me viera el hoyito de mi culito.
DON ROLO: ¡Lola! ¿Qué estás haciendo? ¿No que no te gustan las mujeres?
YO: No me gustan, lo hago solo por complacerlo.
DON ROLO: ¡No! Te lo agradezco pero busquemos otra, con esa puta yo no quiero tener nada.
DOÑA LAURA: Lola, dile al señor que su verga no piensa lo mismo porque le cabecea muerta de calentura.
DON ROLO: Dile que me pela la verga lo que sienta mi verga, que no la quiero volver a ver el resto de mi vida, que por culpa de ella me quedé paralítico.
Y los dos se pusieron a llorar, yo no sabía a quién consolar, le dije a don Rolo que su esposa era culpable de infidelidad pero no de su accidente, que él en su locura se fue a estrellar solito en aquel poste de luz… nos hemos de haber visto como una escena de comedia pornográfica, yo desnuda limpiándoles las lágrimas a ambos… de repente doña Laura se jugó su última carta y se desnudó, se me acercó y frotó sus enormes pechos frente a los míos mientras nuestras lenguas se enredaban la una contra la otra.
Don Rolo estiró la cabeza para vernos mejor, me colocó sobre la cama enfrente de su marido con las piernas abiertas y me mamó la cuca, yo emitía sonidos guturales exagerados para calentar más a don Rolo, si eso era posible:
YO: Así mamita… que rico me chupa la concha, doña Laura… así… más… el clítoris, por favor… ay que rico… béseme don Rolo…
Y él desesperado me comió la boca, yo le agarré la verga y se la mamé con pasión, yo hacía muchos sonidos y me quejaba cuando me llegaba hasta la campanilla.
DOÑA LAURA: Que rica pusa tienes, Lolita… tus jugos saben deliciosos… cógete al señor… te quiero ver cabalgar esa verga que un día fue mía.
YO: Con mucho gusto, señora… ¡Ay qué veeeergaaaa! Me llena toda, siento que me va a salir por la garganta.
DOÑA LAURA: Déjame chuparte es culito delicioso… que rica te ves ensartada en esa vergota… como te envidio… que ricos huevos…
DON ROLO: Lola, dile a esa ramera de mierda que te chupe lo que quiera pero que a mí no me toque.
YO: ¡¡YA, DEJEN DE COMPORTARSE COMO NIÑOS, SI TIENEN QUE DECIRSE ALGO, DÍGANSELO DE FRENTE!!
Hubo un silencio larguísimo, como ninguno de los dos hacía nada, puse a doña Laura sobre la cama y le mamé toda la pepa:
YO: Que rica pusita tiene, doña Laura… me encantan sus labios rosaditos y mojados… si ya le escurren hasta el culo…
DOÑA LAURA: Que rico me chupas el clítoris… ven mamita… hagamos una tijerita… súbete a la cama y frotémonos los chochitos… ay que delicia… lo tienes bien húmedo y calientito.
YO: Que rica tijera… mire como le cabecea la verga a don Rolo… mastúrbelo, usted la tiene más cerca que yo.
Doña Laura le agarró la verga y lo pajeó, él solo cerró los ojos, yo me salí de las piernas de ella y puse mi culo en la cara de él, sacó su lengua y me empezó a chupar mi cosita, le agarré la cabeza a ella e hice que le mamara la verga, don Rolo gimió de gusto, luego hicimos cambio y don Rolo no protestó, sabía que era el momento ideal: la senté sobre su verga y me alejé para verlos…
DON ROLO: …te amo… te amo puta de mierda…
DOÑA LAURA: Yo también te amo… perdóname, por favor… seré tu esclava pero no te divorcies de mí… por favor… mi amor…
DON ROLO: ¿Qué estás dispuesta a hacer por mí?
DOÑA LAURA: Lo que quieras.
DON ROLO: ¿Estaría dispuesta a ser nuestra sirvienta? Yo por nada del mundo estoy dispuesto a perder a Lola.
DOÑA LAURA: Yo los serviré en todo lo que me pidan, los bañaré, les cocinaré, estoy dispuesta a renunciar a mi trabajo con tal de servirles, puedo ser su esclava sexual también, me pueden usar como quieran, estoy dispuesta a sufrir las peores humillaciones… pero no me dejes Rolo, por favor.
DON ROLO: Me vengo… me veeeengooooo… mueve ese cuuuloooo… yaaa… yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa… queeee riicooooooooooooooo.
DOÑA LAURA: Como extrañaba tu verga, papito.
DON ROLO: Ven Lolita, necesito un beso a tres lenguas… así mamita… que rico…
YO: Me alegra que se hayan contentando.
DON ROLO: Solo tú podías ser capaz de eso… Lola, ¿Estaría dispuesta a vivir con nosotros?... ¿A dormir en la misma cama?... ¿A coger con nosotros?
YO: Gracias don Rolo, yo seré la esposa de los dos…
DOÑA LAURA: Eres la mejor enfermera que Rolo haya podido conseguir.
YO: No doña Laura: ¡Soy puta, no enfermera!
Lamentablemente la vida no termina como en los cuentos de hadas, pasamos dos meses viviendo en trío, pero Doña Laura se hartó de las echadas en cara que don Rolo le hacía constantemente por su infidelidad, un día ella agarró sus cosas y se fue, él quedó deshecho, cada vez se le veía más deprimido, ya casi ni me hacía caso, aquella calentura del principio se convirtió en rutina y se aburrió, un medio día que le daba su almuerzo frente a la piscina me pidió que llamara al abogado, cuando regresé con el teléfono lo encontré ahogado, se había suicidado, al entierro solo fuimos el enterrador y yo, Doña Laura heredó su fortuna y yo tuve que volver al maldito hospital que odiaba, ahora tendré que lidiar con ese viejo doctor que me acosaba, tal vez pare de su puta, porque las ganas de pija no se me quitan… solo el recuerdo me acompaña en mis noches solitarias, aquella verga hermosa de la cual me enamoré.

Fuente: Facebook
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Relatos Eróticos : Masturbación en la bicicleta

Un relato erótico de una chica que cumplió su fantasía erótica de hacerse follar por el asiento de la bicicleta... Aunque en su masturbación en la bicicleta no todo terminó bien, nos cuenta esta historia excitante que nos hará ver a las mujeres que pedalean de otra forma!

Masturbación en la bicicleta

Relato erótico : Masturbación en la bicicleta

Quiero confesar mi afición por el ciclismo. No es que sea muy dada a las actividades recreativas. La enfermiza verdad es que el asiento de la bicicleta, al pedalear, me estimula muy suave y muy firme el clitoris. A veces tengo un orgasmo largo y constante, en ocasiones solo quedo excesivamente excitada. Lo que si se es que sin duda el ciclismo me tiene en sus manos.
Hace un tiempo compre un asiento de bicicleta que se sobrepone al asiento normal, pero este tiene una linda protuberancia en forma de pene, de modo que al subirte a la bici, el pene de plástico te penetra y cada que pedaleas empiezas a subir la cuesta del orgasmo. Bueno eso es en teoría, yo no lo había comprobado, tenia mis reservas.
El domingo para mi paseo acostumbrado por fin... ¡me atreví! Coloque mi asiento sexual sobre el asiento normal, tuve que descoser mis licras de la entrepierna, deje mis pantis en su cajón y trepé la bicicleta.
La sola idea del atrevimiento erótico, que iba a cometer, me humedeció. De inmediato empecé a sentir una elevada exitación que aumentaba con cada pedalazo. Y yo muy inteligente seguí pedaleando y pedaleando y pedaleando.... Como debe de ser, me concentre en mis sensaciones, no refleccioné ni siquiera en la ruta, cuando el buscado orgasmo llego, perdí el control de la bici, nunca pensé en las reacciones involuntarias del cuerpo, en los temblores y espasmos. Inevitablemente caí al suelo, me di un buen madrazo, menos mal que llevaba protecciones y casco. Dos chicos que corrían, fueron de inmediato a auxiliarme, muy amables. Si me dolió el golpe pero era mas mi placer al disfrutar aun de mi orgasmo. Les di las gracias, mencione que me encontraba bien sin ningún daño visible. Uno de ellos al levantar mi bicicleta se dio cuenta de el aditamento que estaba en el asiento, me miro, con su carita de niño que hizo algo indebido. Al darme cuenta me eché a reír apenada, el hielo se rompió y también soltó las carcajadas, el segundo entendió en cuanto vio la bici y nos acompaño en las risas. Tomé mi bici y me aleje rápidamente.
Moraleja: ·Si vas a masturbarte con tu bicicleta y un dildo, hazlo en privado o con un acompañante que te cuide".
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Relatos Eróticos : Tio abusador y sobrina

tio y sobrina

Soy un Abogado de 34 años, casado con una vida tradicional, y con actividad sexual tradicional -ustedes saben, sexo cada dos semanas -, hasta hace unos meses... por la mañana voy al gym, salgo y me ducho paso por mi esposa y nos vamos al trabajo, día con día es la misma monotonía, salvo sus excepciones de que a mi pareja le de por ir al cine o en su defecto me pida pasar por mi sobrina de 15 años al colegio.

Desde hace unos dos meses ella llegó a la edad en la que le toca presentarse "en sociedad" cómo una adolescente, casi adulta, sin embargo no quiso cómo en mi país, que le diéramos sus famosos quince años tradicionales.

Desde que tenia 9 años ella sintió gran atracción, hacia su servidor debido a que por lo regular a falta de padre, he tratado de ser su tutor, por lo que hemos pasado eternos momentos juntos cómo "padre he hija".

