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lunes, 8 de abril de 2019

Historia paranormal : Hija vuelve del más allá para salvar a su madre

Una historia paranormal anónima de Internet "Hija vuelve del más allá para salvar a su madre".

Historia paranormal : Hija vuelve del más allá para salvar a su madre

Historia paranormal : Hija vuelve del más allá para salvar a su madre

Mi hija falleció hace algunos años y por algún motivo siempre he sentido que me cuida. Me arrepiento de no haberle hecho caso a las advertencia de mis amigas. Siempre que mis amigas llegaban a mi casa, y las invitaba a mi habitación, ellas salían muy extrañas, por lo general muy silenciosas y cuando ya se iban siempre me decían lo mismo "Mía te están observando". Yo nunca les hice caso, pues no sabía a que se referían. Ya en estos días me he estando quedando sola, sin amigas, siempre que entraban aquí, nunca me volvían a hablar, yo les pedía explicaciones pero nunca me las daban, eran como si algo se los prohibiera. Nunca tuve miedo, pero en estos últimos días he tenido sueños muy raros, sueños en lo que me dicen que me observan, pase por altos esos sueños, al fin y al cabo solo eran sueños. Pero lo raro era que siempre que me despertaba de los sueños, al frente de mi cama se posaba sobre la mecedora un oso de peluche, que antes le pertenecía a mi hija ya muerta. Ella murió en un atentado que me hicieron a mi, pero ella pago las consecuencias. Hoy en la mañana tuve un sueño el cual me paralizo, como muchas otras noches soñaba lo mismo, de que me observaban, pero en este sueño fue más específicos, escuche que claramente me decían. "Corre, que el diablo te observa".

Apenas escuche eso, me desperté, al abrir los ojos lo primero que veo es al oso de peluche que le pertenecía a mi hija al lado de mi oído. Un tremendo escalofrío recorrió mi cuerpo. Salí de mi casa rápidamente, sin mirar hacia atrás. Ahora estoy en un hotel, y me acaban de llamar diciendo que mi casa se incendio, y que aparentemente en las cámaras de seguridad se observa a mi saliendo de mi casa y 5 minutos después sale un hombre de apariencia sombría, y hay es cuando empieza el incendio. Lo raro para las autoridades era que absolutamente todo quedo incinerado menos un oso de peluche que sobre sus páticas tenia una nota que decía: "Te salvare tantas veces me sea necesario, mamita".

Fuente: Internet
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Historia de fantasmas : Mi mami no me quiere

Una historia de fantasmas y espíritus muy conmovedora, se llama "Mi mami no me quiere"

Historia de fantasmas : Mi mami no me quiere

Historia de fantasmas : Mi mami no me quiere

Hola soy una niña de 7 años, mi papi se fue hace dos años y me quede sola con mami, ella se la pasaba llorando yo no entendía porque ella no me hablaba, no jugaba conmigo, no me atendía me hacia sentir que era mi culpa que papi se había ido en fin evitaba estar cerca de ella para que no me regañara o gritara.
Triste me encerraba en mi cuarto abrazando a mi muñeca de trapo lloraba con ella, me preguntaba porque, porque, mi mami no me quiere pues bien, ya que mami no me quería ver de día, yo esperaba la noche cuando dormía para acercarme a ella, poderle tocar su cara, su cabello, y decirle que a pesar de todo yo la quería mucho.
Así le hice por un buen tiempo ya que mami seguía ignorándome, un buen día por la noche escuche a mi mami llorar en su recamara tenia unas fotos en la cama, unas las acercaba a su pecho como abrazándolas, también tenia algunos juguetes y ropa que eran mías, pues como ya no me quería pensé que se los regalaría a alguien o los iba a tirar.
Pero lo que no entendía porque los abrazaba y lloraba no lo entendía, se quedó dormida con todas esas cosas en su cama, me acerqué y vi las fotos, eran mías, en la mayoría estábamos los tres me imagine que lloraba por papi porque nos dejo, en fin al día siguiente por la noche, decidí preguntarle el porque no me quería.
Espere que se acostara y me pare en la puerta de su cuarto y espere a que estuviera cómoda, me iba a acercar pero ella abrió los ojos y dio un sobre salto en la cama, como si quisiera gritar pero no le salia ningún sonido sus ojos abiertos como si se fueran a salir yo le dije mami porque no me quieres, ella se suelta llorando y dice te amo, te quiero eres mi vida y yo corrí a abrazarla ella sentía un frío extremo y yo una calidez, vi un recorte de periódico que tenia en su cama y el cual decía: Padre asesina a su hija, madre lo denuncia y ahora esta en prisión.
Ahora entendía todo mi mami lloraba por mi no por papi, papi por eso se fue bueno se lo llevaron y yo quería estar al lado de mi mami, pero ese abrazo que me dio fue tan hermoso que regresé a mi lugar de descanso para siempre.

Fuente : Internet

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Relato de terror : Íncubos y súcubos

Un relato de una mujer que nos cuenta qué le sucedió en una noche de terror, de pesadillas, que nosotros llamamos "Íncubos y súcubos".

incubus sucubus

Relato de terror : Íncubos y súcubos

Esto me paso cuando tenia 18 años estaba estudiando la universidad la carrera de psicología, estaba en el primer semestre, la universidad donde yo estudiaba estaba a una hora de de la casa de mis papás, la verdad para viajar todas las mañana se me hacia muy pesado, así que mis papás y yo decidimos que me quedaría en ese lugar donde estudiaba, rentaría un cuarto con otras 3 compañeras;
bueno ya en la escuela la maestra nos dejo tarea para el fin de semana nos encargo una investigación de que eran los "íncubos y súcubos". Pues como todo fin de semana me fui a casa de mis papás, agarre mi netbook y me puse a investigar en Google y me acorde que la maestra nos dijo no vean los vídeos por que están muy pesados en eso yo desafiando abrí YouTube y busque vídeos ya estaba muy cansada estaba corriendo el vídeo en eso la voz del vídeo dijo y aquí una oración para atraer a los íncubos y súcubos, yo me dormí unos cuantos minutos y cuando desperté ya casi terminaba la chingada oración, no le tome importancia apague mi netbook y me dormí.

