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lunes, 27 de abril de 2020

Relatos Eróticos de mujer infiel

Relatos Eróticos de mujer infiel

Infiel a mi marido y lo gocé 

Soy una mujer casada, que al presentarse problemas económicos caigo en la propuesta sucia de un hombre que supuestamente era amigo de mi marido, las cosas se ponen fuera de control cuando desea que sea su esclava sexual y cada vez pide más y más, lo peor es que sus deseos me están gustando.
Me llamo Sofía, tengo 35 años, me casé con Jorge a los 21, el me lleva diez años más de edad, lastimosamente no hemos podido tener hijos, desconociendo si es por causa de él o mía, igual éramos felices viviendo al máximo cada día y más porque mi marido tenía un buen trabajo que nos daba oportunidad de gozar de ciertas comodidades.

Con el pasar del tiempo mi marido se ha vuelto muy adicto a la bebida y se ha engordado mucho, motivos por los cuales las noches de sexo ya no eran como antes y dejé de sentir el rico placer de tener un orgasmo, aunque ya no soy una joven la edad me ha vuelto una mujer muy deseable para los hombres, mis senos son grandes y firmes, con cintura delgada y un trasero grande y bien levantado, además de tener un rostro hermoso con una cabellera negra y rizada que al pasar por la calle los hombres me decían los piropos más sucios, cosa que me causaba era risa.

José tiene un amigo soltero que es prestamista y que traía mucho a casa, llamado Jhon, es de ascendencia estadounidense, de la edad de mi marido pero muy atractivo, rubio, alto, de cuerpo macizo y pectorales duros y anchos, le gusta ir al gimnasio para mantenerse en forma, al momento de llegar a casa siempre me mira con ojos de deseo, y más que en casa me pongo más ligera de ropa y uso atuendos que resaltan mis pechos y mis nalgas.

Mi marido con su amigo pasaban tardes viendo partidos de futbol y yo hacía funciones de sirvienta, aunque igual bebía un poco con ellos para no ser descortés, el detalle es que Jhon me miraba mucho con ojos de lujuria, no paraba de espiar mis senos y ver mis nalgas cuando me agachaba a recoger algo, yo me di cuenta pero no le tomaba mucha atención. Pasó el tiempo y la situación en la empresa donde labora mi marido se puso difícil e hicieron recorte de personal, mi marido iba a ser despedido pero su jefe le dio oportunidad de mantenerse en la empresa pero ejerciendo otro trabajo en el cual ganaba menos dinero, razón por la cual nuestra economía en la casa cambió.

Mi marido deprimido empezó a beber más y más, triste por su situación y por más que lo aconsejaba no quería oírme, le dije que las cosas mejorarían pero me decía que estaba difícil y más por su edad en la cual escalar de nuevo le sería imposible frente a jóvenes mejores preparados que él,

Llegó un día en que trajo de nuevo a Jhon y bebieron bastante, Jhon se ofreció a ayudarme a limpiar los platos después de comer, estaba borracho pero peor estaba mi marido que yacía dormido ebrio frente al televisor. Limpiando los platos se mojó la camisa y se la quitó mostrándome su cuerpo musculoso y deseable, yo me sentía extraña, sentía como si una atracción animal me pidiera devorar a ese hombre, pero aguantaba los deseos ya que mis principios de mujer casada me impedían serle infiel a mi marido, traté de no mirarlo mucho y miré hacia su cintura notando que tenía una erección, a simple vista se veía que estaba bien dotado, empezamos a platicar:

Jhon: (con su acento gringo) Sofía me disculpa pero usted es una mujer muy atractiva y bella.

yo: Oh gracias Jhon, por allí encontrará una mujer como yo que lo ame.

Jhon: No lo creo, como usted difícilmente encontraré una, José debe pasar noches muy ardientes con usted.

yo: (ese comentario me resultó muy provocador) Hay no diga eso, en su país hay muchas mujeres bellas, rubias de ojos verdes o azules.

Jhon: Si las hay pero a los gringos nos gustan las latinas, nalgonas y tetonas como usted, pues son muy calientes en la cama.

yo: ja ja no digas esas locuras, ya estás ebrio, se te nota...

Jhon: bueno si, pero dicen que los borrachos siempre dicen la verdad.

yo: ha sí? entonces dígame sus intenciones pues lo noto muy calentón conmigo, recuerde que soy la mujer de su amigo, soy ajena.

Jhon: Mira yo sé que José la está pasando mal económicamente, él me cuenta todo, hasta me ha dicho que en el sexo están mal...

yo: Cómo?, José le contó nuestras intimidades?, cuando se levante le reclamaré (estaba molesta).

Jhon: Cálmese que él me lo contó ebrio, así que no se moleste, además yo soy discreto y no hablo nada de lo que me digan ni cuento lo que yo haga con otras personas, me gustaría ayudarle un poco, yo sé que usted es una dama que le gusta la ropa cara y la joyería, puedo darle dinero para que se compre lo que desee, no soy millonario pero si tengo mucho dinero ya que trabajé muchos años en mi país donde se gana muy bien.

yo: oiga no sea atrevido, no soy puta para venderme por dinero, respéteme...

Jhon: no se moleste hermosa dama, mire que su marido me pidió una buena suma para comprarle el auto que usted tanto quería para su cumpleaños, a él le hace falta ese dinero para completar la suma, yo con gusto se los daré si usted colabora también,

yo: de qué tipo de colaboración habla?

Jhon: Quiero que seas mi amante, sabes que deseo tu cuerpo desde hace tiempo (en ese momento saca de su bolsillo dinero y me lo muestra), esto y mucho más tengo para ofrecerle, piense en su esposo que desea darle ese obsequio en su cumpleaños...

yo: (el gringo tenía razón, deseaba mucho tener mi auto propio y no podía tenerlo por la situación económica que nos afligía) Mire, no soy un objeto que se compra, si es cierto que me encantaría ese auto no voy a entregarme a alguien solo por eso, jamás he sido infiel ni pienso hacerlo.

Jhon: Bueno además de dinero le puedo dar algo que necesita más (se bajó el pantalón y me mostró su pene, lo tenía grueso, venoso, grande y cabezón), oye atrevido, mi marido está cerca, no sea pervertido (le di la espalda, un fuego pasaba desde mi ombligo hasta mis piernas, me sentía húmeda).

John: Tranquila, yo sé que le hace falta tanto el dinero como lo que me cuelga entre mis piernas, José está dormido, no se enterará.

Él se acercó a mi y me empezó a acariciar mis nalgas, no sé porqué me dejaba tocar de él, me sentía como congelada sin saber qué hacer, con una mano me tocaba las nalgas y con la otra me empezó a tocar los pechos, era muy hábil con las manos,

John: Yo sé que tienes ganas de que un hombre te de bien duro, siento tu humedad, no te resistas, prueba lo que te hace falta...

Yo no dije nada, me agaché y me metí su enorme miembro en mi boca lo más que pude, solo me cabía la mitad, olvidé en esos momentos que era casada y me dejé llevar por el deseo que tenía mi cuerpo de placer, me decía: "vamos perra chúpala más duro, escúpelo y pásale la lengua, gánate bien el dinero". Me hizo sentir tan sucia, como una puta barata, me dejé llevar por sus palabras y le di la mejor mamada de pene que le habían dado, lamía sus bolas, y él me halaba por el cabello hacia él, estaba sumisa, presa a sus deseos, me decía: "te gusta chuparla?" y yo le decía: "si, está más rica que la de mi marido", la tenía bien dura y no aguanté las ganas de levantarme y ponerme en 4, sabía que él deseaba metérmela en esa posición, "métemela papi, quiero comerme un gringo" (no sé por qué dije esas locuras pero lo hacía).

De un solo envión me la enterró toda completa en mi vagina, pegué un suspiro y empezó a meterla y sacarla con fuerza: "papi qué rica la tienes, eres blanco pero la tienes como de negro", él me decía: "si perra, yo sabía que con esas nalgas grandes no te me ibas a negar, estás echa para follar", yo empecé a gemir, no me importaba si mi marido me oyera, estaba muy caliente, mi vagina estaba muy húmeda y su pene entraba fácilmente, no aguanté mucho y tuve mi primer orgasmo, admiré que no se venía aún, asi que me lo lleve para la cama donde duermo con mi marido y él se me tiró de frente, me besaba con lengua mientras me cogía brutalmente, mordía mis grandes tetas con salvajidad, tenía tiempo que no sentía tanto placer, sólo cuando estuve en mi noche de bodas, pero no llegó a este extremo de placer.

Jhon: Oh you are a hot bitch, yeahhhh!

yo: (no le entendí nada pero también le hablé) Si animal sucio húndemela duro, culéame con todas tus ganas, querías cogerme? aquí me tienes...

Me sentía la más puta y perra de las mujeres pero lo gozaba, ya no me importaba el dinero, solo pensaba en gozar ese taladro bombeándome sin parar en mi agujero húmedo, quería su leche en mi cueva y se lo pedí pero él quería que me la tragara así que empecé a mamársela duro en un 69 mientras él me provocaba otro orgasmo fuerte, me pegaba en las nalgas y él ya no aguantó más y derramó su leche en mi boca, la cual me tomé toda, con mucho placer, me echó tanta que cayó en mis tetas y me las lamía con gusto, quedamos agotados en la cama, él estaba feliz de haberse comido mis nalgas, mis tetas y mi boca, yo feliz de haber culeado con un macho de verdad.

La lujuria se había apoderado de mi, quería sentir todo el placer así que le dije: "papi aún no te has comido lo mejor", así que me senté de nalgas en su cara y me lamió el culo, sentía su lengua tan deliciosa que le pedí que me escupiera el ano, así lo hizo y me hundió dos dedos en él, me dilató rico y me senté de culo sobre su pene que se volvió a poner duro como un sable y empecé a cabalgarlo, su pene cabezón se metió hasta la mitad de mi ano, yo lo gozaba, sacaba la lengua saboreando el momento, empecé a brincar, ya no me dolía, sentía placer al máximo, la cama se mecía salvajemente, él me agarró cargada y me cogía con fuerza, cada vez que brincaba su pene entraba en mi culo al bajar, me tiró boca abajo a la cama y se recostó sobre mi y siguió bombeándome analmente, me sentía violada pero no paraba de gozar hasta que me la enterró toda por detrás, me decía: "perra que culona eres, te lo tragaste entero", sentía sus bolas chocando brutalmente contra mis nalgas y gemía: "Ahhh si papi, culéameee, dame duro, no la saques, reviéntame el culo", era un animal saciando su sed de carne, yo le meneaba el culo y con ese meneo nos vinimos ambos al mismo tiempo, derramando lo que le quedaba de leche dentro de mi culo hasta mojarme las nalgas, me dijo: "desde ahora serás mi puta" y le dje: " si papi, solo tú y mi marido probarán mi cosita pero mi culo es solo tuyo" y lo besé con lengua, nos vestimos y mi marido aún yacía ebrio en su sillón, Jhon me dejó dinero y me dijo que le iba a prestar la plata a José para mi auto y que ese auto yo lo tenía que estrenar con él, además me dijo que iba a darme un buen regalo de cumpleaños.

Así que me tocó esperar con ansias ese auto, perdí la moral, la fidelidad y me entregué a todos los placeres que mi amante me prometió, siendo infiel a mi marido.

Infiel a mi marido y lo gocé 2

Siguen mis infidelidades después de caer con el amigo prestamista de mi marido, un amigo llamado Jhon, experimenté los placeres de lo prohibido, ahora él me desea pervertir más con la visita de un amigo negro de su país...
Hola amigos y amigas, no les había escrito debido a que lo hago cuando me suceden hechos que no se los puedo contar a amistades cercanas ni familiares, prefiero desahogarme contándoselos a sabiendas de ser juzgada como una mujer puta o una mujer necesitada, eso lo dejo a su criterio, solo para los que me insultan y ofenden les digo algo: "el que nunca ha pecado en su vida que me tire la primera piedra".

Después de haber estrenado mi auto nuevo con Jhon, dejé de verlo debido a que sentía que estaba cayendo en un mundo inmoral al cual tenía que evitar caer cueste lo que cueste para no tener problemas familiares, y más sabiendo lo mucho que me quiere Jorge, mi marido, al cual debía de apoyar más, dado a su nuevo trabajo en el que ganaba menos que antes.

Pasaron semanas, Jhon venía de vez en cuando a la casa, disimuladamente me manoseaba sin que mi marido se diera cuenta y aproveché un momento a solas con el para decirle que ya no más, que me tratara como la esposa de su amigo, que por el hecho de que le prestó dinero a el, no quería decir que sería su amante cuando el quisiera, el solo se reía y con su acento gringo me decía: "tu no ser de el, eres del que quieres que te abra las piernas", ese hombre me hablaba tan sucio, pero esa suciedad me calentaba, me hacia sentir deseada y más sabiendo que yo era dueña de un culo grande y unas tetas firmes y voluminosas, si bien ya estoy treintera, tenía mucha madurez, lo que decían por alli: "la edad en que la mujer está más deliciosa".

Le dije al gringo: "ya no más, mi cuerpo no será tuyo otra vez por mucho que me quieras ofrecer", el me dijo: "eres una perra que adoras chupar penes grandes como el mío, que no se te olvide, eso te encanta", en eso regresó mi marido del baño y empezó a ver televisión junto a Jhon, como siempre, emborrachándose a más no poder, ese vicio a mi marido cada vez le gustaba más al igual que a mi el deseo de sentirme bien cogida, cosa que ya mi marido no me brindaba.

Nuevamente al pasar las horas mi marido quedó dormido y Jhon aprovechó para ir a la cocina y entró desnudo con su pene enorme parado frente a mi, yo sorprendida le dije: "qué haces?, vístete", él no me hizo caso y me dijo: "zorra, cállate que tu marido duerme y es momento de que pruebes lo que tanto te gusta", se me acercó y me sometió con sus brazos, yo de espalda a el, sentía su pene frotando mis nalgas y eso me calentó, me puso bien arrecha, al oído me decía cosas sucias: "te gusta como te rozo con mi verga, eres zorra, no lo olvides", algo pasó en mi que jamás pensé que sucedería: yo misma me bajé la falda con mi ropa interior y me puse en cuatro, el no dudó y de una vez me penetró fuerte, empezó a cogerme como el solo lo sabe hacer, sentía tanto placer que deseaba que mi marido me viera culear con Jhon, no imaginé que fuera tan morbosa, olvidé todo lo moral que tenía y saqué lo puta que había en mi interior.

Verme follar a mi con ese hombre era digno de ser filmado para una película xxx, su enorme verga entraba y salía de mi vagina húmeda, sentía el chocar de sus huevos contra mis nalgas grandes, generando un sonido cachondo y excitante, me decía: "quieres que la saque?" y yo le respondía: "no por favor, no la dejes de meter", decidí jugar a su estilo y le dije: "quiero sentir tu leche, dámela", el me respondió que aún no, que venía lo más sabroso, me la sacó de mi vagina y empezó a lamerme el ano, me lo escupía, metió primero un dedo y luego dos, yo no me atrevía a decirle que no, estaba como drogada, en un trance sexual y me dejé llevar por sus bajos deseos, poco a poco me metió la cabeza del pene por el culo, me dolía pero no quería parar, fue metiéndola hasta quedar la mitad dentro de mi gran trasero.

Empezó a embestirme, suave, luego aumentó la velocidad, confieso que no era mi primer anal porque a mi marido lo complací varias veces con eso cuando él estaba más joven. Jhon no paraba de meterla, me asombraba su aguante y más con el meneo que yo le daba, digna de la mejor perra de prostículo, empecé a sonreír, lamía el dedo que me metía a la boca, me sentía muy cachonda, una reina sexual que complacía los placeres de cualquiera.