Sin embargo pese a la legislación de mi país, he sentido cierta atracción silenciosa hacia ella, que me mantuve controlado con la idea de que sólo faltan tres años para que logre su edad madura y poder abrirme con ella, más cómo amigo que cómo padre, aprovechando de que el único lazo que nos une es el moral y el de nombre, ya que incluso no somos familiares directos consanguineos.

Pese a ello hace dos meses ella al venir de comprar el mandado, me preguntó a solas que se sentía incómoda hacia mi, que ya no sentía ese cariño de padre, por lo que acerté a tranquilizarla, y adelanté mis intenciones de ser su mejor amigo a partir de ese momento. En aquella ocasión, acababa de salir del colegio, por lo que traía aun su uniforme tradicional entre paréntesis, ya que su forma de ser, hacía que ella violara ciertas reglas del código de etiqueta del colegio, y optaba por traer la falda a unos diez - quince Centímetros arriba de la rodilla, y los escotes de sus blusas más pronunciados que lo obligatorio por el colegio; lo que hacía que la mina se viera colosal.

Cómo les comentaba, en aquella ocasión me preguntó que esa atracción de amigo hacia mi la hacía no pensar en ningun hombre de su edad, por falta de maduréz en sus compañeros, y que quería un hombre que supiera lo que quería desde el momento de dar su "primer" beso. Yo pensé que me bromeaba al decir "primer" beso por que yo había recibido en aquellos tiempos tan conservadores de los 80s, mi primer beso a los 6 años, y que incluso ahora la mina de mi sobrina habría mínimo de igualar naturalmente esa experiencia a la misma edad o tal ves algunos años después, pero que de los diez no pasaba...

Posterior mente en esa ocasión tomó de mi mano y me jaló sus manos hacia sus senos - habrán de imaginarse esos senos tiernos, pequeños pero ya desarrollados, con esa sensación de sus primeras prendas femeninas fusionandose en su cuerpo, cual vil simbiote a su ser- por lo que a pesar de ello, opte por alejarme por considerarlo incorrecto.

Al ver mi reacción se sonrió, y me pidió que le ayudara a bajar que por que en su clase de educación física, había tomado mal el balón, y había lastimado en ese intento su tobillo, cosa que se me hizo absurda, sin embargo por el cariño que le tengo a mi sobrina, opte por ir en su auxilio a abrirle la puerta del auto...

Al bajar de la unidad ella sin tarde ni perezosa, volteó hacia donde estaba con todo y su cuerpo y en un movimiento optó por abrir sus piernas que daban a mostrar, sus primeras tangas color azul pastel, que en esos momentos de fantasía loca llegué a notar mas de una ocasión cuando ella, en mas de una ocasión había intentado presumirme, y que incluso, me pedía que le acompañara a comprar dichas prendas, ya que según esto, quería verse bien para su "novio"?

En el instante que terminó de incorporarse, me pidió que me acercara más y en un sólo movimiento enredó sus piernas a mi cuerpo, sin dejarme librar por un instante, dejandome llevar más por el momento que por la ética civil propia, al saber de que lo que estábamos haciendo era una reverenda locura!

Al enredarme poco a poco acercó su sexo hacia el bulto ya formado de mi pija mas que reafirmada, ante tremenda tentación y pecado que estábamos haciendo, lo que hizo que mi pulso aumentará más de lo debido. De pronto al oído me dijo "mi madre no vendrá esta noche, la muy puta me va a dejar sola de nuevo, por irse con uno de sus amantes, y tengo miedo tío, te puedes quedar conmigo?" Cosa que acepté, pero le advertí que lo que hacíamos estaba mal y que mejor por el bien de los dos marcaramos nuestras distancias, cosa que ella aparentemente aceptó.

Al llegar a su apartamento, me dijo que iría a cambiarse y me pidió que sirviera algo de tomar, ya que la temperatura nos había dejado exhaustos en el camino, por lo que opté por abrir una cerveza que compré junto con su madre en una de esas noches locas que hemos pasado, ella y yo y que en otra ocasión le comentaré.

Al regresar cual fue mi asombro que mi sobrina sólo traía una toalla enredada misma que dejaba mucho a desear su figura, que de un lado alcanzaba a dar a notar una tanga negra con corazones a los lados hechos de metal, que secretamente en alguna ocasión se compró su madre para mi, en una de esas noches de juerga, y de la parte de arriba sólo la esponjosa textura limitaba mi mirada de ver sus pequeños pero bien formados senos.

Al poco momento me dijo "esta es la tanga que habéis comprado con mi madre, que me han dado unos enormes celos aquella ves que la compraron, y el colmo que esa noche estrenaron, muriendome yo de ganas de sentarme en tu pija y tratarte cómo mi semental y demostrarte que de mi, tendrías más mujer que de mi madre!"

En un instante le pedí de forma estricta que regresara a su recamara, por lo que en lugar de ello, soltó la toalla, dándome la espalda agachandose casi de 90 grados y con una palmada en su culo dijo "tomadme hoy, que si he de perder la virginidad ha de ser en vuestras manos, ya que te la has ganado, por ser padre y amigo al mismo tiempo!" "Vamos tío esta noche no soy tu sobrina, soy tu puta, soy más puta que mi madre, y te cojeré mejor que ella!; tal vez no tenga su experiencia, ni tampoco se cómo se hace, pero se que juntos podemos aprender de ambos!"

Opte por pedirle de nueva cuenta, cuando ya no podía saber de mi, mi corazón latía a mil por hora, y mi miembro estaba a un 90 por cierto de su capacidad -Actualmente mido 20 centímetros, sin embargo esa ocasión, podría decir que lograba las 10 pulgadas con sólo ver el culote de mi sobrina, virgen y todo para mi-.

No pude más la tomé entre mis brazos y la besé en los labios, cosa que ella respondíó con una batalla inscesante y húmeda de lenguetazos, y mordisqueos de labios, lo que hizo que esas 10 pulgadas al poco tiempo se quedarán atrás...

No se cómo comenzó el asunto, que de repente, mi sobrina ya no estaba en mi boca, sino agachada cual si fuese actriz porno, mamando mi miembro cómo una profesional - he de reconocer que esa técnica la descubrió de su madre que en más de una ocasión, nos vió tras la puerta teniendo relaciones sexuales a costas de mi esposa-; al poco rato empezaba a humedecer su vagina , con su saliva, y los restos de líquido lubricante de mi miembro, por lo que esa tanga negra, poco a poco empezó a obtener flexibilidad haciendo su figura a un lado de su vagina, para dar paso a unos labios, húmedos, rosados, y vírgenes, por lo que ella acertó y yo constaté mas adelante, que hasta la fecha ella había sólo masturbado superficialmente su clítoris, sin llegar a una penetración total por sus dedos, por que ella ya desde hace unos años ya sabía con quién mas que conmigo para perder esa capa de himen que separaba a la niña de la hembra en potencia.

No pasaron cinco minutos del juego erótico de sexo oral que mi sobrina llevaba a cabo, que se incorporó de nuevo a mi altura, y me jaló con el resto de ropa que me sobraba, hacia un sillon de tres asientos suave y muy blando que tenían en la sala. Una vez a punto de penetrarla me dijo "por favor tío, mis amigas dicen que la primera vez cómo me puede doler un buen, cómo me puede volver loca, por favor follame con ternura al principio, pero cuando estés a más de la mitad dentro de mi, olvidate que soy tu sobrina, que en ese momento seré tu eterna puta!"

No tardó mucho el momento que estuve sólo rosando su vagina, que no pude más que ensartarle, todo mi falo dentro de su concha, por lo que de un instante ella empezó a gemir de placer, primero lentamente, y después con algo más de velocidad. mientras que entre los jadeos de placer de ambos ella me decía "oh tio por favór dame más, no me dejes ir viva, que quiero ser tuya por siempre, así cabrón demuestrame que valió la pena la espera, y que estoy entregando mi ser a un macho y no aun crio cómo los de mi escuela!"

Así duramos casi una hora, follando primero de a mantis, después de a precipicio, después le enseñé algunas básicas del kamasutra, hasta que cuando ella no pudo más me pidió que me corriera todo encima de ella, permitiendome embarrar sus pechos de mi leche, que a esas alturas, ya había alcanzado los cien grados farenheith.

No pudimos más, en un instante nos vimos a los ojos, y en un movimiento que más que beso, era un duelo para ver quien comia más rápido los labios del otro, nos entrelazamos las manos diciendo en un ultimo suspiro un para siempre... Al poco momento empezamos a detener el violento juego y comenzamos a besarnos con ternura el cuerpo, ya para ese momento desnudo, repitiendo la sesión de lujuria juvenil, y placer maduro más de cuatro veces esa noche.

Posterior mente, para la mañana nos fuimos a desayunar a un deportivo a donde frecuento, y platicamos del tema, ella en lugar de arrepentida me dijo, "me muero por besarte, y volverte hacer el amor tío; desde ahora ese será nuestro secreto y espero que se repita y no me dejes abandonada, que poco a poco trataré de ser más mujer para ti en la cama"

No lo podía creer, acababa de crear un monstruo en una noche, por lo que pensé que de ese instante, la mina sería una máquina sexual con conocidos y extraños. Sin embargo no fue así, ya que ella sigue de indiferente entre sus amistades de sexo opuesto, mientras que cada viernes que nos quedamos solos, ella compra una nueva prenda de lencería que me presume antes de nuestro habitual rito de pecado y lujuria...

Fuente: Facebook
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Relatos Eróticos : Sexo y marihuana en la universidad

Una historia y un relato erótico de sexo y marihuana en la universidad. Un relato muy excitante para aquellos que disfrutan de leer estos hermosos relatos en este blog de poesía y relatos de todo tipo!