Bueno, entregué mi tarea y comentamos sobre el tema, para los que no saben que son los íncubos son tipos de demonios sexuales que según tienen sexo con humanos en los sueños, existen para la mujer y para el hombre, bueno una noche estábamos en el cuarto mis tres compañeras y yo; el cuarto tenia una pequeña división la cocina y donde dormíamos, ellas se metieron a dormir al cuarto que dividía a la cocina con una cortina nada más, yo me quede en la cocina tendí una cobija y me puse a estudiar porque al otro día me tocaba exponer, mis compañeras me dijeron -ya vente a dormir les dije -No todavía me falta, por el sueño que no me aguantaba me quede profundamente dormida boca arriba en eso, no se la verdad que fue, si fue un sueño o realmente lo viví pero fue tan real, vi como una silueta de un hombre entraba por la puerta y se dirigía hacia mi, me dio mucho miedo en ese momento pensé que mis compañeras habían dejado la puerta abierta y me habían dejado sola y alguien aprovechó para entrar, yo tenía los ojos cerrados nunca los abrí, esa silueta de hombre sin rostro se puso encima de mi y empezó por mi vientre a recorrerme con su boca y después a mis pechos pero aceleradamente como si quisiera abusar de mi yo quería gritar pero no podía, en eso, es lo mas horrible que me a pasado, con mis manos toque su rostro y tenia ojos; nariz, boca, todo lo que un rostro humano tiene empujaba con mis manos su cara con la que me acosaba y metí mis manos en su boca pude sentir sus dientes con mis dedos en eso logre despertar y no había nadie a mi alrededor grite fuerte y llorando, mis compañeras se despertaron con el grito y fueron corriendo donde yo estaba y una de ellas me abrazo me decía -que tienes que te pasa?, y yo llorando helada y pálida y con mucho miedo les reclamaba por que dejaron la puerta abierta y que alguien entró.

Entonces una de ella fue a la puerta y me dijo mira la puerta tiene seguro no hay nadie solo nosotras, yo no paraba de llorar me quisieron hacer dormir pero volvía a sentir lo mismo que alguien se subía encima de mi así que les marcaron a mis papás y ellos dijeron que no podían ir ya era muy tarde que trataran de controlarme y acabé dormida en los brazos de mi compañera al día siguiente mis papás fueron y rociaron agua bendita. La verdad yo no creo que sea eso de que se te sube el muerto o parálisis del sueño por que me ha pasado en repetidas ocasiones, pero no se compara con la experiencia que viví fue horrible para mi tal vez fue la tal oración para atraer los íncubos y súcubos no lo se.

Autora : Anónima
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Cuento de terror : Promesa cumplida

Este cuento de terror se titula "Promesa cumplida". Si te gustan las historias de horror de la pagina deja tu comentario para seguir publicando más diariamente.