Me la sacó del culo y me hizo que me agachara, abrí mi boca sabiendo lo que el quería y derramó su venida dentro de mi boquita, no me importó que supiera a mi culo recién cogido, me la tragué toda y le limpié la cabeza con la lengua, símbolo que ya era adicta a su semen. Se sonrió y me dijo: " te encanta tragártela, te presentaré un amigo de mi país que le encantan mujeres tan putas como tu". Se marchó y me dejó con la inquietud de conocer a ese amigo de él, nuevamente me entró la rabia de no poder contenerme, de evitar ese encuentro sexual, ¿será que de verdad soy puta?, me dije en mi mente,

A los dos días me llama diciéndome que viniera a su casa, le dije que no pero él insistió amenazándome con contarle todo a mi marido, me dijo que fuera con minifalda bien ajustada y una blusa escotada, sin ropa interior, yo presa del temor accedí, me vestí como él me dijo (parecía una golfa buscando un cliente) y manejé hasta su casa, allí entre y me sorprendí de ver a un negro alto, con cuerpo atlético, como de unos 25 a 30 años sentado en el sillón con su pene en erección, la tenía unas pulgadas más grande que la de Jhon, el me saludo con un seco "Hello", Jhon se acercó y me dijo: "el se llama Latrell, pero puedes decirle Mandingo" y se echó a reir, yo le dije que por qué me hizo venir, que no pensaba entregarme a ese tipo, el me contesto: "callate, viniste porque quisiste, porque te gusta coger, acércate a mi amigo que necesita tus servicios", yo molesta no sabía que hacer, si me iba era capaz de contarle todo a mi marido y adiós matrimonio, no tuve más remedio que aceptar entregarme a ese tipo.

Jamás había estado con un negro, no es que sea racista, ya que soy latina de piel morena, me le acerqué y decidí hacer que terminara rápido, le bailé sensual frente a la mirada de Jhon que se quedó para ver todo, puso una canción de Rihanna llamada Pour it up, el sabía que era mi artista favorita, ese tema es muy erótico, ya que trata del mundo stripper, empecé a moverme como la vi en el video musical y el negro se excitó mucho más, sobre todo cuando le tenía mis nalgas puestas en su cara, me metía la lengua con maestría y yo le meneaba el culo, disfrutando esa lengua que se metía también en mi cueva húmeda, me arrodillé y empecé a chuparle su enorme verga, la lamía, succionaba, escupía, me era imposible metérmela toda en la boca, la cabeza del pene era más grande, hasta me asusté pensando si quería metérmela por detrás.

Quedé totalmente desnuda y el se puso el preservativo y me le senté y empecé a cabalgarlo, mientras, Jhon se masturbaba frente a nosotros, se dio gusto viendo mi culo mecerse, el infeliz me decia: " ¿viste que estás echa para coger?, te encanta tenerla metida", "eres bien puta, que no se te olvide, aunque tengas marido le darás tu cosita rica a otros hombres", yo le decía que se callara pero cada vez que me gritaba cosas me ponía más arrecha y montaba más duro al negro, ni cuenta me di cuando ya tenía su polla completamente hundida en mi agujero vaginal, fue en ese momento que Jhon se acercó y me la hundió por el culo, sin protección, yo quedé viendo estrellas y gritando, pero de placer, me sentía totalmente puta, bien ensartada en dos buenas vergas que entraban y salían de mi sin yo poderme escapar.

Se cambiaron de puesto pero el negro solo me la metió hasta la mitad, no podía aguantársela, yo no paraba de venirme, igual mi cuerpo voluptuoso aguantaba los enviones de esos dos sementales, creo que si fuera una mujer delgada no podría con esos dos, o quien sabe, la cosa es que no paraban de cogerme, el tiempo pasaba, no logré que el Mandingo se viniera pues tenía aguante, nuestros cuerpos estaban sudados, éramos como tres máquinas trabajando juntas, empecé a decir vulgaridades "cójanme duro, más duro, más", ambos ya estaban a punto de venirse e hicieron algo que me encantó: los dos se vinieron simultáneamente. bañándome la cara de semen, me excitó tanto que me vine también con mis dedos metidos en mi cueva, la leche cubría todo mi rostro, era espesa y blanca, en vez de tirarla al suelo agarré mis dedos y me la quitaba de la cara pero directo a mi boca, ellos me decían "very good", "yeahhh bitch", contentos de lo sucia que me veía lamiendo su semen de mi cara, me sonreí al hacerlo, no sé por qué, quizás fue el placer de haber sometido a dos hombres.

El negro se vistió rápidamente y sacó un dinero de su cartera y se lo dio a Jhon, yo quedé muda pensando que era para mi, me dijo: "bye" y se fue, yo molesta le dije a Jhon: "¿me estás ofreciendo como prostituta?" y el cabrón me dijo que si, pero que igual el tenia esa fantasía de un trio y entonces me dio la mitad del dinero, fue una buena suma que yo tomé encantada, me decía a mi misma: "¿Sofia que estás haciendo?, acabas de prostituirte", pero por otro lado pensé que la fantasía del trio también la tenía en mi cabeza, me vestí y le pedí que no me hiciera esto más, el muerto de la risa me dijo que lo iba a pensar y me dio una nalgada, al llegar a casa no estaba todavía mi esposo y me fui a bañar, la sensación de tener mi culo ardiendo y mi vagina apaleada me encantó y me masturbé con un cepillo mientras me duchaba, recordando el polvazo que recién tuve. Espero no volver a caer así, ya me doy miedo y temo que mi marido se de cuenta de todo.

Infiel a mi marido y lo gocé: Esposos Bermudez

Ahora si, esto me pasó hace una semana, mi marido tiene un amigo y compañero de trabajo de apellido Bermudez, un hombre simpático que vi en la oficina al lado de la de mi esposo, cuarentón, robusto, alto y de hermosos ojos verdes, mi marido se llevaba tan bien con él que lo invitó a cenar a nuestra casa, por demás decirlo que también le dijo que podía ir acompañado por su esposa, la cual ninguno de los dos conocía, él aceptó encantado.

Mi marido me avisó y preparé un jamón que me queda espectacular, me fijé qué me podía poner de vestido, ya que aunque era en la casa quería dar una buena impresión, así que elegí un traje blanco perlado, con escote en V y abierto al lado derecho de mi pierna, con unos tacones semi altos del mismo color, mi marido fue más sencillo, usando un pantalón de tela y camisa a cuadros, él no se caracteriza por estar al tanto de las modas, mi traje me lucía estupendo, obviamente bien ceñido a mi voluptuoso cuerpo.

Al tocar la puerta mi marido fue a recibirlos, su amigo vino elegante con un saco, pero la que relució fue su mujer, una rubia despampanante que hasta a mi me dio envidia ya que sus pechos eran más grandes y firmes que los míos sumado a un trasero descomunal firmemente levantado, se notaba que le metía al gimnasio, su rostro era de mujer de cuarenta años, con una mirada sexy, labios gruesos y ojos verdes como los del marido.

Nos sentamos y saludamos y me extrañó que ella me besó muy cerca a mis labios, lo cual me puso incómoda, su marido fue más respetuoso y me besó en la mejilla. Conversamos de muchas cosas, ella se dedicaba al entrenamiento personal, me hablaba de ejercicios específicos para ciertas zonas del cuerpo, sobre todo pechos y nalgas, hablaba muy libremente, sin pelos en la lengua, con lo cual, la imagen de mujer recatada se me quitó de mi mente, nos excedimos en el vino y como siempre, mi marido ya estaba durmiéndose, el pobre no es de aguantar nada de alcohol, lo cual me molesta porque me pone en situaciones de debilidad.

Esa pareja empezó a hablar de sexo, cosa que a mi marido no le molestó, sino le causaba risa, nos contaron que ellos eran muy abiertos sexualmente, que les gustaban explorar fantasías y cosas así, expresé un comentario sobre uno de esos temas y la mujer que estaba a mi derecha me dijo "así es" tocándome mis muslo desnudo con su mano izquierda, me lo apretó y sentí una excitación grande al sentir su mano, ella lo notó y sonrió, mi marido ni cuenta se dio.

Me dijo que si quera podría entrenarme para fortalecer mis músculos, ya que me sentía un poco aguada la piel, eso no me molestó y le dije que así mi marido me quería y mi esposo asintió con la cabeza, no dejamos de beber vino y cuando se acababa la botella mi marido iba por otra mientras eso pasaba, la mujer no paraba de mirarme el escote, lo cual me empezó a gustar y le dije: "¿qué miras tanto en mi?", ella me dice: "lo bien que te ves, tienes un cuerpo de actriz porno", me reí con ese comentario y le dije: "¿en serio?" y ella me dijo que si, que podría fácil hacer mucho dinero con mi cuerpo pues todo lo tenía grande, le respondí que también ella tenía grandes atributos y ella me miró con deseo y me dijo: "cuando quieras puedes tocar para sentirlo".

Eso me puso cachonda, jamás una mujer se me había insinuado, solo hombres, y esa sensación me hacía sentir rara y cachonda. le dije que si el marido no se molestaba, ella me dijo que no, que ella es bisexual y que ellos hacían tríos mhm o simplemente el quedaba como observador mientras estaba con otra. Yo le explique que nunca he estado con mujeres, y ella me respondió que quizás no con mujeres pero que sospechaba que yo me revolcaba con varios hombres, pues tenía mirada de mujer caliente.

Esa mujer me decía barbaridades cada vez que mi marido y el suyo se levantaban de la mesa para la cocina, me tocó el turno de llevar los platos a la cocina y ella me acompañó, mi marido se fue a la sala con su amigo y mientras lavaba trastos ella me empezó a acariciar el culo, yo me quedé inmóvil sintiendo sus manos por mis nalgas, me subió el traje y me nalgueó, eso me puso arrecha de una vez, dejé que hiciera lo que sus deseos depravados quisieran, me empezó a lamer las nalgas y me puso en cuatro, así empezó a lamerme el culo bien rico, su lengua era larga y sabía cómo usarla, me volteó y me abrió las piernas quitándome el hilo que tenía puesto, empezó a lamerme mi concha muy hábilmente, me chupaba el clítoris, succionaba mis labios vaginales, al punto en que no pude evitar gemir suavemente y venirme en su boca.

Ella se subió el vestido, mostrándome que no llevaba puesto nada, sus nalgas eran redondas y carnosas, algo en mi me decía que las tocara y así hice, se las acaricié y la giré, tenia su concha depilada como la mía y húmeda, ella me hizo agacharme bien y me pegó su concha a mi boca, decidí experimentar y le devolví el favor que me dio, ella decía en tono bajo: "así zorra sigue, sabia q eras bien caliente desde que te vi", eso me ponía excitada y se la lamía con más ganas.

De repente siento unas manos que me agarran y levantan mis nalgas y me asusté imaginando que era mi marido, pero era el esposo de ella, el cual me dijo que estuviera tranquila que mi marido se durmió, me mostró su enorme miembro venoso y cabezón, su mujer se acercó y empezó a mamársela con fuerza, ella me dijo que la ayudara y no aguanté la escena y también se la chupé, juntas le estábamos haciendo un delicioso sexo oral, le echábamos saliva, lamíamos sus pelotas, hasta que se puso dura, ella me pidió que la siguiera lamiendo y me puse a comerme su concha. mientras que el marido sin dudarlo me la enterró en mi vagina, me follaba con rudeza, su mujer sonreía, me halaba por el cabello y me preguntaba si me gustaba, yo le respondí que si.

Ella le dijo al marido: "ella es de las que son bien calientes, métesela x el culo" y el cabrón me la hundió por allí, no opuse resistencia, gozaba su verga enterrada en mi culo, haciéndome venir una y otra vez, mientras probaba el sabor de la vagina de su mujer, nos quitamos totalmente la ropa, estábamos presos en el deseo de nuestros cuerpos, el marido dejó de metérmela y le dijo a la esposa que era momento de una tijera, así que ella pegó su concha a la mía y empezamos a frotarnos, tanto las conchas como las tetas, su marido no paraba de halársela, esa sensación húmeda me hizo venirme igual que a ella,

El marido nos dijo que viniéramos a probar su leche así que nos acercamos y se vino en nuestras bocas que teníamos con la lengua afuera, ella me daba semen del marido desde su boca y le devolví el favor, nos lo tragamos, estaba delicioso y le limpiamos la cabeza del pene juntas dándonos besos, el marido nos dijo que a su mujer todavía no se la había metido, así que decidimos tocarnos juntas frente a él y le dimos la espalda, en cuatro decidimos menearle nuestras grandes nalgas hasta que se empalmara nuevamente y allí fue como animal a métérsela x el culo a la mujer que disfrutaba esas metidas y sacadas de verga, me dediqué a chuparle sus tetas grandes y a frotarle su vagina, "ahhh papi asiii dame duro por este agujero que es solo tuyo", "asi, asi, no pares, culéame ricoooo", son cosas que decía la rubia putona y empecé a besarla con lengua hasta que se volvió a venir ella, su marido no aguantó más y volvió a venirse en el culo de ella, la mujer me dijo: "¿qué esperas?, límpiame el culo", así que decidí lamerle el culo lleno de leche, fue muy rico meter mi lengua por ese culote tan grande y lamerle toda la leche que escurría de su ano.

El marido nos nalgueó y nos besó a las dos, las cuales junto con él probamos nuestras lenguas juntas, nos vestimos y se retiraron, dejándome sus teléfonos, mi concha mamada de ella y mi culo ardiendo por tanto mete y saca que me dio él. Y mi marido, dormido, creo que con unos cuernos más crecidos, senti lástima por él pero recapacité y vi que la culpa la tiene él por traerme la tentación a la casa, ja ja.

Infiel a mi marido y lo gocé: El jefe de mi marido

Una visita a mi marido a su trabajo desató nuevamente mi fuego uterino que no se pudo controlar tras el intento de mejorar la situación de mi marido.
Hola a todos, como recordarán en mi primer relato, mi marido estaba pasando una situación difícil ya que tuvo que descender de puesto y obviamente, su salario se redujo, lo cual nos generó un cambio en nuestras vidas, ya que a pesar de que no tenemos hijos, nos gustaba vivir cómodamente, sobre todo yo. Mi marido se endeudó para comprarme un auto y me avergonzaba verlo lleno de deudas por mi culpa, así que decidí ir a su empresa para hablar con el jefe y tratar de convencerlo de que recuperara su puesto, ya que mi marido me contó que las cosas en la empresa ya estaban normalizándose.

Aproveché para ir un día en el que a mi marido se le quedaron unos documentos, los cuales fui a dejárselos, me traté de vestirme recatada, más sin embargo mi cuerpo voluptuoso se apreciaba tras mi traje ajustado, sobre todo mi trasero grande y firme y mis pechos que querían reventar el traje, al llegar fui el centro de atención de todos los hombres que trabajaban allí, me sentía un tanto incómoda pero a la vez contenta de que apreciaran mi belleza.

Llegué a la oficina de mi marido y le dejé los papeles, aproveché para preguntarle cómo le iba y me dijo que bien, que el jefe lo tenía lleno de trabajo y que por eso no podía demorar mucho hablando conmigo porque después lo despedían, le dije que me mostrara brevemente las oficinas que lo rodeaban y él me mostró algunas de ellas incluyendo la de su jefe, me despedí y esperé a que él entrara y disimuladamente me fui hacia la oficina del jefe, allí me atendió una secretaria muy parecida a mi en lo que a cuerpo se refiere y ella le comunicó a su jefe que yo deseaba hablar con el.

