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lunes, 27 de abril de 2020

Relato Erótico : La morbosa esposa de mi primo

Relato Erótico : La morbosa esposa de mi primo

…Rápidamente conteste, ese no es problema si quieres yo te puedo acompañar, ella sonrió con lascivia después de mi comentario…
(Yo solamente quería tantear terreno)
De repente mi mujer me grito desde el cuarto Toni, tráeme por favor un vaso de agua el niño tiene temperatura.
Que escena la de allí mi prima en tanga, su marido tirado en la cama, mi mujer gritándome y mi verga a punto de estallar.
Le dije a Adén luego nos vemos…
(Sabía que era de sangre caliente y mas con lo que me había confesado mi primo apenas unas horas atrás.)
(Me parece que no es normal que una mujer, casi se desnude delante de su primo, creo que ella quería ver a donde era yo capaz de llegar…)
Camine hacia ella, por lapsos me tocaba la verga. Ella se dio cuenta de mis manos en mi pene.
-Hay primo creo que ya mejor me voy a dormir…
-Hasta mañana, nos vemos me dijo apartándose de mi mostrándome ese enorme trasero, y mi mujer me volvió a gritar…
Solo conteste Adiós que “sueñes rico”
Tenía la verga muy parada…
Eran aproximadamente las 3 de la mañana y mi mujer despertándome, Toni…Toni no escuchas, creo que los niños no pueden dormir nos levantamos y fuimos a su habitación, en efecto mi hijo tenia todavía fiebre, mi mujer me pidió baja a la cocina necesito compresas de agua fría.
Al ir bajando hacia la cocina casi me desmayo… ahí estaba Adén tan solo con su tanga de hilo dental amarillo y una camiseta mía que mi mujer le había prestado…
Que paso primo, no podía dormir hace mucho calor aquí, además escuche a los niños llorar fui a revisar a su habitación y no eran los míos….
Si, mi hijo tiene un poco de temperatura pero nada grave… alcance a trastabillar.
Oye no sabes donde esta el café necesito hacerme uno? Me duele la cabeza, cundo tu primo se emborracha, se queda como piedra y ronca demasiado…
Si conteste, esta ahí en la alacena en la parte de abajo al fondo… entonces ella se empino totalmente sin flexionar las rodillas (se que eso es muy usado pero se los juro así fue como sucedió) wow que espectáCULO.
-Oye no se donde esta no lo alcanzo Toni, me podrías ayudar?
Por supuesto conteste…
En este momento mi verga estaba a reventar y se notaba en demasía pues solo estaba en bóxer.
Dame permiso para poder sacar el café.
¡No!, Mejor así enséñame donde esta, para cuando lo vuelva a buscar lo encuentre, me dijo… me coloque atrás de ella pues casi tenia toda la cabeza dentro de la alacena, mi verga casi se le metió, por que el espacio era muy reducido, mi mano toco su mano al fondo de la alacena…
Aquí esta ya ves… (De seguro sintió mi pito bien metido en el canal de su culote) porque ella empezó a moverse como si hubiera sido una victoria, haber encontrado el café y me estaba dando unos tallones riquísimos.
-Hay perdón Toni es que soy muy “expresiva” cuando me emociono…
(Casi me la estaba cogiendo con la ropa puesta) y ella muy “ingenua”, no me decía nada.
Salí de mi trance por que mi mujer me grito ¡ya están las compresas?
Me despegue de mi prima como pude ella solo sonrió y me dijo su clásico muchas “gracias” y me fui. (Tenia todo el pene mojado de mi propio liquido preseminal)
No podía dejar de pensar en Adén, esta mujer me estaba provocando, yo, ya me la quería coger ¡
-De verdad será tan caliente para no poder estar unas horas sin sexo?
-Tal vez tenga problemas con mi primo? Me quede pensando…
Al despertar el niño ya se encontraba muy bien jugaba por todos lados junto a los hijos de Andrés.
En el desayuno mi madre ya tenia todo listo, ella vive en la hacienda también pero en una especie de cabaña que esta un poco retirada de la casa principal, nos llamo a todos a desayunar mi primo bajo con una cruda de muerte y al poco bajo Adén, (esta morena esta riquísima y pensar que ya la vi 2 veces casi desnuda.)
Como pasaron la noche pregunto mi esposa?
Andrés.- no supe como fui a dar a la cama
Adén.- yo dormí muy bien no me desperté para nada, quede como una roca. (Y me quedo mirando con lascivia y complicidad)
Bueno pues a desayunar…
El desayuno paso sin contratiempos todos hablábamos de cualquier cosa.
Mi madre comento es un muy buen día por que no salen a montar?
Rápidamente mi esposa contesto vallan ustedes yo no puedo tengo que llevar a los niños al pediatra me preocupo un poco la fiebre del niño.
Andrés nos dijo vallan ustedes, yo no aguanto la cabeza tengo una cruda de aquellas…
Tony por que no llevas a Adén, ella no sabe montar y le gustaría mucho verdad amor? Le pregunto…
A mi me encantaría, pero y los niños? Contesto mi prima,… no te preocupes yo me quedo con ellos vayan a montar no se preocupen.
Esta bien no se diga más! Voy a ver que me preparen los caballos para salir dije con un tono normal.
A la media hora Adén y yo nos fuimos hacia los establos y el capataz tenia malas noticias, ¡señor! solo esta listo su caballo, el otro caballo que es igual de “manso” que el suyo se torció la pata y no puede salir, los otros que tenemos no están acostumbrados que la gente los monte… (Que perfecta oportunidad para poder montarme a mi prima)…
Mande al capataz retirarse y después.
Me quede viendo a Adén…
Creo que no podremos salir solo hay un caballo.
No te preocupes nos vamos en el tuyo y así sirve que me enseñas… (Se noto un brillo en sus ojos)
Esta bien, el caballo esta listo si quieres te ayudo a subir le pregunte?
Si por que con estos tacones no podre subir (ella llevaba la misma ropa de ayer los leggins y camisa) ya ves que nuestro equipaje llega hoy.
Acerque un pequeño banco pero no llegaba…
Ella me dijo ayúdame, entonces la tome por las nalgotas y la empuje para que se montara ¡ ahh que rico culo.
Hay primo creo que ya te gusto agarrarme el trasero ¡
Disculpa pero te ibas a caer y tus nalgas es de donde hay mas de agarrar, ¡quise ver como reaccionaba¡… ella puso cara de satisfacción.
Sube y vámonos ya¡ antes que se den cuenta que nos vamos en un solo caballo
(Me subí me acomode tras ella y la tome de la cinturita.)
Toma las riendas y yo te guio le dije… el caballo empezó a trotar y esas nalgotas bailaban y como me tallaban la verga…
Hay primo me lastima un poco la silla o el lomo del caballo… “no estoy acostumbrada a estas cosas” súbete un poco mas hacia mi le propuse…
Ella se hizo hacia atrás y prácticamente se me sentó en la verga sentía ese culazo latiendo en la punta de mi pito… cabalgamos unos minutos así. La abrace por la cintura casi me la estaba cogiendo lo juro… (Ella notaba toda mi verga pero no me reclamaba, platicábamos como si nada pasara)
Así esta mejor respondió Adén
(Decidí jugarme todo esta vez)
Emprendimos camino hacia el bosque, sin pensarlo le propuse nunca has pensado cabalgar desnuda es una experiencia fabulosa! Mentí pues nunca lo he hecho.
Volteo a verme…
¡Estas seguro?¡ me respondió (puso una cara de duda, que ni ella misma se creyó) y si nos ve alguien?
Por aquí no hay nadie es un lugar muy tranquilo…
-no sabes la adrenalina que se siente… el viento golpeando contra la piel desnuda (quise persuadirla)
Bajamos y ella dudo en desnudarse y me comento es muy arriesgado totalmente desnudos ¡
Bueno!
Inocentemente conteste….
-que te parece si solo nos quedamos en ropa interior.
(¡Quise ver hasta donde era capaz de llegar!!!!!!)
Pensé que se arrepentiría pero con vos ingenua contesto, esta bien, venimos a México a divertirnos y eso es lo que voy a hacer.
Rápidamente comenzó a bajarse los pantalones y apareció ese culo prieto y enorme…, que putas nalgas tan ricas!!!!!!!!
Su cuerpo era pura lujuria, ¡que morena! su cinturita tan breve, sus tetas tan grandes, sus piernas robustas era la mujer perfecta para los pensamientos “mas lujuriosos” (sin exagerar creo que sus medidas andarían en lo 98-62-100) se quito la camisa y solo quedo en tanga, sus tacones, y un sujetador a media copa…
Mi verga estaba como loca, sentía demasiadas punzadas.
Ahora te toca ti… (Sonrió pícaramente) me quedo mirando… rápidamente me deshice de mi ropa y me quede solo en bóxer con una erección bastante notable, ella se dio cuenta pero la ignoro ingenuamente… dejamos la ropa por un árbol enorme, (conocía muy bien el camino.)
Estaba que explotaba… la ayude a subir nuevamente al caballo ahora si agarrándole el culo con descaro.
Me subí y me acomode tras ella, que escena ella como una “amazona” y yo como un “cavernícola”, solo que en bóxer. Jajá
La abrace…
El caballo empezó a trotar, de nuevo me comento que la lastimaba por que se subió encima de mi (mire hacia abajo, dos globos de carne y en medio aparecía mi pito)… otra vez iba prácticamente sentada en mi verga… ¡esto era la gloria¡
De repente sin notarlo mi verga se salió, (Mi bóxer tenia abertura), ¡si¡ iba con la verga de fuera y en un salto del caballo sus nalgas botaron y mi verga se introdujo en el fondo de su vagina… el hilo dental no le estorbo a mi pito para nada… fue lo maximoooo, (ella estaba mojadisima).
¡Hay primito que fue eso! (medio volteo la cara y tenia los ojos completamente en blanco)
¡Hay que rico¡ esto de cabalgar así es una gran experiencia.
Hay primo… que bien se siente…
El caballo seguía trotando, trotando, y yo cogiendo, ¡si!, cogiendo.
De repente me dijo algo que para nada me esperaba…
“Hay papi” Cógeme, cógeme por favor ¡me comenzó a decir,
Ya lo sabia, todo esto era para cogerme verdad?
Ya sabía que me querías coger, sabia que estabas hablando de mi, ayer con Andrés…
Andrés siempre me platicaba de ti, y sabes ayer que te conocí me gustaste demasiado, por eso trace un plan para seducirte, Andrés es un buen esposo, pero a mi me encanta la verga…. Nunca le he sido infiel solamente me encanta calentar a los hombres y ver como babean por mi… pero contigo siento diferente me gustas mucho y tu verga se ve y esta demasiado rica…
Además tu estas muy bueno primito… (Me excitaba tanto que me llamara así)
¡Hay dios! Creo que ya me enamore de tu verga?
Yo solamente escuchaba, (ahh que deshinibida era la esposa de mi primo.)
El caballo seguía trotando y yo ahí cogiéndome a mi prima en medio del bosque que locura…
Sus nalgas botaban con mi verga bien metida en su vagina, hubo un momento en que le dije hazte un lado que me voy a venir, pero ella me respondió vente dentro échamelos no importa tomo la píldora, tu primo ya no quiere mas hijos…
Sin pensarlo 2 veces me deje venir ahhhhhhhhh que rico culo como me exprimía la verga.
Regresamos al árbol donde estaban las ropas y nos vestimos… emprendimos el regreso como si fuéramos dos recién casados, le metía mano por todas partes con decirles que se me había vuelto a parar la verga.
Hay papi deja de meterme mano… me estas poniendo muy cachonda…
Voy a buscar cualquier momento para que me cojas… pienso regresarme muy satisfecha a Norteamérica… además es muy morboso hacerlo con un familiar y por si fuera poco mi marido o tu mujer andando por la casa… esa es una “fantasía” que quiero cumplir siempre contigo (Todo esto me lo dijo mientras regresábamos). Yo amo a mi esposo pero últimamente siento que le faltan emociones a mi vida…
Y contigo creo que las encontrare…
Y yo por supuesto le conteste…
-Pienso cogerte hasta por las orejas… eres muy morbosa y me encanta la idea… (Ya sabia lo que me esperaba).
Ahhh y por cierto Adén, ayer si estábamos hablando de ti… pero lo que mas me saco de onda es que Andrés me dijo palabras muy fuertes acerca de ti… Y para ser sincero nunca antes se las escuche decir…
-¿Qué cosas te dijo, anda dime?
-pues el me dijo que te encanta hacerlo como perra, tu cuerpo de puta y que la chupas de maravilla….
Hay mi esposito…
Cuando conocí a tu primo era un poco tímido respecto al sexo…. Solamente lo sabía hacer de la manera más rutinaria y aburrida…. Con decirte que no me decía ninguna palabra fuerte…
Oye yo soy colombiana y soy de sangre caliente…. Le dije a Andrés a mi me encanta que me digas PUTA… PERRA… ZORRA… MAMITA… Y palabras como, COGEME… MAMAME… CHUPAME… ETC.
Sabes Toni yo crecí en un ambiente duro y no me da miedo nada….
Así que de ahora en adelante cada vez que este contigo cogiendo y solo cogiendo… dime que soy tu perra, y no sabes como me mojo si me dices PUTA, es una palabra que me pone mucho… (A veces y solo a veces las mujeres nos queremos sentir como unas verdaderas putas me confeso)
Así lo hare mamita linda…
Llegamos a la hacienda, como si nada hubiera pasado, uno de los hijos de Adén corrió al vernos llegar y le comento… mama, mama, ya llegaron las maletas “ya tenemos ropa”…
¿Qué ropa traería mi prima para sus vacaciones?
Ya dentro de la casa nos esperaban para comer.
Andrés me pregunto que como había estado el paseo?
Y yo le conteste tu mujer es muy buena “sabe montar muy bien” me sorprende que dices que no sabe montar, si lo hace tan bien.
(Todo esto en doble sentido) y le dirigí una mirada de complicidad a mi prima…
Eso era lo que a partir de hoy seria lo nuestro… unos cómplices sexuales…
Este es el segundo día con la familia de mi primo, más bien (con mi prima, su mujer)

La morbosa esposa de mi primo 3

Se abalanzó directamente hacia mi verga, se puso de rodillas y al momento que habría la boca, poso su mirada fijamente en mi… (Me comenzó a lamer lentamente y comenzó a hacer pequeños gemiditos).
(la continuacion corta de la parte 2, osea del mismo dia).