Sexo y marihuana en la universidad


Relato erótico : Sexo y marihuana en la universidad

A mi amiga Anna le gustaba Paco. De hecho ella lo invito a nuestro equipo para el proyecto en la universidad. En ese tiempo yo ya había huido de mi casa y rentaba un pequeño pero lindo departamento
Paco era un clásico Nerd con sus lentes y su peinado muy correcto de lado. Nada atractivo. Pero era muy dedicado a la escuela y sus calificaciones eran de las mas altas de la Universidad. Nunca le conocimos alguna novia. Solo se relacionaba con otros chicos igual de tímidos que el
Sin dudarlo acepto trabajar con nosotras. Y ahí estábamos, como las 8:00 pm. Paco termino lo suyo, y se disponía a retirarse, a Anna y a mi nos faltaba todavía y queríamos que el nos ayudara con nuestra parte. Le dijimos que si nos ayudaba le invitaríamos un cigarro de marihuana. Puso su cara de curiosidad, ya que el nunca había probado la hierba exótica., y acepto!!!
Le dimos velocidad, y por fin terminamos como a las 10:00 pm me Prepare un par de churros y los fumamos. La hierba nos pego rápido, nos pusimos felices, nos reímos como locos y sobre todo.... nos pusimos muy, muy cachondos.
Eran días de verano, teníamos un calor de los mil infiernos y mi departamento en especial no era nada térmico. Yo tengo mucha seguridad en mi cuerpo y muy fácil es para mi quitarme la ropa. así que me quite los pantalones y me quede solo en calzones y una pequeña blusa blanca de tirantes, Anna siguió mi ejemplo e hizo lo mismo, tenia unas piernotas muy pálidas pero tremendas. Paco fue muy tímido, pero al fin se quito también su pantalón.
Te juro que fue por el calor. En ese momento yo todavía no tenia una idea sexual por la mente. Pero....El tremendo Paco, al vernos medio encueradas tuvo una erección, la trato de ocultar, pero nos dimos cuenta y le dijimos que nos mostrara, que eramos de confianza, y etcétera. Le costo trabajo decidirse, pero... por fin se la saco de los boxers que llevaba, Anna y yo, quedamos como idiotas con la bocota abierta, hipnotizadas por la belleza y tamaño de esa Verga.
Le sacamos los boxers de entre las piernas y corrimos con ellos como bobas por todos lados, el nos perseguía para recuperarlos y gritaba: "A la que atrape me la voy a coger". Yo me descuide al mirar el bamboleo de su pene al estar corriendo, el aprovecho el descuido, me atrapo y recupero sus boxers.
Me abrazo y busco mis labios. No me pude negar, es mas yo ya deseaba tener ese cuerpo sobre mi. Ay!!! solo de acordarme me vuelvo a humedecer, nos revolcamos por toda la alfombra, besandonos por todos lados usando nuestras manos en todo nuestro cuerpo, lengua, labios y dientes en genitales, nalgas y senos. Mi primer orgasmo lo tuve con su lengua en mi clítoris. Cuando me toco el turno de mamarle el pene, lo senté en el sillón como rey y yo baje de rodillas a el como una súbdita.
Anna ocupo una silla enfrente de nosotros, tomo la cámara que estaba ahí y se dedico la mitad del tiempo a tomarnos fotos y la otra mitad a masturbarse. Gracias a ella existe testimonio gráfico de lo sucedido
El duro pene de Paco nunca me cupo todo en mi boca -y mira que presumo de ser una gran mamadora-. Cogimos, cogimos y cogimos, la sensación del sexo que es apabullante, sumada a las sensaciones de la marihuana, fue algo que me rebazó completamente. Era tanto el placer que Paco me estaba obsequiando, que yo quise regalarle algo el nunca me pidió y que muchos habían querido, pero a nadie le había dado, ""mi virginidad anal""
Lo senté en el sillón y me subí encima con las pierna bien abiertas, guié la cabeza de su pene a mi ano, y fui bajando poco a poco, -por supuesto, una chica como yo siempre esta lista con lubricante para cualquier eventualidad-, ¡¡¡Me encanto!!!, Yo pensé que iba a ser doloroso para mi y que era placentero solo para ellos, los hombres. Pero ¿que crees? gratamente me di cuenta que la que estaba feliz por una cogida anal era yo!!!
El ya se había venido dos veces, pero como buen adolescente sano, recupero su erección en buen momento, y dentro de mi ano se vino por tercera ocasión junto con un ultimo orgasmo mio con la ayuda de dos dedos en mi clítoris. Uf!!! que escandaloso, gemimos y gritamos como locos.
Paco termino enamorado, pero de la marihuana...
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Relato Erótico : Tío abusa sexualmente de su sobrina