Las oficinas tenían cámaras a las cuales el accedía e inmediatamente le dijo a su secretaria que me dejara pasar, yo iba pensando qué cosas decirle para que le mejorara la condición laboral a mi marido pero no se me ocurría mucho ya que no teníamos hijos, ni vivíamos tampoco en la miseria, ni mi marido había sufrido de problemas de salud que ameritaran una razón válida para mejorar su salario.

Al entrar me imaginaba al típico anciano, gordo y grosero pero me sorprendí al ver a un joven de entre 25 a 30 años, muy guapo, de tez blanca y atlético, tenía unos ojos verdes hermosos, él me saludó dándome un beso en la mano muy cortésmente y me preguntó las razones de mi vista. Yo estaba embelezada por su juventud, antes de responderle le dije que no me imaginaba que el jefe de mi marido fuera tan joven y él me respondió que era el hijo del dueño de la compañía y le tocaba administrar ese departamento y que muchas gracias por decirle joven (se rio muy sexy).

Le conté que ya que la empresa había normalizado su situación y esperaba que mi marido tuviera su puesto que tenía antes de regreso, ya que a mi me constaba lo trabajador que era el y que incluso en la casa se desvelaba y ni me atendía como debía por llenarse de trabajo, a eso el me respondió: "¿no la atiende como debe ser?, eso es malo, una mujer con sus tributos no debe sentirse descuidada", inmediatamente noté que no paraba de ver mi escote, el cual le regalaba un vistazo de mis senos grandes y firmes, de repente un fuego cruzó por mi cuerpo y noté que si podía lograr ayudar a mi marido sería coqueteándole a su jefe.

Esta idea la sentía peligrosa ya que corría el riesgo de que él se lo contara a mi marido o a algún otro empleado que luego se lo contaría a mi marido, pero me arriesgué a buscar una situación que permitiera ayudar a mi esposo.

Le dije: "si mi marido ya ni me atiende mucho por tanto trabajo que hace ahora y lo peor es que el salario no es justo con lo mucho que trabaja", mientras decía eso puse mi rostro dulce y crucé las piernas lo cual él astutamente observó y se deleitó viendo mis muslos gruesos. Me dijo que ese tema debíamos tratarlo más profundamente, era descarado, pues no paraba de comerme con los ojos y yo también lo mire con ojos pícaros, como para que viera que había entendido la señal que él me enviaba, inmediatamente me dio su tarjeta y me pidió mi numero de teléfono, el cual se lo di, lo llamó de nuevo la secretaria porque tenía una reunión con otra persona y ´nos despedimos con un beso ya no en la mano sino en la mejilla, dejé caer la tarjeta que me dio y me agaché para recogerla mostrándole mi trasero asomarse por mi traje ajustado, él quedó sin palabras. Salí sin que mi marido lo notase.

Luego de 4 horas me llamó saludándome y diciéndome que no había podido dejar de pensar en mi visita, que era muy guapa, que mi marido era muy afortunado de tener un mujerón como yo, decidí seguirle el juego y le dije que lo que me decía me causaba halagos y un poco de gracia, me dijo que estaba pensando seriamente en mi solicitud pero que yo debía entender que para volver a poner a mi marido en su trabajo anterior debía remover y reubicar al empleado que ocupaba su puesto, lo cual generaba un gasto extra a la empresa, yo le dije que comprendía todo y que si estaba de mi parte haría lo que sea para que todo saliera bien.

Él me dijo: "bueno Sofia, en vista de eso, tendrías que tratar ese tema personalmente conmigo, si deseas llevo el nuevo contrato de tu marido pero eso te costará mucho", yo le dije: "bueno papi (me atreví a llamarlo así), yo estoy dispuesta a todo", me dijo que pasaba por mi casa en una hora así que me preparé poniéndome una falda muy corta y una blusa escotada, sabiendo a lo que iba a enfrentarme, además de que deseaba devorar ese joven tan guapo y varonil, saldría beneficiada doblemente, pues con el nuevo salario de mi marido ya le podía pedir lo que quiera y además tendría el gusto de probar un nuevo macho entre mis piernas.

Llegó puntual con la dirección que le di y me subí al auto muy suavemente, notando mis muslos que se veían casi completamente, él se me acercó y me quiso besar la boca pero le quité los labios diciéndole que fuera con calma, que no pensara que era una puta, sino que lo que podría pasar era sólo por ayudar a mi marido y que debía ser discreto, me dijo que si y fuimos a un hotel muy lujoso, con jacuzzi incluido, al entrar me masajeó mis nalgas descaradamente y no hice nada por evitarlo, le pregunté por el contrato de mi marido y él me lo mostró, observé bien los datos personales de mi marido, el cargo, su salario, el cual hasta vi que era un poco más alto del que antes tenía y la estabilidad laboral que tanto deseaba ver, me puse contenta mientras lo leía el empezó a manosearme y besarme por todos lados, me bajó mi hilo y lamía mi culo grande, lo tiré a la cama y empecé a chuparle su pene grandiosamente bello; grueso, cabezón, sin bello púbico, venoso, como a mi me encantan. Se la mamé como ninguna otra mujer se lo había echo, el gozaba cada lengüetazo, cada succión, cada lamida de bolas al máximo.

Me decía: eres grandiosa Sofia toda una puta mamadora, yo me reí y le dije: "si papi, me encanta tu verga" y se la seguí mamando hasta que estuviera dura como un sable, el quería que lo montara pero le dije que aun faltaba que firmara el contrato de mi marido, de una vez lo firmó sin pestañear, pero no fui tonta ya que el podía romperlo así que pedí su teléfono y marqué a la empresa, de allí pedí línea a la oficina de mi nuevo amante y respondió la secretaria, Nicolás como se llama el, supo qué hacer y le pidió que llamara a mi marido para atender la llamada, mientras él hacía eso me dediqué a desnudarme, mostrándole mis tetas grandes y firmes, le bailé sexy para que viera lo que le esperaba.

Nicolas: "Aló José, te comunico que gracias a tu buen rendimiento laboral y por comprender la situación que tuvimos que enfrentar en la empresa, valorando ese sacrificio que tuviste, te comunico que mañana ocuparás nuevamente tu puesto, ya que el Licenciado Ortiz pasará al departamento de Mercadotecnia, mañana al llegar ve a mi oficina a firmar el contrato, felicidades", mi marido le dio las gracias muy contento, sin saber que en realidad había logrado recuperar su antiguo trabajo gracias a mi.

Nicolás cerró la llamada y me dijo: "soy de palabra, espero cumplas", a lo que yo le dije: " no te preocupes amor que lo que deseas de mi lo probarás ya mismo", me acerqué a la cama y me senté sobre su pene, solo rocé la cabeza contra mi entrada varias veces hasta hundírmela toda, gemí de gusto: "ahhh papi que cosa más rica me estoy metiendo", empecé a cabalgarlo como yo sé hacerlo, el me nalgueaba y chupaba mis pezones, le decía: "muérdemelos papi" y él loco de deseo lo hizo, lo cual provocó venirme delicioso, su pene grueso estaba rozándome bien rico mi cuevita, le metí mi lengua en su boca y nos besábamos con lujuria.

Nicolas: "que mujer tan caliente tiene José en su casa, eres toda una perra en la cama".

yo: "gracias amor, la verdad no lo hice tanto por mi marido, sino por que estabas bien lindo y quería tenerte entre mis piernas", eso a él le gustó pues sonrió.

Nicolas: " si nena me tienes bien caliente desde que entraste a mi oficina, sabía que eras una hembra deseosa de placer".

yo: "si papi cógeme duro, muéstrame tu juventud, quiero sentir un macho culeándome rico", me puso en 4 y me la hundió, sus huevos chocaban fuerte contra mis nalgas, me haló por el cabello tratándome como la zorra que soy, no paré de gemir con cada estocada que me daba: "asi papi ahhh siii no la saques, métemela duroooooo, aayyy ayyyy la siento bien ricooo papiiii", "¿quieres mi culo papi?.

Nicolas: "claro que si, lo deseo desde que te vi", me lamió el culo buen rato, me echó saliva y hundió dos dedos dentro de mi, de una vez fue metiendo su miembro duro y caliente por mi culo abierto y eempezó a bombearme, ese mete y saca estaba rico.

yo: "asi papi culeame duro, asiii ajhh sométeme",

Nicolás: "eres toda una sucia perra, hace tiempo no me culeaba a una nalgona tan puta como tu", no paró de sacarla hasta que decidí yo misma echarme hacia atrás y menear en círculo mi culo para sacarle la leche. "me vengo zorra, me vengo en tu culo", "si papi dame esa leche rica, lléname el culo de leche ahhh ayyy siii ahhh ", enseguida sentí un chorro fuerte de semen inundando mi culo, el quedó acostado sobre mi espalda, estábamos sudados, olorosos a sexo, me gustó tanto que me le senté en su cara para que me lamiera mi concha húmeda y él no me defraudó, se notaba que era un mujeriego experto en coger, me hizo venirme en su cara delicioso: "ayy papi desléchame asiii ufff siii mete esa lengua en mi coño, chupame el pirigallo asii asiii ufff, me vengo mmmmm ricooooo".

Nuevamente se la chupé para ponérsela dura y me puso en 4 a borde de cama, me empezó a coger duro por mi concha, yo sacaba mi lengua saboreando de gusto, estaba totalmente adicto a mis nalgas, "ohh papi si que aguantas, dame duro por mis nalgas ahhh ayyy coges mejor que mi marido mmm ricooo", nuevamente me dijo que se iba a venir y la sacó de mi concha y me la metió a la boca: "mama perra, traga tu leche", "si papi dámela toda, quiero tu lecheee ahhhh" y nuevamente otro chorro espeso de semen me inundó la boca, la cual me tragué completa, le di una buena lamida a su cabeza para dejarsela limpia.

Empezamos a vestirnos ya que faltaba una hora para que se acabara la jornada laboral en la empresa y él debía regresar, no usamos el jacuzzi, así que me dijo que lo usaríamos en alguna otra ocasión, yo le dije que eso dependerá de cómo le vaya a mi marido, así que supe que de ahora en adelante mi marido ganaría buen dinero y no tendría mucho trabajo, que quizás la que ahora sudaría sería yo.

Me dejó en mi casa, no sin antes deslecharme metiéndome sus dedos en mi concha provocándome otro rico orgasmo y me despedí de él dándole otra mamada en su auto esta vez, quedé impresionada del aguante de ese hombre, quizás será por su juventud, volví a tragarme ese rico semen dulce y me fui caminando a la casa, una hora después llegó mi marido muy contento por lo de su trabajo y yo fingí sorpresa y estar contenta, las cosas definitivamente mejorarían, volví a ser infiel pero esta vez por una buena causa.
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Relato Erótico : La morbosa esposa de mi primo