Eran aproximadamente las 9:00 de la noche…

Después de comer me fui a la ducha (solo hay un baño completo y esta en el corredor de las habitaciones los demás cuartos solo tienen baño normal) no podía quitarme de la mente las nalgotas de mi prima, termine de bañarme y solo me amarre una toalla en la cintura, al salir me encontré en el pasillo a Adén ella iba rumbo a su habitación…

Al verme se acerco e inmediatamente me agarro la verga y me beso… que manera de mover la lengua. Mi verga reacciono inmediatamente.

Que te pasa Adén? Le pregunte sin convicción.

Estas loca ¡ y si vine alguien?

No te preocupes primito, todos están en la sala allá abajo, tu mujer acaba de poner una película y todos están viéndola, solo vine a ducharme y a cambiarme de ropa, pero como te encontré vamos a provechar el tiempo… al momento levantaba mi toalla y se inclinaba hacia mi… (Parece que ya se había desinhibido totalmente y pensaba cumplir todas sus fantasías conmigo)

Mira nada más que tenemos aquí, así que esta es la verga que me voy a comer, (todo eso se lo dijo a mi verga como si hablara con ella) al momento que dijo eso abrió la boca y se fue directo hacia mi pito.

Hay que rica sensación, casi me desmayo por el golpe de temperaturas y la humedad de su boca.

Como la chupaba de verdad era experta como me había dicho Andrés, dios que golfa. Como me la mamaba.

De pronto escuchamos que alguien subía las escaleras, rápidamente se aparto de mi, dejándome una erección a punto de estallar…

-Mama dice mi papa que si ya te vas a bañar? Era uno de sus pequeños…

- si mi amor dile que nada mas me baño y bajo a acompañarlos.

Inmediatamente me fui hacia mi habitación a cambiarme… me puse un short con playera y unas sandalias quería estar cómodo… (Ja, já)

Baje hacia la sala y en efecto todos estaban concentrados en la película (era la de avatar)…

Listo estoy como nuevo hable en vos alta, algunos me observaron sin decir nada… (Mi mujer parece se había quedado dormida)…

Los sillones estaban todos ocupados, así es que busque una silla me puse detrás del sillón principal… (En el que estaba mi primo con sus 2 hijos)

De repente como a los 10 minutos bajo Adén. Se veía espectacular traía el cabello húmedo suelto, un short bastante corto y pegado y una camisa algo grande, (seguro era de Andrés).

¡Hola! que rico baño comento, ya me hacia falta…

Andrés.- que bien amor, ven acomódate aquí…

Adén.- creo que no voy a caber, los voy a aplastar…mejor me traigo una silla y me acomodo aquí junto a Toni, (se escuchaba tan natural).

Ella fue directo a la cocina a buscar otra silla, regreso y se sentó junto a mi… pasaron algunos minutos…

y de repente siento que su mano me empieza a acariciar la verga… la miro de reojo, ella esta concentrada en la película ni siquiera me voltea a ver.

¡Dios! Ya metió su mano dentro de mi short, me esta masturbando a toda regla…

Oye amor no quieres unas palomitas?... se acerca por detrás del cuello de mi primo y le pregunta… (Seguía masturbándome)

Si amor ya se me antojaron, pero no puedo ayudarte tengo los niños en mi regazo y parece están dormitando… además creo que Isabel ya esta profundamente dormida…

¡No te preocupes amor! que me diga Toni donde están y yo las preparo….

Dejo de masturbarme y Saco su mano de mi pito, casi me hace acabar…

¡Bueno voy a la cocina!

¿Toni donde están las palomitas?... se dirigió hacia mi

Están en la alacena…. Respondí casi sin aliento.

Se fue a la cocina… moviendo esas ricas nalgotas, (sabia que la estaba viendo)

Al minuto regreso…

Oye Toni, podrías venir a decirme donde están no las encuentro?

Si ahorita voy conteste, (sin entusiasmo).

Ella se adelanto… a los pocos segundos me levante y le dije a mi primo, yo le ayudo a hacer las palomitas… anda ve primo, solo no se tarden…

Al llegar a la cocina casi me desmayo…

Se había quitado todo… solo se quedo con una micro-micro tanga, que nada mas le cubría la vagina por que incluso se le veía la línea vertical de vello púbico… ¡que sexy estaba!

Te estaba esperando papito…

Anda vamos a coger que estoy calientísima, quieres que te la chupe primero?

Estas bien loca… pero que caliente me pones conteste…

Se acercó y de un tirón, me bajo el short, mi pito ya estaba a reventar…

-lo sabia no tenias calzones?

Anda apúrate y chúpame la verga, estoy que me vengo le dije…

Se abalanzó directamente hacia mi verga, se puso de rodillas y al momento que habría la boca, poso su mirada fijamente en mi… (Me comenzó a lamer lentamente y comenzó a hacer pequeños gemiditos)

¡Dios!

Te gusta primito?, te gusta que te la mame? Dime si te gusta papito?

Ahhhhhhhh respondí…

Inmediatamente se metió toda mi verga, casi se me doblaban las piernas… (Eso lo hizo solo dos veces)

Se la saco y me dijo… “hay papito esta muy rico pero van a sospechar”

Donde están las palomitas?

Ahorita te las doy… tu prende el microondas para ganar tiempo le dije… (Yo con mi verga bien parada, y ella tan solo en tanga moviéndonos por la cocina)

Se escucho el típico “pip” que hacen los hornos del micro, abrimos 2 bolsas de palomitas y Adén metió una bolsa… (Yo ya quería meterle, pero el pene a ella).

Bueno primito en lo que se hacen esas palomitas, ahora si dame esa vergota…

Me coloque detrás de ella le baje solo un poco el tanga, (a media pierna)…

Ahí te va primita… se la metí de un solo golpe. Sus nalgotas rebotan contra mi vientre… plaf, plaf, ahhhhhhhh primito jodeme, cógeme cógeme, méteme ti pitote papacito…. me tuve que agarrar de sus chichotas… (Las palomitas tronaban y tronaban dentro del micro.)

(Nos dimos cuenta que las palomitas dejaban de tronar poco apoco, ya solo restaban 10 segundos) ya solo 10 metiditas de verga dame.... me dijo.

4,3,2,1… pip,pip se escucho detenerse el horno. Me despegue unos instantes de ella…

Aprovéchate papito, tenemos otros 3 minutos para que esto acabe…

Adén metió la otra bolsa y comencé a cogérmela de nuevo, esta vez seria el final… (Por hoy).

Ahora si me agarre de su gran culo y le empecé a dar sin contemplación sus tetas botaban por todos lados, aahhhh que rico me coges… eres una puta mamita, que cuerpo de zorra tienes, eres una diosa…

Vente primito, échame tus moquitos papito…. Soy tu puta soy lo que quieras, pero no me saques la verga…

Ohhhhhhhh Adén me vengoooooooo….

No me la saques papitoooooooo… casi acababan de tronar las palomitas al mismo tiempo.

¡Ahhhhhhhh que rico!, el semen le escurría en la entrepierna, mientras yo me recuperaba a un lado….

Se limpio con una servilletas, nos acomodamos las ropas, agarro las palomitas, me dio una bolsa, y ella tomo la otra, me dio un buen beso y salimos…

Amor aquí están las palomitas…

Ah si, amor pero los niños ya están durmiendo…vamos a ver un rato la película y vámonos a descansar….

Vimos unos minutos más la película y todos nos fuimos a dormir…

Había sido un día largo y lleno de satisfacciones… (2 COGIDAS EN UN SOLO DIA UFFFFFFF)

Que sorpresas mas morbosas me tendrá preparadas mi primita…

Esperen la continuación.


La morbosa esposa de mi primo 4

-hay si, cógeme primito, cógeme no sabes cuanto te extrañe…. Dame, dame duro como la perra que soy, me vestí así de puta para ti…
Habían pasado 2 días desde la llegada de mi primo y su familia….

Después del encuentro en el campo, y en la cocina quede totalmente debilitado sin energías.

No lo podía creer era un verdadero sueño el que estaba viviendo….

Así con esos pensamientos me quede totalmente dormido.

A la mañana siguiente escuche demasiado ruido en el jardín los niños corrían y gritaban por doquier, voltee a mi lado y mi esposa ya no estaba….

De repente la puerta de mi habitación se abrió y oh sorpresa era Adén con su misma ropa de ayer igual de sugerente…

-hola buenos días (y se fue acercando sigilosamente hacia mi…)

-Como amaneciste?

Bien gracias, oye primita no deberías de estar aquí…

-tranquilo tu mujer y los niños andan en el jardín y Andrés esta todavía durmiendo…

- y esto como despertó? (al momento me tomaba el pene por sobre las cobijas)

(Por supuesto tenia la típica erección matutina)

(Este juego peligroso me empezaba a gustar en demasía, es demasiado excitante poder ser atrapado en cualquier momento).

Muy bien, Si quieres compruébalo tu misma, (la rete).

-Tú así lo quisiste papacito…

(Me quito completamente las cobijas y mi pene hacia presión hacia el bóxer parte por la excitación del momento, parte por mi erección natural, estaba a reventar.)

Rápidamente se tendió sobre la cama y se abalanzo sobre mi pene y lo saco por la abertura del bóxer…

-como despertaste cabezón?…

(Le estaba hablando a mi pito (que excitante) , y parecía que le entendía por que pegaba unos brincos de miedo.)

-me extrañaste? Por que mis nalgotas si te extrañaron… (Paso sus dos manos hacia atrás y cada una agarro indecentemente esas nalgotas)

-pobrecito parece que tienes temperatura, estas muy caliente. (Acerco mi verga a su frente)

-voy a ver que puedo hacer, ahorita mismo te bajo la calentura….

De repente ¡zas!, un lengüetazo en la punta de mi verga, y otro lengüetazo por el tronco…. Casi me desmayo de placer.

Empezó a chuparme de una forma más que rica, yo solamente veía entrar y salir mi pito de su húmeda boca….

Ohhhhhhhh Adén detente por favor….

Se la saco de la boca solo para decirme, “yo ya hice un trato con esta verga de bajarle la calentura, así es que no voy a parar hasta que eso pase”

Y se volvió a meter mi verga….

A los lejos escuché que alguien venia subiendo las escaleras…

Adén detente, alguien viene…

Paro en seco y trato de escuchar….

En la madre, ¡si! alguien sube las escaleras….

Se levanto como de rayo y se fue justo tras la puerta…

Yo me tape las cobijas como pude...

A los segundos Isabel mi mujer abría la puerta…

Solo asomo la cabeza y me dijo párate ya flojonazo, ya es tarde recuerda que hoy es tu salida hacia la capital quedaste con el capataz de llevarlo a comprar los químicos para las vacunas del ganado….

(Demonios, completamente lo había olvidado, no puede ser tan mala mi suerte).

Si amor no te preocupes enseguida tomo un baño y salimos a la capital, dile al capataz que prepare la camioneta y se asegure todo en 1 hora salimos….

-ok, apúrate o se te hace tarde.

(Maldición son mínimo 4 días en la capital, entre transporte y comprar los químicos.)

Al cerrar la puerta Adén casi se desmaya (jajá).

-Oye no me digas que te vas…, como?

-Si, quede hace tiempo con el capataz y pues tendré que ir…

-no puede ser, y me vas a dejar aquí solita? (Se fue acercando hacia mí)

-solo son algunos días, 4 para ser exactos…

-bueno creo que esperare mientras tanto, déjame darle su despedida a esa rica verga…

(Me levante de la cama como un resorte y así con el bóxer en los pies, mi verga ya estaba morcillona…)

-Pues acércate y chúpamela, que a esta no la vas a ver algunos días…

-me canso papacito…. (Se arrodillo ante mí y rápidamente comenzó a mamar,)

-glup glup glup….

-ahhhhhhhh, ahhhhhh….

-te gusta papi?

Te voy a extrañar, no sabes la ropa que traje para mis vacaciones, traigo unas tanguitas y unos conjuntos de lencería que te vas a volver loco, además de un par de disfraces que ya quiero que me los veas puestos. Te dije que ya lo había planeado todo, y por supuesto venia muy preparada.

(Todo esto era música para mis oídos…)

-ohhhhhhhhhhhh Adén detente que me vengo….

Explote en su boca pero ella no dejo de succionar mi pito.

-ummm que rica lechita, a tu primo no le gusta que me la coma, dice que le da asco, en cambio a ti parece que te ha encantado, mírate sigues empalmado…

(En efecto, Isabel, mi mujer nunca se había querido tragar mi semen, incluso a veces no le apetecía el sexo oral, y ahora con Adén me sentía en los cielos…)

-Que guarilla y putita eres…

-soy tu puta, y lo sabes…

-Muy bien ahora sal, no estaría bien que alguien te encontrara aquí…

(Se fue directamente hacia la puerta meneando ese culote)

-ahhhhh por cierto estas nalgas (al momento que se bajaba un poco el short) te van a estar esperando… jajá….