Tío abusa sexualmente de su sobrina

Era el último día del mes y yo estaba nerviosa pensando si mi tío me iba a pagar, ¿o los $ 500 que me daba cada vez que teníamos sexo era mi paga? Cuándo se fue el último paciente me llamó a su oficina, ya no jugábamos al Doctor porque ya teníamos confianza, y siempre hacíamos lo que nos daba la gana sin ningún pudor, así que llegué a su escritorio, me hinqué frente a su silla y le saqué la paloma, se la acaricié, se la sobé, se la pajeé y por último se la mamé como aprendí a hacerlo con mi otro tío: garganta profunda. Como siempre, después de tragar lechita me dio dinero, salimos a las cinco para mi casa, pero antes de bajar del carro me dio $ 5000 en efectivo, ese era mi sueldo, no lo podía creer, era una fortuna, al llegar mis papás les di la gran noticia.
Como siempre mi papá me dio un beso y me felicitó, nos contó que había contratado al tío Chato en la herrería y que con sus conocimientos de tecnología y mercadeo el negocio iba subiendo, que ya le había pagado la deuda a su hermano.
… pero mi mamá, ay Dios mío, ¡Mi mamá!... ni siquiera hizo alusión a los avances de mi papá, se fue directo contra mí… me miraba como una fiera, me preguntó si yo tenía algo con mi tío, porque esa cantidad no la ganaba ni ella con su sueldo de maestra, en fin, mi papá me defendió y el pleito fue tan grave que se separaron y mi papá tuvo que alquilar un cuarto. Yo temblaba de los nervios, ¿mi mamá sospechaba o sabía algo? Me quitó mi sueldo y me dijo que debía renunciar a “ese trabajito”, que mañana fuera a la clínica y le dijera a mí tío que por orden suya debía renunciar.
En los recreos le conté todo a Irma, pero no me dijo nada, le pregunté que qué le pasaba y dijo que estaba haciendo cuentas, que si cogía con mi tío 3 veces a la semana… eran $ 1500 por cuatro semanas que tiene el mes, eran…S 6000 más mi sueldo… daban $ 11000…
IRMA: Para una pendejita como tú… te sacaste la lotería con tu tío… a mí el mío solo me da para comprarme chucherías en la tienda.
YO: ¡¿Pero por qué solo tengo $ 20?!
Para mi buena suerte los dos últimos pacientes cancelaron su cita, eso me daba tiempo para hablar con mi tío Mario, le conté lo que me había dicho mi mamá y dijo que cuando me fuera a dejar a mi casa resolvería el asunto... yo sabía que él quería su mamada vespertina, me metí debajo de su escritorio y le saqué la pija, me la metí hasta la garganta, lo mamaba con ganas, para tener 55 años todavía se le paraba muy rico…
MAMÁ: ¡Perdón que venga sin avisar pero quiero que hablemos de la nena!
Se me atragantó la verga del susto y a mi tío le temblaba la voz, a pesar del peligro o justamente por eso, me tragué su poronga en silencio.
TÍO MARIO: Pasa, Regina, siéntate por favor.
MAMÁ: ¿Y la nena?
TÍO MARIO: Pues… vino a renunciar por orden tuya y se fue temprano.
MAMÁ: Dime la verdad, Mario ¿Qué está pasando entre ustedes dos? Lucrecia tiene trece años, es una mocosa… no es posible que gane más que yo.
TÍO MARIO: Si eso es lo que te molesta… le bajo el sueldo.
MAMÁ: No me creas una idiota… es cierto que el sueldo nos ayuda… pero…
TÍO MARIO: ¿… pero? Dime Regis ¿Qué te molesta?
MAMÁ: No me llames así… tu sabes bien lo que me molesta…
TÍO MARIO: ¿… estás celosa de tu propia hija?
MAMÁ: ¡Sí!... me mantengo con un carácter insoportable que ni yo misma me aguanto… no soporto tus desprecios…
TÍO MARIO: Ya hablamos de eso…
MAMÁ: Pero yo quiero seguir hablando… yo creí que cuando habías emborrachado a mi marido… lo tomé como una señal… por eso llegué a tu habitación a regalarme… ¿Sabes lo que me costó volver a desnudarme para ti… yo quería que me cogieras como antes… pero me obligaste a vestirme, me sacaste con violencia de tu habitación… ¡Me humillaste!
TÍO MARIO: Ya te dije que yo sería incapaz de hacerle eso a mi hermano.
MAMÁ: ¿Pero no te importa hacerlo con su hija?
TÍO MARIO: Estás delirando ¡Es mejor que te vayas!
Y justo en ese momento me inundó la boca de grumos. Mi mamá se levantó ofendida, yo estaba con la boca abierta sabiendo su secreto, mi tío me dijo que lo mejor era que no nos viéramos por un tiempo, me dio $ 2000 y me dijo que si necesitaba más que lo llamara, me fue a dejar a mi casa y no sabía la que me esperaba.
Cuando llegué oí gritos de mis papás, mi mamá me echó la culpa de todas sus desgracias… bueno nos dijimos tantas cosas feas… el caso es que mis papás se divorciaron, yo me quedé a vivir con mi papá y así recuperé mi trabajo… ahora sí iba a ahorrar.
Se acercaba mi cumpleaños número 14 y mi tío Mario me prometió hacer una fiesta en la finca. Por otro lado la herrería iba tan bien que mi papá me dijo que ya le faltaba poco para enganchar una casita, que alegría, y mi tío Chato puso su empresa tecnológica y tenía mucha clientela… solo de mi mamá no sabía nada.
Me decían mis amigas que yo era muy rara, que no le hacía caso ni a los mejores papacitos de la escuela, que solo me habían visto una vez enamorada de mi ex y ni siquiera tanto porque no me importó que cortáramos. Tenían razón, no me había enamorado, solo me gustaba pero ¿amor? Bueno, ya llegaría… de momento mi papá me había abierto una cuenta de ahorros que ya llegaba a los ¡$ 50000! ¿Cómo lo hice? Eso se los cuento luego, antes les voy a contar el patético caso de mi amiguita.
Resulta que Irma al ver como yo ahorraba tanto dinero, se aplicó y le empezó a pedir más dinero a su tío, yo le dije que abriera una cuenta de ahorros y me dijo que cómo iba a justificar tanto dinero en su casa, que prefería tenerlo bajo el colchón, en poco tiempo casi iguala mis ingresos, yo le preguntaba que cómo hacía y me dijo que la acompañara a la casa de su tío.
En el camino le advertí que yo no iba a coger con su tío ni por todo el oro del mundo, le extrañó y le dije que una cosa era acostarme con los hombres que me gustaban y mantenían y otra era convertirme en prostituta, ella solo levantó los hombros, llegamos a la casa del tío, era un viejo escuálido igual que ella, me contó que era albañil ¿De dónde sacaba Irma tanto dinero con un tío albañil? Habían tres viejos apestosos, esperando a Irma, la muchachita de trece años… el muy cabrón vendía a su sobrina y le daba la mitad, el viejo trató de convencerme que yo hiciera lo mismo y quise salir corriendo:
TÍO ESCÚALIDO: ¿A dónde vas muchachita? Irma, dile que si se va no hay negocio para ti.
IRMA: Por favor, amiga, quédate, te juro que ellos no te van a hacer nada y si lo intentan gritas, esta zona es muy poblada y mucha gente vendría en tu auxilio.
YO: Está bien, lo haré por ti.
TÍO ESCUÁLIDO: Bueno, vamos al catre y encuérate Irma.
Me daba tristeza ver como mi amiga se iba quitando la ropa, sus grandes chichotas se veían relucientes, pero su traserito desnalgado daba tristeza y con lentes se veía fatal… los tres viejos se jalaban sus vergas llenas de pelos canosos, todos apestaban a ron, pero a ron de varios días, ese que se fermenta en la boca y les huele a excusado, los tres viejos sacaron Q100.00 cada uno y se los dieron al tío escuálido, todos se pusieron condones… era un cuadro esperpéntico.
VIEJO: Ponte ahí con las patas abiertas que te voy a dar la culiada de tu vida, patoja cerota.
No importa la edad que tengan, todos los hombres se sienten los más grandes sementales… si supieran lo que una piensa de ellos…
VIEJO: Ya vas a ver cómo te voy hacer ver estrellitas.
IRMA: …ayyyyy… así, así Don Jacinto, que rico me chima, deme verga papito rico, métame toda su vergota, así, cójase a esta putita de trece años que le encanta que se la chimen por la pusa, más, más, más fuerte, ay que rico, más, más duro, si papito, que rico, más, así, así…
VIEJO I: Que rica estás, patoja cabrona, tienes una pusita de niña, bien apretadita, que rico, así mamita, mueve ese culito, así, así, me vengo ya, yaaa, que riiiiicooooooo.
Y no duró ni cinco minutos, el viejo le sacó su asquerosa verga, se vistió sin limpiarse, se tomó un trago y se fue, Irma se lavó la cuca en una palangana con agua, me daba asco ver esa imagen.
El viejo desdentado le dijo al escuálido que se la quería meter por el culo, le cobró Q25.00 más. El más viejo y panzón se acostó boca arriba, Irma se metió la verga y el viejo desdentado se la cogió por el culo. Era la cosa más denigrante que había visto en mi vida, el cuerpecito de mi amiga ni siquiera se veía, estaba aplastado por dos ancianos asquerosos, Irma les decía lo rico que sentía, yo sabía que lo hacía para que los viejos acabaran pronto, y así ocurrió, casi vomito cuando el viejo le sacó la verga del culo… venía llena de mierda ¡Qué asco! Todo me parecía Dantesco, pero lo que vino a continuación no lo podía imaginar ni en mis más sucios pensamientos, el desdentado sacó otro billete de Q50.00 y se lo dio al escuálido, Irma se hincó y le bañó la boca de orina, mi amiguita trataba de tragarse semejante inmundicia pero le salía por sus comisuras y la dejó inundada de su hediondos meados, los viejos se vistieron y se fueron, yo creí que ahí había terminado el tormento… Irma tenía todo el cuerpo sudoroso y bañado de meados, se volvió a lavar y se vistió, su tío le puso una máscara de luchador, le pregunté para que era y me dijo que para que los patojos no la reconocieran en la calle, el tío la llevo a una silla, la sentó y entró un muchacho como de doce años, le pagó $ 10 al escuálido e Irma lo empezó a mamar, como pude me escapé y al salir había una cola como de diez patojos esperando su mamada. No pude evitar llorar de la tristeza, la degeneración humana no tenía límites.
Como tenía mucho dinero me compre un teléfono celular, recibí una llamada de mi tío Chato, me citó el sábado en el Parque Central cerca de Catedral y me llevó en su carro nuevo a casa de Rosita, como yo le había dicho que quería repetir ese trío pues ni modo que me echara para atrás
Desde el cumpleaños de mi tío que no veía a Rosita, tenía una casa lujosísima, por algo era arquitecta, yo soñaba con parecerme a ella cuando fuera grande, me recibió con un beso en la boca, nunca ninguna mujer lo había hecho y yo creí que no me gustaba pero me encantó.
Tomamos vino, nunca lo había hecho pero estaba rico, solo que a la tercera copa ya estaba mareada, Rosita me dijo que lamentaba mucho el divorcio de mis padres y que me quería ayudar, me dio un sobre y dijo que lo abriera en mi casa, mi tío Chato sacó otro y me dio las mismas instrucciones, les agradecí mucho lo que hacían por mí.
Se pararon y se besaron, Rosita estiró la mano pidiendo que me acercara y por primera vez en mi vida sentí un beso a tres lenguas, fue delicioso, de ahí a la cama, entre metidas de mano, besos y caricias nos desnudamos los tres, mi tío Chato se paró en medio de la cama y Rosita le mamó la verga y yo le chupé su culo peludo, a los minutos tío Chato pidió cambio, ahora yo mamaba verga y Rosita culo peludo… luego fue Rosita la que se paró, mi tío se fue directo a sus nalgas y me volvió a tender la mano para que me hincara, ya sabía yo que los sobrecitos no iban a ser de gratis, pero para ser sincera lo hubiera hecho aún sin sobrecitos… me hinqué y por primera vez en mi vida me dispuse a mamar panocha, yo creí que me iba dar asco, pero me calentaba oír sus gemidos de placer cada vez que le chupaba su pusita, los cambios se sucedieron cada vez que quien era mamado(a) lo solicitaba… estaba visto que esa vez iba a ser de muchas primeras veces.