Relato Erótico : La morbosa esposa de mi primo

…Rápidamente conteste, ese no es problema si quieres yo te puedo acompañar, ella sonrió con lascivia después de mi comentario…
(Yo solamente quería tantear terreno)
De repente mi mujer me grito desde el cuarto Toni, tráeme por favor un vaso de agua el niño tiene temperatura.
Que escena la de allí mi prima en tanga, su marido tirado en la cama, mi mujer gritándome y mi verga a punto de estallar.
Le dije a Adén luego nos vemos…
(Sabía que era de sangre caliente y mas con lo que me había confesado mi primo apenas unas horas atrás.)
(Me parece que no es normal que una mujer, casi se desnude delante de su primo, creo que ella quería ver a donde era yo capaz de llegar…)
Camine hacia ella, por lapsos me tocaba la verga. Ella se dio cuenta de mis manos en mi pene.
-Hay primo creo que ya mejor me voy a dormir…
-Hasta mañana, nos vemos me dijo apartándose de mi mostrándome ese enorme trasero, y mi mujer me volvió a gritar…
Solo conteste Adiós que “sueñes rico”
Tenía la verga muy parada…
Eran aproximadamente las 3 de la mañana y mi mujer despertándome, Toni…Toni no escuchas, creo que los niños no pueden dormir nos levantamos y fuimos a su habitación, en efecto mi hijo tenia todavía fiebre, mi mujer me pidió baja a la cocina necesito compresas de agua fría.
Al ir bajando hacia la cocina casi me desmayo… ahí estaba Adén tan solo con su tanga de hilo dental amarillo y una camiseta mía que mi mujer le había prestado…
Que paso primo, no podía dormir hace mucho calor aquí, además escuche a los niños llorar fui a revisar a su habitación y no eran los míos….
Si, mi hijo tiene un poco de temperatura pero nada grave… alcance a trastabillar.
Oye no sabes donde esta el café necesito hacerme uno? Me duele la cabeza, cundo tu primo se emborracha, se queda como piedra y ronca demasiado…
Si conteste, esta ahí en la alacena en la parte de abajo al fondo… entonces ella se empino totalmente sin flexionar las rodillas (se que eso es muy usado pero se los juro así fue como sucedió) wow que espectáCULO.
-Oye no se donde esta no lo alcanzo Toni, me podrías ayudar?
Por supuesto conteste…
En este momento mi verga estaba a reventar y se notaba en demasía pues solo estaba en bóxer.
Dame permiso para poder sacar el café.
¡No!, Mejor así enséñame donde esta, para cuando lo vuelva a buscar lo encuentre, me dijo… me coloque atrás de ella pues casi tenia toda la cabeza dentro de la alacena, mi verga casi se le metió, por que el espacio era muy reducido, mi mano toco su mano al fondo de la alacena…
Aquí esta ya ves… (De seguro sintió mi pito bien metido en el canal de su culote) porque ella empezó a moverse como si hubiera sido una victoria, haber encontrado el café y me estaba dando unos tallones riquísimos.
-Hay perdón Toni es que soy muy “expresiva” cuando me emociono…
(Casi me la estaba cogiendo con la ropa puesta) y ella muy “ingenua”, no me decía nada.
Salí de mi trance por que mi mujer me grito ¡ya están las compresas?
Me despegue de mi prima como pude ella solo sonrió y me dijo su clásico muchas “gracias” y me fui. (Tenia todo el pene mojado de mi propio liquido preseminal)
No podía dejar de pensar en Adén, esta mujer me estaba provocando, yo, ya me la quería coger ¡
-De verdad será tan caliente para no poder estar unas horas sin sexo?
-Tal vez tenga problemas con mi primo? Me quede pensando…
Al despertar el niño ya se encontraba muy bien jugaba por todos lados junto a los hijos de Andrés.
En el desayuno mi madre ya tenia todo listo, ella vive en la hacienda también pero en una especie de cabaña que esta un poco retirada de la casa principal, nos llamo a todos a desayunar mi primo bajo con una cruda de muerte y al poco bajo Adén, (esta morena esta riquísima y pensar que ya la vi 2 veces casi desnuda.)
Como pasaron la noche pregunto mi esposa?
Andrés.- no supe como fui a dar a la cama
Adén.- yo dormí muy bien no me desperté para nada, quede como una roca. (Y me quedo mirando con lascivia y complicidad)
Bueno pues a desayunar…
El desayuno paso sin contratiempos todos hablábamos de cualquier cosa.
Mi madre comento es un muy buen día por que no salen a montar?
Rápidamente mi esposa contesto vallan ustedes yo no puedo tengo que llevar a los niños al pediatra me preocupo un poco la fiebre del niño.
Andrés nos dijo vallan ustedes, yo no aguanto la cabeza tengo una cruda de aquellas…
Tony por que no llevas a Adén, ella no sabe montar y le gustaría mucho verdad amor? Le pregunto…
A mi me encantaría, pero y los niños? Contesto mi prima,… no te preocupes yo me quedo con ellos vayan a montar no se preocupen.
Esta bien no se diga más! Voy a ver que me preparen los caballos para salir dije con un tono normal.
A la media hora Adén y yo nos fuimos hacia los establos y el capataz tenia malas noticias, ¡señor! solo esta listo su caballo, el otro caballo que es igual de “manso” que el suyo se torció la pata y no puede salir, los otros que tenemos no están acostumbrados que la gente los monte… (Que perfecta oportunidad para poder montarme a mi prima)…
Mande al capataz retirarse y después.
Me quede viendo a Adén…
Creo que no podremos salir solo hay un caballo.
No te preocupes nos vamos en el tuyo y así sirve que me enseñas… (Se noto un brillo en sus ojos)
Esta bien, el caballo esta listo si quieres te ayudo a subir le pregunte?
Si por que con estos tacones no podre subir (ella llevaba la misma ropa de ayer los leggins y camisa) ya ves que nuestro equipaje llega hoy.
Acerque un pequeño banco pero no llegaba…
Ella me dijo ayúdame, entonces la tome por las nalgotas y la empuje para que se montara ¡ ahh que rico culo.
Hay primo creo que ya te gusto agarrarme el trasero ¡
Disculpa pero te ibas a caer y tus nalgas es de donde hay mas de agarrar, ¡quise ver como reaccionaba¡… ella puso cara de satisfacción.
Sube y vámonos ya¡ antes que se den cuenta que nos vamos en un solo caballo
(Me subí me acomode tras ella y la tome de la cinturita.)
Toma las riendas y yo te guio le dije… el caballo empezó a trotar y esas nalgotas bailaban y como me tallaban la verga…
Hay primo me lastima un poco la silla o el lomo del caballo… “no estoy acostumbrada a estas cosas” súbete un poco mas hacia mi le propuse…
Ella se hizo hacia atrás y prácticamente se me sentó en la verga sentía ese culazo latiendo en la punta de mi pito… cabalgamos unos minutos así. La abrace por la cintura casi me la estaba cogiendo lo juro… (Ella notaba toda mi verga pero no me reclamaba, platicábamos como si nada pasara)
Así esta mejor respondió Adén
(Decidí jugarme todo esta vez)
Emprendimos camino hacia el bosque, sin pensarlo le propuse nunca has pensado cabalgar desnuda es una experiencia fabulosa! Mentí pues nunca lo he hecho.
Volteo a verme…
¡Estas seguro?¡ me respondió (puso una cara de duda, que ni ella misma se creyó) y si nos ve alguien?
Por aquí no hay nadie es un lugar muy tranquilo…
-no sabes la adrenalina que se siente… el viento golpeando contra la piel desnuda (quise persuadirla)
Bajamos y ella dudo en desnudarse y me comento es muy arriesgado totalmente desnudos ¡
Bueno!
Inocentemente conteste….
-que te parece si solo nos quedamos en ropa interior.
(¡Quise ver hasta donde era capaz de llegar!!!!!!)
Pensé que se arrepentiría pero con vos ingenua contesto, esta bien, venimos a México a divertirnos y eso es lo que voy a hacer.
Rápidamente comenzó a bajarse los pantalones y apareció ese culo prieto y enorme…, que putas nalgas tan ricas!!!!!!!!
Su cuerpo era pura lujuria, ¡que morena! su cinturita tan breve, sus tetas tan grandes, sus piernas robustas era la mujer perfecta para los pensamientos “mas lujuriosos” (sin exagerar creo que sus medidas andarían en lo 98-62-100) se quito la camisa y solo quedo en tanga, sus tacones, y un sujetador a media copa…
Mi verga estaba como loca, sentía demasiadas punzadas.
Ahora te toca ti… (Sonrió pícaramente) me quedo mirando… rápidamente me deshice de mi ropa y me quede solo en bóxer con una erección bastante notable, ella se dio cuenta pero la ignoro ingenuamente… dejamos la ropa por un árbol enorme, (conocía muy bien el camino.)
Estaba que explotaba… la ayude a subir nuevamente al caballo ahora si agarrándole el culo con descaro.
Me subí y me acomode tras ella, que escena ella como una “amazona” y yo como un “cavernícola”, solo que en bóxer. Jajá
La abrace…
El caballo empezó a trotar, de nuevo me comento que la lastimaba por que se subió encima de mi (mire hacia abajo, dos globos de carne y en medio aparecía mi pito)… otra vez iba prácticamente sentada en mi verga… ¡esto era la gloria¡
De repente sin notarlo mi verga se salió, (Mi bóxer tenia abertura), ¡si¡ iba con la verga de fuera y en un salto del caballo sus nalgas botaron y mi verga se introdujo en el fondo de su vagina… el hilo dental no le estorbo a mi pito para nada… fue lo maximoooo, (ella estaba mojadisima).
¡Hay primito que fue eso! (medio volteo la cara y tenia los ojos completamente en blanco)
¡Hay que rico¡ esto de cabalgar así es una gran experiencia.
Hay primo… que bien se siente…
El caballo seguía trotando, trotando, y yo cogiendo, ¡si!, cogiendo.
De repente me dijo algo que para nada me esperaba…
“Hay papi” Cógeme, cógeme por favor ¡me comenzó a decir,
Ya lo sabia, todo esto era para cogerme verdad?
Ya sabía que me querías coger, sabia que estabas hablando de mi, ayer con Andrés…
Andrés siempre me platicaba de ti, y sabes ayer que te conocí me gustaste demasiado, por eso trace un plan para seducirte, Andrés es un buen esposo, pero a mi me encanta la verga…. Nunca le he sido infiel solamente me encanta calentar a los hombres y ver como babean por mi… pero contigo siento diferente me gustas mucho y tu verga se ve y esta demasiado rica…
Además tu estas muy bueno primito… (Me excitaba tanto que me llamara así)
¡Hay dios! Creo que ya me enamore de tu verga?
Yo solamente escuchaba, (ahh que deshinibida era la esposa de mi primo.)
El caballo seguía trotando y yo ahí cogiéndome a mi prima en medio del bosque que locura…
Sus nalgas botaban con mi verga bien metida en su vagina, hubo un momento en que le dije hazte un lado que me voy a venir, pero ella me respondió vente dentro échamelos no importa tomo la píldora, tu primo ya no quiere mas hijos…
Sin pensarlo 2 veces me deje venir ahhhhhhhhh que rico culo como me exprimía la verga.
Regresamos al árbol donde estaban las ropas y nos vestimos… emprendimos el regreso como si fuéramos dos recién casados, le metía mano por todas partes con decirles que se me había vuelto a parar la verga.
Hay papi deja de meterme mano… me estas poniendo muy cachonda…
Voy a buscar cualquier momento para que me cojas… pienso regresarme muy satisfecha a Norteamérica… además es muy morboso hacerlo con un familiar y por si fuera poco mi marido o tu mujer andando por la casa… esa es una “fantasía” que quiero cumplir siempre contigo (Todo esto me lo dijo mientras regresábamos). Yo amo a mi esposo pero últimamente siento que le faltan emociones a mi vida…
Y contigo creo que las encontrare…
Y yo por supuesto le conteste…
-Pienso cogerte hasta por las orejas… eres muy morbosa y me encanta la idea… (Ya sabia lo que me esperaba).
Ahhh y por cierto Adén, ayer si estábamos hablando de ti… pero lo que mas me saco de onda es que Andrés me dijo palabras muy fuertes acerca de ti… Y para ser sincero nunca antes se las escuche decir…
-¿Qué cosas te dijo, anda dime?
-pues el me dijo que te encanta hacerlo como perra, tu cuerpo de puta y que la chupas de maravilla….
Hay mi esposito…
Cuando conocí a tu primo era un poco tímido respecto al sexo…. Solamente lo sabía hacer de la manera más rutinaria y aburrida…. Con decirte que no me decía ninguna palabra fuerte…
Oye yo soy colombiana y soy de sangre caliente…. Le dije a Andrés a mi me encanta que me digas PUTA… PERRA… ZORRA… MAMITA… Y palabras como, COGEME… MAMAME… CHUPAME… ETC.
Sabes Toni yo crecí en un ambiente duro y no me da miedo nada….
Así que de ahora en adelante cada vez que este contigo cogiendo y solo cogiendo… dime que soy tu perra, y no sabes como me mojo si me dices PUTA, es una palabra que me pone mucho… (A veces y solo a veces las mujeres nos queremos sentir como unas verdaderas putas me confeso)
Así lo hare mamita linda…
Llegamos a la hacienda, como si nada hubiera pasado, uno de los hijos de Adén corrió al vernos llegar y le comento… mama, mama, ya llegaron las maletas “ya tenemos ropa”…
¿Qué ropa traería mi prima para sus vacaciones?
Ya dentro de la casa nos esperaban para comer.
Andrés me pregunto que como había estado el paseo?
Y yo le conteste tu mujer es muy buena “sabe montar muy bien” me sorprende que dices que no sabe montar, si lo hace tan bien.
(Todo esto en doble sentido) y le dirigí una mirada de complicidad a mi prima…
Eso era lo que a partir de hoy seria lo nuestro… unos cómplices sexuales…
Este es el segundo día con la familia de mi primo, más bien (con mi prima, su mujer)

La morbosa esposa de mi primo 3

Se abalanzó directamente hacia mi verga, se puso de rodillas y al momento que habría la boca, poso su mirada fijamente en mi… (Me comenzó a lamer lentamente y comenzó a hacer pequeños gemiditos).
(la continuacion corta de la parte 2, osea del mismo dia).

Eran aproximadamente las 9:00 de la noche…

Después de comer me fui a la ducha (solo hay un baño completo y esta en el corredor de las habitaciones los demás cuartos solo tienen baño normal) no podía quitarme de la mente las nalgotas de mi prima, termine de bañarme y solo me amarre una toalla en la cintura, al salir me encontré en el pasillo a Adén ella iba rumbo a su habitación…

Al verme se acerco e inmediatamente me agarro la verga y me beso… que manera de mover la lengua. Mi verga reacciono inmediatamente.

Que te pasa Adén? Le pregunte sin convicción.

Estas loca ¡ y si vine alguien?

No te preocupes primito, todos están en la sala allá abajo, tu mujer acaba de poner una película y todos están viéndola, solo vine a ducharme y a cambiarme de ropa, pero como te encontré vamos a provechar el tiempo… al momento levantaba mi toalla y se inclinaba hacia mi… (Parece que ya se había desinhibido totalmente y pensaba cumplir todas sus fantasías conmigo)

Mira nada más que tenemos aquí, así que esta es la verga que me voy a comer, (todo eso se lo dijo a mi verga como si hablara con ella) al momento que dijo eso abrió la boca y se fue directo hacia mi pito.

Hay que rica sensación, casi me desmayo por el golpe de temperaturas y la humedad de su boca.

Como la chupaba de verdad era experta como me había dicho Andrés, dios que golfa. Como me la mamaba.

De pronto escuchamos que alguien subía las escaleras, rápidamente se aparto de mi, dejándome una erección a punto de estallar…

-Mama dice mi papa que si ya te vas a bañar? Era uno de sus pequeños…

- si mi amor dile que nada mas me baño y bajo a acompañarlos.

Inmediatamente me fui hacia mi habitación a cambiarme… me puse un short con playera y unas sandalias quería estar cómodo… (Ja, já)

Baje hacia la sala y en efecto todos estaban concentrados en la película (era la de avatar)…

Listo estoy como nuevo hable en vos alta, algunos me observaron sin decir nada… (Mi mujer parece se había quedado dormida)…

Los sillones estaban todos ocupados, así es que busque una silla me puse detrás del sillón principal… (En el que estaba mi primo con sus 2 hijos)

De repente como a los 10 minutos bajo Adén. Se veía espectacular traía el cabello húmedo suelto, un short bastante corto y pegado y una camisa algo grande, (seguro era de Andrés).

¡Hola! que rico baño comento, ya me hacia falta…

Andrés.- que bien amor, ven acomódate aquí…

Adén.- creo que no voy a caber, los voy a aplastar…mejor me traigo una silla y me acomodo aquí junto a Toni, (se escuchaba tan natural).

Ella fue directo a la cocina a buscar otra silla, regreso y se sentó junto a mi… pasaron algunos minutos…

y de repente siento que su mano me empieza a acariciar la verga… la miro de reojo, ella esta concentrada en la película ni siquiera me voltea a ver.

¡Dios! Ya metió su mano dentro de mi short, me esta masturbando a toda regla…

Oye amor no quieres unas palomitas?... se acerca por detrás del cuello de mi primo y le pregunta… (Seguía masturbándome)

Si amor ya se me antojaron, pero no puedo ayudarte tengo los niños en mi regazo y parece están dormitando… además creo que Isabel ya esta profundamente dormida…

¡No te preocupes amor! que me diga Toni donde están y yo las preparo….

Dejo de masturbarme y Saco su mano de mi pito, casi me hace acabar…

¡Bueno voy a la cocina!

¿Toni donde están las palomitas?... se dirigió hacia mi

Están en la alacena…. Respondí casi sin aliento.

Se fue a la cocina… moviendo esas ricas nalgotas, (sabia que la estaba viendo)

Al minuto regreso…

Oye Toni, podrías venir a decirme donde están no las encuentro?

Si ahorita voy conteste, (sin entusiasmo).

Ella se adelanto… a los pocos segundos me levante y le dije a mi primo, yo le ayudo a hacer las palomitas… anda ve primo, solo no se tarden…

Al llegar a la cocina casi me desmayo…

Se había quitado todo… solo se quedo con una micro-micro tanga, que nada mas le cubría la vagina por que incluso se le veía la línea vertical de vello púbico… ¡que sexy estaba!

Te estaba esperando papito…

Anda vamos a coger que estoy calientísima, quieres que te la chupe primero?

Estas bien loca… pero que caliente me pones conteste…

Se acercó y de un tirón, me bajo el short, mi pito ya estaba a reventar…

-lo sabia no tenias calzones?

Anda apúrate y chúpame la verga, estoy que me vengo le dije…

Se abalanzó directamente hacia mi verga, se puso de rodillas y al momento que habría la boca, poso su mirada fijamente en mi… (Me comenzó a lamer lentamente y comenzó a hacer pequeños gemiditos)

¡Dios!

Te gusta primito?, te gusta que te la mame? Dime si te gusta papito?

Ahhhhhhhh respondí…

Inmediatamente se metió toda mi verga, casi se me doblaban las piernas… (Eso lo hizo solo dos veces)

Se la saco y me dijo… “hay papito esta muy rico pero van a sospechar”

Donde están las palomitas?

Ahorita te las doy… tu prende el microondas para ganar tiempo le dije… (Yo con mi verga bien parada, y ella tan solo en tanga moviéndonos por la cocina)

Se escucho el típico “pip” que hacen los hornos del micro, abrimos 2 bolsas de palomitas y Adén metió una bolsa… (Yo ya quería meterle, pero el pene a ella).

Bueno primito en lo que se hacen esas palomitas, ahora si dame esa vergota…

Me coloque detrás de ella le baje solo un poco el tanga, (a media pierna)…

Ahí te va primita… se la metí de un solo golpe. Sus nalgotas rebotan contra mi vientre… plaf, plaf, ahhhhhhhh primito jodeme, cógeme cógeme, méteme ti pitote papacito…. me tuve que agarrar de sus chichotas… (Las palomitas tronaban y tronaban dentro del micro.)

(Nos dimos cuenta que las palomitas dejaban de tronar poco apoco, ya solo restaban 10 segundos) ya solo 10 metiditas de verga dame.... me dijo.

4,3,2,1… pip,pip se escucho detenerse el horno. Me despegue unos instantes de ella…

Aprovéchate papito, tenemos otros 3 minutos para que esto acabe…

Adén metió la otra bolsa y comencé a cogérmela de nuevo, esta vez seria el final… (Por hoy).