(Partimos el capataz y yo sin contratiempos, llegamos a la capital y ya quería regresarme, así pasaron poco a poco los días, no aguantaba las horas me la pasaba imaginando esas terribles nalgotas y lo ultimo que Adén me dijo “traigo un par de disfraces”… retumbaba en mi cabeza

Y por fin llego el día de regresar…. Llegamos cerca de las 12 ya todos dormían, solo mi mujer me recibió...

-Que bueno que ya llegaron, te tengo algunas cosas que contar…

(Ya en nuestra cama)

-amor te acuerdas de mi abuela clarita?…. (si, si me acordaba la familia de mi mujer vive en otro estado un poco lejos)

- Estos días que te fuiste me dijeron que estaba muy mal, y hoy me hablaron y me comentaron que ya falleció...

-quiero decirte que mañana salgo para alla mi mama esta destrozada… y pues me voy unas semanas… mañana al medio día salgo, claro si no tienes inconveniente? (Por supuesto conteste que no…)

-Y como se portaron nuestros invitados? Le pregunte…

-muy bien, pero Adén…

-Adén es una buena muchacha, pero es un poco atrevida, no sabes como se les cae la baba a los trabajadores, se viste muy ajustado y con minifaldas… pero bueno creo que ella es muy jovial.

-mujer no te preocupes si su esposo no le dice nada, tal vez no deberíamos de meternos…

(Ya me daban tantas ganas de verla, que hasta tuve una erección… y con mi esposa, hicimos el amor, pero yo no quise terminar quería estar cargado para mi “primita”)… y así me quede dormido pensando en Adén.

A la mañana siguiente me desperté un poco tarde, baje el desayuno estaba servido pero no vi a nadie de la familia de mi primo…

-fueron a comprar cosas al mercado, no creo que tarden me comento mi esposa.

Empezamos a desayunar y como a la media hora aparecieron los niños después mi primo y por ultimo Adén wuaaaoooooo que espectacular y atrevida estaba…

Se había puesto una minifalda corta con unas mallas rojas con rallas, unas sandalias con tacón una blusita azul con escote y en el cabello dos coletas, me empezó a punzar la verga…

-Hola que gusto que hayas llegado ya… me comento Andrés

-hola me dijo Adén, ya te extrañábamos (sonó mas a doble sentido)

Bueno yo los dejo desayunar, voy a ver si no hace falta nada en la hacienda…

Me fui hacia los establos y a la hora apareció mi prima….

-Toni, Toni andas por ahí?

-si aquí estoy…

-hay papi como te extrañe ven bésame, (nos metimos un morreo de miedo)

-te tengo muchas ganas primita, quiero cogerte ya…

-Pues anda papi cógeme, pero antes dime una cosa, te gusta como me vestí? Me arregle especialmente para ti… (Al momento se quedaba solo con su tanga, las sandalias, y las mallas)

-estas divina, que cuerpo de puta tienes… déjame tomarte una foto…. (Y esta de aquí abajo es la que tome…)

-papi después me podrás tomar las fotos que quieras, ahora cógeme…

Rápidamente le baje la tanguita, la acomode en la pared y me la empecé a coger, que perfectos globos de carne tenia por nalgas…

-hay si, cógeme primito, cógeme no sabes cuanto te extrañe…. Dame, dame duro como la perra que soy, me vestí así de puta para ti…

-Adén no sabes la sorpresa que te espera, te voy a dar un notición…. Vamos a tener mucho tiempo sin preocuparnos por mi esposa….

-cual es esa noticia? Primito…

-espérate en cualquier momento te vas a enterar, seguro te va a encantar…

-ahora no te desconcentres y vamos a seguir cogiendoooooooooo….

(Parecíamos perros lujuriosos, ya no sabia de donde agarrarme, de su cinturita, sus tetotas o de su culote…)

-Adén mamita, de donde me agarro?

-agárrate de donde quieras pero métemelaaaaaa ahhhhh si,si,si……

-primito, papacito cógeme ahora como perrita… ponme a cuatro patas y dame duro…

-me acomode detrás de ella, y se la meti de golpe, se perdía mi pito en medio de esas perfectas nalgas, y ahí en medio del establo me la cogía con todo….

-plaf, plaf, plaf , plaf, sonaba ese culazo contra mi vientre…. Sentí desfallecer… de placer.

-primita voy a venirme, quiero ver como te los tragas…

-hummmmmmmm si papi como tu quieras.

(Al momento que nos despegamos y procedía a engullirse mi verga… sonó su teléfono celular…)

-hola?

-amor en donde estas?, ya te busque por toda la casa y no apareces?

-estoy aquí en los establos, con Toni…. Me esta enseñando el ganado… es mas me va a dar lechita recién salida….

-¿Cómo que lechita recién salida?…

-si, es mas, ahorita mismo estoy ordeñando una poca, a ver si logro sacar la leche…. Espérame un poquito no me vayas a colgar…

(Me comenzó a hacer una paja, a toda velocidad…. Sin pensarlo se metió de golpe mi pito a su boca y empezó a succionar…)

-amor, amor, que son esos ruidos?

-glup, glup, glup, estoy chupando la lechita directamente de la vaca, de su ubre tu crees?, lo que pasa es que no se me dejo ordeñar….

-jaja, como crees amor, que graciosa te has de ver chupando directamente de la ubre, jajaja… ya me contara Toni, si de verdad te atreviste a hacerlo… jajaja que ocurrente eres no me lo imagino….

-glup, glup, glup, glup,

(Ya no pude soportar las chupadas y mucho menos la conversación entre ellos y me deje venir como loco…)

-amor ya viene la lechita, me la voy a tomar todita….

-si mi amor, tómatela no desperdicies nada… jaja que ocurrente mi mujer, mira que tomar la leche directamente de la ubre de una vaca, es una pasada…. ja

(Prácticamente se bebió todo mi semen)

-huy amor que rica que esta la leche, ya me la bebí todita… (Le contesto a su marido mirándome directamente a los ojos)

-Andrés, amor me dejas limpiarla bien? No quiero que quede ningún resto de nada…

-chup, chup, chup, (solo se oían puros lengüetazos para mi verga, era tanto placer que me gano la risa…)

-Por que se ríe Toni? Bueno, cualquiera se reiría ante tal situación… que “ocurrente”

-Adén amor pásame a mi primo su mujer lo necesita, dice que nos quiere ver por que ya se va…

-si? Que paso Andrés?

-ya vengan hacia la casa?

-bueno vamos para allá… (Adén se vistió sumamente rápido, y yo me adelante le dije que se lavara la cara estaba muy roja)

(Mi mujer les platico lo sucedido, y la fui a dejar a la terminal ella insistió en llevarse a mi madre y a mi hija, quedándome solo con el niño (para que no te de lata) y se fue, no sin antes encargarme a los invitados, de atenderlos etc.)

Ese día no hubo para más con mi primita puta, ya que regrese muy tarde de la terminal, pero mañana, mañana seguramente será un estupendo día… por mi parte estaría del todo libre….
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Relato Erótico : Mujer infiel con su jefe

Mi jefe me anima a que seamos amantes y sellamos la idea mamándosela en su coche. Primera infidelidad (oral)... con mi jefecito.

Me llamo Ingrid, tengo 45 años, tengo un hijo (le llamaré Toño, no es su nombre real) y soy divorciada hace ya muchos años. Salgo con alguien hace poco más de cuatro meses y desde hace unas semanas mientras estábamos calentando motores con un rico faje, empezó a preguntarme sobre algunas experiencias mías; que si había cogido con algún compañero del trabajo, que si había cogido con algún jefe, que si las había dado para conseguir algún contrato –tengo un negocio de organización de eventos para empresas, aunque ocasionalmente doy servicio a particulares- que si era muy cogelona en la prepa o en la universidad, que si le fui infiel a mi ex esposo…en fin. A partir de esa ocasión casi siempre me hace preguntas o me dice que le cuente alguna experiencia –se caliente un chingo- así que decidí escribirlas y publicarlas; de hecho supe de la página por él. Espero se calienten, especialmente tú, mi cabroncito. Espero les gusten.

Relato Erótico : Mujer infiel con su jefe

Relato Erótico : Mujer infiel con su jefe

Los últimos meses de mi matrimonio –ya habiendo decidido el divorcio- vivíamos en la misma casa, pero ya cada quien en su recámara; evidentemente eso nos dio mucha libertad a ambos para comenzar a salir con otras personas. Yo no quería una relación, de hecho tardé un par de años en tenerla, pero sí quería salir y pasarla rico; la verdad es que mi aún esposo tenía como dos años que no me tocaba, por eso y porque le descubrí una infidelidad, es que yo le fui infiel. Pero contaré eso en otra ocasión; por ahora les contaré la primera vez que fui infiel con mi jefe de aquel entonces. Trabajé en dos empresas que organizaban eventos, antes de independizarme y abrir mi propio negocio; esta experiencia es de cuando trabajé en la primera de ellas.

Por más que me esforcé para mantenerme atractiva después de haber sido mamá (a los 25 años), mi esposo (Carlos) nunca me hizo caso como cuando éramos novios y recién casados; después de nacer nuestro hijo, sólo ocasionalmente teníamos relaciones. Eso me deprimió y me descuidé mucho, subí muchísimo de peso, hasta que una amiga me convenció de empezar a cuidarme de nuevo, a quererme; y así, con dietas y mucho ejercicio, logré ser atractiva otra vez. Poco a poco, comencé a darme cuenta de que no le era indiferente a otros hombres, uno de ellos era mi nuevo jefe en la empresa. Como ya me sentía segura de mi y de mi cuerpo de nuevo, empecé a usar ropa que mostrara mis atributos; caderas un poco anchas, pompis paraditas y un buen par de bubis. Mi jefe (Raúl) comenzó a verme con mayor insistencia y a piropearme todo el tiempo; con cualquier pretexto me llamaba a su oficina, me decía que me quedara horas de más para revisar eventos, logística…y me llevaba constantemente a supervisarlos o a hacer visitas de inspección. Yo poco a poco llevaba ropa que mostrara un poquito más; falda corta o pegadita pero con abertura alta, blusitas pegaditas o con escote, blusas con un botón abierto de más, en fin, ya saben. Me encantaba provocarlo.

Un día decidí ir un poco más coqueta que de costumbre y me puse una falda larga blanca pegadita y medio transparente, obvio un calzoncito pequeño y una blusa blanca también, dejando algunos botones abiertos, dejando ver mis atributos. Ya que no tenía coche, me iba en taxi al trabajo y el chofer no dejaba de echarme ojo al escote por el retrovisor; yo disimuladamente abría más la blusa para deleitarlo. Eso empezó a calentarme y ponerme en el mood adecuado para provocar a mi jefecito en el trabajo.

En la oficina éramos dos chavas (Caro y Andy) que eran asistentes, tres gerentes (Jorge, Roberto y yo) y el director, Raúl, que lo había puesto la dueña. Todo el día sentí la mirada de los hombres y las chaves me decían: “Te pasas, Ingrid; se te ve todo!” “Se quedan todos pendejos viéndote jajaja” “Te co…men con la mirada!”. Yo me hacía la sorprendida, como que no me hubiera dado cuenta de que se me transparentaba la ropa, ni de las miradas de Jorge, Roberto y Raúl. En la tarde, casi para salir, mi jefe me llamó a su oficina para revisar la logística de un evento. Entré a su oficina y en la mesa de trabajo –a lado de su escritorio- estaban los planos del salón y el material para trabajar en la planeación de la logística, por la forma en que todo estaba acomodado enseguida entendí que lo que quería era que le diera la espalda a su escritorio, así que me incliné para revisar el material y dejar que disfrutara viéndome las nalgas, viendo cómo se transparentaba mi ropa interior. Sentí cómo su mirada se clavaba en mis nalgas y cuando vino a revisar conmigo el evento, sus ojos no se apartaban de mi escote.

Cuando acabamos de preparar el evento de ese fin de semana, me preguntó que si podía invitarme a cenar y luego me llevaría a casa; le respondí que sí, que sólo debía avisar a la niñera.

Raúl – No se enoja tu marido?

Yo – (Sonreí) No, no creo que le importe nada de lo que haga –casi pude sentir cómo se calentaba al ver lo disponible de su directora de logística-.

Raúl – Pues avisa y nos vamos.

Toda la cena fue puro coqueteo e insinuaciones cada vez más directas; desde un “hoy sí me dejaste sin aliento, buenos a todos en la oficina”, “cuando vayamos a ver clientes repite ese atuendo, o uno parecido, eh”, “cuándo nos damos una escapada para darnos una buena divertida”, “tú eres entrada, plato principal y postre, Ingrid”, “nada más te veo y palpito”, hasta llegar al “estás como para un affair”. Me dijo que cada vez le atraía más y que no sabía si se iba a aguantar mucho tiempo o cuando fuéramos de viaje a algún evento: “eres mucha tentación, Ingrid”. Cuando le dije que ya mi matrimonio estaba muy mal y que hacía meses que no tenía relaciones con mi esposo, incrementó su propuesta del affair y lo bien que la pasaríamos.

Raúl - Yo sí te voy a atender como se debe, Ingrid.

Yo – A poco tienes para las dos?

Raúl – Separadas y juntas.

Yo – Jajaja, ay, sí.

Raúl – Lo comprobamos?

Yo – Eres tremendo!

Raúl – Ya verás qué tan tremendo; no estás como para dejarte ir viva.

Yo – En serio? Y qué te gusta de mi?

Raúl – Todo.

Yo – Dime.

Raúl – Me la pones dura, Ingrid…está difícil escoger…tienes una mirada muy cachonda, tus labios se me antojan un chingo y ni qué decir de tu trasero, está bien rico…y tus -señaló mis tetas con su mirada- se ven deliciosas; siempre saltan a la vista.

Yo – Ah, sí?