Mi tío le chupaba la concha a Rosita, yo la verga a mi tío y Rosita me mamaba a mí, así nos fuimos probando los sexos de todos, lo que más me gustó fue que Rosita me bañó la boca con sus jugos, no sabía que yo era tan buena mamadora del cucas… mi tío nos cogió a las dos mientras entre nosotras nos mamábamos las tetas…
ROSITA: Ven, mi niña, quiero que me chupes la pusa mientras Chato me chima el culo… así, ayyyy, méteme toda esa vergota cabrón, reviéntame el culo, párteme en dos, hijo de puta… y tu putita méteme tres dedos… así… más… méteme cuatro… ay… no importa que grite, méteme la mano si puedes…
Por más que lo intenté no pude, mi tío estaba curioso y le sacó la verga del culo.
TÍO CHATO: Prueba ahora, trata de meterle todos los dedos… ¿te duele Rosita?
ROSITA: Siento delicioso… trata de meter tu manita… ayyyy…. Sigue tratando… sé que me va a entrar toda… ayyy… ya entró… métela y sácala… puta, que rico… hazme mierda… ven, Chato, te quiero mamar la píja… aj… que jico…
YO: ¿Te gusta así, Rosita?
ROSITA: Sí putita… sácame la mierda si puedes… más… más… yaaa… me vengo… me veeeeengooooo… puuuutaaaaaaa, queeee riiicooo… yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Y era cierto, la punta de mis dedos salieron llenos de caca, me fui a lavar, me encantaba ser el juguete sexual de mi prima y de mi tío, cuando salí del baño, vi el cuadro más sorprendente que había visto en mi vida, Rosita se estaba cogiendo a mi tío en cuatro, con una vergota negra amarrada a su cintura…
ROSITA: ¿Te gusta?... Dime hueco de mierda que te gusta que te reviente el culo, dime puta cabrona… dime que te gusta… te voy a coger ese culo peludo hasta que chilles, Chata, hija de puta… y tú que haces ahí con la boca abierta, ven y lámele los huevos a esta marica hija de puta… ¿Te gusta, mierda?
TÍO CHATO: Me encanta, papito, méteme toda esa vergota hasta adentro, hazme tuya, hazme tu mujer, tu puta de mierda… ay que rica chimada me estás dando, así… ayyyy… me duele, pero me gusta… me voy a venir… sigue mamándome la verga Lucrecia, hasta adentro, dame verga papito yaaaaaaaaaaaaaaaa… nunca había sentido tanto placer, par de cerotas.
Ahora era mi turno, ¿Qué me harían? ¿Qué aprendería con este par de degenerados deliciosos?
TÍO CHATO: Hagan la tijera mientras me paseo viéndolas.
Por fin iba a saber que era la tijera.
ROSITA: Abre bien las piernas nenita, así mi amor, vas a ver lo rico que vamos a sentir.
Y puso su cuca sobre la mía y comenzó a frotármela, jamás imaginé que se pudiera gozar tanto entre mujeres, tal parecía que nuestras pusas (como dice mi prima) echaran fuego la una a la otra, estábamos empapadas, yo sentí los jugos de las dos recorrer hasta mi culo, que rico era esto, mi prima me agarró de una pierna y se frotó con fuerza, entre gritos y pujidos acabamos las dos al mismo tiempo, yo sentía como si fuera semen pegajoso entre mis piernas, me quise ir a limpiar pero no me dejaron, también aprendí que el olor a sexo nos excitaba…
El momento más rico de la noche fue cuando Rosita se acostó boca arriba con su verga negra a la cintura, me sentó encima de ella, al principio me lastimaba… ella dejó que la cabalgara, hasta que me senté totalmente en ella y pude sentir los pelitos de su raja en mis nalguitas, era seña que me la había tragado toda, mi prima me apretaba los pezones con furia, me dolía pero no quería que parara, mi tío se puso atrás de mí y me la dejó ir de un solo envión, los ojos se me pusieron en blanco y empecé a pujar como la puta que no quería ser, pero pujaba y me encantaba estar llena por mis dos hoyos sexuales, fueron tantas las arremetidas de vergas que solté un grito ronco de leona recién parida, cuando me vino el orgasmo más intenso que había probado en mi vida…y solo tenía trece años…
Al llegar a mi casa lo primero que hice fue abrir mis sobres, el tío Chato, saber con qué esfuerzos me había regalado $ 750 pero el otro sobre estaba bien gordo, habían $ 3000 no lo podía creer entre mis tíos Mario y Chato, mi prima Rosita y lo poquito que me daba mi papá fui haciendo mi enorme fortuna.
Con el tío Mario seguíamos nuestra rutina de coger tres veces por semana con mi respectivo regalo, con mi prima y mi otro tío se volvió costumbre cogernos los sábados y cada vez me daban más dinero y mi papito que me daba · 100.00 al mes para mis buses y mis chucherías de la escuela, a pesar de eso no quería distraerme de los estudios, sabía que cuando tuviera la edad de mi prima, nadie me iba a dar tanto dinero.
Por las noches siempre cenaba con mi papá, le pregunté qué cuanto le faltaba para enganchar la casa, me dijo que le faltaban $ 15,000 lo besé y le mentí diciéndole que había ahorrado tres de mis sueldos en la clínica y que mañana mismo fuera a enganchar la casita, me abrazó con lágrimas en los ojos y me dijo que también me tenía una sorpresa.
Tocaron a la puerta y me presentó a una señora, ni guapa, ni fea, pero con una dulzura incomparable, me ganó inmediatamente, era la novia de mi papá, yo los abracé y los felicité, Elodia tenía tres hijos de su anterior matrimonio, dos varones de cinco y ocho años y una nena de tres, luego los conocí y nos caímos bien, al enganchar la casita, se vinieron a vivir con nosotros, ahora éramos seis en la familia.
Los domingos me juntaba con Irma a hacer las tareas de la escuela, y ahora con mayor razón, le quería presumir mi casa nueva, se la presenté al resto de la familia y nos fuimos a mi cuarto, le pregunté que cómo aguantaba coger con esos viejos apestosos y que encima la mearan, me contestó que para mí era fácil conseguir hombres de dinero, como era tan bonita, pero que ella se conformaba con esos viejos porque ni los jóvenes de nuestra edad le hacían caso, sentí una enorme compasión por ella.
Por fin mi tío Mario me dijo su tercera condición, yo me reí porque ya me había dado verga hasta por debajo de las orejas, pero igual lo escuché, quería ponerme un apartamentito cerca de su casa y que me fuera con él los fines de semana a la finca, que él hablaría con mi papá para que yo no tuviera problemas, ¿Qué patoja a mi edad no le gustaría vivir sola y con pisto? Pero por otro lado eso me alejaría del Tío Chato y de Rosita, él quería que fuera su juguete exclusivo pero de bajo de agua, hasta me prometió que si yo quería despediría a la sirvienta con todo y su hija, muy a mi pesar tuve que rechazar su oferta, él se puso muy triste, no soportaba el rechazo… y me dejó con la boca abierta cuando dijo que ME AMABA, que me parecía mucho a mi mamá… no sabía que decirle, y para que no creyera que lo rechazaba, le dije que me moría de ganas de verlo cómo se cogía a Liz y que si quería nos cogiera a las dos.
Preparó todo para ese fin de semana, llegamos a la finca… si aceptas todo esto será tuyo, le dije que lo pensaría… de lo que son capaces los hombres por un culito… por la noche despidió a la sirvienta y le dijo a Liz que se quedara para atendernos, Liz y su mamá eran indígenas de Totonicapán y me moría de la risa cuando hablaba español, porque en su tierra se hablaba quiché, y mi tío hablaba su idioma, pero como yo no, hablábamos en español:
TIO MARIO: ¿Te bañaste, Liz?
LIZ: No me ves mi pelo todo mojado pue, tócame la trenza…
TÍO MARIO: ¿Te lavaste bien el numerito?
LIZ: Simón, así como ti gusta ¿Ti sirvo un tu guiskey, dotor?
TÍO MARIOS: No, mejor andá a preparar la cama.
LIZ: Vos me quirés pisar el cul.
YO: ¿Qué dijo?
TÍO MARIO: Que la quiero coger por el culo. Bien, vamos a la habitación… desnudate Liz…
LIZ: ¡¿Aquí delante de la niña Luscrescia?!... me va a ver mi cucaracha toda peluda… me das vergüenzas.
YO: No tengas pena Liz, si querés yo también me desnudo.
LIZ: Va, ta gueno, al dotor sí lo en mirujiado el pelotas pero a vos no.
YO: Vení, desnudemos a mi tío.
LIZ: Pero ¿cómo así? Vos sos su sobrina, vas a dejar que ti mita el huevo también, eso es pecado, son de las misma sangres.
YO: ¿En tu familia no se cogen entre ustedes?
LIZ: Sí, pero dice el cura que es porque somos ignorantes, que eso lo castiga Diosito.
TIÓ MARIO: Ya déjate de hablar babosadas y acostate.
YO: Yo los quiero ver primero, tío.
LIZ: Put, te vas a qurdar a ver cómo me pisa tu tío, te va salir escúpelo, niña, ándate a rizar un tu ave maría o un tu padre nuestro
Yo me moría de la risa, esta Liz me divertía mucho, y mi tío estaba muy caliente de tener a dos menores de edad para él solito, Liz le mamaba la pija con mucho esmero, le chupaba las bolas, se metió los dos huevos a la boca, era trompuda la Liz, luego se la cogió, pero ella solo se tapaba la cara de la vergüenza, no se movía, solo se dejaba hacer, tenía muy bonito cuerpo, pero lo que más me llamó la atención fueron sus grandes chiches, las tenía más grandes que Irma… cualquiera se estuviera masturbando al ver ese cuadro, pero no estaba caliente, la situación me divertía, ver el culito peludo de mi tío penetrandola me daba risa.
TÍO MARIO: Ven amor… únete a la fiesta…
LIZ: ¡Qué! ¿Cómo le vas a hacer, si solo tienes un huevo?
TÍO Mario: Hay variantes Liz, quiero que Lucky se siente en tu cara y vos le chupas su vaginita.
LIZ: ¡No, dotor! Eso es cochino, si hago eso me huir de jeta al infierno, mujer con mujer no se vale, solo hombre con mujer.
YO: No, Liz, te voy a enseñar cómo se hace, deme permiso tío, le voy a chupar su cosita para que sienta lo rico que es… ¿Te gusta?... ¿Te gusta cómo chupo tu clítoris?
LIZ: ¿Mi qué?
TÍO MARIO: Tu gallito.
LIZ: Ah, dale pues niña, se siente sabroso… huy mi falta el aigre… casi miahogo… huy que ric…
YO: Ahora vas a sentir rico aquí…
LIZ: Esta bien sabrosa tu lengua en mi culo… eso sí mi lo hace rico el doctor, pero vos también lo haces bie ric…
YO: ¿… y aquí te gusta?
LIZ: Seguí niña, que rico me chupás todo mi chichorio.
Así inicié a Liz en los placeres de Lesbos, mi tío se la volvió a coger, yo me senté sobre su cara y ella por fin aprendió a mamarme la cuca, mi tío nos puso a hacer un 69 de ladito y nos cogía por las cucas y por los culos, alternativamente, en eso se abrió la puerta y vimos a la mamá de Liz, era el karma, mi tío me había encontrado en un trío y ahora él enfrentaba la misma situación, la señora pegó de gritos, nos insultó, le dijo a su jefe que le pagara su tiempo, mi tío le dio una cantidad generosa y su mamá sacó de las greñas a Liz completamente desnuda.
TÍO MARIO: Qué lástima, llevaban mucho tiempo trabajando para mí, pero lo que más lamento es perderme la oportunidad de tener a dos culitos jóvenes para mí solito.
No sé por qué, pero pensé en Irma…