Ahora si me agarre de su gran culo y le empecé a dar sin contemplación sus tetas botaban por todos lados, aahhhh que rico me coges… eres una puta mamita, que cuerpo de zorra tienes, eres una diosa…

Vente primito, échame tus moquitos papito…. Soy tu puta soy lo que quieras, pero no me saques la verga…

Ohhhhhhhh Adén me vengoooooooo….

No me la saques papitoooooooo… casi acababan de tronar las palomitas al mismo tiempo.

¡Ahhhhhhhh que rico!, el semen le escurría en la entrepierna, mientras yo me recuperaba a un lado….

Se limpio con una servilletas, nos acomodamos las ropas, agarro las palomitas, me dio una bolsa, y ella tomo la otra, me dio un buen beso y salimos…

Amor aquí están las palomitas…

Ah si, amor pero los niños ya están durmiendo…vamos a ver un rato la película y vámonos a descansar….

Vimos unos minutos más la película y todos nos fuimos a dormir…

Había sido un día largo y lleno de satisfacciones… (2 COGIDAS EN UN SOLO DIA UFFFFFFF)

Que sorpresas mas morbosas me tendrá preparadas mi primita…

Esperen la continuación.


La morbosa esposa de mi primo 4

-hay si, cógeme primito, cógeme no sabes cuanto te extrañe…. Dame, dame duro como la perra que soy, me vestí así de puta para ti…
Habían pasado 2 días desde la llegada de mi primo y su familia….

Después del encuentro en el campo, y en la cocina quede totalmente debilitado sin energías.

No lo podía creer era un verdadero sueño el que estaba viviendo….

Así con esos pensamientos me quede totalmente dormido.

A la mañana siguiente escuche demasiado ruido en el jardín los niños corrían y gritaban por doquier, voltee a mi lado y mi esposa ya no estaba….

De repente la puerta de mi habitación se abrió y oh sorpresa era Adén con su misma ropa de ayer igual de sugerente…

-hola buenos días (y se fue acercando sigilosamente hacia mi…)

-Como amaneciste?

Bien gracias, oye primita no deberías de estar aquí…

-tranquilo tu mujer y los niños andan en el jardín y Andrés esta todavía durmiendo…

- y esto como despertó? (al momento me tomaba el pene por sobre las cobijas)

(Por supuesto tenia la típica erección matutina)

(Este juego peligroso me empezaba a gustar en demasía, es demasiado excitante poder ser atrapado en cualquier momento).

Muy bien, Si quieres compruébalo tu misma, (la rete).

-Tú así lo quisiste papacito…

(Me quito completamente las cobijas y mi pene hacia presión hacia el bóxer parte por la excitación del momento, parte por mi erección natural, estaba a reventar.)

Rápidamente se tendió sobre la cama y se abalanzo sobre mi pene y lo saco por la abertura del bóxer…

-como despertaste cabezón?…

(Le estaba hablando a mi pito (que excitante) , y parecía que le entendía por que pegaba unos brincos de miedo.)

-me extrañaste? Por que mis nalgotas si te extrañaron… (Paso sus dos manos hacia atrás y cada una agarro indecentemente esas nalgotas)

-pobrecito parece que tienes temperatura, estas muy caliente. (Acerco mi verga a su frente)

-voy a ver que puedo hacer, ahorita mismo te bajo la calentura….

De repente ¡zas!, un lengüetazo en la punta de mi verga, y otro lengüetazo por el tronco…. Casi me desmayo de placer.

Empezó a chuparme de una forma más que rica, yo solamente veía entrar y salir mi pito de su húmeda boca….

Ohhhhhhhh Adén detente por favor….

Se la saco de la boca solo para decirme, “yo ya hice un trato con esta verga de bajarle la calentura, así es que no voy a parar hasta que eso pase”

Y se volvió a meter mi verga….

A los lejos escuché que alguien venia subiendo las escaleras…

Adén detente, alguien viene…

Paro en seco y trato de escuchar….

En la madre, ¡si! alguien sube las escaleras….

Se levanto como de rayo y se fue justo tras la puerta…

Yo me tape las cobijas como pude...

A los segundos Isabel mi mujer abría la puerta…

Solo asomo la cabeza y me dijo párate ya flojonazo, ya es tarde recuerda que hoy es tu salida hacia la capital quedaste con el capataz de llevarlo a comprar los químicos para las vacunas del ganado….

(Demonios, completamente lo había olvidado, no puede ser tan mala mi suerte).

Si amor no te preocupes enseguida tomo un baño y salimos a la capital, dile al capataz que prepare la camioneta y se asegure todo en 1 hora salimos….

-ok, apúrate o se te hace tarde.

(Maldición son mínimo 4 días en la capital, entre transporte y comprar los químicos.)

Al cerrar la puerta Adén casi se desmaya (jajá).

-Oye no me digas que te vas…, como?

-Si, quede hace tiempo con el capataz y pues tendré que ir…

-no puede ser, y me vas a dejar aquí solita? (Se fue acercando hacia mí)

-solo son algunos días, 4 para ser exactos…

-bueno creo que esperare mientras tanto, déjame darle su despedida a esa rica verga…

(Me levante de la cama como un resorte y así con el bóxer en los pies, mi verga ya estaba morcillona…)

-Pues acércate y chúpamela, que a esta no la vas a ver algunos días…

-me canso papacito…. (Se arrodillo ante mí y rápidamente comenzó a mamar,)

-glup glup glup….

-ahhhhhhhh, ahhhhhh….

-te gusta papi?

Te voy a extrañar, no sabes la ropa que traje para mis vacaciones, traigo unas tanguitas y unos conjuntos de lencería que te vas a volver loco, además de un par de disfraces que ya quiero que me los veas puestos. Te dije que ya lo había planeado todo, y por supuesto venia muy preparada.

(Todo esto era música para mis oídos…)

-ohhhhhhhhhhhh Adén detente que me vengo….

Explote en su boca pero ella no dejo de succionar mi pito.

-ummm que rica lechita, a tu primo no le gusta que me la coma, dice que le da asco, en cambio a ti parece que te ha encantado, mírate sigues empalmado…

(En efecto, Isabel, mi mujer nunca se había querido tragar mi semen, incluso a veces no le apetecía el sexo oral, y ahora con Adén me sentía en los cielos…)

-Que guarilla y putita eres…

-soy tu puta, y lo sabes…

-Muy bien ahora sal, no estaría bien que alguien te encontrara aquí…

(Se fue directamente hacia la puerta meneando ese culote)

-ahhhhh por cierto estas nalgas (al momento que se bajaba un poco el short) te van a estar esperando… jajá….

(Partimos el capataz y yo sin contratiempos, llegamos a la capital y ya quería regresarme, así pasaron poco a poco los días, no aguantaba las horas me la pasaba imaginando esas terribles nalgotas y lo ultimo que Adén me dijo “traigo un par de disfraces”… retumbaba en mi cabeza

Y por fin llego el día de regresar…. Llegamos cerca de las 12 ya todos dormían, solo mi mujer me recibió...

-Que bueno que ya llegaron, te tengo algunas cosas que contar…

(Ya en nuestra cama)

-amor te acuerdas de mi abuela clarita?…. (si, si me acordaba la familia de mi mujer vive en otro estado un poco lejos)

- Estos días que te fuiste me dijeron que estaba muy mal, y hoy me hablaron y me comentaron que ya falleció...

-quiero decirte que mañana salgo para alla mi mama esta destrozada… y pues me voy unas semanas… mañana al medio día salgo, claro si no tienes inconveniente? (Por supuesto conteste que no…)

-Y como se portaron nuestros invitados? Le pregunte…

-muy bien, pero Adén…

-Adén es una buena muchacha, pero es un poco atrevida, no sabes como se les cae la baba a los trabajadores, se viste muy ajustado y con minifaldas… pero bueno creo que ella es muy jovial.

-mujer no te preocupes si su esposo no le dice nada, tal vez no deberíamos de meternos…

(Ya me daban tantas ganas de verla, que hasta tuve una erección… y con mi esposa, hicimos el amor, pero yo no quise terminar quería estar cargado para mi “primita”)… y así me quede dormido pensando en Adén.

A la mañana siguiente me desperté un poco tarde, baje el desayuno estaba servido pero no vi a nadie de la familia de mi primo…

-fueron a comprar cosas al mercado, no creo que tarden me comento mi esposa.

Empezamos a desayunar y como a la media hora aparecieron los niños después mi primo y por ultimo Adén wuaaaoooooo que espectacular y atrevida estaba…

Se había puesto una minifalda corta con unas mallas rojas con rallas, unas sandalias con tacón una blusita azul con escote y en el cabello dos coletas, me empezó a punzar la verga…

-Hola que gusto que hayas llegado ya… me comento Andrés

-hola me dijo Adén, ya te extrañábamos (sonó mas a doble sentido)

Bueno yo los dejo desayunar, voy a ver si no hace falta nada en la hacienda…

Me fui hacia los establos y a la hora apareció mi prima….

-Toni, Toni andas por ahí?

-si aquí estoy…

-hay papi como te extrañe ven bésame, (nos metimos un morreo de miedo)

-te tengo muchas ganas primita, quiero cogerte ya…

-Pues anda papi cógeme, pero antes dime una cosa, te gusta como me vestí? Me arregle especialmente para ti… (Al momento se quedaba solo con su tanga, las sandalias, y las mallas)

-estas divina, que cuerpo de puta tienes… déjame tomarte una foto…. (Y esta de aquí abajo es la que tome…)

-papi después me podrás tomar las fotos que quieras, ahora cógeme…

Rápidamente le baje la tanguita, la acomode en la pared y me la empecé a coger, que perfectos globos de carne tenia por nalgas…

-hay si, cógeme primito, cógeme no sabes cuanto te extrañe…. Dame, dame duro como la perra que soy, me vestí así de puta para ti…

-Adén no sabes la sorpresa que te espera, te voy a dar un notición…. Vamos a tener mucho tiempo sin preocuparnos por mi esposa….

-cual es esa noticia? Primito…

-espérate en cualquier momento te vas a enterar, seguro te va a encantar…

-ahora no te desconcentres y vamos a seguir cogiendoooooooooo….

(Parecíamos perros lujuriosos, ya no sabia de donde agarrarme, de su cinturita, sus tetotas o de su culote…)

-Adén mamita, de donde me agarro?

-agárrate de donde quieras pero métemelaaaaaa ahhhhh si,si,si……

-primito, papacito cógeme ahora como perrita… ponme a cuatro patas y dame duro…

-me acomode detrás de ella, y se la meti de golpe, se perdía mi pito en medio de esas perfectas nalgas, y ahí en medio del establo me la cogía con todo….

-plaf, plaf, plaf , plaf, sonaba ese culazo contra mi vientre…. Sentí desfallecer… de placer.

-primita voy a venirme, quiero ver como te los tragas…

-hummmmmmmm si papi como tu quieras.

(Al momento que nos despegamos y procedía a engullirse mi verga… sonó su teléfono celular…)

-hola?

-amor en donde estas?, ya te busque por toda la casa y no apareces?

-estoy aquí en los establos, con Toni…. Me esta enseñando el ganado… es mas me va a dar lechita recién salida….

-¿Cómo que lechita recién salida?…

-si, es mas, ahorita mismo estoy ordeñando una poca, a ver si logro sacar la leche…. Espérame un poquito no me vayas a colgar…

(Me comenzó a hacer una paja, a toda velocidad…. Sin pensarlo se metió de golpe mi pito a su boca y empezó a succionar…)

-amor, amor, que son esos ruidos?

-glup, glup, glup, estoy chupando la lechita directamente de la vaca, de su ubre tu crees?, lo que pasa es que no se me dejo ordeñar….

-jaja, como crees amor, que graciosa te has de ver chupando directamente de la ubre, jajaja… ya me contara Toni, si de verdad te atreviste a hacerlo… jajaja que ocurrente eres no me lo imagino….

-glup, glup, glup, glup,

(Ya no pude soportar las chupadas y mucho menos la conversación entre ellos y me deje venir como loco…)

-amor ya viene la lechita, me la voy a tomar todita….

-si mi amor, tómatela no desperdicies nada… jaja que ocurrente mi mujer, mira que tomar la leche directamente de la ubre de una vaca, es una pasada…. ja

(Prácticamente se bebió todo mi semen)

-huy amor que rica que esta la leche, ya me la bebí todita… (Le contesto a su marido mirándome directamente a los ojos)

-Andrés, amor me dejas limpiarla bien? No quiero que quede ningún resto de nada…

-chup, chup, chup, (solo se oían puros lengüetazos para mi verga, era tanto placer que me gano la risa…)

-Por que se ríe Toni? Bueno, cualquiera se reiría ante tal situación… que “ocurrente”

-Adén amor pásame a mi primo su mujer lo necesita, dice que nos quiere ver por que ya se va…

-si? Que paso Andrés?

-ya vengan hacia la casa?

-bueno vamos para allá… (Adén se vistió sumamente rápido, y yo me adelante le dije que se lavara la cara estaba muy roja)

(Mi mujer les platico lo sucedido, y la fui a dejar a la terminal ella insistió en llevarse a mi madre y a mi hija, quedándome solo con el niño (para que no te de lata) y se fue, no sin antes encargarme a los invitados, de atenderlos etc.)

Ese día no hubo para más con mi primita puta, ya que regrese muy tarde de la terminal, pero mañana, mañana seguramente será un estupendo día… por mi parte estaría del todo libre….
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Relato Erótico : Mujer infiel con su jefe

Mi jefe me anima a que seamos amantes y sellamos la idea mamándosela en su coche. Primera infidelidad (oral)... con mi jefecito.

Me llamo Ingrid, tengo 45 años, tengo un hijo (le llamaré Toño, no es su nombre real) y soy divorciada hace ya muchos años. Salgo con alguien hace poco más de cuatro meses y desde hace unas semanas mientras estábamos calentando motores con un rico faje, empezó a preguntarme sobre algunas experiencias mías; que si había cogido con algún compañero del trabajo, que si había cogido con algún jefe, que si las había dado para conseguir algún contrato –tengo un negocio de organización de eventos para empresas, aunque ocasionalmente doy servicio a particulares- que si era muy cogelona en la prepa o en la universidad, que si le fui infiel a mi ex esposo…en fin. A partir de esa ocasión casi siempre me hace preguntas o me dice que le cuente alguna experiencia –se caliente un chingo- así que decidí escribirlas y publicarlas; de hecho supe de la página por él. Espero se calienten, especialmente tú, mi cabroncito. Espero les gusten.

Relato Erótico : Mujer infiel con su jefe

Relato Erótico : Mujer infiel con su jefe

Los últimos meses de mi matrimonio –ya habiendo decidido el divorcio- vivíamos en la misma casa, pero ya cada quien en su recámara; evidentemente eso nos dio mucha libertad a ambos para comenzar a salir con otras personas. Yo no quería una relación, de hecho tardé un par de años en tenerla, pero sí quería salir y pasarla rico; la verdad es que mi aún esposo tenía como dos años que no me tocaba, por eso y porque le descubrí una infidelidad, es que yo le fui infiel. Pero contaré eso en otra ocasión; por ahora les contaré la primera vez que fui infiel con mi jefe de aquel entonces. Trabajé en dos empresas que organizaban eventos, antes de independizarme y abrir mi propio negocio; esta experiencia es de cuando trabajé en la primera de ellas.