Cuento de terror : Promesa cumplida

Cuento de terror : Promesa cumplida

El día era hermoso mis hijos habían sido invitados a la fiesta de cumpleaños de un amiguito y estaban ansiosos por ir, sin embargo, yo estaba muy engripada, me dolía la cabeza y mi nariz no dejaba de moquear, les estaba diciendo a mis pequeños que no iríamos al cumpleaños cuando llegó mi esposo del trabajo mis pequeños no perdieron el tiempo y corrieron a suplicarle que los llevará a la fiesta por un rato aunque fuera. Mi esposo sonrió, yo sabía él no se negaría pues eran sus pequeños consentidos, mis hijos viendo su victoria lo abrazaron y corrieron a alistarse a su recamara. Mi esposo se me acercó y me preguntó: " ¿Cómo sigues?" Él era un gran esposo, el mejor, nos consentía y amaba así como nosotros a él, le contesté que me seguía sintiendo mal y qué lo mejor sería no ir a la fiesta, él me sonrió y dijo: "amor, que te parece si yo los llevo un rato y tú aprovechas para descansar un poco, prometo estar aquí a las 8:00 pm y traerte pastel ¿Qué te parece?" Sonreí mientras él me daba un beso en la frente y le dije: "de acuerdo, pero cuídalos y que no coman muchos dulces". Ayude a mis hijos a terminar de alistarse y los despedí en la puerta de la casa, como la casa de la fiesta estaba cerca mi esposo decidió ir caminando y yo los vi alejarse felices y entusiasmados y mientras me despedían con la mano mi esposo sonriente me dijo: "te traeré tu pastel" solté una carcajada y cerré la puerta.
Me tome unas pastillas antigripales, me preparé un té, me puse una frazada y me acomode en la sala para ver el televisor, al poco rato me quedé totalmente dormida, desperté a las 8:30 pm y me sobresalté al ver que mi esposo aún no llegaba pero no quise alterarme ya que solo eran 30 minutos de retraso, tome el celular y le mandé un mensaje para saber si se estaban divirtiendo pero no hubo respuesta, seguí viendo la televisión mientras esperaba su llegada, pero pasaron los minutos que se convertían lentamente en horas y al ver que eran 10:30 pm llame a la casa del amigo de mis hijos pero nadie me contestó, llame al celular de mi esposo y tampoco hubo respuesta, mandé mil mensajes y nada, cuando el reloj dió las 12:00 AM decidí salir a buscarlos y cuando me dirigía hacia la puerta está se abrió y corrí hacia ahí y con un enorme alivio ví entrar a mi esposo con mis hijos me sentí tan tranquila y aunque también estaba algo molesta corrí y los abrace, mi esposo estaba muy frío pero supuse que era porque no llevaba chaqueta, me sonrió y me entrego un gran plato de pastel mientras decía: "lo siento amor, perdí la noción del tiempo, pero prometí que regresaría y te traería un trozo de pastel" sonreí y fui a guardar el pastel a la cocina. Cuando regrese a la sala vi a mis hijos serios y algo ausentes así que pensé que estaban cansados por la fiesta y ordene que fueran a la cama, ellos obedecieron y fueron a su recamara cuando ya estaban listos, entre a arroparlos, ellos me abrazaron y me besaron diciendo: "gracias mamita, gracias te amamos" muy conmovida les devolví el abrazo y los bese diciéndoles: "yo también los amo con todo el corazón" sonrieron tranquilos y yo salí de su habitación y me fui a la mía cuando entre mi esposo ya estaba en su lugar acostado, me puse la bata y me fui a acostar a su lado, me tocó la frente y me dijo: ¿Cómo te sientes?" Le dije que mejor y él sonrió y me dijo: "te amo y siempre lo voy hacer" lo bese, me abrazo y nos dormimos.
Me despertaron unos golpes en la puerta al ver el reloj vi que eran las 7:00 AM me gire para levantar a mi esposo pero su lado estaba vacío, así que me levanté, ya que los golpes no cesaban, me cambie la bata y corrí escaleras abajo para abrir la puerta, al abrir me encontré de frente con un oficial de policía que me dijo: "buenos días señora" recuerdo que le dije: "buenos días oficial, ¿Puedo ayudarlo? ¿Algún problema?". Él me miró con compasión y me respondió: " necesito que me acompañe", salí sin hacer ninguna pregunta y al salir sentí un gran frío y un vacío en mi corazón aunque nunca imaginé el porqué, el oficial me llevo a su patrulla arrancó y condujo a un par de calles más adelante, paro y volteando hacia mí me dijo en voz baja y calmada: "señora, necesito que sea muy fuerte en este momento y antes de que baje debo decirle que..." No escuché más baje de la patrulla y corrí a donde estaban unas sábanas blancas que ocultaban unos cuerpos, los destape y casi me desmayo cuando ví la escena más trágica de mi vida, caí al suelo no me sentía dentro de mi cuerpo, bajo esas sábanas estaban los cuerpos sin vida de mis hijos y mi esposo, él cual sostenía un gran plato de pastel totalmente aplastado. No daba crédito a lo que veía y en mi cabeza repetía una y otra vez que la noche anterior los había visto, mi cabeza murmuraba: "los ví ayer, los ví ayer" volteaba para todos lados queriendo encontrar una explicación pero no había nada, el oficial que fue por mí se acercó lentamente tapo nuevamente los cuerpos y me explicó: "ayer como a las 8:30 pm un joven ebrio que iba manejando a muy alta velocidad se subió a la acera su carro se descontroló, su esposo e hijos no lo vieron venir, y desgraciadamente no pudieron evitarlo paso sobre ellos ocasionando su muerte instantánea" lo escuché como si me hablara desde muy lejos mi cabeza seguía en blanco, me levanté torpemente y salí corriendo hacia mí casa lo más rápido que pude, llegue abrí la puerta apresuradamente fui a la cocina revisé el refrigerador el pastel que mi esposo me dio en la noche no estaba, subí corriendo las escaleras fui al cuarto de mis hijos y estaba completamente vacío todo estaba en su lugar, salí de ahí a prisa esperando verlos con su padre en mi recamara pero al igual que todo lo demás ese cuarto estaba vacío, mis hijos y mi esposo no estaban en esa casa ya, mis ojos se llenaron de lágrimas estaba por salir cuando en la almohada que era de mi esposo note que había una hoja de papel cuando lo tome leí en el "te prometí que volvería y te traería pastel, te amamos". Lloré y seguí llorando mientras abrazaba ese trozo de papel él cumplió su promesa pero ya no estaría a mi lado nunca más.

Fuente : Facebook

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Cuento corto de terror : El llanto de los bebés

Un cuento corto de terror titulado : El llanto de los bebés. Que lo disfruten. pueden leerselo a otros para asustarlos.

Cuento corto de terror : El llanto de los bebés

Cuento corto de terror : El llanto de los bebés

Hace muchos años cuando aún se podía caminar a altas horas de la noche sin temor a ser asaltado o mutilado, venía de una fiesta disfrutando de una fresca y suave brisa de verano, en mi trayecto hacia mi casa recuerdo que pase por el rumbo de el barrio de santiago, para acortar el camino entre por la calle Amado nervo y dirigirme hacia el centro, era muy tarde y el silencio era casi total en aquellas sombrías calles, algunas fachadas de las casas me distraían y rezagaban mi caminar pues me detenía algunos minutos deleitando mis sentidos al verlas, imaginando quien pudo haber vivido y muerto en esas antiguas casas, me cuestionaba si tal ves fueron casas de citas en épocas pasadas, y así continúe mi camino hasta llegar a una esquina la cual estaba casi en total tinieblas pues varios focos del alumbrado publico estaban sin funcionar, todo estaba en calma, calma y silencio que fueron interrumpidos de golpe cuando al cruzar hacia la acera de enfrente, el llanto de un bebe pareció surgir bajo mis pies, como si proviniera de las entrañas de la tierra, pegue un brinco y corrí unos pasos, cuando voltee escuche otro chillido y luego otro como si se tratara de varios bebes llorando al mismo tiempo, armandome de valor decidí averiguar de donde venia el llanto, pensando que tal ves alguna mala madre había abandonado a sus niño en alguna caja de cartón o algo así, cuando estuve cerca de aquel misterioso llanto me di cuenta que venían del piso, me acerque mas y fue entonces que pude darme cuenta que aquel llanto provenía de una vieja alcantarilla , en ese instante sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, y una sensación que desde niño me avisa y advierte que lo que estoy viendo o escuchando no pertenece a este mundo, sin esperar otra sorpresa salí caminando a toda prisa y sin parar hasta llegar a mi casa.