Raúl – Sí sientes cómo te comen con los ojos, no?

Yo – Ay, en serio?

Raúl – Cuando vamos a eventos, te encueran con la mirada, sobre todo últimamente.

Yo – Por qué “últimamente”?

Raúl – Te has puesto mejor que antes.

Yo – Qué rico, no?

Raúl – Eres canija, Ingrid.

Yo – Ya que no la paso bien en mi matrimonio, me voy a divertir fuera de él, como yo quiera, cuando y con quien yo quiera.

Raúl – Eres cabrona, mis respetos.

Ya en el camino a mi casa, Raúl volvió al tema del affair.

Raúl – Entonces qué, nos lo aventamos, Ingrid?

Yo – Qué?

Raúl – No te hagas…a poco no se te antoja? –me agarró la pierna-.

Yo – Se me antojan muchas cosas, de cuál de ellas hablas?

Raúl – Vamos a divertirnos rico.

Yo – Amantes? O sólo me quieres llevar a la cama hoy?

Raúl – Amantes, cómo sólo hoy?

Yo – Y tu esposa?

Raúl – En casita, igual que tu marido –me acarició la pierna, subiendo un poco su mano; eso me calentó muchísimo-.

Yo – Entonces quieres cogerme muchas veces? –me desabotoné un poco más la blusa-.

Raúl – Un chingo, Ingrid.

Yo – Será? –le acaricié el paquete; estaba durísimo-. A ver si es cierto, eh.

Raúl – Cómo no? Si estás deliciosa! –empecé a jalársela sobre el pantalón-.

Yo – Ah, sí? A ver, cuéntame.

Raúl – Te digo por qué estás rica?

Yo – M-hm…quiero saber por qué me quieres llevar a la cama –su paquete se endurecía cada vez más-.

Raúl – Tienes una mirada muy sexy, cachonda…se ve que eres una fiera en la cama…tienes un culo delicioso, te ha caído muy bien el ejercicio…y unas tetas de campeonato…no sé cómo tu esposo no te coge todas las noches.

Yo – Tiene con quién quitarse las ganas…qué se te antoja ahorita, eh? –le pregunté mientras se la jalaba sobre el pantalón, yo moría por meterle la mano y tocársela, mamársela-.

Raúl – Tú qué crees? –entonces le abrí el pantalón, metí la mano y se la saqué-.

Yo – Uy, qué rica!! Quieres que te la mame?

Raúl – Muero porque lo hagas, Ingrid –me incliné y se la lamí, tenía líquido preseminal en la puntita…lo lamí también, después empecé a mamársela-.

Yo - Mmmmmmm…mmmmmm…mmmmmmmm…-él enseguida me acarició las nalgas, me desabotonó la falda, bajó el cierre y me las agarró delicioso; después de unos minutos metió la mano debajo de mi calzoncito-.

Raúl – Ay, no jodas, Ingrid…que rico me la mamas.

Yo – Mmmmmmm…mmmmmmmm…mmmmm…te gusta? Te gusta cómo te la mama tu directora de logística? Mmmmmmmm…mmmmmm…mmmmmm

Raúl – Uy, sí, y está re buena, la canija –me agarró fuerte las nalgas- que rico tener una directora así?

Yo – Así, cómo? Mmmmmmm…mmmmmm…mmmmmmmmmm…-sentí cómo el coche se detenía, supuse se había parado en alguna calle oscura en el camino-.

Raúl – Así de caliente como tú, Ingrid…vamos a un hotel, quiero cogerte ya.

Yo – No, hoy no…llévame después del evento –lo masturbaba- para que me cojas rico...mucho…

Raúl – Mmmm…sí, quiero metértela!

Yo – Quiero que me la metas bien rico…hace mucho que no me dan una buena cogida.

Raúl – Te la voy a dar, Ingrid! –su verga palpitaba ya-.

Yo – Se me antoja tenerla adentro…quiero que me cojas como una puta –le susurré-

Raúl – Ay, sí…ay, no mames… -se vino en mi mano aunque salpicó un poco su coche; le embarré la verga con su semen mientras se la jalaba otro poquito- puta madre, me calentaste un chingo.

Yo – Qué rico…así quiero que me calientas tú, eh –me incliné y le di un par de mamaditas más-.

Raúl – Déjame tu calzón, Ingrid –me dijo mientras se vestía-.

Yo – Qué??!! Por qué??!!

Raúl –Recuerdo…y para jalármela oliendo tu panochita.

Yo – Jajajaja...quieres que llegue sin ropa interior a mi casa?

Raúl – No creo que le importe a tu esposo, no?

Yo – Eres un cabrón pervertido –le dije mientras me quitaba mi panty, en ese momento me di cuenta de que estábamos a una cuadra de mi casa- no la friegues, Raúl, cómo te paras aquí???

Raúl – No te preocupes, no ha pasado nadie.

Yo – Hay que ser discretos, no la amueles! Por cierto, dos condiciones; que no se entere nadie de la oficina y nada de celos ni esas tonterías, eh. Cada quien hace de su vida un papalote; tú te coges a quien quieras y yo también. Estamos?

Raúl – Las cartas sobre la mesa…me parece muy bien. Entonces nos damos una escapada después del evento?

Yo – Claro. Aquí te dejo lo que me pediste.

Cuando entré a la casa mi esposo tenía unos minutos de haber llegado, estaba en la cocina tomando algo, lo saludé mientras me servía un vaso con agua y mientras salía de la cocina, me dijo:

Carlos - Así te fuiste a la oficina? Sin ropa interior?

Yo – Qué raro que lo hayas notado. Buenas noches.

Carlos – Te ves muy bien…se te ve muy bien…todo –sentí su mirada en mis nalgas-.

En cuanto llegué al cuarto le mandé un mensaje a Raúl:

Yo - “Estoy muy hot” –para mi sorpresa me respondió-.

Raúl – “Yo también; mientras te veía caminar a tu casa olí tu panty…se me volvió a poner dura”.

Yo – “En serio?”

Raúl – “Sí. Muero de ganas de probarte la panochita”.

Yo – “Qué rico!” –comencé a desvestirme-.

Raúl – “Así que estás hot?”

Yo – “Sí, me dejaste muy inquieta”.

Raúl – “Y qué vas a hacer para quitarte esa calentura?”

Yo – “Pues…solita.”

Raúl – “Por qué no te coges a tu marida; que vea lo que ya no se va a comer.”

Yo – “Qué cruel eres jajajaja.”

Raúl – “No se te antoja?”

Yo – “Hace mucho que no lo hacemos”.

Raúl – “Provócalo, no se va a resistir.”

Yo – “Ok…mañana te cuento.”
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Relato Erótico : La primera vez que le es infiel a su esposo