Escrito por:  Bárbara Kaamla
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Relato Erótico : Sexo oral en el carro

Relato Erótico : Sexo oral en el carro

Fue como de chiste!!! Me mandaron al pan!!!. En el camino un hombre paro su auto y me pregunto por la dirección de una calle, yo le explique, pero el parecía no entender de modo que me ofreció dinero si lo llevaba. El lugar estaba cerca y yo vi una oportunidad de hacerme de un poco de dinero, si lo necesitaba, para una excursión a la que iban mis compañeros y yo no completaba el dinero.
Que inocente era yo en ese entonces. Temerosa pero con desiciín, dije "si" y subí a su auto.

Mientras le decía por donde dar vuelta, el me empezó a preguntar sobre mi vida intima, todavía yo no adivinaba sus intenciones, hasta que me pregunto: ¿Que es lo que haces con tu novio en la cama? En cuanto supe que este señor iba a querer otra cosa muy distinta a una dirección. me puse muy nerviosa, la razón se me nubló, me quedé impresionada, preocupada, ahí si me empezó a dar miedo
El soltó su propuesta: "Vamos a ese hotel, me dejas que te coja por el ano y te pago mil pesos" Orale!!!!! Quede en shock. Estacionó el auto frente al hotel y estiro su mano, la puso en mi pubis, la movió y presionó firmemente, yo lo permití, No sabia como decir que no. Saco su pene que ya tenia en erección, tomó mi mano mas cercana y la llevo a el. Me dijo: -"Checalo bien. ¿Crees que te quepa en el culo?"

En ese tiempo ya había pasado lo de mis tres amigos en mi casa. Ya conocía varios penes, valla!!!, hasta los había mamado. Pero este señor era un desconocido, además era un señor, como de 50 años y yo tenia 15. Todavía era virgen de ano y vagina. Este señor no iba a ser mi primer amante!!! Pero... por otro lado, ¡¡¡Necesitaba el dinero!!! Tal vez me juzgues negativamente, pero en ese momento yo no lo veía como una putería.

Con la experiencia que viví con mis tres amigos de la escuela, que ya te platique, comprendí lo que tenia que hacer y le dije: Tengo que llegar pronto a mi casa y ya se me hizo muy tarde, mis papas me deben de estar buscando. ¿que le parece si se lo hago con la boca y me da la mitad, quinientos pesos? El viejo rabo verde, me miro, se acerco a mi me beso los labios y metió su lengua a mi boca tocandome el paladar. Con su mano dentro de mi blusa acaricio mis pequeños senos. Y me dijo reflexivamente: -"Eres joven y estas preciosa, lo ultimo que quiero es dejarte ir, pero por lo pronto me conformo con tu propuesta, pero, me das tus datos, otro día nos vemos y me das tu culito"
Mientras hablaba se saco completamente el pene con todo y bolas. Yo no era una experta, pero ya había mamado anteriormente tres penes al mismo tiempo, mas o menos sabia que hacer.

El señor no me gusto nada, pero hasta ahora no he conocido un pene que no me excite y el suyo era lindo, lo tenia muy limpio y sin vello, con la cabeza muy grande, mas grande que el tronco. Agradecí el no haber tenido que meterlo a mi ano, habría causado estragos.

Lo mame con placer. Mi boca en la gran cabeza -Que suave es-, mi mano derecha en el tronco y la izquierda en las bolas. Ahí descubrí que si meto todo el pene en mi boca, y relajo la garganta como si me fuera a pasar un bocado de comida, se crea una sensación agradable. Si, como en la película "Garganta profunda" La sensación del pene al tocar la campanilla de la garganta los enloquece.
El Sr. Se retorcía suavemente en su asiento, dejo caer su cabeza hacia atrás, jadeaba profundo. Con su mano mas cercana estrujaba mis senos y con la otra revolvía mi pelo y después fue acercándose a mis nalgas apretando fuerte mi culo ¡Que obsesión la de este hombre con el culo!. El estaba realmente caliente. Y yo empecé a sentir humedad en mi entrepierna, ¡Cuidado! ya estaba entrando en terreno peligroso.

Mientras yo dedicaba mi atención a su verga, el murmuraba las palabras que yo no había considerado hasta ese momento: "¡Puta!" Una y otra vez: -Eres una puta. -Eres una puta. ¡¡¡Calmese Sr!!! Yo casi estaba haciendo un servicio social, con un pequeño intercambio monetario. Pero... ¿Si? ¿Estaba puteando? ¡Caramba! Esa palabra es tan fuerte y tal estigmatizada. ¡Me aterre! Al menos de donde yo soy, una puta es lo peor, si quieres realmente ofender a una mujer le dices "Pura"

Después de un rato y con gruñidos profundos, se vino, dejo su semen caliente en mi boca, no sabia mal, pero yo lo escupí en el piso del carro. El respiro profundo y se relajo, devolvió su pene a su pantalón. Después de exigir cumplidos y halagos para su linda verga, me pago el dinero y anoto mis datos, Por supuesto -le di datos falsos- y me fui.

Me dejó bien lejos de mi casa, pero no me importo, yo me sentía super feliz con el dinero. Ya después fui recordando de nuevo sus palabras, me sentí como ¡¡una puta!!! Pero ¡que diablos!, esto se convirtio en un recuerdo prohibido y desde entonces jamas se lo había platicado a nadie, a veces ni a mi misma. Trataba de negarlo para olvidarlo
Caramba!!! y ahora lo confieso en público -Claro, anonimamente - Saben? Me siento bien, como si me quitara un peso de encima.

Fuente : Facebook
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Relato Erótico : Sexo con un doctor