Pasaron los años y conocí a una persona que vivió toda su vida en ese barrio, y sin saber de mi experiencia, me contó que en épocas pasadas cuando esa zona funciono como zona roja, muchas mujeres de la vida galante al salir embarazadas abortaban de manera clandestina, arrojando sus fetos... a las alcantarillas.

Fuente: Anónimo
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Relato de terror : En las penumbras de la noche

En las penumbras de la noche, un relato largo que encontramos en Internet y compartimos con ustedes.

Relato de terror : En las penumbras de la noche

Relato de terror : En las penumbras de la noche

Todo era tan normal como siempre y Andrés, el profesor de literatura de la primaria, había encargado a los niños de tercer grado unos poemas para la próxima clase, poemas de todo tipo, y tal vez este fue su gran error desde un principio ya que hay todo tipo de poemas en este mundo.

El día lunes comenzó aburridamente, como todo inicio de semana, la diversión comenzó hasta el recreo, tiempo esperado por todos los niños pues es donde tienen tiempo para comer, para reír y jugar con compañeros y amigos. Ricardo, Ana y Esteban jugaban a las escondidas y observaron que Iván, su otro amigo estaba muy extrañado por algo que tenía en la mochila fijando unos ojos muy grandes como escondiendo algo, a lo que Ricardo le preguntó:-Iván ¿Qué tienes?, ¿Quieres jugar con nosotros?-, e Iván le respondió:- ¡¡Olvidé mi poema!! Tal vez se me cayó.

¿Quieres que te ayudemos a buscarlo?-, preguntando Ana. -No, mejor no, yo lo buscaré, ustedes jueguen, debe estar por aquí.

Así, se acabo la hora del recreo y tenían que volver al salón de clase, Ricardo, Ana y Esteban entraron y observaron que a lo lejos se encontraba su amigo caminando muy feliz, a lo que Estaban le preguntó:-¿Encontraste tu poema?-. -No, pero he encontrado otro tirado en el jardín de atrás- respondió Iván, -¡¡Excelente noticia!!- dijo Ana, -De prisa Iván o te quedarás afuera del salón-; -¡¡Ya voy!!-, dijo Iván caminando un poco más rápido.

Al entrar todos los compañeros de la clase el profesor les pidió a los alumnos que juntaran sus poemas por equipos de 5 y elegirían cual poema lo dirían en voz alta. Iván un poco extrañado preguntó a sus compañeros si entendían lo que quería decir ese poema tan raro que encontró tirado en el jardín, algunos de ellos se reían, otros se asustaban, a lo que el profesor Andrés les dijo:-Muy bien, terminó el tiempo de organizarse el equipo 1 pase al frente y digan en voz alta el poema que eligieron, y así lo hicieron equipos por equipos, el equipo de Iván escogió su poema por la extrañeza que tenía desde el título, pues no era muy común, todos los poemas de sus demás compañeros tenían nombres hermosos pero el de Iván era raro, el poema se titulaba: “En las penumbras de la noche”

Había llegado el momento de decir en voz alta el poema del equipo 5 en este se encontraba Iván, pero no estaban seguros de dejar ese poema o cambiarlo por otro, al final decidieron dejarlo y comenzaron a recitarlo, lo que todos escucharían en esos pocos minutos los dejaría petrificados y sin habla:

“En las penumbras de la noche”

En las penumbras de la noche nos escondemos,

Tú no nos verás, pero nosotros si te vemos,

En la oscuridad nos encanta vivir, pero también en el día podemos existir,

Nos encanta cuando sientes miedo en la noche,

Ir solo al baño, o conducir solo en el coche,
-Esperen un momento muchachos ¿Qué clase de poema es ese?- preguntó el profesor

-Es que así va el poema profesor- le respondieron los niños

-Vaya, de acuerdo sigan trataré de no interrumpirlos de nuevo-

Y los niños continuaron:

Cuando te escondes en las sábanas, nosotros no escondemos contigo,

Y si intentas ocultarte de nosotros, las pesadillas que sueñes serán tu castigo,

Nos encanta tu miedo cuando se va la luz, cuando estas solo en casa,

Pero sobre todo cuando jalamos tus pies acostado en tu cama,

Y tú solo intentas relajarte imaginando que alguien te abraza,

No te esmeres en orar, persignarte o predicar,

No funciona, nos hace reír solo verte fracasar,

Tu ángel no te cuida, nadie te mirará si no quieres,

Solo finge que no te vimos,

Nuestro mejor truco es que creas que no existimos,
¡¡¡Muchachos!!!- dijo el profesor molesto -¿No se dan cuenta que asustan a sus compañeros?, -lo sentimos- ,dijeron los niños, – pero así dice el poema, – de acuerdo dejare que terminen el poema ahora sí pero por favor no estén diciendo mentiras, -no profesor- dijeron los niños, así pues continuaron con el poema:

Poco es el miedo por bichos o una araña,

Al miedo que causamos quedarás paralizado,

Créenos tu mente siempre te engaña,

Tal vez eres valiente o muy cobarde, pero no estarás a salvo,

Nuca esperes a que los demás escuchen algo,

Pero no estarás solo, no te estoy mintiendo,

Tan seguro es esto que ahora mismo te están viendo,

Tal vez estés nervioso, aburrido o asustado

Pero no lo evitaras, ahora ya están a tu lado

No te detengas ahora no importa que estés asustado,

Nosotros no nos detendremos, más vale estés interesado,

Si el perro ladra no lo calles, le grites o golpees,

Te estará advirtiendo algo, yo sé que no me crees,

Si te encuentras trabajando, en la escuela o en el coche,

Cuando oscurezca ten cuidado,

Yo te cuidaré en las penumbras de la noche.
El silencio en todo el salón de clase era increíble, los niños no sabían que decir, no se escuchaba ni una sola risa ni un solo susurro y fue en ese momento cuando el profesor le preguntó a Iván lo siguiente: -Iván, ¿Me podrías decir de quién es ese poema?-, a lo que Iván le dijo que no lo sabía pues el poema no tenía autor; el profesor entonces se molestó mucho porque creyó que era una broma de Iván hacia todos sus compañeros, le quitó el horroroso poema y lo castigó por el resto de la clase y le dijo que cuando sus padres vinieran por él, quería que hablaran con el profesor a cerca de lo sucedido.

Y así pasó cuando Pedro y Sonia llegaron por Iván hablaron con el profesor Andrés a cerca de lo sucedido y aunque quiso explicar las cosas no pudo evitar los regaños de sus padres, ni mucho menos el castigo.

Acabado el día lunes 4 de Mayo de 2008 el profesor llegó a su casa con un fuerte dolor de cabeza, mientras en la casa de los compañeros de Iván, también padecían fuertes dolores de cabeza, todos excepto Iván, pero ¿A qué se debió semejante cosa?, no lo sabrían hasta el viernes 8 de Mayo de 2008 cuando las cosas estuvieran peores.

En la madrugada del día martes Andrés se levanto con muchas nauseas, revisó el reloj, eran las 3:30 am pero aun permanecía despierto, somnoliento, mareado y con aquellos dolores que no cesaban tuvo que ir al doctor de emergencia…

Los dolores empeoraron y Andrés comenzó a convulsionar, los doctores estaban horrorizados por ver que aquel vomito que emanaba de la boca de Andrés no era más que lodo, un lodo negro, como si fuera aceite podrido y en el nadaban asquerosos bichos como lombrices y cucarachas; además sus ojos se extraviaban hacia arriba como si entrara de pronto en una especie de hipnosis y comenzó a hacer chirridos con su voz, sonidos como el ruido que hacen las ratas al chillar. Los doctores no podían creer lo que estaban viendo, muchos salieron corriendo de la habitación donde se encontraba aquel profesor que nunca imaginó que un poema podría ser la evidencia de algo más macabro que estaba por manifestarse en su cuerpo en pocos días y que no solo provocaría cambios físicamente, sino también espiritualmente, Andrés no sería el único que padecería estos síntomas, también sus alumnos, todo aquel que haya escuchado aquella invocación infernal estaría perdido, pues de en las penumbras de la noche algo abrió paso a este mundo y era seguro que no regresaría a la oscuridad jamás.

A la mañana siguiente cuando Iván llegó a la escuela se encontró con una asombrosa noticia, ningún miembro de su salón de clase había llegado ese día, ni siquiera el profesor Andrés, ¿a qué se debía?, bueno pues, por así decirlo, estaban enfermos pero, ¿de qué? No lo sabían, ¿ qué cosa escondía el famoso poema?, ¿Por qué precisamente fue Iván el que se encontró el dicho poema y no otra persona? Esas fueron preguntas que se hizo así mismo.

Cuando Iván llegó a su casa, la familia de Ana, la compañera de Iván, llamó por teléfono para decir que Ana estaba muy enferma y querían saber si Iván había ido a la escuela para que le dijera que habían dejado de tarea. A lo que Pedro afirmó, pero les mencionó que nadie de su salón de clase había ido.

Los padres de Iván llevaron a ver a Ana que se encontraba en su casa descansando, al llegar Mónica y Ángel, los padres de Ana le dieron la bienvenida a su casa como si fuera la primera vez, – Buenos días Iván, nos da gusto que vengas a visitar a Ana, ella enfermó de pronto pero no sabemos que le pasó, ¿Tú sabes si comió algo que le haya hecho daño, o alguien de tus compañeros la contagió de alguna enfermedad?-.

– No, nadie estaba enfermo hasta ayer, pero cuando llegué hoy a la escuela nadie de mi salón llegó a clase, por lo que la directora me dijo que me retirara, mis padres me llevaron al doctor antes de venir aquí pero no encontraron nada raro, por lo que yo no les contagié de ninguna enfermedad- Mónica y Ángel no sabían qué decir por lo que solamente le dijeron donde estaba su hija para que Iván la visitara, mientras él iba al cuarto de Ana los padres de Iván platicaban con los de Ana de cosas relacionadas al extraño misterio que ocurrió.

Al entrar Iván en su habitación observó que Ana estaba muy pálida y sus ojos estaban medio abiertos, sus manos un poco arrugadas y cuando respiraba parecían los ronroneos de un gato.

Iván le preguntaba que porque había enfermado, pero ella le dijo que no sabía, pero que tal vez se debió a su poema, aquel que había encontrado tirado en el jardín de la escuela, Ana le dijo que había escuchado que todos los niños del salón habían enfermado, menos él, a lo que Iván se asustó y le dijo a Ana que haría todo lo posible por que mejorara, pues Ana era la niña que había robado su atención desde el primer grado de primaria. Dicho esto Iván se despidió de Ana dándole un beso en la frente, salió de su recámara y se despidió de sus padres.