Relato Erótico : La primera vez que le es infiel a su esposo

Soy Erika, una mujer divorciada que actualmente tiene 35 años, y cuando lo que te voy a contar sucedió, llevaba casada 6 años con Daniel, mi novio de la facultad. Solamente teníamos un niño de casi un año. Cuando nos casamos compramos un departamento en una zona cercana a la universidad donde él y yo habíamos estudiado, era una zona muy tranquila y con muchas zonas verdes, la verdad es que el sitio nos encantó desde la primera vez que lo vimos, y no lo pensamos, nos lo quedamos.
Estábamos rodeados de buenos vecinos, y la convivencia hasta hacia poco, había sido fenomenal, la mayoría teníamos hijos pequeños, y habíamos hecho amistad con varios de ellos. Cuando decía “hasta hacia poco”, estamos hablando del mes de Julio, en esa fecha empezaron nuestros problemas, el vecino que vivía justo arriba de nosotros, fue trasladado por su empresa a otra ciudad y puso el departamento a la venta, con eso de la crisis inmobiliaria no pudo venderlo y optó por dejar que una agencia lo alquilara.
Esa agencia se lo alquiló a tres estudiantes de derecho que empezaban la universidad en agosto, y ahí fue cuando empezaron nuestros problemas, todos los jueves hacían grandes fiestas en casa, vivían justo arriba, y la música se escuchaba como si estuvieran en nuestra habitación. Normalmente solían ser reuniones de amigos con la música y hablando en voz alta, pero esa noche era casi imposible pegar ojo así que tras mucho tiempo intentando dormir, opté por llamar a la policía.
Después de llamar tres veces, apareció una patrulla de la policía municipal, eran casi la una de la madrugada y en el departamento de arriba no había parado la fiesta, mi hijo pequeño, de casi un año, no había dejado de llorar desde que esa cuadrilla de impresentables lo habían despertado, y mi marido seguía roncando como si nada.
Tras varias llamadas se presentaron, los escuché llamar al timbre y hablar con los chicos, parecía ser que reconocían que habían hablado un pelín fuerte y prometían a los oficiales que no iba a volver a suceder, tras diez minutos de charla, la pareja de uniformados abandonaron el portal y la cosa quedó en calma.
Después de un rato intentando dormir a Danny, lo conseguí y la tranquilidad volvió a reinar, mientras mi marido Daniel continuaba roncando como si nada, ajeno al ruido de discoteca que habíamos tenido encima.
No había pasado ni media hora cuando los llantos de Danny me volvieron a despertar, por lo visto, la fiesta de arriba se había reanudado y el ruido volvía a ser atronador. En esta ocasión hice que Daniel se despertara.
-Esos chicos de arriba han vuelto a despertar a Danny, ¡ya estoy harta!, intenta tu dormirlo, que yo voy a subir, son más de las 2 de la madrugada y estos cabrones se van a enterar-
Mi pijama era solo un pantalón corto con un top de raso, así que me puse una bata y subí como alma que lleva el diablo, ya frente a la puerta se podía escuchar el jaleo ensordecedor del interior, la verdad es que me extrañaba que el resto de vecinos no estuvieran llamando también. Tras tocar varias veces el timbre, alguien abrió y desapareció, el departamento era exactamente igual al nuestro así que me decidí a entrar.
Había un pequeño recibidor, y a mano izquierda estaba la cocina y dentro había una pareja hablando el uno frente al otro, parecían enfadados e imaginé que era la típica pelea de adolescentes agravada por las copas de más, seguidamente miré a mi izquierda y allí había un salón igual al mío pero sin apenas muebles. Allí tenían montada la discoteca ya que había unos 15 o 20 chicos y chicas bailando y charlando, habían puesto una cadena musical vieja y las luces las habían tapado con telas de colores, por lo que se me hacía difícil ver algo en un principio.
Tras unos segundos en el recibidor, fijé la vista en uno de los chicos que parecían de los menos ebrios, y le pregunté.
-¿Quién es el que tiene alquilado el departamento?-
El chico se me quedó mirando con cara de incredulidad, me miró de arriba abajo intentando adivinar que hacia una mujer con bata en mitad de una fiesta adolescente y tras unos segundos de lapsus, pareció que se le iluminó la mente.
-Ah Ángel!-
Tras despertar de su letargo hizo el típico gesto de “no tengo ni puta idea” y continuó a lo suyo dándose media vuelta. Yo no estaba dispuesta a que me tiraran de a loca, y volví al ataque.
-¿Dónde está Ángel?-
-¡No tengo ni idea!, ¡me imagino que andará por ahí dentro!-
Señaló hacia la zona donde se encuentran las habitaciones. Nada más terminar de escuchar sus palabras salí del salón y me dirigí hacia las habitaciones, de camino por el pasillo, estaba la puerta del baño abierta y me acerqué a preguntar, dentro había tres chicos, dos chicos y una chica que estaban preparando sendas rayas de lo que fuera encima de la taza del WC.
-¿Alguno de ustedes es Ángel?-
Los chicos se dieron la vuelta y me miraron mitad con sorpresa y mitad con miedo, una desconocida con bata y pantuflas estaba ante ellos viendo cómo se preparaban una raya, me sentí un poco mayor al sentirme escandalizada al ver a la chica que apenas llegaría a la mayoría de edad, era una situación un tanto incomoda y enseguida uno de ellos contestó.
-Anda por una de las habitaciones, no me digas cual, porque no la se
Habían convertido el piso en una discoteca y lo malo era que debajo vivía mi familia, conforme pasaban los segundos y no encontraba al responsable se me iba hinchando más y más la vena por el coraje que tenía.
Abrí dos de las habitaciones pero solo encontré cuartos revueltos con ropa y libros esparcidos por la cama, se notaba que aquellos chicos eran de todo menos ordenados. Al llegar a la tercera habitación fue cuando lo encontré.
Aquel chico estaba teniendo sexo con su novia o lo que fuera, al entrar los sorprendí, y en un primer momento sentí el impulso de volver a cerrar la puerta y desaparecer, pero ya estaba cansada, necesitaba hablar con él y no estaba dispuesta a esperar ni un segundo más, necesitaba que de una vez por todas terminara con la fiestecita y comprendieran que el respeto es algo básico para poder convivir.
Lo primero que vi cuando entre en aquella habitación fue aquel chico de espaldas cogiéndose a una chica jovencita, ella estaba a cuatro patas encima de la cama, y él la embestía desde atrás como un auténtico toro bravo. Ellos también se sorprendieron al ver que alguien abría la puerta, fue verme y ella se separó, e intentó cubrirse con las sábanas, era una chica muy bonita que andaría rondando los 18. Por lo poco que había vislumbrado, tenía un cuerpo delgado y bien definido, con unas tetas firmes, y pezones pequeños, pero completamente enhiestos. Me miraba con cara de terror, como si yo fuera un fantasma que fuera a llevarse su alma pecadora.
Sin embargo, el que yo imaginaba que sería Ángel, se levantó de la cama tal y como estaba, caminó hacia mí, mientras lo hacía no pude evitar fijarme en su “miembro”, estaba completamente erecto, era una verga gruesa y larga, completamente depilada, que se movía a derecha e izquierda a la vez que daba una zancada.
-¿Qué diablos pasa?-, preguntó él cuando estuvo a mi altura.
Mientras se acercaba, no pude evitar que mis ojos se fijaran en ese cuerpo joven, fibroso, y sin un gramo de grasa, tenía dos tatuajes, uno en el pecho, a la altura del corazón, y el otro justo en el lugar donde debería de estar la mata de vello que rodea el pene, pero al estar completamente depilado, se distinguía completamente, tendría que ser todo un espectáculo al hacerle un oral. Pero rápidamente salí de los dos segundos de ensimismamiento al contemplarlo, y recordé el motivo por el que había entrado ahí desde un principio.
-Eso mismo pregunto yo, son las 2:00 am, y no puedes/pueden estar haciendo ruido-, le dije intentando poner mi mejor cara de enfado e indignación de la que fui capaz.
-¿Y tú quién eres?-, me dijo con el ceño fruncido.
-¡Soy la vecina del departamento de abajo, y tengo un bebé que no puede dormir porque esto parece un puticlub!-, le dije intentando moderar la voz para no empezar a gritar.
-Y dime, ¿a ti te gustaría que me metiera en tu habitación en mitad de la noche?-, me replicó visiblemente enfadado.
Sabía en el fondo que tenía razón, no había excusa posible a lo que había hecho, pero las circunstancias del momento me habían hecho actuar de esa forma tan impulsiva. Aun así, intenté tranquilizarme y excusarme.
-Yo nunca haría una fiesta a las 2:00 am, cuando todo el mundo duerme porque a otro día tiene que ir a trabajar-, le dije un poco más serena, intentando no ver su desnudez.
-Está bien-, dijo serenándose también un poco, -ahora bajamos la música, pero solo si me lo pides amablemente-
Aquel chico con un cuerpo perfecto permanecía frente a mí a menos de un metro, y con su pene completamente erecto, me costaba no verlo, me costaba respirar y mis piernas comenzaron a temblarme ante lo embarazoso de la situación, y pensándolo bien, él tenía un punto a su favor, no me haría daño pedir las cosas “por favor”.
-Te lo pido por favor-, dije después de respirar hondo tres veces, y luego de otras dos respiraciones, agregué, -¿puedes bajar el volumen de la música para que mi bebé pueda dormir?-
-Bueno si me lo pides así, la bajaremos.
Me di la media vuelta, y me encaminé a la puerta de salida, las piernas me temblaban y el corazón golpeaba contra el pecho, latía con tanta fuerza que pensaba que en cualquier momento lo podría escuchar aquel chico, ¿por qué los nervios?, no sé, tal vez por la desnudez de Ángel, o tal vez por su poderosa erección, o tal vez porque la adrenalina del enfado ya había disminuido, no lo sé, pero si no salía de ahí, no sé qué terminaría haciendo.
-Por cierto, ¿cómo te llamas?-, escuché que dijo antes de que llegara a la puerta de su habitación.
-Soy Erika, tu vecina de abajo-, le dije sin voltear a verlo.
-Pues bueno Erika, la próxima vez que entres en mi habitación, que sea por un buen motivo, ya me entiendes, jajaja-, escuché que gritó cuando salí de su habitación, ni siquiera contesté a su bravuconería, seguí mi camino, y me fui de aquel departamento.
No tardaron ni un minuto en bajar el volumen de la música, es más, todavía ni siquiera llegaba al ascensor cuando sucedió, al llegar a casa, mi hijo y mi esposo ya dormían otra vez, Daniel como siempre roncando y mi peque soñando con los angelitos. Entré en el baño, y me lavé la cara con un poco de agua fría, todavía me temblaban las piernas al recordar mi viaje a aquel departamento, el cuerpo y la desnudez de Ángel, pero sobre todo, aquella erección que no se le bajo mientras tuvimos nuestro diálogo.
Me quité la bata, y seguidamente el pijama, quedando desnuda frente al espejo, mi cuerpo no era como el de la jovencita que había visto hacía un rato, sin embargo, a mis 29 años, aún me sentía deseable, mis tetas eran grandes, redondas, y a pesar de mi pequeño Dany, aun turgentes, los pezones no eran muy grandes, pero en extremo sensibles, y tienden a endurecerse con facilidad, y la verdad fuera dicha, en esos instantes estaban completamente enhiestos, y aún ahora que ya tengo 36, me sigo conservando casi igual, ligeramente con más cadera, pero sigo siendo la misma.
Siempre he sido y soy delgada, pero mis caderas son un poco más pronunciadas que las de la mayoría de las mujeres, en especial, que las caderas de aquella chica, se podía decir que mi cuerpo era el de una mujer y el de ella era el de una adolescente a punto de serlo. Había una cosa que me llamó la atención durante el escaso segundo que la observé desnuda, su rajita estaba completamente rasurada, tan solo dejaba un fino hilo de pelitos. Yo me solía depilar, pero mi rajita mantenía gran parte de la mata de vello todavía, sin tan siquiera saber el motivo, agarré una cuchilla de las que mi esposo usaba, y comencé a rasurarme.
Lo dejé exactamente como el de aquella chica, me miré en el espejo y sonreí, la verdad, que así quedaba mucho más apetecible he higiénico, en ese momento tomé la decisión, desde entonces lo llevaría así. Continuaba en el baño con la puerta cerrada, en mi mente seguía viéndolos en aquella habitación, recordaba el cuerpo desnudo de Ángel embistiendo a aquella chica, recordaba su musculatura tensándose con cada sacudida y como se había acercado a mí con la verga erecta y se había colocado a menos de un metro de mí.
De pronto, mi temperatura corporal aumentó de golpe, se me secó la garganta, mis pezones se habían endurecido, y sentí como mi rajita se humedecía, solo recordando aquella experiencia, estaba excitada, más que eso, estaba caliente como hacía mucho no estaba, y comencé a acariciarme delante del espejo. Una de mis manos recorría mis tetas y las presionaba, mis dedos pellizcaban mis enhiestos pezones, a la vez que gemía suavemente, mi otra mano no dejaba de jugar con mi hinchada y encharcada rajita, mis dedos en pocos segundos quedaron impregnados de mis juguitos, y comencé a gemir al ritmo de mis caricias.
El placer que empecé a experimentar era tan intenso, que tuve que retroceder y sentarme sobre la tapa del WC, Lo recordaba a él una y otra vez, fantaseaba en que era yo la chica que se encontraba allí a cuatro patas siendo embestida por aquel chico, en apenas unos minutos, se había convertido en mi deseo más oculto, no tardé mucho en sentir las maravillosas oleadas de placer del orgasmo, mi cuerpo se tensó y varios espasmos recorrieron mis entrañas, tuve que morder una toalla que tenía cerca para ahogar el grito que el orgasmo me hizo tener, dejándome jadeando.
Ahí estaba yo, una mujer de 29 años, sentada sobre la tapa de la tasa del baño, con la respiración acelerada, las piernas abiertas, tres de mis dedos aún metidos en mi vagina, laxa, con los ojos cerrados, y mis pezones aún en punta, acababa de tener uno de los mejores orgasmos auto provocados de mi vida, poco a poco mi respiración se fue acompasando, y cuando por fin respiraba con normalidad, extraje mis dedos, me levanté, y mojando un poco la toalla que me había servido de mordedor, me limpie perfectamente mi rajita, me vestí y volví a la cama, intenté conciliar el sueño de nuevo pero todavía estaba agitada y me costó trabajo volver a dormir.
Mi vida no era muy diferente a la de la mayoría de la gente; los años de matrimonio habían hecho que la monotonía se posara en la pareja, y aunque nunca en la vida me había planteado una infidelidad, si era cierto que últimamente solía masturbarme con más asiduidad, pensando en algún amigo común, en relaciones anteriores, y porque no, en una que otra mujer del medio artístico. Nuestras relaciones sexuales eran más de lo mismo, y cada vez con más frecuencia tenía que fingir mis orgasmos, y después masturbarme con un juguetito que me había comprado a escondidas de mi esposo.
Esa noche, mientras intentaba conciliar el sueño, me venía una y otra vez la imagen de aquel chico haciendo el amor, ¿no que!, más bien, cogiendo como un semental, no podía apartar de mi mente aquel cuerpo fibroso y sudoroso, embistiendo una y otra vez a aquella chica, que nuevamente volvía a ser yo en mis fantasías. Terminé durmiendo con mis pezones enhiestos, rozando la tela de mi pijama, y con mi rajita otra vez empapada de mis jugos.
Los días pasaron y durante una temporada no volví a ver a aquel chico, dicho sea de paso, tampoco los meses anteriores a mi visita los había visto, por lo que me imaginé que tendríamos diferentes horarios. Un día volvió a aparecer, o mejor dicho, volvieron a aparecer, eran las 7 de la tarde y coincidimos en la puerta del ascensor para subir, eran tres chicos que rondaban los 20 años entre los que se encontraba Ángel. Uno de los chicos era algo gordo, pero sin ser obeso, y el otro era delgado.
Yo venía de recoger a una de mis sobrinas de sus clases vespertinas, pues ese día se quedaría en mi departamento, y los cinco entramos en el ascensor, ellos se miraban y cuchicheaban cosas al oído para luego soltar una sonrisa cómplice, me miraban de arriba abajo a la vez que me desnudaban con los ojos. Cuando paré en mi piso y tuvimos que bajar, ellos no parecían tener la más mínima intención de apartarse de la salida por lo que sin ser capaz de decir una palabra tuve que pasar por el estrecho hueco que había entre un chico y la salida, por lo que mis pechos tuvieron que frotarse contra él mientras intentaba pasar.
En cualquier otro momento, le hubiera dicho algo, lo hubiera empujado, o simplemente lo hubiera abofeteado, pero lo único que me pasaba por la cabeza en ese momento, era poder salir de ahí, lo único que quería era que terminara aquella situación tan embarazosa delante de mi sobrina. Conseguí salir después de tener que apretar todo mi cuerpo contra él y cuando ya estaba fuera, escuché unas palabras que me helaron la sangre.
-Bueno vecina, mañana tenemos fiestecilla, ¿te vas a apuntar?-, puse la mayor cara de asco de la que fui capaz, y no contesté, mucho menos me di la vuelta para verlos, los tres chicos reían en el interior del ascensor mientras se cerraban las puertas.
-Tía, ¿por qué te ha dicho eso ese chico?, ¿lo conoces?-, me preguntó mi sobrina cuando llegábamos a la puerta de mi departamento.
-Nada hija, son unos vecinos de arriba, y están todos tontos-, le contesté con apenas un hilo de voz, esas palabras me habían puesto tan nerviosa que me temblaban las manos al intentar introducir la llave en la cerradura para abrir.
Durante todos aquellos días, casi dos semanas, me habían acompañado en las noches, las imágenes de aquella pequeña aventura, no entendía como había pasado, pero en mi interior algo se estaba despertando, ¿miedo?, no, ¿excitación?, tal vez, no lo sabía, lo único que tenía claro, era que desde entonces, cada vez que me masturbaba, esa imagen era lo único que circulaba mi mente, aquella fantasía donde yo ocupaba el lugar de la chica a cuatro patas, se repetía constantemente, como en un bucle infinito.
Era la primera vez que veía a los otros dos chicos, la verdad es que no recordaba haberlos visto la noche pasada en la fiesta, no se parecían en nada a Ángel; uno, como ya dije, era algo entrado en carnes, pero sin ser obeso, y con cara de degenerado, fue el que todo el rato me estuvo desnudando con la mirada; el otro igual de alto que Ángel, pero más delgado, con cabello y barba desaliñado, tenía el típico aspecto de chico vago. La verdad, es que viendo el estado en el que se encontraba su departamento, no me extrañaba en lo más mínimo su aspecto.
Por lo visto al día siguiente tenían pensado realizar una fiesta de las suyas, no sabía realmente si sentirme indignada por la desfachatez y falta de educación de aquellos chicos, o por el contrario, sentir un cierto hormigueo en mi estómago al fantasear con sueños inconfesables. Esa noche, a mi marido le dio por estar juguetón, hacía mucho tiempo que nuestras relaciones eran de todo, menos satisfactorias, por lo que, sin remordimientos, cerré los ojos, e imaginé que era mi vecinito el que me poseía en ese momento, y la verdad, por una vez, y sin que sirviera de precedente, volví a sentir.
Todo el día siguiente por algún motivo que no entendía, estuve nerviosa desde que me había despertado, llevé a mi sobrina de regreso a casa de mi hermano, y cuando volvía, al entrar en el edificio, las piernas empezaron a temblarme con solo pensar que me los pudiese encontrar, afortunadamente, no fue así, pero los nervios, y la excitación, no se iban de mi cuerpo. En la noche, a eso de las 9:30 pm, ya había acostado a mi peque, y mientras mi esposo y yo veíamos la TV, comenzó a escucharse música arriba, no era ni mucho menos el escándalo de la semana anterior pero yo me hice la indignada ante mi marido.
-¡Ya han empezado su desmadre los impresentables esos de arriba otra vez!-, le dije pegándole en un brazo, y alzando la voz.
-No inventes mujer, ahora no es para tanto, solo se escucha si apagas la TV-, me dijo mientras se sobaba el brazo.
Daniel tenía razón, simplemente era la música un poco alta que solo molestaría a aquellos que fueran un poco raros, pero yo como buena mujer, tenía que protestar y sentirme indignada.
-A ti no te molesta porque duermes como un tronco, pero no se puede poner la música tan alta a estas horas-, le dije cambiándome de sofá para no estar cerca de mi marido.
-Por dios Erika, no seas dramática, parece mentira que tengas 29 años, hace cuatro días tú también hubieras estado ahí, es más, tu habrías sido la organizadora-, me dijo poniendo su atención de nuevo en la película que veíamos.
No dije nada, sabía de sobra que Daniel tenía toda la razón del mundo, pero tenía que encontrar un motivo para protestar, un motivo para justificar todo lo que pasaba en mi cuerpo, mente, y alma; seguimos viendo la película, pero yo ya no le ponía atención, toda mi concentración estaba puesta en escuchar si la música aumentaba de volumen aunque fuera un poco, solo un poco, cuando terminó, a eso de las 11:00 pm, nos fuimos a nuestra habitación, me cambié, me puse la pijama, y me metí a la cama, a lado de mi esposo.
Como siempre, Daniel no tardó ni dos minutos en dormir, cuando todo quedó en calma, se pudo escuchar con más claridad la música en el departamento de arriba, para nada era lo que se había hecho la semana anterior, se escuchaba música, pero no era el desmadre y las risas de decenas de chicos de fiesta como el otro día. No podía dormir, el motivo no era para nada la música, sino la amalgama de imágenes que se habían amontonado en mi cabeza la semana anterior en la habitación de aquel chico, los tres chicos mirándome y cuchicheando en el ascensor.
A eso de las doce no pude más, me levanté sin hacer ruido, salí del cuarto, comprobé que mi pequeño durmiera, conscientemente, esa noche cambié mi pijama, y me puse un fino picardías blanco de seda, sin nada debajo, y salí del departamento, antes de irme, me puse un batín de terciopelo beige, y para no ir descalza, unos zapatos de poco tacón, pero que me estilizaban las piernas al caminar. No tuve la paciencia para esperar el ascensor, así que subí las escaleras con el corazón en un puño, y latiendo con tanta fuerza, que pensé que de un momento a otro, se me saldría del pecho.
Al llegar al final de la escalera, las piernas me temblaban de los nervios, caminé como pude, y Me planté delante de la puerta sin atreverme a tocar, estuve durante un par de minutos ahí de pie, debatiéndome en mi fuero interno, si tocar y armarles pleito, o dejarlo así, darme la vuelta, y regresar a dormir a lado de mi esposo, en el interior volví a escuchar música y eso me dio fuerzas para tocar el timbre. Al abrirse la puerta, del otro lado estaba el chico gordito mirándome con sorpresa.
-¡Ya está bien!-, le dije alzando un poco la voz, -hay vecinos que tenemos que levantarnos temprano, si no apagan la música, llamaré a la policía-, dije señalándolo con un dedo.
-Eh eh, no te alteres ni me reclames a mí, yo no soy el de la música-, me dijo sonriendo, y haciendo un gesto con el dedo gordo, señaló al final del pasillo, y sin apenas prestarme atención, se volvió hacia el salón donde tenían la televisión.
Ingresé decidida en el departamento, y caminé con el corazón en un puño los 10 o 12 metros que separaban la habitación de Ángel de la entrada principal, quedé petrificada frente a la puerta que se encontraba entreabierta y a través de la cual, ahora si se podía escuchar la música con mayor claridad. Durante unos segundos dudé, pero ya había hecho lo más difícil, y sabía que lo de la música era una buena excusa, y entonces, abrí la puerta de golpe, y entré.
-Mi hijo se ha vuelto a despertar por culpa de la música, ¿podrías hacer el favor de bajar ese escándalo?-, dije al aire.
Ángel no esperaba que alguien entrara en la habitación, así que se levantó de la cama sobresaltado, incorporándose con unas hojas de apuntes en la mano. Estaba semidesnudo, tan solo llevaba puestos unos calzoncillos estilo bóxer de color blanco, que dejaban apreciar el abultamiento de su paquete, durante un par de segundos pareció desconcertado, su mirada era de incredulidad, hasta que pareció comprender la situación.
-¡Carajo vecina, que susto me has dado!-, me dijo botando los papeles que traía en la mano a cualquier parte del dormitorio, -¿Tienes por costumbre entrar en todos los sitios así?-, dijo ya claramente indignado.
-Déjate de estupideces, y baja la música, intenta respetar a los demás-, dije intentando mantener la mirada indignada lo más posible.
-Si cada vez que tengo la música alta voy a verte aparecer por aquí, me parece que voy a estar con música todos los días vecina jajajaja-, dijo mientras avanzaba hacia mí.
Aquel chico había cruzado la distancia de seguridad, y se encontraba frente a mí, cara a cara, a menos de 30 centímetros, su mirada se había cargado de lujuria y yo sentía que me estaban empezando a temblar las piernas, podía sentir el calor que manaba de su cuerpo, igual que su respiración, sin darme cuenta cambié el tono de mi voz pasando a ser una súplica que salió de entre mis labios como un susurro.
-Por favor baja la música. ¿Cómo quieres que te lo pida?-, dije sin dejar de temblar ante su proximidad.
-Ummm… pues no sé, dentro de mi cama no estaría mal-, justo en ese momento, alargó su mano y con toda la desvergüenza del mundo la posó sobre una de mis tetas, sentí una ligera presión, y por instinto di un paso atrás.
-¡Cómo te atreves mocoso imbécil!-, le grité en plena cara por su desfachatez, -¡no vuelvas a hacerlo o llamaré a mi marido!-
-Está bien, llámalo, aunque estoy seguro que vas a tener muy difícil explicarle que haces aquí, en mi habitación a estas horas, y vestida así -, sus palabras me golpearon como bofetadas, y entonces las dudas se apoderaron de mí, él también se percató y desde ese mismo instante, supe que estaba perdida.
Intenté apartarme de su alcance, todavía me quedaba intacto el decoro de una mujer casada, que hasta ahora había sido siempre fiel, intentaba disimular las ganas que tenía de aquel chico, mi rajita se humedeció solo con imaginarme con él, me moría de ganas por sentir a aquel chico poseyéndome como si fuera alguna de las jovencitas que frecuentaba, como si fuera una vulgar putita, quería saborear, tocar y lamer cada centímetro de su piel, pero a pesar de mis ganas tenía que disimular, estaba casada, y al menos a mi marido, nunca le había sido infiel.
Paso a paso me echaba hacia atrás intentando alejarme de mi propia perdición, intentaba dejarlo tras de mí, pero sabía que no tenía salida, el me miraba y se acercaba sonriendo con la seguridad de saberse vencedor de la batalla. Estaba tan concentrada en Ángel y en su proximidad, y en alejarme de él lo más posible, que no me fijaba en mi espalda, hasta que choqué con algo, y sentí como unos brazos me rodeaban por detrás, abrazándome, y pegándome a un cuerpo.
-Ya sabíamos que ibas a volver vecinita, si en el fondo lo estás deseando-, me susurró al oído el que me abrazaba desde atrás, Mi corazón dio un golpe con fuerza contra mi pecho al sentirme atrapada por alguien que no era quien yo esperaba.
Esta vez sí intenté zafarme con fuerza, no sabía bien quien era, pero me imaginaba que sería el gordo compañero de Ángel que me había abierto la puerta. Me movía a derecha e izquierda intentando soltarme pero aquel muchacho me tenía bien sujeta y todos mis esfuerzos fueron en vano, intenté relajarme, relajar mi cuerpo para ver si así el tipo soltaba un poco su abrazo y poder zafarme.
-No te hagas Erika, los dos sabemos que estas deseando que alguien te haga ver las estrellas-, las palabras de Ángel consiguieron hacer que volviera a resistirme, intentando escapar del abrazo que me aprisionaba.
-¡Suéltame cabrón!-, le grité al tipo que me aprisionaba, mientras me debatía para soltarme.
-Vamos a ver cómo está la vecinita-, dijo Ángel acortando la distancia entre nosotros, y colocándose a solo centímetros de mí.
En ese momento me di cuenta de que la bata que me había puesto antes de salir del departamento apenas cumplía el cometido de ocultar mi cuerpo a su mirada, Ángel sonrió maliciosamente, y su mirada era más de lujuria que de otra cosa, temblé al ver sus ojos, entonces, su mano se coló fácilmente por debajo de mi picardías y mi bata, y noté como se dirigía a mi rajita, y tras retirar la tela de mi tanguita, sentí un escalofrío que recorrió mi cuerpo entero al acariciar él con sus dedos, mi caliente y húmeda vagina, no podía ocultarlo más, y Ángel se dio cuenta.
-¡Su madre!, como estás vecinita