Por más que me esforcé para mantenerme atractiva después de haber sido mamá (a los 25 años), mi esposo (Carlos) nunca me hizo caso como cuando éramos novios y recién casados; después de nacer nuestro hijo, sólo ocasionalmente teníamos relaciones. Eso me deprimió y me descuidé mucho, subí muchísimo de peso, hasta que una amiga me convenció de empezar a cuidarme de nuevo, a quererme; y así, con dietas y mucho ejercicio, logré ser atractiva otra vez. Poco a poco, comencé a darme cuenta de que no le era indiferente a otros hombres, uno de ellos era mi nuevo jefe en la empresa. Como ya me sentía segura de mi y de mi cuerpo de nuevo, empecé a usar ropa que mostrara mis atributos; caderas un poco anchas, pompis paraditas y un buen par de bubis. Mi jefe (Raúl) comenzó a verme con mayor insistencia y a piropearme todo el tiempo; con cualquier pretexto me llamaba a su oficina, me decía que me quedara horas de más para revisar eventos, logística…y me llevaba constantemente a supervisarlos o a hacer visitas de inspección. Yo poco a poco llevaba ropa que mostrara un poquito más; falda corta o pegadita pero con abertura alta, blusitas pegaditas o con escote, blusas con un botón abierto de más, en fin, ya saben. Me encantaba provocarlo.

Un día decidí ir un poco más coqueta que de costumbre y me puse una falda larga blanca pegadita y medio transparente, obvio un calzoncito pequeño y una blusa blanca también, dejando algunos botones abiertos, dejando ver mis atributos. Ya que no tenía coche, me iba en taxi al trabajo y el chofer no dejaba de echarme ojo al escote por el retrovisor; yo disimuladamente abría más la blusa para deleitarlo. Eso empezó a calentarme y ponerme en el mood adecuado para provocar a mi jefecito en el trabajo.

En la oficina éramos dos chavas (Caro y Andy) que eran asistentes, tres gerentes (Jorge, Roberto y yo) y el director, Raúl, que lo había puesto la dueña. Todo el día sentí la mirada de los hombres y las chaves me decían: “Te pasas, Ingrid; se te ve todo!” “Se quedan todos pendejos viéndote jajaja” “Te co…men con la mirada!”. Yo me hacía la sorprendida, como que no me hubiera dado cuenta de que se me transparentaba la ropa, ni de las miradas de Jorge, Roberto y Raúl. En la tarde, casi para salir, mi jefe me llamó a su oficina para revisar la logística de un evento. Entré a su oficina y en la mesa de trabajo –a lado de su escritorio- estaban los planos del salón y el material para trabajar en la planeación de la logística, por la forma en que todo estaba acomodado enseguida entendí que lo que quería era que le diera la espalda a su escritorio, así que me incliné para revisar el material y dejar que disfrutara viéndome las nalgas, viendo cómo se transparentaba mi ropa interior. Sentí cómo su mirada se clavaba en mis nalgas y cuando vino a revisar conmigo el evento, sus ojos no se apartaban de mi escote.

Cuando acabamos de preparar el evento de ese fin de semana, me preguntó que si podía invitarme a cenar y luego me llevaría a casa; le respondí que sí, que sólo debía avisar a la niñera.

Raúl – No se enoja tu marido?

Yo – (Sonreí) No, no creo que le importe nada de lo que haga –casi pude sentir cómo se calentaba al ver lo disponible de su directora de logística-.

Raúl – Pues avisa y nos vamos.

Toda la cena fue puro coqueteo e insinuaciones cada vez más directas; desde un “hoy sí me dejaste sin aliento, buenos a todos en la oficina”, “cuando vayamos a ver clientes repite ese atuendo, o uno parecido, eh”, “cuándo nos damos una escapada para darnos una buena divertida”, “tú eres entrada, plato principal y postre, Ingrid”, “nada más te veo y palpito”, hasta llegar al “estás como para un affair”. Me dijo que cada vez le atraía más y que no sabía si se iba a aguantar mucho tiempo o cuando fuéramos de viaje a algún evento: “eres mucha tentación, Ingrid”. Cuando le dije que ya mi matrimonio estaba muy mal y que hacía meses que no tenía relaciones con mi esposo, incrementó su propuesta del affair y lo bien que la pasaríamos.

Raúl - Yo sí te voy a atender como se debe, Ingrid.

Yo – A poco tienes para las dos?

Raúl – Separadas y juntas.

Yo – Jajaja, ay, sí.

Raúl – Lo comprobamos?

Yo – Eres tremendo!

Raúl – Ya verás qué tan tremendo; no estás como para dejarte ir viva.

Yo – En serio? Y qué te gusta de mi?

Raúl – Todo.

Yo – Dime.

Raúl – Me la pones dura, Ingrid…está difícil escoger…tienes una mirada muy cachonda, tus labios se me antojan un chingo y ni qué decir de tu trasero, está bien rico…y tus -señaló mis tetas con su mirada- se ven deliciosas; siempre saltan a la vista.

Yo – Ah, sí?

Raúl – Sí sientes cómo te comen con los ojos, no?

Yo – Ay, en serio?

Raúl – Cuando vamos a eventos, te encueran con la mirada, sobre todo últimamente.

Yo – Por qué “últimamente”?

Raúl – Te has puesto mejor que antes.

Yo – Qué rico, no?

Raúl – Eres canija, Ingrid.

Yo – Ya que no la paso bien en mi matrimonio, me voy a divertir fuera de él, como yo quiera, cuando y con quien yo quiera.

Raúl – Eres cabrona, mis respetos.

Ya en el camino a mi casa, Raúl volvió al tema del affair.

Raúl – Entonces qué, nos lo aventamos, Ingrid?

Yo – Qué?

Raúl – No te hagas…a poco no se te antoja? –me agarró la pierna-.

Yo – Se me antojan muchas cosas, de cuál de ellas hablas?

Raúl – Vamos a divertirnos rico.

Yo – Amantes? O sólo me quieres llevar a la cama hoy?

Raúl – Amantes, cómo sólo hoy?

Yo – Y tu esposa?

Raúl – En casita, igual que tu marido –me acarició la pierna, subiendo un poco su mano; eso me calentó muchísimo-.

Yo – Entonces quieres cogerme muchas veces? –me desabotoné un poco más la blusa-.

Raúl – Un chingo, Ingrid.

Yo – Será? –le acaricié el paquete; estaba durísimo-. A ver si es cierto, eh.

Raúl – Cómo no? Si estás deliciosa! –empecé a jalársela sobre el pantalón-.

Yo – Ah, sí? A ver, cuéntame.

Raúl – Te digo por qué estás rica?

Yo – M-hm…quiero saber por qué me quieres llevar a la cama –su paquete se endurecía cada vez más-.

Raúl – Tienes una mirada muy sexy, cachonda…se ve que eres una fiera en la cama…tienes un culo delicioso, te ha caído muy bien el ejercicio…y unas tetas de campeonato…no sé cómo tu esposo no te coge todas las noches.

Yo – Tiene con quién quitarse las ganas…qué se te antoja ahorita, eh? –le pregunté mientras se la jalaba sobre el pantalón, yo moría por meterle la mano y tocársela, mamársela-.

Raúl – Tú qué crees? –entonces le abrí el pantalón, metí la mano y se la saqué-.

Yo – Uy, qué rica!! Quieres que te la mame?

Raúl – Muero porque lo hagas, Ingrid –me incliné y se la lamí, tenía líquido preseminal en la puntita…lo lamí también, después empecé a mamársela-.

Yo - Mmmmmmm…mmmmmm…mmmmmmmm…-él enseguida me acarició las nalgas, me desabotonó la falda, bajó el cierre y me las agarró delicioso; después de unos minutos metió la mano debajo de mi calzoncito-.

Raúl – Ay, no jodas, Ingrid…que rico me la mamas.

Yo – Mmmmmmm…mmmmmmmm…mmmmm…te gusta? Te gusta cómo te la mama tu directora de logística? Mmmmmmmm…mmmmmm…mmmmmm

Raúl – Uy, sí, y está re buena, la canija –me agarró fuerte las nalgas- que rico tener una directora así?

Yo – Así, cómo? Mmmmmmm…mmmmmm…mmmmmmmmmm…-sentí cómo el coche se detenía, supuse se había parado en alguna calle oscura en el camino-.

Raúl – Así de caliente como tú, Ingrid…vamos a un hotel, quiero cogerte ya.

Yo – No, hoy no…llévame después del evento –lo masturbaba- para que me cojas rico...mucho…

Raúl – Mmmm…sí, quiero metértela!

Yo – Quiero que me la metas bien rico…hace mucho que no me dan una buena cogida.

Raúl – Te la voy a dar, Ingrid! –su verga palpitaba ya-.

Yo – Se me antoja tenerla adentro…quiero que me cojas como una puta –le susurré-

Raúl – Ay, sí…ay, no mames… -se vino en mi mano aunque salpicó un poco su coche; le embarré la verga con su semen mientras se la jalaba otro poquito- puta madre, me calentaste un chingo.

Yo – Qué rico…así quiero que me calientas tú, eh –me incliné y le di un par de mamaditas más-.

Raúl – Déjame tu calzón, Ingrid –me dijo mientras se vestía-.

Yo – Qué??!! Por qué??!!

Raúl –Recuerdo…y para jalármela oliendo tu panochita.

Yo – Jajajaja...quieres que llegue sin ropa interior a mi casa?

Raúl – No creo que le importe a tu esposo, no?

Yo – Eres un cabrón pervertido –le dije mientras me quitaba mi panty, en ese momento me di cuenta de que estábamos a una cuadra de mi casa- no la friegues, Raúl, cómo te paras aquí???

Raúl – No te preocupes, no ha pasado nadie.

Yo – Hay que ser discretos, no la amueles! Por cierto, dos condiciones; que no se entere nadie de la oficina y nada de celos ni esas tonterías, eh. Cada quien hace de su vida un papalote; tú te coges a quien quieras y yo también. Estamos?

Raúl – Las cartas sobre la mesa…me parece muy bien. Entonces nos damos una escapada después del evento?

Yo – Claro. Aquí te dejo lo que me pediste.

Cuando entré a la casa mi esposo tenía unos minutos de haber llegado, estaba en la cocina tomando algo, lo saludé mientras me servía un vaso con agua y mientras salía de la cocina, me dijo:

Carlos - Así te fuiste a la oficina? Sin ropa interior?

Yo – Qué raro que lo hayas notado. Buenas noches.

Carlos – Te ves muy bien…se te ve muy bien…todo –sentí su mirada en mis nalgas-.

En cuanto llegué al cuarto le mandé un mensaje a Raúl:

Yo - “Estoy muy hot” –para mi sorpresa me respondió-.

Raúl – “Yo también; mientras te veía caminar a tu casa olí tu panty…se me volvió a poner dura”.

Yo – “En serio?”

Raúl – “Sí. Muero de ganas de probarte la panochita”.

Yo – “Qué rico!” –comencé a desvestirme-.

Raúl – “Así que estás hot?”

Yo – “Sí, me dejaste muy inquieta”.

Raúl – “Y qué vas a hacer para quitarte esa calentura?”

Yo – “Pues…solita.”

Raúl – “Por qué no te coges a tu marida; que vea lo que ya no se va a comer.”

Yo – “Qué cruel eres jajajaja.”

Raúl – “No se te antoja?”

Yo – “Hace mucho que no lo hacemos”.

Raúl – “Provócalo, no se va a resistir.”

Yo – “Ok…mañana te cuento.”
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Relato Erótico : La primera vez que le es infiel a su esposo