En camino a casa en auto, los padres de Iván le preguntaban cosas a cerca de porqué habían enfermado los demás excepto el, dando mal a entender de que él había provocado que los demás enfermaran, el niño les decía una y otra vez lo que sabía pues no se explica porque pasó lo que pasó, fue entonces cuando Iván le dijo a sus padres que había encontrado un poema tirado en el jardín de la escuela y que lo leyeron y que después de haberlo leído todos se quedaron sin habla incluso el profesor, los padres de Iván no le creyeron. Fue una lástima para Iván, pues aquellos, aquellos que en las penumbras de la noche habitaban comenzarían a manifestarse con el paso de los días.

Hasta la fecha ninguno de sus compañeros había mejorado, más bien empeoraron, y en las noticias de las diez de la noche se mencionaba que un hombre llamado Andrés Rivas había fallecido de un ataque al corazón, y que cinco niños que iban en el salón de Iván también murieron de la misma manera. Los padres de Iván al darse cuenta de esto llamaron a su hijo a la sala de su casa y le preguntaban qué era lo que había encontrado ese día, Iván subiendo los hombros no dijo ni una sola palabra, solo agachaba la mirada, Pedro le volvió a preguntar, Iván le dijo que ese poema lo había hallado tirado en el jardín, Sonia le sugirió a Pedro que investigaran con alguien lo que ese tal poema decía, pero Iván no estaba muy convencido de tal cosa, pues el poema se lo había quedado su profesor y este ya había muerto.

En ese momento una llamada por teléfono interrumpió la plática de Iván y sus padres diciendo que Ana su compañera de clase había enfermado aún más y que estaba hospitalizada en urgencias. Iván y sus padres se apresuraron al hospital, mientras Pedro, su padre llamaba a la policía por si habían encontrado ese tal poema que su hijo llevó ese día a la escuela, ya que Pedro tenía un hermano llamado Héctor que era policía o algo así pero se encargaba de investigar cosas que ayudaran a la policía a encontrar evidencias de algo para arrestar criminales o cosas así.

Los policías entraron a la casa del profesor Andrés y encontraron una hoja tirada en el suelo con varias manchas de sangre que decía un raro título: “En las penumbras de la noche”, Pedro les dijo que no lo leyeran por lo que más quisieran, pero uno que otro policía estúpido lo leyó creyendo que se trataba de una broma. La llamada se había cortado, una fuerte estática bloqueo la llamada, cortándola en un instante, por lo que las respuestas que buscaban tuvieron que esperar, ya que aquellos policías idiotas murieron dos horas después de haber encontrado semejante hallazgo.

Al llegar al hospital Mónica y Ángel los estaban esperando, pero ya fue tarde cuando llegaron, Ana había muerto.

Iván lloraba desconsolado pues no pudo hacer nada para evitar que su amiga que veía con ojos del primer amor infantil ya no estaba entre ellos. Se realizó el funeral, y los padres de Iván los acompañaron junto con su hijo, pero aún el misterio de ese poema no se había descubierto y los compañeros de Iván seguían muriendo uno por uno en una espantosa agonía.

Entonces fue cuando la pesadilla se agrandó a un grado de ser insoportable.

Miércoles 6 de Mayo de 2008

Esa noche como a las tres de la madrugada Iván escuchó unos ruidos raros en su ventana las ramas del árbol rascaban el vidrio como si tuvieran vida propia y lo hicieran para intimidar a Iván, de pronto las sábanas de aquel niño asustado comenzaron a deslizarse hacia abajo como si estuviesen siendo tiradas por alguien debajo de la cama, Iván se asustó tanto, preguntando quien era, pero de respuesta solo recibió un extraño silencio, Iván trató de dormir nuevamente.

Cuando Iván ya se estaba quedando dormido escuchó un fuerte: ¡¡¡¡Iván!!!!! ÉL se levantó con un gran salto, miró hacia toda su habitación, pero no había nadie, un viento tenebroso soplaba sin cesar, los arboles se movían al ritmo del viento como si estuviesen bailando esa danza macabra, Iván caminó despacio a la puerta, la abrió suavemente y se dirigió a la recámara de sus padres, y ahí estaban profundamente dormidos pero escuchaba ruidos debajo de la cama, a lo que él sin hacer ruido para no despertar a sus padres. Iván se agacho lentamente y mientras lo hacía un escalofrío recorrió la planta de sus pies, subiendo hasta sus rodillas y terminando en sus hombros, al mirar bajo la cama, no observó nada extraño, de pronto sintió que alguien estaba a su espalda, el cerró los ojos apretándolos haciéndose creer que era solo su imaginación y fue en ese momento cuando recordó las palabras que mencionaba el poema responsable de la muerte de muchas personas. Iván se abrazó a sí mismo, pues el frío que sentía era demasiado, en ese momento, escuchó que la cama rechinaba, a lo que él se retiro lentamente para que sus padres no supieran que se encontraba ahí, fue en ese momento cuando sintió los pies helados de alguien, era una presencia un poco borrosa pero aterradora de una niña con los ojos profundamente negros y una mueca espantosa, en ese momento Iván se dio cuenta de que se trataba de su amiga Ana.

Se asustó tanto pero hizo lo posible por no gritar, se levantó y corrió a su recámara para hacer lo típico que hace un niño asustado y pocas veces también la gente adulta, ocultarse en las sábanas.

Así lo hizo y mientras se quedaba allí escuchaba los pasos de una persona acercándose lentamente hacia su habitación, Iván se moría del miedo y por un momento sintió que mojaría la cama.