Tenía el pulso acelerado y la boca seca, mi respiración continuaba agitada, todavía sentía clavada su verga en mí, sus manos seguían aprisionando mis nalgas, y antes de darme cuenta, Ángel me plantó un beso en la boca que no pude, ni quise evitar, el beso fue apasionado, lleno de lujuria, con nuestras lenguas enredándose como queriéndose arrancar una a la otra, entonces con sus manos levantó mi cuerpo, y me dejó caer en su miembro, gemí de sorpresa y excitación, pero mi gemido quedó ahogado en la boca de él, el calor, la lujuria, y las ansias de sentir otro orgasmo provocado por Ángel regresaron.
No necesité más incentivo, mis caderas volvieron a subir y a bajar, pero está vez un poco más lento, dejó de besarme, y me echó hacia atrás, lo suficiente para volver a apoderarse de mis enhiestos pezones, su lengua los recorría, y con labios y dientes los mordisqueaba, yo me mordía mis propios labios para no ponerme a gritar como loca, tal y como lo estaba deseando, esta vez, Ángel no permaneció inactivo, él también movía sus caderas, y cuando yo me alzaba, el retrocedía todo lo que podía, para que cuando yo bajaba, él se adelantaba a mi encuentro, provocando que el placer explotara y recorriera mi cuerpo con cada embestida.
-Te quiero en cuatro Erika-, me dijo al oído, dejando mis pezones llenos de su saliva.
Detuve mis movimientos, sintiendo aquella joven verga hasta el fondo de mí, lo miré a los ojos, y él me sonrió pícaramente, le devolví la sonrisa, y me levanté, notando como centímetro a centímetro él se iba saliendo de mí, en ese momento me di cuenta de que el sofá en el que me había estado cogiendo, era el más grande, así que rápidamente me puse como Ángel quería a un lado de él, con mi trasero apuntándole, no me hizo esperar demasiado, con sus manos en mis caderas, arrimó su verga a mi rajita, que chorreaba mis líquidos, mezclados con su semen.
Utilizaba la cabeza de su verga a modo de cuchara sobre mis labios vaginales, subía y bajaba por toda la longitud de mi rajita mojada, deteniéndose especialmente sobre mi clítoris, con cada pasada todo mi cuerpo vibraba de placer, pero, por algún motivo, Ángel retardaba la penetración, en aquel instante, mi vagina comenzó a dejar caer algunas gotitas de mis líquidos al tapiz del sofá. Me estaba volviendo loca sintiendo como jugaba la punta de la verga de Ángel en mi rajita sin cogerme, porque a esas alturas, que ese chico me cogiera era lo único que quería.
No aguantaba más tal agonía, volteé atrás, vi a Ángel a los ojos, y con un movimiento de cabeza, le indiqué que ya me la metiera, apoyó con más firmeza la verga en entrada vaginal, y de una sola envestida me penetró, tuve que morder el brazo del sofá para ahogar el grito que salió de mi garganta, él se detuvo cuando su pubis chocó con mis nalgas, en ese momento me di cuenta de una cosa, aquello con lo que había fantaseado el día que vi a Ángel cogerse a esa chica se estaba haciendo realidad, estaba a cuatro patas, y él me estaba cogiendo, ya no era más un sueño, era la realidad, y pensaba gozarlo.
Sin dejar de morder el brazo del sofá, moví mis caderas de un lado al otro, y de atrás hacia delante, indicándole a Ángel que siguiera, me entendió, y la fue sacando lentamente, con lo que cerré mis ojos, y volvió a meterla de una sola estocada, mi grito salió ahogado, pero entonces él no se detuvo, entraba y salía con una velocidad pasmosa, yo también me movía con sus embestidas, poco a poco fue aumentando sus penetraciones, con lo que mis tetas se movían como locas de un lado al otro, Ángel se dio cuenta, y se echó sobre mí, pasando sus manos por mis costados, hasta agarrar con cada mano una de mis tetas, pellizcando los pezones.
Así continuamos por un par de minutos, entonces empecé a sentir los espasmos que anunciaban otro orgasmo, al mismo tiempo que Ángel aumentaba la velocidad, y notaba como su verga se hinchaba más dentro de mí, hasta que él estalló en lo más profundo de mi vagina, podía sentir cada chorro de semen golpear mis paredes vaginales, lo que provocó que yo también tuviera mi orgasmo, grité, grité con todas mis fuerzas, pero el grito quedó ahogado por el brazo del sofá, que también mordí con saña, ya que mi amante no dejó de moverse , hasta que dejó de soltar su leche caliente.
Se quedó quieto sin sacar su verga, y con sus manos aun agarrando mis tetas, apretándolas un poco, teniendo mis pezones entre sus dedos, nuestras respiraciones poco a poco se fueron acompasando, el miembro de Ángel se fue encogiendo hasta salir de mi vagina, de repente volví a darme cuenta de la situación, me revolví contra él, y salí de debajo del cuerpo de Ángel, rápidamente me incorporé y comencé a buscar mi camisón, recordando donde lo había dejado, pero a unos pasos estaba mi bata, fui por ella y me la puse, él también se vistió con su bóxer, mientras me miraba con una sonrisa, se despidió, y desapareció tal y como había llegado.
Cuando Ángel se fue, por fin cerré con seguro la puerta, apagué la luz de la lamparilla, regresé a la cocina por mi camisón y mi tanga, esta última no tenía salvación, estaba completamente rota, pero aun así la conservé, la metí en uno de los bolsillos de la bata, Fui al baño, mi cuerpo estaba completamente sudoroso, pegajoso, y lleno de mis fluidos y los de Ángel, a cada paso que daba, sentía como el semen bajaba por el interior de mis muslos, mi piel sabía a pecado y mi cuerpo estaba impregnado de deseo, me di una ducha, intentando limpiar también el remordimiento.
Me volví a poner el picardías, y encima la bata nuevamente, no podía regresar a la cama con el cabello mojado, así que regresé a la sala, a limpiar el poco estropicio que mi pequeña aventura infiel había dejado en el sofá, al verlo, todo aquello regresó a mi mente, no pude evitar sonreír ante eso, mis pezones se volvieron a poner duros, y mi vagina palpitó recordando el grosor, y la longitud de la verga de Ángel. Media hora después, decidí volver a la habitación, para no despertar a Daniel, no prendí la luz, pero al entrar en la cama, mi corazón dio un salto.
-¿No podías dormir?-, me dijo Daniel adormilado.
-No, así que he salido a tomarme un poco de leche tibia-, le dije cubriéndome con las cobijas, y cerrando los ojos con una sonrisa en mis labios.
-Dulces sueños amor-, me dijo, y se dio la vuelta, empezando a roncar inmediatamente.
“Ya lo creo”, pensé, “claro que serán dulces, pero sobre todo, satisfactorios sueños”
Viví en ese edificio por 2 años más después de esta experiencia, Ángel y sus amigos siguieron haciendo fiestas cada fin de semana, pero ya no invitaban a sus amigos, las fiestas se hacían entre ellos tres, y su vecina favorita del departamento de abajo, o sea yo, Erika.
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Relato Erótico : La ahijada sumisa