Relato Erótico : La primera vez que le es infiel a su esposo

Soy Erika, una mujer divorciada que actualmente tiene 35 años, y cuando lo que te voy a contar sucedió, llevaba casada 6 años con Daniel, mi novio de la facultad. Solamente teníamos un niño de casi un año. Cuando nos casamos compramos un departamento en una zona cercana a la universidad donde él y yo habíamos estudiado, era una zona muy tranquila y con muchas zonas verdes, la verdad es que el sitio nos encantó desde la primera vez que lo vimos, y no lo pensamos, nos lo quedamos.
Estábamos rodeados de buenos vecinos, y la convivencia hasta hacia poco, había sido fenomenal, la mayoría teníamos hijos pequeños, y habíamos hecho amistad con varios de ellos. Cuando decía “hasta hacia poco”, estamos hablando del mes de Julio, en esa fecha empezaron nuestros problemas, el vecino que vivía justo arriba de nosotros, fue trasladado por su empresa a otra ciudad y puso el departamento a la venta, con eso de la crisis inmobiliaria no pudo venderlo y optó por dejar que una agencia lo alquilara.
Esa agencia se lo alquiló a tres estudiantes de derecho que empezaban la universidad en agosto, y ahí fue cuando empezaron nuestros problemas, todos los jueves hacían grandes fiestas en casa, vivían justo arriba, y la música se escuchaba como si estuvieran en nuestra habitación. Normalmente solían ser reuniones de amigos con la música y hablando en voz alta, pero esa noche era casi imposible pegar ojo así que tras mucho tiempo intentando dormir, opté por llamar a la policía.
Después de llamar tres veces, apareció una patrulla de la policía municipal, eran casi la una de la madrugada y en el departamento de arriba no había parado la fiesta, mi hijo pequeño, de casi un año, no había dejado de llorar desde que esa cuadrilla de impresentables lo habían despertado, y mi marido seguía roncando como si nada.
Tras varias llamadas se presentaron, los escuché llamar al timbre y hablar con los chicos, parecía ser que reconocían que habían hablado un pelín fuerte y prometían a los oficiales que no iba a volver a suceder, tras diez minutos de charla, la pareja de uniformados abandonaron el portal y la cosa quedó en calma.
Después de un rato intentando dormir a Danny, lo conseguí y la tranquilidad volvió a reinar, mientras mi marido Daniel continuaba roncando como si nada, ajeno al ruido de discoteca que habíamos tenido encima.
No había pasado ni media hora cuando los llantos de Danny me volvieron a despertar, por lo visto, la fiesta de arriba se había reanudado y el ruido volvía a ser atronador. En esta ocasión hice que Daniel se despertara.
-Esos chicos de arriba han vuelto a despertar a Danny, ¡ya estoy harta!, intenta tu dormirlo, que yo voy a subir, son más de las 2 de la madrugada y estos cabrones se van a enterar-
Mi pijama era solo un pantalón corto con un top de raso, así que me puse una bata y subí como alma que lleva el diablo, ya frente a la puerta se podía escuchar el jaleo ensordecedor del interior, la verdad es que me extrañaba que el resto de vecinos no estuvieran llamando también. Tras tocar varias veces el timbre, alguien abrió y desapareció, el departamento era exactamente igual al nuestro así que me decidí a entrar.
Había un pequeño recibidor, y a mano izquierda estaba la cocina y dentro había una pareja hablando el uno frente al otro, parecían enfadados e imaginé que era la típica pelea de adolescentes agravada por las copas de más, seguidamente miré a mi izquierda y allí había un salón igual al mío pero sin apenas muebles. Allí tenían montada la discoteca ya que había unos 15 o 20 chicos y chicas bailando y charlando, habían puesto una cadena musical vieja y las luces las habían tapado con telas de colores, por lo que se me hacía difícil ver algo en un principio.
Tras unos segundos en el recibidor, fijé la vista en uno de los chicos que parecían de los menos ebrios, y le pregunté.
-¿Quién es el que tiene alquilado el departamento?-
El chico se me quedó mirando con cara de incredulidad, me miró de arriba abajo intentando adivinar que hacia una mujer con bata en mitad de una fiesta adolescente y tras unos segundos de lapsus, pareció que se le iluminó la mente.
-Ah Ángel!-
Tras despertar de su letargo hizo el típico gesto de “no tengo ni puta idea” y continuó a lo suyo dándose media vuelta. Yo no estaba dispuesta a que me tiraran de a loca, y volví al ataque.
-¿Dónde está Ángel?-
-¡No tengo ni idea!, ¡me imagino que andará por ahí dentro!-
Señaló hacia la zona donde se encuentran las habitaciones. Nada más terminar de escuchar sus palabras salí del salón y me dirigí hacia las habitaciones, de camino por el pasillo, estaba la puerta del baño abierta y me acerqué a preguntar, dentro había tres chicos, dos chicos y una chica que estaban preparando sendas rayas de lo que fuera encima de la taza del WC.
-¿Alguno de ustedes es Ángel?-
Los chicos se dieron la vuelta y me miraron mitad con sorpresa y mitad con miedo, una desconocida con bata y pantuflas estaba ante ellos viendo cómo se preparaban una raya, me sentí un poco mayor al sentirme escandalizada al ver a la chica que apenas llegaría a la mayoría de edad, era una situación un tanto incomoda y enseguida uno de ellos contestó.
-Anda por una de las habitaciones, no me digas cual, porque no la se
Habían convertido el piso en una discoteca y lo malo era que debajo vivía mi familia, conforme pasaban los segundos y no encontraba al responsable se me iba hinchando más y más la vena por el coraje que tenía.
Abrí dos de las habitaciones pero solo encontré cuartos revueltos con ropa y libros esparcidos por la cama, se notaba que aquellos chicos eran de todo menos ordenados. Al llegar a la tercera habitación fue cuando lo encontré.
Aquel chico estaba teniendo sexo con su novia o lo que fuera, al entrar los sorprendí, y en un primer momento sentí el impulso de volver a cerrar la puerta y desaparecer, pero ya estaba cansada, necesitaba hablar con él y no estaba dispuesta a esperar ni un segundo más, necesitaba que de una vez por todas terminara con la fiestecita y comprendieran que el respeto es algo básico para poder convivir.
Lo primero que vi cuando entre en aquella habitación fue aquel chico de espaldas cogiéndose a una chica jovencita, ella estaba a cuatro patas encima de la cama, y él la embestía desde atrás como un auténtico toro bravo. Ellos también se sorprendieron al ver que alguien abría la puerta, fue verme y ella se separó, e intentó cubrirse con las sábanas, era una chica muy bonita que andaría rondando los 18. Por lo poco que había vislumbrado, tenía un cuerpo delgado y bien definido, con unas tetas firmes, y pezones pequeños, pero completamente enhiestos. Me miraba con cara de terror, como si yo fuera un fantasma que fuera a llevarse su alma pecadora.
Sin embargo, el que yo imaginaba que sería Ángel, se levantó de la cama tal y como estaba, caminó hacia mí, mientras lo hacía no pude evitar fijarme en su “miembro”, estaba completamente erecto, era una verga gruesa y larga, completamente depilada, que se movía a derecha e izquierda a la vez que daba una zancada.
-¿Qué diablos pasa?-, preguntó él cuando estuvo a mi altura.
Mientras se acercaba, no pude evitar que mis ojos se fijaran en ese cuerpo joven, fibroso, y sin un gramo de grasa, tenía dos tatuajes, uno en el pecho, a la altura del corazón, y el otro justo en el lugar donde debería de estar la mata de vello que rodea el pene, pero al estar completamente depilado, se distinguía completamente, tendría que ser todo un espectáculo al hacerle un oral. Pero rápidamente salí de los dos segundos de ensimismamiento al contemplarlo, y recordé el motivo por el que había entrado ahí desde un principio.
-Eso mismo pregunto yo, son las 2:00 am, y no puedes/pueden estar haciendo ruido-, le dije intentando poner mi mejor cara de enfado e indignación de la que fui capaz.
-¿Y tú quién eres?-, me dijo con el ceño fruncido.
-¡Soy la vecina del departamento de abajo, y tengo un bebé que no puede dormir porque esto parece un puticlub!-, le dije intentando moderar la voz para no empezar a gritar.
-Y dime, ¿a ti te gustaría que me metiera en tu habitación en mitad de la noche?-, me replicó visiblemente enfadado.
Sabía en el fondo que tenía razón, no había excusa posible a lo que había hecho, pero las circunstancias del momento me habían hecho actuar de esa forma tan impulsiva. Aun así, intenté tranquilizarme y excusarme.
-Yo nunca haría una fiesta a las 2:00 am, cuando todo el mundo duerme porque a otro día tiene que ir a trabajar-, le dije un poco más serena, intentando no ver su desnudez.
-Está bien-, dijo serenándose también un poco, -ahora bajamos la música, pero solo si me lo pides amablemente-
Aquel chico con un cuerpo perfecto permanecía frente a mí a menos de un metro, y con su pene completamente erecto, me costaba no verlo, me costaba respirar y mis piernas comenzaron a temblarme ante lo embarazoso de la situación, y pensándolo bien, él tenía un punto a su favor, no me haría daño pedir las cosas “por favor”.
-Te lo pido por favor-, dije después de respirar hondo tres veces, y luego de otras dos respiraciones, agregué, -¿puedes bajar el volumen de la música para que mi bebé pueda dormir?-
-Bueno si me lo pides así, la bajaremos.
Me di la media vuelta, y me encaminé a la puerta de salida, las piernas me temblaban y el corazón golpeaba contra el pecho, latía con tanta fuerza que pensaba que en cualquier momento lo podría escuchar aquel chico, ¿por qué los nervios?, no sé, tal vez por la desnudez de Ángel, o tal vez por su poderosa erección, o tal vez porque la adrenalina del enfado ya había disminuido, no lo sé, pero si no salía de ahí, no sé qué terminaría haciendo.
-Por cierto, ¿cómo te llamas?-, escuché que dijo antes de que llegara a la puerta de su habitación.
-Soy Erika, tu vecina de abajo-, le dije sin voltear a verlo.
-Pues bueno Erika, la próxima vez que entres en mi habitación, que sea por un buen motivo, ya me entiendes, jajaja-, escuché que gritó cuando salí de su habitación, ni siquiera contesté a su bravuconería, seguí mi camino, y me fui de aquel departamento.
No tardaron ni un minuto en bajar el volumen de la música, es más, todavía ni siquiera llegaba al ascensor cuando sucedió, al llegar a casa, mi hijo y mi esposo ya dormían otra vez, Daniel como siempre roncando y mi peque soñando con los angelitos. Entré en el baño, y me lavé la cara con un poco de agua fría, todavía me temblaban las piernas al recordar mi viaje a aquel departamento, el cuerpo y la desnudez de Ángel, pero sobre todo, aquella erección que no se le bajo mientras tuvimos nuestro diálogo.
Me quité la bata, y seguidamente el pijama, quedando desnuda frente al espejo, mi cuerpo no era como el de la jovencita que había visto hacía un rato, sin embargo, a mis 29 años, aún me sentía deseable, mis tetas eran grandes, redondas, y a pesar de mi pequeño Dany, aun turgentes, los pezones no eran muy grandes, pero en extremo sensibles, y tienden a endurecerse con facilidad, y la verdad fuera dicha, en esos instantes estaban completamente enhiestos, y aún ahora que ya tengo 36, me sigo conservando casi igual, ligeramente con más cadera, pero sigo siendo la misma.
Siempre he sido y soy delgada, pero mis caderas son un poco más pronunciadas que las de la mayoría de las mujeres, en especial, que las caderas de aquella chica, se podía decir que mi cuerpo era el de una mujer y el de ella era el de una adolescente a punto de serlo. Había una cosa que me llamó la atención durante el escaso segundo que la observé desnuda, su rajita estaba completamente rasurada, tan solo dejaba un fino hilo de pelitos. Yo me solía depilar, pero mi rajita mantenía gran parte de la mata de vello todavía, sin tan siquiera saber el motivo, agarré una cuchilla de las que mi esposo usaba, y comencé a rasurarme.
Lo dejé exactamente como el de aquella chica, me miré en el espejo y sonreí, la verdad, que así quedaba mucho más apetecible he higiénico, en ese momento tomé la decisión, desde entonces lo llevaría así. Continuaba en el baño con la puerta cerrada, en mi mente seguía viéndolos en aquella habitación, recordaba el cuerpo desnudo de Ángel embistiendo a aquella chica, recordaba su musculatura tensándose con cada sacudida y como se había acercado a mí con la verga erecta y se había colocado a menos de un metro de mí.
De pronto, mi temperatura corporal aumentó de golpe, se me secó la garganta, mis pezones se habían endurecido, y sentí como mi rajita se humedecía, solo recordando aquella experiencia, estaba excitada, más que eso, estaba caliente como hacía mucho no estaba, y comencé a acariciarme delante del espejo. Una de mis manos recorría mis tetas y las presionaba, mis dedos pellizcaban mis enhiestos pezones, a la vez que gemía suavemente, mi otra mano no dejaba de jugar con mi hinchada y encharcada rajita, mis dedos en pocos segundos quedaron impregnados de mis juguitos, y comencé a gemir al ritmo de mis caricias.
El placer que empecé a experimentar era tan intenso, que tuve que retroceder y sentarme sobre la tapa del WC, Lo recordaba a él una y otra vez, fantaseaba en que era yo la chica que se encontraba allí a cuatro patas siendo embestida por aquel chico, en apenas unos minutos, se había convertido en mi deseo más oculto, no tardé mucho en sentir las maravillosas oleadas de placer del orgasmo, mi cuerpo se tensó y varios espasmos recorrieron mis entrañas, tuve que morder una toalla que tenía cerca para ahogar el grito que el orgasmo me hizo tener, dejándome jadeando.
Ahí estaba yo, una mujer de 29 años, sentada sobre la tapa de la tasa del baño, con la respiración acelerada, las piernas abiertas, tres de mis dedos aún metidos en mi vagina, laxa, con los ojos cerrados, y mis pezones aún en punta, acababa de tener uno de los mejores orgasmos auto provocados de mi vida, poco a poco mi respiración se fue acompasando, y cuando por fin respiraba con normalidad, extraje mis dedos, me levanté, y mojando un poco la toalla que me había servido de mordedor, me limpie perfectamente mi rajita, me vestí y volví a la cama, intenté conciliar el sueño de nuevo pero todavía estaba agitada y me costó trabajo volver a dormir.
Mi vida no era muy diferente a la de la mayoría de la gente; los años de matrimonio habían hecho que la monotonía se posara en la pareja, y aunque nunca en la vida me había planteado una infidelidad, si era cierto que últimamente solía masturbarme con más asiduidad, pensando en algún amigo común, en relaciones anteriores, y porque no, en una que otra mujer del medio artístico. Nuestras relaciones sexuales eran más de lo mismo, y cada vez con más frecuencia tenía que fingir mis orgasmos, y después masturbarme con un juguetito que me había comprado a escondidas de mi esposo.
Esa noche, mientras intentaba conciliar el sueño, me venía una y otra vez la imagen de aquel chico haciendo el amor, ¿no que!, más bien, cogiendo como un semental, no podía apartar de mi mente aquel cuerpo fibroso y sudoroso, embistiendo una y otra vez a aquella chica, que nuevamente volvía a ser yo en mis fantasías. Terminé durmiendo con mis pezones enhiestos, rozando la tela de mi pijama, y con mi rajita otra vez empapada de mis jugos.
Los días pasaron y durante una temporada no volví a ver a aquel chico, dicho sea de paso, tampoco los meses anteriores a mi visita los había visto, por lo que me imaginé que tendríamos diferentes horarios. Un día volvió a aparecer, o mejor dicho, volvieron a aparecer, eran las 7 de la tarde y coincidimos en la puerta del ascensor para subir, eran tres chicos que rondaban los 20 años entre los que se encontraba Ángel. Uno de los chicos era algo gordo, pero sin ser obeso, y el otro era delgado.
Yo venía de recoger a una de mis sobrinas de sus clases vespertinas, pues ese día se quedaría en mi departamento, y los cinco entramos en el ascensor, ellos se miraban y cuchicheaban cosas al oído para luego soltar una sonrisa cómplice, me miraban de arriba abajo a la vez que me desnudaban con los ojos. Cuando paré en mi piso y tuvimos que bajar, ellos no parecían tener la más mínima intención de apartarse de la salida por lo que sin ser capaz de decir una palabra tuve que pasar por el estrecho hueco que había entre un chico y la salida, por lo que mis pechos tuvieron que frotarse contra él mientras intentaba pasar.
En cualquier otro momento, le hubiera dicho algo, lo hubiera empujado, o simplemente lo hubiera abofeteado, pero lo único que me pasaba por la cabeza en ese momento, era poder salir de ahí, lo único que quería era que terminara aquella situación tan embarazosa delante de mi sobrina. Conseguí salir después de tener que apretar todo mi cuerpo contra él y cuando ya estaba fuera, escuché unas palabras que me helaron la sangre.
-Bueno vecina, mañana tenemos fiestecilla, ¿te vas a apuntar?-, puse la mayor cara de asco de la que fui capaz, y no contesté, mucho menos me di la vuelta para verlos, los tres chicos reían en el interior del ascensor mientras se cerraban las puertas.
-Tía, ¿por qué te ha dicho eso ese chico?, ¿lo conoces?-, me preguntó mi sobrina cuando llegábamos a la puerta de mi departamento.
-Nada hija, son unos vecinos de arriba, y están todos tontos-, le contesté con apenas un hilo de voz, esas palabras me habían puesto tan nerviosa que me temblaban las manos al intentar introducir la llave en la cerradura para abrir.
Durante todos aquellos días, casi dos semanas, me habían acompañado en las noches, las imágenes de aquella pequeña aventura, no entendía como había pasado, pero en mi interior algo se estaba despertando, ¿miedo?, no, ¿excitación?, tal vez, no lo sabía, lo único que tenía claro, era que desde entonces, cada vez que me masturbaba, esa imagen era lo único que circulaba mi mente, aquella fantasía donde yo ocupaba el lugar de la chica a cuatro patas, se repetía constantemente, como en un bucle infinito.
Era la primera vez que veía a los otros dos chicos, la verdad es que no recordaba haberlos visto la noche pasada en la fiesta, no se parecían en nada a Ángel; uno, como ya dije, era algo entrado en carnes, pero sin ser obeso, y con cara de degenerado, fue el que todo el rato me estuvo desnudando con la mirada; el otro igual de alto que Ángel, pero más delgado, con cabello y barba desaliñado, tenía el típico aspecto de chico vago. La verdad, es que viendo el estado en el que se encontraba su departamento, no me extrañaba en lo más mínimo su aspecto.
Por lo visto al día siguiente tenían pensado realizar una fiesta de las suyas, no sabía realmente si sentirme indignada por la desfachatez y falta de educación de aquellos chicos, o por el contrario, sentir un cierto hormigueo en mi estómago al fantasear con sueños inconfesables. Esa noche, a mi marido le dio por estar juguetón, hacía mucho tiempo que nuestras relaciones eran de todo, menos satisfactorias, por lo que, sin remordimientos, cerré los ojos, e imaginé que era mi vecinito el que me poseía en ese momento, y la verdad, por una vez, y sin que sirviera de precedente, volví a sentir.
Todo el día siguiente por algún motivo que no entendía, estuve nerviosa desde que me había despertado, llevé a mi sobrina de regreso a casa de mi hermano, y cuando volvía, al entrar en el edificio, las piernas empezaron a temblarme con solo pensar que me los pudiese encontrar, afortunadamente, no fue así, pero los nervios, y la excitación, no se iban de mi cuerpo. En la noche, a eso de las 9:30 pm, ya había acostado a mi peque, y mientras mi esposo y yo veíamos la TV, comenzó a escucharse música arriba, no era ni mucho menos el escándalo de la semana anterior pero yo me hice la indignada ante mi marido.
-¡Ya han empezado su desmadre los impresentables esos de arriba otra vez!-, le dije pegándole en un brazo, y alzando la voz.
-No inventes mujer, ahora no es para tanto, solo se escucha si apagas la TV-, me dijo mientras se sobaba el brazo.
Daniel tenía razón, simplemente era la música un poco alta que solo molestaría a aquellos que fueran un poco raros, pero yo como buena mujer, tenía que protestar y sentirme indignada.
-A ti no te molesta porque duermes como un tronco, pero no se puede poner la música tan alta a estas horas-, le dije cambiándome de sofá para no estar cerca de mi marido.
-Por dios Erika, no seas dramática, parece mentira que tengas 29 años, hace cuatro días tú también hubieras estado ahí, es más, tu habrías sido la organizadora-, me dijo poniendo su atención de nuevo en la película que veíamos.
No dije nada, sabía de sobra que Daniel tenía toda la razón del mundo, pero tenía que encontrar un motivo para protestar, un motivo para justificar todo lo que pasaba en mi cuerpo, mente, y alma; seguimos viendo la película, pero yo ya no le ponía atención, toda mi concentración estaba puesta en escuchar si la música aumentaba de volumen aunque fuera un poco, solo un poco, cuando terminó, a eso de las 11:00 pm, nos fuimos a nuestra habitación, me cambié, me puse la pijama, y me metí a la cama, a lado de mi esposo.
Como siempre, Daniel no tardó ni dos minutos en dormir, cuando todo quedó en calma, se pudo escuchar con más claridad la música en el departamento de arriba, para nada era lo que se había hecho la semana anterior, se escuchaba música, pero no era el desmadre y las risas de decenas de chicos de fiesta como el otro día. No podía dormir, el motivo no era para nada la música, sino la amalgama de imágenes que se habían amontonado en mi cabeza la semana anterior en la habitación de aquel chico, los tres chicos mirándome y cuchicheando en el ascensor.
A eso de las doce no pude más, me levanté sin hacer ruido, salí del cuarto, comprobé que mi pequeño durmiera, conscientemente, esa noche cambié mi pijama, y me puse un fino picardías blanco de seda, sin nada debajo, y salí del departamento, antes de irme, me puse un batín de terciopelo beige, y para no ir descalza, unos zapatos de poco tacón, pero que me estilizaban las piernas al caminar. No tuve la paciencia para esperar el ascensor, así que subí las escaleras con el corazón en un puño, y latiendo con tanta fuerza, que pensé que de un momento a otro, se me saldría del pecho.
Al llegar al final de la escalera, las piernas me temblaban de los nervios, caminé como pude, y Me planté delante de la puerta sin atreverme a tocar, estuve durante un par de minutos ahí de pie, debatiéndome en mi fuero interno, si tocar y armarles pleito, o dejarlo así, darme la vuelta, y regresar a dormir a lado de mi esposo, en el interior volví a escuchar música y eso me dio fuerzas para tocar el timbre. Al abrirse la puerta, del otro lado estaba el chico gordito mirándome con sorpresa.
-¡Ya está bien!-, le dije alzando un poco la voz, -hay vecinos que tenemos que levantarnos temprano, si no apagan la música, llamaré a la policía-, dije señalándolo con un dedo.
-Eh eh, no te alteres ni me reclames a mí, yo no soy el de la música-, me dijo sonriendo, y haciendo un gesto con el dedo gordo, señaló al final del pasillo, y sin apenas prestarme atención, se volvió hacia el salón donde tenían la televisión.
Ingresé decidida en el departamento, y caminé con el corazón en un puño los 10 o 12 metros que separaban la habitación de Ángel de la entrada principal, quedé petrificada frente a la puerta que se encontraba entreabierta y a través de la cual, ahora si se podía escuchar la música con mayor claridad. Durante unos segundos dudé, pero ya había hecho lo más difícil, y sabía que lo de la música era una buena excusa, y entonces, abrí la puerta de golpe, y entré.
-Mi hijo se ha vuelto a despertar por culpa de la música, ¿podrías hacer el favor de bajar ese escándalo?-, dije al aire.
Ángel no esperaba que alguien entrara en la habitación, así que se levantó de la cama sobresaltado, incorporándose con unas hojas de apuntes en la mano. Estaba semidesnudo, tan solo llevaba puestos unos calzoncillos estilo bóxer de color blanco, que dejaban apreciar el abultamiento de su paquete, durante un par de segundos pareció desconcertado, su mirada era de incredulidad, hasta que pareció comprender la situación.
-¡Carajo vecina, que susto me has dado!-, me dijo botando los papeles que traía en la mano a cualquier parte del dormitorio, -¿Tienes por costumbre entrar en todos los sitios así?-, dijo ya claramente indignado.
-Déjate de estupideces, y baja la música, intenta respetar a los demás-, dije intentando mantener la mirada indignada lo más posible.
-Si cada vez que tengo la música alta voy a verte aparecer por aquí, me parece que voy a estar con música todos los días vecina jajajaja-, dijo mientras avanzaba hacia mí.
Aquel chico había cruzado la distancia de seguridad, y se encontraba frente a mí, cara a cara, a menos de 30 centímetros, su mirada se había cargado de lujuria y yo sentía que me estaban empezando a temblar las piernas, podía sentir el calor que manaba de su cuerpo, igual que su respiración, sin darme cuenta cambié el tono de mi voz pasando a ser una súplica que salió de entre mis labios como un susurro.
-Por favor baja la música. ¿Cómo quieres que te lo pida?-, dije sin dejar de temblar ante su proximidad.
-Ummm… pues no sé, dentro de mi cama no estaría mal-, justo en ese momento, alargó su mano y con toda la desvergüenza del mundo la posó sobre una de mis tetas, sentí una ligera presión, y por instinto di un paso atrás.
-¡Cómo te atreves mocoso imbécil!-, le grité en plena cara por su desfachatez, -¡no vuelvas a hacerlo o llamaré a mi marido!-
-Está bien, llámalo, aunque estoy seguro que vas a tener muy difícil explicarle que haces aquí, en mi habitación a estas horas, y vestida así -, sus palabras me golpearon como bofetadas, y entonces las dudas se apoderaron de mí, él también se percató y desde ese mismo instante, supe que estaba perdida.
Intenté apartarme de su alcance, todavía me quedaba intacto el decoro de una mujer casada, que hasta ahora había sido siempre fiel, intentaba disimular las ganas que tenía de aquel chico, mi rajita se humedeció solo con imaginarme con él, me moría de ganas por sentir a aquel chico poseyéndome como si fuera alguna de las jovencitas que frecuentaba, como si fuera una vulgar putita, quería saborear, tocar y lamer cada centímetro de su piel, pero a pesar de mis ganas tenía que disimular, estaba casada, y al menos a mi marido, nunca le había sido infiel.
Paso a paso me echaba hacia atrás intentando alejarme de mi propia perdición, intentaba dejarlo tras de mí, pero sabía que no tenía salida, el me miraba y se acercaba sonriendo con la seguridad de saberse vencedor de la batalla. Estaba tan concentrada en Ángel y en su proximidad, y en alejarme de él lo más posible, que no me fijaba en mi espalda, hasta que choqué con algo, y sentí como unos brazos me rodeaban por detrás, abrazándome, y pegándome a un cuerpo.
-Ya sabíamos que ibas a volver vecinita, si en el fondo lo estás deseando-, me susurró al oído el que me abrazaba desde atrás, Mi corazón dio un golpe con fuerza contra mi pecho al sentirme atrapada por alguien que no era quien yo esperaba.
Esta vez sí intenté zafarme con fuerza, no sabía bien quien era, pero me imaginaba que sería el gordo compañero de Ángel que me había abierto la puerta. Me movía a derecha e izquierda intentando soltarme pero aquel muchacho me tenía bien sujeta y todos mis esfuerzos fueron en vano, intenté relajarme, relajar mi cuerpo para ver si así el tipo soltaba un poco su abrazo y poder zafarme.
-No te hagas Erika, los dos sabemos que estas deseando que alguien te haga ver las estrellas-, las palabras de Ángel consiguieron hacer que volviera a resistirme, intentando escapar del abrazo que me aprisionaba.
-¡Suéltame cabrón!-, le grité al tipo que me aprisionaba, mientras me debatía para soltarme.
-Vamos a ver cómo está la vecinita-, dijo Ángel acortando la distancia entre nosotros, y colocándose a solo centímetros de mí.
En ese momento me di cuenta de que la bata que me había puesto antes de salir del departamento apenas cumplía el cometido de ocultar mi cuerpo a su mirada, Ángel sonrió maliciosamente, y su mirada era más de lujuria que de otra cosa, temblé al ver sus ojos, entonces, su mano se coló fácilmente por debajo de mi picardías y mi bata, y noté como se dirigía a mi rajita, y tras retirar la tela de mi tanguita, sentí un escalofrío que recorrió mi cuerpo entero al acariciar él con sus dedos, mi caliente y húmeda vagina, no podía ocultarlo más, y Ángel se dio cuenta.
-¡Su madre!, como estás vecinita