Relato erótico : Sexo con un doctor

Caí al piso!!! sobre mi tobillo izquierdo,"CRACK!!!!" se escuchó. El dolor me rebazó, casi me desmayo. Estaba en un pueblito de Guadalajara, de vacaciones en casa de mi hermano mayor. Apenas habiamos llegado, nos pusimos a jugar fútbol, pisé la pelota, caí muy mal y... tómala. una pierna rota.
Me llevaron al hospital, a urgencias. Me recibieron de inmediato. Me llevaron a una camilla rodeada de mucha gente accidentada y herida. Solo una cortina separaba cada camilla. Me dieron una batita, -ya las conoces -esas que se sujetan por detrás con unas tiritas de tela-. Ahí me tienes quitándome la ropa para quedarme con la batita. Ya me conoces! no me da pena para nada mi cuerpo, disfruto enseñarlo, he modelado desnuda y me han tomado estudios fotográficos también desnuda. Pero... Eso de desnudarme frente a los doctores en un hospital, pues si me apenó poquito, pero era tanto mi sufrimiento por mi pierna que termino por no importarme. Me quité la ropa, (toda!) y me puse la dichosa bata, la cual me amarró por detrás un doctor, de esos jovenes que hacen sus practicas, "Gustavo Rojas Aguirre", decia su gafete, -Aún me acuerdo del nombre completo-. Seguro me vio las nalgas. Las radiografias mostraban mis huesos rotos. Me programaron para una operación. Tristeza enorme, lloré y lloré. Nunca había estado en un hospital y menos para una operación. Me abrieron el tobillo por ambos lados, me colocaron una placa de titanio, un clavote y seis tornillos, que aún llevo conmigo, al igual que las cicatrices, que aun se ven horribles, fueron como 200 puntadas. Bueno! No podría ser perfecta para siempre, no crees? Me trasladaron en mi camilla a una pequeña habitación formada por 4 cortinas de tela color azul, que me separaban de los demás accidentados. Pinchazo y suero con anestesia en mi brazo, y por fin, después de varias horas, el dolor se fue. Regularmente me visitaba el Dr. Gustavo para hacerme preguntas sobre mi salud y el estado en que me encontraba, las respuestas las anotaba en unas hojas que llevaba con el -era mi historia clínica-. Yo estaba muy desesperada y aunque también estaba muerta de miedo, ya quería que me operaran y terminara esta pesadilla. La operación tardo mucho, hasta el día siguiente. Era mucho tiempo como para no hacer pipi, le dije al Dr, Gustavo que tenia que ir al baño, que como le hacia, me prestaban unas muletas o una silla de ruedas, ¡¡No se!!! el regreso con un "Cómodo" ya sabes esos recipientes metálicos para los pacientes que no se pueden mover. Yo le dije ¡Nooooo! Yo no voy a hacer ahí. ¡¡¡Yo voy al baño!!!! No hubo manera de convencerlos. Toda encabronada, pedí que me dijeran como se usaba. Y yo con mi pierna inutilizada fui un fracaso, el Dr. Gustavo casi me cargo ahí sobre mi camilla y me coloco el "Cómodo" Me subí la bata y toda desesperada y sin gota de morbo, mostré todos mis encantos carnales. Pensé: -Estos doctores han de mirar mujeres desnudas orinando todo el tiempo- La pena no cabía en este momento. Orine y orine, casi llenaba el cómodo y sentí un alivio delicioso al poder, al fin, vaciar mi vejiga. Note al Dr. Gustavo nervioso y quiso voltear la cara timidamente, pero la verdad, es que me vio todo lo que pudo. Me dio un papel higiénico para limpiarme y se fue. ¡¡¡Yo creo que a masturbarse!!! Ya en la noche regreso con una enfermera y me empezaron a preparar para la operación. Me vendaron la pierna sana, nunca supe porque, tal vez para que no se me enfriara ya que los quirófanos son muy fríos. o tal vez para que el Cirujano no se equivoque y no opere la pierna equivocada, Jajajaja. Pues este doctorcito, me puso la venda, imagínate yo acostada, con la batita, la pierna de fuera y el Dr. Gustavo con mi pierna en sus manos, desde donde el estaba podia ver perfectamente mi vello púbico y como es muy cortito, se pueden ver mis labios vaginales. Bueno!!! ahi fue donde yo pensé. "Este Dr. Ya me vio el cuerpo mas que cualquiera de mis amantes" y me pregunte: ¿Asi pasara con todos sus pacientes? ¿Porque no viene una enfermera a realizar estas actividades? Me llevaron al quirófano. Yo estaba aterrada, tenia miedo de que me operaran mal, de que algo saliera mal. Tome la mano del cirujano y le dije: -"Que dios guie su mano" le bese las manos y empecé a llorar de nuevo. "Por favor Dr. Opereme con mucho cuidado, con amor" Jajajajaaja, Ahora me da tanta risa, que ridícula fui!!! Me anestesiaron y me dijeron cuenta al diez de atrás para adelante. Y yo... 10, 9, 8, 7, 6.... y.... ¡¡¡Me sentí tan bien!!! era el efecto de la anestesia que estaba pasando. La habitación casi en penumbras, era el área de recuperación, en donde llevan a los recién operados. Empecé a recobrar la consciencia y me sentía tan agusto que quería que ese momento durara para siempre. Poco a poco empecé a percibir las sensaciones de mi cuerpo y... ¡Caramba!... estaba percibiendo placer... Si, placer sexual. Conforme recobraba la consciencia, supe que algo estaba estimulando mi sexo. Con las pocas fuerzas que tenia levante un poco mi cara y pude ver que entre mis piernas había una cabeza!!!! dandome una mamada!!!! Me estaba gustando la estimulacion, era fuerte. Y me dije: "¡Que diablos, se supone que estoy sedada!" y me relaje y disfrute, fingí estar dormida. Después de un momento, la persona se levanto, abrí muy poco los ojos, trate de enfocar la mirada en la oscuridad, con la poca luz que habia y vi que era mi famoso Dr. Gustavo!!!! Caramba!!! Mis sospechas eran ciertas, yo le gustaba al Jariosos Dr. Sin sospechar que yo ya estaba medianamente despierta, se saco el pene y se empezó a masturbar ahí bien pegadito a mi, su eyaculacion cayó en mis piernas. Se recupero, me cubrió y se fue. Yo muy a gusto volví a quedar dormida. Al amanecer me trasladaron a piso, a una habitación, que competía con un señor al que nunca pude ver, era muy querido ya andaba en las ultimas, todo el tiempo tenia visitas. Nuestras camas las separaba una cortina. La anestesia estaba pasando y yo le decía a las enfermeras que me dolía que me dieran mas anestesia, mandaron llamar al Dr. ¿Que doctor? ¡Pues Gustavo! -¡Dr. me duele, dame mas anestesia! y el: "No puedo, ya te dimos mucha" Y yo retadora y chantajista en voz baja: -"Se lo que hiciste anoche conmigo" -el se puso pálido y no atinaba a decir nada coherente. y yo insistiendo le dije quedito: "Tengo tu semen en mis piernas" Ja!!! Rápido fue, regreso y le anexo algo a mi suero, uf!!!! me dormí!!! ¿Te acuerdas de esas películas en donde esta el accidentado en su cama con la pierna colgando de un arnés? pues así estaba yo: Mi pierna vendada hasta la rodilla y yo con mi puta batita y una frazada tapandome lo mejor que podía Mi caliente Dr. Gustavo, llego en la noche y empezó la revisión de rutina y las preguntas de siempre. Por las anestesias, yo me encontraba constantemente en un estado alterado de mis facultades, ¡Como si estuviera ebria y con sueño! Al tener ahí al Dr. le pregunte en un susurro: -¿Te exito? -el se acerco para escuchar bien, --¿Perdón? y yo: -¿Que si te excito?, -¿te gusta mi cuerpo? -¿Me quieres coger? El Dr. se soltó, Me confeso que se sentía muy atraído hacia mi, que solo pensaba en mi y en mi cuerpo. Y al estar hablando asi quedito cerquita de mi, casi rozandome con sus labios al hablar, puso su mano timidamente en uno de mis senos, al ver que no proteste, metió su mano por debajo de mi bata y me acaricio por todos lados, muy rico y muy tierno, Me beso los labios, muy suavecito, como si me fuera a lastimar. Metio sus dedos en mi vagina y yo me estremecí. Mi Dr. Gustavo sin dejar de echar un vistazo a la puerta, se bajo el pantalón, se subió a mi cama y se acomodo, entre mis piernas, para no lastimar mi pierna que estaba colgando del arnés, saco su pene y me lo metio, sabiamente supo mover las caderas y sus manos no dejaron de acariciar mis senos y sus labios de morder mis pezones y mi cuello Todo fue en silencio Si visualizas la postura, yo tenia la pierna operada levantada, el puso su pierna debajo de esta y la otra arriba de la buena, así entre lazados. Yo quería un orgasmo que me relajara, use mis dedos y el Dr. en esa posición estimulaba mi punto G. Si. Me vine, Uff!! me costo aguantar los gemidos. Ya que como sabes, soy muy escandalosa. Mi ardiente Dr. hizo lo suyo, se vino dentro de mi, al hacerlo no dejo de decir: -"Te amo Ale, te amo" Se levanto, se acomodo su bata, se acerco, me dijo una serie de palabras muy lindas y excitantes sin dejar de acariciar mis senos. El no quería, pero se fue a seguir con su ronda. Mi Dr. Era alto, flacucho, con los razgos muy definidos, no era una belleza, pero, tenia una personalidad muy atractiva. Me agradaba y mucho. ¡Quien lo diría!. ¡En que circunstancias me había venido a encontrar con este lindo y ardiente hombre! Al otro día, una enfermera hizo por mi lo mejor que alguien podía hacer, Me baño. Ya estaba hasta la madre de usar el maldito cómodo, -no se quien fue el idiota que le puso ese nombre- Me autorizaron ir al baño en silla de ruedas. Una enfermera muy amable me quería ayudar, pero yo me hice la tonta, fingí debilidad, para que fueran por mi Dr. y el me ayudara, me cargo, me sentó en la silla y me llevo al baño. Entre con todo y silla y yo solita me senté en el excusado. ¡Claro! le dije al Dr. erotico, que me esperara ahí afuerita. Cuando hice lo que debía, me limpie, jale la palanca y abrí la puerta, le dije al Dr. que me ayudara. Ya no necesitaba la ayuda, pero quería conocer directamente al lindo pene que me visito la noche anterior. Al entrar al baño, le abrí la bata, le baje el pantalón y saque al visitante misterioso. Este lindo pene salio ya bastante crecido. Lo lamí y me lo metí a la boca, creció un poco mas y se endureció, yo me humedeci de inmediato. Me levante con mi pierna sana, la pierna operada quedo levantada, el la sostubo con una de sus manos y la otra en mis nalgas, me penetro. Mmmmm.... Nos besamos y le ordené: -"Repiteme lo que me dijiste ayer" y el -"Te amo Ale, te amo" y yo mirándolo con mis ojos de balcón y mis labios pegaditos a los suyos -No lo dejes de decir ¡¡¡Que rico es coger!!!! Muchas veces he pensado que lo mas probable es que haya venido a este mundo solo para eso Cuando terminamos me regreso a mi cama, mas relajada y feliz que antes. En una de sus visitas de rutina me platico todo lo que había pasado: -"Desde que te vi llegar"... Me dijo: -"Me dejaste impresionado, eres la mujer mas bella que he visto" Jajaja, de verdad, eso me dijo, tal vez tu no estés de acuerdo, pero el así me vio. Me dijo cosas hermosas que me hicieron sentir muy bien. Que había cambiado turnos con sus compañeros para estar siempre ahí conmigo, Que quería seguir viéndome, Que yo era la mujer ideal y... que estaba enamorado de mi. Aunque a mi me encanto lo que viví y le agradezco que haya hecho mi presencia en el hospital agradable, le dije que yo estaba de visita, que tenia que irme, ya tenia mi vida hecha en Veracruz. El se sintió muy mal, se puso triste y todas las oportunidades que tenia llegaba y me besaba en los labios muy rico y tierno, muy suavecito, como para no lastimarme, hum!!! si los labios no me los fracture!!!! No había visto las heridas de la operación, cuando quite los vendajes y por fin las vi, de nuevo, empecé a llorar, se veía horrible mi pierna. Toda hinchada, deformada, con unas heridas y costuras tremendas, como las del Monstruo de Frankinstein, en ambos lados de mi pierna. Con el tiempo todo fue regresando a la normalidad. Aun tengo las cicatrices y la placa, clavos y tornillos. Cuando hace frío me da una punzada y me acuerdo de mi Dr. Gustavo

Fuente: Facebook
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Relato Erótico : padrastro e hijastra

Hijastra se va a la cama de padrastro mientras duerme para hacer el amor

Me case con Lorena, quien ya tenía una hija de nombre Pamela de 18 años, una trigueña preciosa igual que su madre, ojos negros igual que su cabellera, unos senos bien desarrollados sin exagerar y unas preciosas nalgas llenitas que le hacen agua la boca a cualquiera.

Durante mi noviazgo con Lorena, mi relación con Pamela fue muy buena, tomamos confianza rápidamente, era muy atenta conmigo y siempre nos acompañaba cuando salíamos al cine o al super. Siempre ha sido coqueta y sexy conmigo, pero sin mala intención de por medio, eso pensaba. El problema empezó después de casarnos, su comportamiento cambió. Ya no era atenta, no obedecía a su madre, no era muy comunicativa con ambos, en fin, yo creía que eran celos por su madre, ya que casi todo el tiempo habían vivido solas con Lorena.

