En el mundo de la literatura, hay poetas que siguen las reglas y poetas que las queman para escribir con sus cenizas. Los segundos son los llamados "poetas malditos". ¿Eres uno de ellos? Si al leer esto asientes con una copa en la mano y una lágrima de nostalgia en el ojo, bienvenido. Aquí están los 10 Mandamientos del Poeta Maldito, cortesía de Alberto Tovar, un manifiesto con dosis de ironía, rebeldía y esa melancolía que convierte a las almas inquietas en artistas.
Los 10 Mandamientos del Poeta Maldito: Un Evangelio de Rebeldía
1. Amarás a quien tu lógica te diga que no debes amar
Porque la poesía no se escribe con elecciones sensatas, sino con cicatrices. Amar lo prohibido, lo imposible, lo tóxico o lo efímero es la especialidad de los poetas malditos. Si aún crees en el amor prudente, estás en el blog equivocado.
2. Fumarás, beberás o tendrás cualquier otro vicio que distraiga tu mente
Los poetas malditos tienen mentes tan caóticas que necesitan pequeños anclajes para no perderse del todo. Un cigarro, un trago, una larga caminata nocturna hablando con la luna... El punto no es el vicio en sí, sino la distracción que te permite seguir escribiendo sin enloquecer (demasiado).
3. Recordarás para sentirte vivo, mientras mueres en el proceso
Recordar es una bendición y una maldición. Los poetas malditos viven de sus memorias, de las heridas que no cierran, de los besos que nunca volvieron. Cuanto más duela el recuerdo, mejor será el poema.
4. Llorarás por los mínimos detalles de la vida y sonreirás ante grandes tragedias
Un botón perdido puede desatar un océano de lágrimas, pero una catástrofe mundial solo provocará una sonrisa sarcástica. Porque el poeta maldito siente el mundo al revés y encuentra belleza en el caos.
5. Mentirás siempre que sea necesario y serás sincero cuando sea innecesario
Porque la poesía es un juego de verdades disfrazadas y mentiras desnudas. ¿Es real lo que escribes? ¿Es ficción? Solo el poeta lo sabe, y ni él mismo confía del todo en su respuesta.
6. Te gustará la poesía, la música clásica y el blues
La poesía es la médula, la música clásica es la estructura, y el blues es el alma. ¿Reggaetón? No, gracias.
7. Mirarás a los ojos fijamente hasta que piensen que estás demente. Quizá lo estés
La mirada de un poeta maldito es un abismo. A veces, la gente huye. Otras veces, se quedan demasiado tiempo y terminan atrapadas en un poema sin salida.
8. Te rebelarás ante cualquier norma o reglamento. Incluyendo estas.
No hay nada más contradictorio que un poeta maldito siguiendo reglas. La única regla es romperlas todas.
9. Volverás a cumplirlas porque eres un maldito
Es la trampa eterna: rechazar el sistema y luego caer en él otra vez. Como amar lo prohibido y quejarse cuando duele. Como escribir para sanar y descubrir que escribir es la herida.
10. Habrás leído esto hasta el final y estarás sonriendo. Estás enfermo.
Felicidades, eres un poeta maldito. O al menos, alguien con el corazón lo suficientemente roto como para entender el juego. Si alguna vez te cuestionaste si pertenecías a esta hermandad de almas errantes, ya tienes la respuesta.
Nota final: Este manifiesto no es sarcasmo. O tal vez sí. No importa. Lo que importa es que sigas escribiendo, amando lo incorrecto y sonriendo en la tragedia. Vivan los poetas malditos. Y los muertos también.