Relato Erótico : La ahijada sumisa

Amy era una jovencita de belleza indescriptible, delgada y alta para su edad, sobresalía de sus compañeras con su cabello rubio dorado y sus grandes ojos verdes que hacían su rostro aún más bello y sensual, educada en una familia religiosa al norte de Cataluña, siempre fue consentida como hija única, su temperamento siempre fue muy fogoso y destilaba sexualidad despertando los pensamientos más censurables a los amigos de la familia, pero en especial a su padrino Jaume, hombre maduro de gran rudeza y que había quedado viudo desde hacía algunos años, muy querido de la familia, que depositaban en él una confianza a toda prueba, Amy siempre esperaba ansiosa sus visitas pues le llevaba regalos y la sacaba a pasear, pero sobre todo le encantaban sus platicas muy adultas y la mirada de deseo que despertaban su coqueteo innato y que la hacían más irresistible y que también fue el objeto de sus múltiples sueños eróticos.

Desde muy pequeña se despertó en ella un masoquismo innato y tendencia a la sumisión sexual. Una vez, siendo aún muy pequeña, su padre la castigó por haberse portado mal, la subió en sus piernas y le empezó a azotar sus pequeñas nalguitas hasta hacerlas poner rojas, al principio le dolió muchísimo, pero a medida que recibía más nalgadas empezó a sentir un placer extraño que le hizo desear que siguiera, esta fue la única vez que su padre la castigó, pero desde entonces muchas veces en la cama recordaba esos golpes y le llevaban a masturbarse imaginando que diferentes hombres mayores y rudos la azotaban, llegando a convertirse en una obsesión.

También, en la escuela, en uno de los juegos clásicos con sus compañeritas, perdió, teniendo que obedecer algún castigo que le fuera impuesto, esa vez le dijeron que tenía que entrar de escondidas y a gatas en el aseo de los niños y que una vez adentro le dirían cual era el castigo, a Amy le pareció excitante, cuando entró se dio cuenta de que el piso estaba bastante sucio y con un fuerte olor a orines, esto hizo reír a sus compañeritas pero a Amy la excitó e incluso simuló resbalar para apoyar su boca en aquel piso lleno de meados, aquello le supo acido pero le gustó y disimuló su gusto con un gesto de repulsión haciendo reír más a sus compañeras, después le dijeron que tenía que hincarse delante de uno de los retretes y besar la orilla, esto al principio le dio mucho asco pero una vez en esa posición y al oler el fuerte olor que despedía le causó un gran placer que disimuló ante sus amigas haciendo muecas de disgusto mientras sus amigas reían, pero muy al interior disfrutó y le ocasionó que mojara sus pequeñas bragas. Desde entonces tuvo ese otro fetiche ante lo sucio, soñaba que la hacían realizar cosas sucias como caminar sobre excremento de perros o mojarse los pies con orines en baños públicos, muchas veces, cuando pasaba por algún parque y veía algún vago, ella imaginaba después, que este la forzaba en un lugar despoblado y sucio y le hacía lamer sus pies llenos de fango.

Antes de iniciar su educación secundaria, ese verano Jaume llegó a casa de sus padres para invitar a Emy a su pequeña finca

La joven siempre había disfrutado las cortas estancias en la finca que se encontraba en un pequeño pueblo de las cercanías y disfrutaba jugando con los perros y los borricos que tenía el padrino, por lo que se puso feliz cuando los padres accedieron de muy buena gana a la invitación de Jaume, pues su confianza en él era infinita, además, le hacía ilusión estar a solas con su padrino que ejercía una extraña atracción en ella y que había sido el personaje de muchos de sus sueños eróticos, y esta vez se proponía seducirlo e inclusive estaba decidida a perder su virginidad con él.

Después de empacar algunas cosas, Amy partió con su padrino hacia la finca en un viaje que la iba a cambiar para siempre.

La finca era muy pequeña, una casa de dos niveles con dos estancias en la parte superior que compartían un baño.

Tenía un corral y un cobertizo en donde estaban dos borricos, también tenía dos perros grandes tipo Mastín que cuidaban la finca.

Cuando llegaron, Jaume le mostró su habitación y tomándola cariñosamente de la cintura le dijo que había varias fundas para cubrirse si le daba frio y que su habitación estaba contigua a la suya y si así lo deseaba y tenía frío, podía meterse a la cama con él. Amy lo miró y no pudo menos que sonrojarse al advertir la mirada lujuriosa de su padrino.

--Gracias padrino, me encantaría que me abrazaras antes de dormir como hacías cuando era una chiquilla.

--Bien Amy, por ahora cenaremos, que es algo tarde y nos meteremos a la cama que tengo algo de sueño y tú debes descansar.

Amy subió a darse una ducha mientras Jaume preparaba la cena, cuando bajó, lo dejó boquiabierto, llevaba una camisa que le llegaba un palmo abajo del pubis notándose que era lo único que llevaba encima.

--Con tanto calor me apeteció ponerme únicamente esto encima, espero que no te moleste padrino. –Amy se dirigió a Jaume con una sonrisa encantadora y sentándose en sus piernas le abrazó cariñosamente.

--Caray Amy, estas hecha una mujercita guapísima, supongo que tendrás muchos enamorados.

--Si, padrino, pero la verdad, se me hacen muy sosos los chicos de mi edad, me atraen mucho más los hombres maduros…como tú. —le dijo Amy soltando una carcajada y besándolo casi en la boca.

Jaume se dio cuenta que su ahijada estaba próxima a caer, pero no quería ser demasiado obvio en sus intenciones.

Durante la cena Amy no dejaba de observar las miradas lascivas que le dirigía su padrino, procurando abrir un poco la camisa dejando entrever sus pequeños pero maravillosos senos adolescentes.

Jaume no aguantaba las ganas de tener ese cuerpo núbil en sus brazos lo antes posible, pero nunca se imaginó lo fácil que esto le sería.

Al terminar de cenar y degustar unas copas de vino, Amy le dio las buenas noches a su padrino dándole un abrazo y restregando su excitante y juvenil cuerpo en el cuerpo robusto y sudoroso y le besó casi rosando sus labios, cosa que excitó de sobremanera a Jaume.

Esa noche Amy no podía conciliar el sueño, se sentía inquieta y atraída hacia su padrino, no aguantó más, y levantándose se dirigió al dormitorio de Jaume, todo estaba oscuro y la única iluminación era la luz de la luna que penetraba por la ventana del pasillo, encontró la puerta abierta y sigilosamente se acercó a su cama, Jaume, lejos de estar dormido se dio cuenta que sus deseos se hacían realidad, fingió estar dormido cuando Emy levanto ligeramente la colcha y se acurrucó a su lado, se percató de que este estaba completamente desnudo y del fuerte olor a macho que despedía, que lejos de molestarle le causó un deseo muy profundo de abrazar ese cuerpo fuerte y maduro de hombre de campo. Jaume se volteó hacia su cara que quedó a escasos centímetros de la suya.

--Dime mi nena, ¿no puedes dormir?, ¿Quieres que te tome en mis brazos? Le dijo ardiendo en deseos.

--Si, si padrino, por favor abrázame que tengo frio.

Jaume tomo a la pequeña entre sus brazos mientras ella colocaba su cabeza en su pecho, mientras sus manitas bajaban hasta encontrar el mástil enhiesto del padrino.

--¿Siempre duermes desnudo? Le preguntó.

--Si querida, es más cómodo, hazlo tú también y podremos abrazarnos mejor.

Emy no dilató en quitarse el camisón y quedar completamente desnuda junto al viejo pero fornido cuerpo del padrino y sintió como su verga se pegaba en su pubis.

El cuerpo de Emy ya asomaba los rasgos de la pubertad, sus pechos, aunque pequeños era bellísimos y en su pubis asomaba una pelusa negruzca que contrastaba con la blancura de su piel y el dorado de su cabello.

En ese momento aprovechó Jaume para besarla en los labios y Emy le correspondió ardorosamente.

--Hazme tu mujer Padrino, te deseo muchísimo. —le dijo Amy.

--Dime mi nena, ¿eres virgen?

--Si, pero quiero que seas mi primer hombre.

--Espera querida, yo lo deseo igual que tú, pero debemos tomar precauciones, mañana tomaras unas pastillas para no quedar embarazada.

--Es que no voy a aguantar, te deseo intensamente, por favor fóllame ahora.

--Te voy a quitar ese ardor sin riesgos querida, ten confianza.

Y diciendo esto comenzó a besarla por todo el cuerpo hasta llegar a su sexo que estaba completamente encharcado e inundado de pasión, Jaume era un experto en estos menesteres y su lengua empezó a darle ese placer que tanto buscaba la chiquilla, pronto encontró el punto de placer y esta no tardó mucho en tener su primer orgasmo, tomó la cabeza de Jaume entre sus manos y la empujó hacia ella como si quisiera metérsela completamente en su vagina, Jaume por otro lado empezó a levantarla de su cadera y bajo su lengua hasta llegar a su también virginal ojete, metió su lengua saboreando aquel orificio mientras Emy se retorcía de placer.

--¿Qué haces padrino?, siento riquísimo, pero está sucio…

Jaume no cesó en sus embestidas hasta que la joven tuvo su segundo orgasmo. El subió la cara hasta la suya y la besó apasionadamente, Emy sintió el fuerte olor y sabor de su propio sexo y le hizo sentir todavía con más deseos de tener a ese hombre dentro de ella y que penetrara en sus entrañas.

--Déjame corresponderte de la misma forma padrino—le dijo Emy tomando su cara amorosamente con sus manos y mirándole morbosamente.

--¿Quieres darme placer con tu boquita?, ¿ya has mamado alguna vez el sexo masculino?

--No, pero lo he visto en algunos videos porno con mis amigas y me hace mucha ilusión hacerlo contigo, quiero que me enseñes a ser muy buena mamadora de vergas, ja, ja.

Jaume no cabía en sí mismo de la fortuna de ese momento y tomando la cabecita de su ahijada la guio lentamente hasta su mástil que estaba a punto de explotar.

Amy tomó delicadamente aquella verga ya humedecida de los fluidos pre seminales, pasó sus dedos alrededor del glande todavía cubierto por el gran prepucio esparciéndolo por todo el derredor y lo lamió amorosamente mientras bajaba aquel pellejo que escondía el gigantesco hongo, lo observó embelesada y pasó su lengua lamiendo la crema acumulada en los pliegues, producto de los restos de semen impregnados de orina y los días sin asear, el olor fue más intenso al descubrir el glande escondido cuyo sabor era extraño y fuerte, cosa que le dio mucho morbo, entonces lo metió completamente en su pequeña boca succionándolo como si le fuera la vida en ello, Amy estaba fuera de si lamiendo y chupando.

--Amy, si sigues así te voy a llenar la boca de mi leche querida. —Le dijo Jaume.

--Si, si padrino lléname la boca, que quiero tomarme toda tu leche por favor...

Diciendo esto, la pequeña sintió los estertores del viejo mientras le echaba una cantidad enorme de semen espeso producto de varios días de ayuno sexual y que ella tragó con fruición.

Después de esto, los dos quedaron abrazados hasta quedarse dormidos, no sin antes decirle al oído que esperaba con ansias el día siguiente para sentirlo dentro por primera vez. Él sonrió y asintió con un beso.

Cuando despertó Amy se percató de que su padrino no estaba en la cama, se puso su camisón y bajó a la cocina en donde Jaume estaba preparando un suculento desayuno.

--Hola padrino—le dijo Amy echándose a sus brazos y besándole apasionadamente.

--Estoy desfalleciendo de hambre—le dijo Amy.

--Bien querida, tomamos algo y me iré al pueblo a hacer algunas compras, dentro de ellas, las pastillas que te dije—Jaume le guiñó el ojo maliciosamente.

--Es lo más importante, padrino, ja, ja. —

--En lo que regreso puedes dar un paseo por los alrededores con los perros y si quieres montar un burro, ya sabes en donde se encuentran, aunque en esta temporada la burra anda en brama y el macho está un poco arisco—

--¿no quieres que te acompañe al pueblo?