Poco después Iván fue descubriéndose la cara lentamente para ver que había pasado, pues ya no se escuchaban aquellos pasos. Convencido, se levantó lentamente de la cama y cuando estaba por dar el primer paso la puerta de su habitación se cerró lentamente haciendo un ruido horrendo, nuevamente el nerviosismo se hizo presente, pero esta vez algo le impidió ocultarse en las sábanas, una mano despellejada salió debajo de la cama tomando su pie izquierdo, Iván se empujaba hacia atrás intentando de alguna manera soltarse de aquello que lo sostenía. De alguna manera logró soltarse y en ese momento una cara salió de entre las sabanas con una mueca espantosa avisándole:-¡¡No debiste quedarte dormido!!-. Iván se asustó tanto que no pudo evitar gritar del horror.

En ese momento los padres de Iván entraron a su habitación y encontraron a su hijo con los ojos cerrados retorciéndose y gritando de miedo, al parecer Iván estaba teniendo una pesadilla.

Cuando lograron despertarlo aquel chiquillo lloraba sin parar y pedía ayuda a sus padres, pues aquella cosa que vió se veía tan real que por un momento eso lo creyó. Pedro y Sonia tomaron al niño y subieron al auto, en camino al hospital, una llamada por celular le informó a Pedro que su hermano estaba muerto, lo habían encontrado en un poste a las afueras de la casa del profesor de Iván, la forma en que lo encontraron fue horrible.

Pedro bajó el teléfono lentamente, y Sonia le preguntó: -¿Qué pasó? Y Pedro le respondió con voz temblorosa: -Mi hermano, mi… mi… hermano…es…está… muerto-.

Iván sostuvo la mano de su padre mientras la oscura noche gobernaba las calles y una niebla espesa las cubría con un silencio. No se escuchaba ni un solo perro ladrar ni el chirrido de los grillos ni un solo sonido del viento, solamente oscuridad.

Confundido y adolorido por la noticia Iván y sus padres doblaron la esquina hacia una iglesia que se encontraba frente a una librería para saber si ellos podían darles información a cerca de dicho poema.

Al llegar, Pedro bajó del auto y se dirigió a la puerta de la iglesia, Iván estaba muy nervioso y Sonia trataba de calmarlo.

-Disculpe padre que lo moleste a estas horas de la noche pero hay algo que tiene que saber- dijo Pedro

-¿De qué se trata?- pregunto el padre Martin, -De algo sobrenatural que ha estado pasando estos últimos días- le respondió Pedro.

-Será mejor que entren a la iglesia y de esa manera me cuentas con más calma lo que está pasando- le recomendó el padre Martín.

Así pues entraron a la iglesia y fue en ese momento cuando Pedro le comentó todo lo que había ocurrido desde aquel lunes 4 de Mayo, desde que su hijo Iván encontró un poema que al parecer era el responsable de los eventos paranormales, el padre un poco curioso pregunto de que poema se trataba, Iván le dijo que el nombre de tal era “en las penumbras de la noche”, el padre Martín se paralizó y sus manos temblaban, Sonia le preguntó que ocurría con ese dicho poema y el padre Martín pregunto si este estaba en las manos de Iván pero él le dijo que no, que su profesor se lo había quedado, el padre Martin les dijo que tenían que encontrarlo y dejarlo en el sitio donde lo habían visto por primera vez, pues ese no era solo un poema, era la invocación al ejercito de un poderoso demonio llamado “Legión”, las escrituras dichas en esta invocación se narraban en forma de poema porque simulaba una burla al oprimido dañándole cuerpo y alma al leerlo provocándole una desesperación y desesperanza alguna porque aquel que lo leyera sería testigo de la muerte de las personas más apegadas a él y sería atormentado por ellas por toda la eternidad.

Jueves 7 de Mayo de 2008

La búsqueda desesperada por encontrar aquella infernal invocación no daba fin, aquel poema no se encontraba por ningún lado y el tiempo era poco pues si no lo encontraban, el tormento de Iván sería peor y lo perseguiría por toda su vida y después de ella por toda su infinita muerte condenado a ser parte de una prisión obscura atormentado por todas esas almas.

Viernes 8 de Mayo de 2008 (9:30 pm)

Un pordiosero había encontrado una extraña hoja de papel arrugada en la calle con manchas rojas, el hombre ya viejo no se dio cuenta del gran hallazgo que había encontrado y así puso en peligro su vida, al caminar por la calle con tal hoja de papel, un camión lo arrolló aplastándole la cabeza, un brazo y una pierna.

La familia de Iván se encontraba sentada en la sala de su casa viendo la televisión cuando su programa se interrumpió por las noticias de último minuto, en estas noticias se mencionaba a un hombre de 60 años de edad más o menos que fue arrollado por un camión, no se sabía su nombre, lo único que encontraron fue una hoja de papel sostenida con fuerza en su mano, a los padres de Iván se les hizo raro la forma en que se mencionó la descripción de lo que contenía la hoja y dedujeron que se trataba del poema.

Pedro llamó a la policía para saber si aún contaban con aquella hoja de papel y el jefe de policía le dijo que si pues podía ser una evidencia.

Tras varios minutos de hablar con el jefe de policía Pedro lo convenció de que le permitiera tal evidencia. Mientras el padre de Iván fue a la comandancia, Sonia llevó a su hijo a la iglesia y ahí se encontrarían con el sacerdote. Teniendo todo en su mano Pedro, Sonia, Iván y el sacerdote se dirigían al lugar donde Iván había encontrado el poema, pero un fuerte choqué evitó llegar a su destino.

Levantándose lentamente salieron del auto y corrieron a la primaria donde estudiaba Iván, los perros ladraban y aullaban sin cesar, Iván se acordó de lo que decía el poema, “los perros tratan de advertir algo”.