Tenía el pulso acelerado y la boca seca, mi respiración continuaba agitada, todavía sentía clavada su verga en mí, sus manos seguían aprisionando mis nalgas, y antes de darme cuenta, Ángel me plantó un beso en la boca que no pude, ni quise evitar, el beso fue apasionado, lleno de lujuria, con nuestras lenguas enredándose como queriéndose arrancar una a la otra, entonces con sus manos levantó mi cuerpo, y me dejó caer en su miembro, gemí de sorpresa y excitación, pero mi gemido quedó ahogado en la boca de él, el calor, la lujuria, y las ansias de sentir otro orgasmo provocado por Ángel regresaron.
No necesité más incentivo, mis caderas volvieron a subir y a bajar, pero está vez un poco más lento, dejó de besarme, y me echó hacia atrás, lo suficiente para volver a apoderarse de mis enhiestos pezones, su lengua los recorría, y con labios y dientes los mordisqueaba, yo me mordía mis propios labios para no ponerme a gritar como loca, tal y como lo estaba deseando, esta vez, Ángel no permaneció inactivo, él también movía sus caderas, y cuando yo me alzaba, el retrocedía todo lo que podía, para que cuando yo bajaba, él se adelantaba a mi encuentro, provocando que el placer explotara y recorriera mi cuerpo con cada embestida.
-Te quiero en cuatro Erika-, me dijo al oído, dejando mis pezones llenos de su saliva.
Detuve mis movimientos, sintiendo aquella joven verga hasta el fondo de mí, lo miré a los ojos, y él me sonrió pícaramente, le devolví la sonrisa, y me levanté, notando como centímetro a centímetro él se iba saliendo de mí, en ese momento me di cuenta de que el sofá en el que me había estado cogiendo, era el más grande, así que rápidamente me puse como Ángel quería a un lado de él, con mi trasero apuntándole, no me hizo esperar demasiado, con sus manos en mis caderas, arrimó su verga a mi rajita, que chorreaba mis líquidos, mezclados con su semen.
Utilizaba la cabeza de su verga a modo de cuchara sobre mis labios vaginales, subía y bajaba por toda la longitud de mi rajita mojada, deteniéndose especialmente sobre mi clítoris, con cada pasada todo mi cuerpo vibraba de placer, pero, por algún motivo, Ángel retardaba la penetración, en aquel instante, mi vagina comenzó a dejar caer algunas gotitas de mis líquidos al tapiz del sofá. Me estaba volviendo loca sintiendo como jugaba la punta de la verga de Ángel en mi rajita sin cogerme, porque a esas alturas, que ese chico me cogiera era lo único que quería.
No aguantaba más tal agonía, volteé atrás, vi a Ángel a los ojos, y con un movimiento de cabeza, le indiqué que ya me la metiera, apoyó con más firmeza la verga en entrada vaginal, y de una sola envestida me penetró, tuve que morder el brazo del sofá para ahogar el grito que salió de mi garganta, él se detuvo cuando su pubis chocó con mis nalgas, en ese momento me di cuenta de una cosa, aquello con lo que había fantaseado el día que vi a Ángel cogerse a esa chica se estaba haciendo realidad, estaba a cuatro patas, y él me estaba cogiendo, ya no era más un sueño, era la realidad, y pensaba gozarlo.
Sin dejar de morder el brazo del sofá, moví mis caderas de un lado al otro, y de atrás hacia delante, indicándole a Ángel que siguiera, me entendió, y la fue sacando lentamente, con lo que cerré mis ojos, y volvió a meterla de una sola estocada, mi grito salió ahogado, pero entonces él no se detuvo, entraba y salía con una velocidad pasmosa, yo también me movía con sus embestidas, poco a poco fue aumentando sus penetraciones, con lo que mis tetas se movían como locas de un lado al otro, Ángel se dio cuenta, y se echó sobre mí, pasando sus manos por mis costados, hasta agarrar con cada mano una de mis tetas, pellizcando los pezones.
Así continuamos por un par de minutos, entonces empecé a sentir los espasmos que anunciaban otro orgasmo, al mismo tiempo que Ángel aumentaba la velocidad, y notaba como su verga se hinchaba más dentro de mí, hasta que él estalló en lo más profundo de mi vagina, podía sentir cada chorro de semen golpear mis paredes vaginales, lo que provocó que yo también tuviera mi orgasmo, grité, grité con todas mis fuerzas, pero el grito quedó ahogado por el brazo del sofá, que también mordí con saña, ya que mi amante no dejó de moverse , hasta que dejó de soltar su leche caliente.
Se quedó quieto sin sacar su verga, y con sus manos aun agarrando mis tetas, apretándolas un poco, teniendo mis pezones entre sus dedos, nuestras respiraciones poco a poco se fueron acompasando, el miembro de Ángel se fue encogiendo hasta salir de mi vagina, de repente volví a darme cuenta de la situación, me revolví contra él, y salí de debajo del cuerpo de Ángel, rápidamente me incorporé y comencé a buscar mi camisón, recordando donde lo había dejado, pero a unos pasos estaba mi bata, fui por ella y me la puse, él también se vistió con su bóxer, mientras me miraba con una sonrisa, se despidió, y desapareció tal y como había llegado.
Cuando Ángel se fue, por fin cerré con seguro la puerta, apagué la luz de la lamparilla, regresé a la cocina por mi camisón y mi tanga, esta última no tenía salvación, estaba completamente rota, pero aun así la conservé, la metí en uno de los bolsillos de la bata, Fui al baño, mi cuerpo estaba completamente sudoroso, pegajoso, y lleno de mis fluidos y los de Ángel, a cada paso que daba, sentía como el semen bajaba por el interior de mis muslos, mi piel sabía a pecado y mi cuerpo estaba impregnado de deseo, me di una ducha, intentando limpiar también el remordimiento.
Me volví a poner el picardías, y encima la bata nuevamente, no podía regresar a la cama con el cabello mojado, así que regresé a la sala, a limpiar el poco estropicio que mi pequeña aventura infiel había dejado en el sofá, al verlo, todo aquello regresó a mi mente, no pude evitar sonreír ante eso, mis pezones se volvieron a poner duros, y mi vagina palpitó recordando el grosor, y la longitud de la verga de Ángel. Media hora después, decidí volver a la habitación, para no despertar a Daniel, no prendí la luz, pero al entrar en la cama, mi corazón dio un salto.
-¿No podías dormir?-, me dijo Daniel adormilado.
-No, así que he salido a tomarme un poco de leche tibia-, le dije cubriéndome con las cobijas, y cerrando los ojos con una sonrisa en mis labios.
-Dulces sueños amor-, me dijo, y se dio la vuelta, empezando a roncar inmediatamente.
“Ya lo creo”, pensé, “claro que serán dulces, pero sobre todo, satisfactorios sueños”
Viví en ese edificio por 2 años más después de esta experiencia, Ángel y sus amigos siguieron haciendo fiestas cada fin de semana, pero ya no invitaban a sus amigos, las fiestas se hacían entre ellos tres, y su vecina favorita del departamento de abajo, o sea yo, Erika.
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