--Creo que será mejor que vaya solo, este es un pueblo chico y si me ven contigo comprando los anticonceptivos seguro que dará de que hablar—

Cuando salió Jaume, salió a ver a los perros que la saludaron efusivamente dando brincos y lamiéndole por todos lados, enseguida se encamino al corral en donde estaban los dos burros que también se acercaron a Amy cariñosamente, Amy se quedó embelesada viendo la verga del burro que estaba ligeramente erecta y le produjo que sus deseos sexuales volvieran a la vida, se sentó debajo de un árbol observando al borrico y pensando si la verga del burro tendría el mismo sabor que de un hombre y empezó a acariciar su ya húmedo sexo, iba únicamente con su camisón así que le fue fácil masturbarse soñando despierta con el cuerpo del padrino y la verga que la llenó de placer la noche anterior, tuvo un orgasmo inmediato y se quedó dormida. Empezó a soñar que su padrino la llevaba hacia el corral amarrada de un collar de perro, él iba descalzo y le ordenaba que limpiara sus pies sucios de haber pisado el lodo y después la obligaba a hincarse debajo del burro para hacerle mamar la inmensa verga que apenas cabía en su boca. El sueño hizo que volviera a tener otro orgasmo despertando al sentir la lengua de uno de los perros lamiendo su juvenil chochito, ella le dejó, imaginando que era la lengua de su padrino, cuando oyó los pitidos del auto de Jaume que anunciaban su llegada, salió a su encuentro rápidamente y lo recibió efusivamente con un abrazo y un beso muy pasional.

--Me alegra que estés aquí padrino, no sabes cuánto te deseo—

Jaume la abrazó y le dio las pastillas que tenía que tomar y le dijo que también había comprado algo para él.

Después de comer Jaume se descamisó y salió a cortar un poco de leña pues le dijo a Amy que en la noche estaba pronosticada lluvia y frio, así que pondría la chimenea.

Amy le veía a través de la ventana admirada como, aquel hombre pese a su edad tenía un cuerpo muy fornido y con el ejercicio sudaba copiosamente lo que hizo que la joven deseara intensamente abrazar ese cuerpo y embarrarse de su sudor.

Salió sigilosamente de la casa completamente en pelotas y se acercó a Jaume sin que este se percatara, lo abrazó por la espalda y Jaume sintió como la juvenil carne desnuda se pegaba a su cuerpo y como su lengua empezaba a lamer su espalda empapada de sudor, el dejó caer el hacha y se dejó hacer mientras ella se hincaba y bajaba sus pantalones, como no usaba ropa interior quedó completamente desnudo mientras la niña separaba con sus pequeñas manos las nalgas sudadas de su hombre, y lamía fervorosamente el ojete peludo y apestoso de su amante, a una señal de la joven Jaume se inclinó para dejar más expuesto el culo a los lengüeteos de la chica, que trataba de meter lo más que podía su lengua en el asqueroso agujero y sentir ese sabor acre que despertaba sus más sucios instintos, entonces, él se dio la vuelta hacia la chiquilla besándola pasionalmente, ella siguió besándole el pecho y lamiendo su sudor para seguir con las sucias y sudadas axilas que despedían un olor fuertísimo que acrecentaron sus deseos juveniles, Jaume le alzó y le dijo:

--Eres una putilla guarra querida, dime ¿Te gusta lamer mi cuerpo sucio de sudor?

--Lo adoro padrino ya no aguanto más, quiero que me folles ya por favor…

Jaume la levantó y cargándola la llevó a la habitación.

La depositó en la cama, se inclinó y separó un poco las rodillas de modo que su verga que sostenía con una mano llegase a la altura del clítoris turgente y congestionado de Amy.

La cabeza de su verga, con los redondeados bordes mojados de licor seminal, la acariciaba en un movimiento de balanceo, y con ese largo beso de ese glande desnudo e hipertenso sobre ese clítoris joven, gozó y gozó…

Amy gruñía de placer, de su clítoris descendía un calor que llegaba hasta el fondo de su vientre húmedo y se deslizaba sobre sus muslos.

--¡Padrino!, ¡padrino!, ¡métela toda!, ¡Fóllame! ¡Rómpeme por dentro!

Ella gimió, se retorció, todo su vientre acompañaba con un ritmo lento el movimiento de esa gran verga que se restregaba sobre su sexo entreabierto, ya empapado de rocío ante la proximidad del placer.

¡Ah! —gimió

Y con un grito sordo y profundo, tensando todo su ser, se arqueó, balanceo su vientre y disfrutó. ¡Estaba inundada! Todo su sexo, todavía virgen lloraba de alegría, estaba excitada hasta lo más profundo de su ser. La verga de Jaume continuaba masturbándola, pero dominándose a sí mismo esperó con el sexo a medio camino de la vulva mojada, entre los grandes labios abiertos. Esperó el ultimo estertor de placer que había hecho explotar en la muchacha y empezó a hundirse en ella, primero lentamente, con la potencia implacable de un carnero. Sentía debajo de él el cuerpo apenas formado y ardiente de su presa. Sentía alrededor de la cabeza de su miembro la humedad caliente de ese pequeño sexo que acababa de disfrutar, y se hundió, esta vez con brutalidad. Con su fuerte pecho ahogó el grito de la niña y atravesó la vagina con su miembro, reventando de un solo golpe la fina membrana de virgen hasta llegar a la carne magullada y sangrante.

Emitió un aullido animal y masculló palabras obscenas:

--¡Puerca! ¡Puta!, ¡Toma más! ¡ten!

Descargando con un último empujón, hundió más su pene y luego se desplomó.

La pequeña gemía de dolor y de placer, saciado, Jaume todavía jadeaba. Se quedó sobre ella, todavía estaba adentro, se quedó quieto oprimiéndola.

--Querida…querida, mi pequeña, ¿Te he hecho daño?

Se retiro lentamente y se puso de rodillas antes de recuperarse y ponerse de pie.

Sintiendo su carne un poco dolorida, pero con restos de placer, Amy puso sus manos instintivamente entre sus muslos, estaba empapada, manchada de un líquido espeso, de sangre y esperma mezclados con el licor de su placer, en el fondo de ese dolor que todavía sentía y en el fondo de su angustia, se sentía loca e infinitamente feliz—¡Soy mujer!—gritaba una voz dentro de ella--¡Tengo un amante!—y levantándose ágilmente a pesar de la embriaguez que la nublaba, se abrazó a Jaume, lo abrazó ardientemente durante mucho tiempo, sumergiendo su lengua joven en la boca seca de su seductor que ponía sus manos sobre las nalgas frescas de la muchacha.

Amy estaba magnifica, su cuerpo adolescente en plena floración brillaba con una gracia infantil en la plenitud torneada del cuerpo de mujer que empezaba a aparecer. La vista de la belleza de Amy despertó en Jaume los pensamientos más perversos que había estado ocultando, se arrodilló encima de ese cuerpo inmóvil y de cara a la chiquilla se sentó prácticamente sobre sus senos, con la verga en la mano todavía chorreando de esperma y sangre contemplaba el encantador cuadro que ofrecía el rostro de Amy apoyado sobre la almohada con los ojos casi cerrados y una sonrisa sensual en los labios. Ella miraba como, la gran verga de su amante se aproximaba a su cara, Jaume un poco inclinado hacia adelante empezó a acariciar el rostro de la joven con el grueso hocico de su falo.

--¿Eres mía querida? -

--Si padrino, soy toda tuya, puedes hacer lo que quieras conmigo—

La respuesta inmediata de la joven acrecentó los deseos impuros que se gestaban en la mente perversa de Jaume.

--Me gustaría entregarte a una horda de hombres y ver cómo te toman por todos lados—

Amy abrió los ojos desmesuradamente y agarrando a Jaume por la cabeza lo acercó a sus labios para besarlo apasionadamente-

--Si, sí, me gustaría que me hicieran toda clase de porquerías y que me azotaran hasta que les ordenaras parar. Desde hoy mi amado padrino, mi cuerpo te pertenece a ti o a los que te plazca entregarme para tu placer que también será el mío—

--Mientras estemos aquí, no seré más tu padrino sino tu Amo—

--¿y yo? ¿Qué seré? ¿Cómo me llamarás?

--Tú serás mi puta, mi perra.

--Me encanta Amo, Ahora por favor hazme tuya por el culo, quiero que todos mis agujeros de puta sean tuyos—

Amy dio media vuelta, se tumbó boca abajo con las piernas ligeramente separadas. ¡Que bonita era! Esas nalgas adolescentes, firmes y llenas, esos riñones hundidos en una curva con unos adorables hoyuelos, esos largos muslos… ¡Maravillas esculturales que la mano de Jaume manoseaba y acariciaba! Se detuvo sobre las tensas nalgas, introdujo con habilidad el dedo en la hendidura y rozó el pequeño agujero del ojete, mientras su lengua y sus labios libaban el cuello, detrás de las orejas, y los hombros frágiles. Amy sentía escalofríos, sentía como se le ponía la carne de gallina. ¡Era fantástico!, tenía ganas de reír y chillar. Y ese dedo que coqueteaba y halagaba tan bien al pequeño agujero de la raja de sus nalgas le producía una sensación exquisita, era como si su pequeña cadera tuviera sed, mientras sin darse cuenta, instintivamente ofrecía su trasero invitando a otras penetraciones.

--¿Te gusta?

--¡Si! ¡Si! —murmuró ella

--¿Quieres sentir mi verga dentro de tu culo?

Ella asintió con la cabeza y le dijo:

--Quiero que me la metas en el culo, pero antes pégame, pégame en las nalgas por favor.

--Espera unos segundos mi querida putilla, vuelvo en seguida.

Jaume se dirigió a donde estaban sus pantalones y sacó el cinturón de su lugar. Se acercó a la joven y, con un dedo experto, le unto con sus propios efluvios la parte próxima al ano, dando un pequeño masaje.

Entonces se puso en posición frente la espalda de la chiquilla y tomando el cinto empezó a dar azotes en las juveniles nalgas.

--¡Mas fuerte, Amo, más fuerte, ¡hasta que se ponga rojo mi culo! -Le gritó suplicando.

Jaume endureció los golpes procurando no pasarse, mientras Amy se retorcía de dolor y placer.

--¡Dime que porquerías me harás hacer! Le suplicó Amy, mientras Jaume tenía los ojos inyectados de lujuria.

--¡Te voy a entregar a los peores hombres para que gocen de todas las formas posibles con tu cuerpo!

--¡Dime que cosas quieres que les haga, ¿quieres que me beba su semen? ¿Sus orines?

--Si, ¡Si! Y más cosas por más asquerosas que sean.

Entonces se puso en posición frente a la espalda de la chiquilla y empezó a separar las nalgas con la mano, abriendo de esta forma los pétalos frágiles de su ojete. Dirigió la punta de su verga hacia la pequeña boca del agujero, antes de dar un pequeño empujón que lo hizo poner en posición de penetración. Con sus dedos siguió apartando el pequeño valle, ¡Pero deseaba todavía más!

--Ayúdame a abrirte más con las manos—ordeno a Amy.

Ella obedeció. Apartó con sus manos las nalgas y el pequeño agujero apareció completamente abierto, distendido. Jaume entró con un pequeño empujón, gracias a la gran cantidad de liquido seminal pudo meter hasta la mitad el gran falo completamente erecto.

¡Ábrete todavía más! -Gritó Jaume

Emy separó todavía mas las nalgas, esta vez Jaume logró meter la enorme verga casi en su totalidad, Jaume estaba fuera de sí, y esta vez empujo con fuerza y la totalidad del falo desapareció dentro del pequeño agujero.

--¡Me has hecho daño!¡Me duele! -Gimió Amy,

--No te va a doler más, ya verás, ¡Hay que sufrir antes de disfrutar, es una ley de la naturaleza!

--¡Te doy por el culo!, ¡Te doy por el culo! Empezó a vociferar Jaume

--¡Dilo tú también putita!

A pesar del dolor casi insoportable Amy obedeció y gritó esas palabras obscenas que la embriagaban

--¡Me estas dando por el culo! ¡Párteme el culo, cabrón!

--¡Te estoy dando por el culo! ¡Soy tu dueño!

--¡Si! ¡eres mi dueño! ¡Mi Amo! -Gimió Amy.

Jaume empujó con todas sus fuerzas, su vientre chocaba con las hermosas nalgas de la chiquilla. Había llegado al colmo de la exaltación, ahora sentía como su falo había quedado completamente apresado en ese ano ya agrandado y sin fondo para siempre.

Amy sintió como su amo llegaba a la explosión. La verga que tenia adentro se endureció todavía mas en lo mas profundo de su cuerpo y siguió perforando mas de prisa, y de pronto se sintió inundada, sacudida por una especie de diarrea exquisita, sacudida por espasmos mientras Jaume rugía como bestia y le mordía el hombro. Ella rugió también y se derrumbó todavía empalada por el sable de su amante.

Yacían uno sobre otro.

Amy sollozando le dijo a Jaume.

--Me has hecho daño, pero me has hecho gozar intensamente, ¡Me gustaría que me hicieses cosas todavía más asquerosas cosas terribles e innombrables! —

Se inclinó y puso en su boca el gran falo apaciguado, cubierto de esperma y algunos restos marrones. Y con avidez chupó instintivamente el miembro adorado, con un arte consumado como si lo hubiera estado haciendo durante toda su vida, besó los testículos y bajó un poco más hasta llegar al ojete queriendo… ¡no sabía lo que quería!

Ambos quedaron exhaustos y Amy se recostó en el pecho de su amante.

--Dime querido Amo ¿hablabas en serio acerca de entregarme a otros hombres?

--¿acaso no te gustaría?

--Si, me encantaría…

Jaume la besó y le dijo

-A mí también…pero no solamente a hombres querida…

Esto último lo dijo Jaume con una sonrisa maliciosa que hizo estremecer a su amada.

Amy presintió un porvenir lleno de placeres inauditos llenos de morbosidad ¡Se sentía inmensamente feliz!
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