Pasaron tres meses después de la boda y Pamela seguía con su misma actitud, pero de repente toda la situación cambio. El día de una fiesta de aniversario concluía con un baile por la noche. En la tarde Pamela nos había llamado con Lorena a su habitación para verla con el traje que usaría en la fiesta, como en esta época del año hay un calor intenso, ella vestía una falda corta y una blusa escotada que le hacía juego (bueno yo no se mucho de moda), y unos zapatos con tacones altos descubiertos. Se veía preciosisima!, en ese momento me di cuenta que su cuerpo era el de una mujer hecha, la falda dejaba ver unas preciosas piernas, con lindos muslos curvados; el escote de su vestido enseñaban cierta parte de sus senos que dejaban poco para la imaginación.

Casi entrada la noche, estaba recostado viendo la TV cuando Lorena entra a la habitación interrumpiendo, -Mark, fijate que ha sucedido una calamidad!-, -Que pasó- alcancé a contestar. -La pareja de Pamela de esta noche no podrá ir a la fiesta, tuvo un inconveniente- me dijo Lorena, y continuó -Amor, será posible que la puedas llevar tú, porque ella no quiere llegar sola-. Tal solicitud me tomó por sorpresa, pero pensando en mejorar las relaciones con Pamela acepté a ir.

Pamela en el viaje de ida, me agradeció el favor de acompañarla a la fiesta. En el vehículo, yo no dejaba de verle las piernas y su escote, de hecho me pilló un par de veces y solo se sonrió.

Llegamos, entramos al salón, era inmenso y habían muchas personas en él. Nos sentamos un rato, varias amigas y amigos llegaron a saludarla y fue sorpresa que ella me presentó como su amigo. Yo me quedé viendola y ella me guiño el ojo y hizo una ademan con sus manos, como tratando de explicar que se burlarian de ella si supieran que va con su padrastro. Además yo podia pasar como un amigo, debido a que a mis 33 años, me conservó muy bien, tengo un cuerpo atletico por el mucho ejercicio que hice años atrás.

Al rato salimos a bailar, Pamela se movia muy bien, sabia utilizar muy bien todas sus gracias, ella estaba muy feliz, se veía contenta. De repente que se acercan dos amigas y la saludan y le dicen algo al oido, Pamela sonrié picaramente. Cuando se retiran, le pregunto que le han dicho, -Que esta muy bueno mi novio, que está para comerselo- me responde; yo me sonrío un poco y le digo, -la que está para comersela es otra personita que esta frente a mi-, Pamela se ríe. Cuando ponen musica salsa y merengue, empezamos a bailar pegados, los senos de Pamela varias veces topan con mi pecho, además tengo una inmejorable vista de esas dos montañitas carnosas. Y que decir de su vientre que permanece junto al mio, en pocos minutos obtengo una erección que trato de disimular, pero con poco éxito. Pamela se da cuenta de ello y solo se limita a abrir la boca y sonreír. Cuando llevabamos buen rato de estar bailando, le pido a Pamela que nos sentemos un rato, ella no acepta, me suplica que sigamos y bueno no me hago de rogar. Al poco tiempo ponen musica romantica, ella me toma de las manos y recuesta su cabeza en mi pecho, unos minuto después me dice al oido -Sabes porque me he portado mal contigo ultimamente?- Sin moverme, le respondo -No lo sé Pamela dimelo-, -Porque estoy muy enamorada de ti Mark, siempre te vi como hombre y no como un padrastro, y es mucho trabajo para mi tenerte en mi casa y no decirte que te amo todos los días-, me quedé mudo, no sabia que decir. Ella acercó sus labios a los mios y nos dimos un apasionado beso. Intenté detenerlo, pero lo sentía tan rico y humedo que lejos de impedirlo le aprete su cabeza contra mi, nuestras lenguas se revolvian como serpientes en celo, nuestra saliva se entremezclaba, nuestros vientres se restregaban como fingiendo hacer el amor. No se cuanto tiempo estuvimos asi, pero puedo decirles que fueron varios minutos, en los cuales obtuve una erección colosal. Instintivamente mis brazos la rodearon y aprovechando la oscuridad del salon sobretodo cuando hay musica romántica, le levanté la falda y toque suavemente sus nalgas, me di cuenta que solo llevaba un hilo dental, por lo que recorri todas sus nalgas apretandolas delicadamente. Eso le gustó a Pamela que bajo sus labios a mi cuello acariciandome con su lengua. Que momento!! Al mismo tiempo que nos tocabamos, restregabamos nuestros cuerpos como queriendolos fundir el uno con el otro.



Cuando terminó la música romántica y nos separamos, noté que mi pantalon estaba mojado, junto a la bragueta había un gran circulo, lo toqué y efectivamente era una pre-eyaculación mía. Me sentí contrariado, Pamela se había dado cuenta y solo alcanzaba a reir. Le pedi a Pamela irnos al coche, mientras se secaba mi pantalón y por otro lado, debo confesar que, estaba tan excitado que quería seguirla tocando y besando pero en un lugar sin mucha gente. Y Así ocurrió dentro del vehículo nos seguimos besando apasionadamente, le baje el escote y empece a besar y mamar sus dos preciosas tetas con sus pezones parados, ella apretaba mi verga sobre el pantalón, para facilitarle el trabajo me abrí la bragueta y la saque para que la pudiera tocar y acariciar a su gusto. En pocos segundos los vidrios del coche se empañaron del calor que despedian nuestros cuerpos, seguí mamandole los ricos senos, pero mi mano se dirigió a su coñito, lo acaricié sobre su tanguita, dándome cuenta que la tanguita estaba mojadisima, se sentía pegajosa al tocarla con la yema de mis dedos. Hago a un lado su tanguita y acarició su vagina que está completamente depilada, acarició también su clitoris lo cual la hace estremecer y gemir fuertemente. Ella por su parte, me masturba la verga con su mano, con jalones cada vez más fuertes. -Mamita, porque no nos vamos a la parte de atrás del coche?- le propongo; Ella acepta sin vacilar, nos pasamos hacia atrás, me quito el pantalón y la camisa, ella se quita la blusa, la falda y los zapatos, quedando ella solo con su tanguita puesta.

Luego Pamela se sube sobre mi, pero antes me ha bajado mi boxer, me comienza a besar nuevamente y sus nalgas se restriegan sobre mi erecta verga, Yo ya no pude más y levantó su trasero le corro su tanguita a un lado, colocó mi falo en la entrada de su vagina y la dejo caer para ensartarla, mi verga fue penetrandola lentamente, ella aulló y gimió mientras su vagina era recorrida por mi duro miembro, que se acomodó dentro por completo. Pamela se movía de adelanta hacia atras, de arriba hacia abajo, clavandosela completa. Yo por mi parte, le chupaba sus pezones y le apretujaba sus preciosas nalgas siguiendo sus movimientos de cintura. En un instante sentí como se corria y mojaba todo lo largo de mi verga, pero no se detuvo, siguió follandome el miembro. Inserté la yema de mi dedo medio en su culo, no dijo nada, luego lubrique mi dedo con los liquidos que salian de su vagina y le meti la mitad del dedo, ella se movía freneticamente como culiando mi dedo, entonces le dejé ir por completo dos dedos dentro de su culito. Que cuadro aquello!!, Le ensartaba la vagina con mi verga, le tenia dos dedos en el culo y le chupaba y mordía las tetas!.

Después de un segundo orgasmo de Pamela, como pude la coloque en cuatro dentro del coche, sus nalgas me quedaba casi en la cara, allí me di cuenta de la perfección de estas, la tomé de las nalgas con las manos, las separé y le di una lamida de culito, mientras le metí dos dedos en su vagina. Pamela casi chilló del placer, y mientras me la comía me dijo cosas sucias que jamás la había oído decir.

Retire mi boca de su culo y le dejé ir la verga por el culo, por la lubricación no hubo mucha oposición, eso si, su canalito era bien estrecho, pero me encantó la presión que ejercia sobre mi miembro tratando casi de ahorcarlo. La estuve culiando varios minutos, los dos gemímos intensamente, hasta que me vine a chorros dentro de su culito rico, mi verga palpitaba cada vez que emanaba un chorro de esperma, me deje caer sobre ella, cansado pero satisfecho. Saque mi verga de su culo y cayó de él un chorrito de leche caliente a través de sus muslos. Ella me confesó que también habia terminado otra vez.

Nos vestimos, encendí el coche y nos fuimos para la casa, no había terminado todo, en el camino Pamela me sacó la verga del pantalón y me dio una mamada de agradecimiento (según me dijo ella), traté de ir a una velocidad lenta, lo hacia tan bien que no quería llegar a la casa aún. Llegue al climax unas cuadras antes de llegar, le inundé su boquita con un gran chorro de esperma; Pamela se lo tomó todo, no dejo nada.

Pasaron dos semanas y no tuvimos otro encuentro. Hasta que mi esposa me comunicó que un su primo había fallecido y que iba ir al sepelio y que aprovecharía para visitar otros familiares que no veía desde hace años, y como yo trabajaba y Pamela no podía perder clases, iría sola por una semana.

Para resumirselos, esa semana fue básicamente una luna de miel con Pamela, follamos todos los días, la coji en la cocina, sobre la mesa del comedor, en nuestra cama matrimonial. Le llenaba sus tres hoyitos de leche todos los días. Temprano antes de irse al colegio por las mañanas teníamos sexo oral por medio de una 69 y luego me la cogía duro. Por la noche nos bañabamos juntos antes de coger como conejos. Estoy gozando esta parte de mi vida. No se cuando se acabe y no quiero que acabe.
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