Pedro saltó la rejilla de la escuela e intentó de alguna manera abrir la puerta para que el sacerdote pudiera entrar. Una vez hecha tal hazaña todos se dirigieron al jardín y mientras se acercaban al lugar escuchaban murmullos de varias personas, Iván agarrado de la mano de su madre se acercaron al lugar junto con Pedro y el sacerdote.

-Ahora el que haya encontrado el poema por primera vez debe de dejarlo en el lugar exacto donde lo vió- dijo el padre Martín.

Iván se enfrentaría a uno de los momentos más tensos de su corta vida, al acercarse al lugar, observó que el suelo que pisaba se hacía flojo como lodo, el padre Martin comenzaba a orar y fue en ese momento cuando del suelo un estruendo interrumpió sus oraciones, bajo el jardín se revelaron varios esqueletos de personas que se acercaban extendiendo la mano pero junto con ellas las almas de aquellos fallecidos por el poema revelaron al demonio causante de las desgracias alrededor de setecientas almas junto a él.

Iván se asustó demasiado y temblaba al caminar, el padre Martín estaba impactado al ver semejante escena que su corazón no pudo más y se desplomó cayendo muerto al instante.

Pedro y Sonia comenzaron a sentirse un poco mal y comenzaron a perder el equilibrio, en eso de esas setecientas almas mencionaban en coro: No estarás a salvo, no estarás a salvo, permanecerás con nosotros, Sonia corrió y sujeto a su hijo, aquellas almas estaban furiosas y los perseguían, Pedro, Sonia e Iván se ocultaron en diferentes salones, Pedro en un salón de la planta baja, Sonia en un salón del segundo piso e Iván se ocultó en su salón, aterrorizado se quedó oculto sentado debajo del escritorio donde alguna vez su profesor le impartía clases, en ese momento lloraba sin cesar de terror y se lamentaba haber tomado aquel poema, de pronto escuchó que su madre gritó y a lo lejos observó a su padre acercándose al salón donde estaba su madre, de pronto escucho que ambos gritaban, fue entonces cuando el corrió al salón y observó una horrible imagen de sus padres que nunca olvidaría.

Iván no podía creer lo que veía, las cabezas de su padre y padre estaban en un mesa banco y aún podía ver que su cuerpo aún escupía grandes chorros de sangre por doquier que incluso salpicaron sus pies.

A lo lejos observó a un hombre parado dándole la espalda a Iván y de pronto le dijo:-¡¡Excelente Iván te felicito, es el mejor poema del mundo!! Y fue entonces cuando Iván le dijo: -Profesor Andrés creí que había muerto, lo habían dicho en las noticias, en ese momento observó que una niña se ponía a su lado y también lo felicitaba, el no tardó en descubrir que se trataba de su amiga Ana, al fondo también estaban Ricardo y Esteban, sus otros dos amigos, todos los felicitaban, entonces el comenzó a tranquilizarse un poco, en ese momento vio que todos sus compañeros de clase estaban sentados en sus lugares como si no hubiese pasado nada. De pronto el profesor le dijo:-Ha, por cierto iban se me olvidaba algo- , -¿Qué profesor? – le preguntó Iván, En seguida el profesor le dijo:-Todos queremos desearte que tengas muy buenas noches-.

En ese momento el profesor se dio la vuelta dando a conocer su aterrador aspecto, Iván no dio ni dos pasos y se desvaneció, mientras él estaba tirado, el espectral rostro de Ana sonreía, pues sabía que el fin de Iván había llegado....

Nunca en la vida se supo lo que realmente pasó aquella semana de Mayo, pero… tú ahora lo sabes…y ahora que lo sabes entiendes que el terror existe y que no debes de adentrarte en cosas que no conoces….pues pueden haber graves consecuencias solo por sentirte orgulloso contigo mismo de investigar lo que otros prefieren dejarlo como un misterio…ten cuidado…créeme…es un consejo de aquellos que residimos….En las penumbras de la noche…

Autor: Desconocido

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Historia de terror : Anuncio de muerte

Si te gustan las historias de terror relacionadas a la ouija, esta es ideal para ti. Se llama "Anuncio de muerte".

Historia de terror : Anuncio de muerte

Historia de terror : Anuncio de muerte

Jennifer Lynn Springman era una adolescente de 14 años, nacida en Illinois, Estados Unidos. Era una joven común y corriente, hija única y como tal, muy cercana a sus padres.
Sus amigas y amigos la describían como una joven nerviosa y algo sugestionable, pero al mismo tiempo muy inteligente y consciente.
Una noche de 1972, Jennifer y sus amigas se juntaron en casa de una de ellas; con el fin de, por una vez, jugar a la Ouija. La idea era hacer una pregunta cada una y ver si funcionaba o era todo una farsa.
Hicieron un círculo alrededor de la tabla y empezaron con las palabras de iniciación. Invitaron a jugar a cualquier espíritu que estuviera presente, y lo lograron. Al hacer contacto, una por una fueron haciendo las preguntas que habían estado pensando durante la semana.
Pero al llegar el turno de Jennifer, quien estaba incrédula, preguntó la edad a la que moriría. Fue entonces cuando el oráculo de la Ouija se movió frenéticamente. Poco a poco fue deletreando el número 18 y luego “asesinada”, “estrangulada”. Jennifer, quedo pálida. Y en ese mismo momento, aterrada.
Su amiga cuenta que Jennifer empezó a temblar tanto que tuvieron que dejar de jugar. Y el suceso fue tan fuerte que cuando Jennifer llegó a su casa, se lo contó a su familia.
Sus padres le prohibieron volver a jugar y ella, con el susto que tenía, tampoco pretendía hacerlo. Pasó el tiempo, ella y sus amigas se olvidaron completamente del suceso.
Tiempo después, Jennifer estaría realizando los preparativos para su próxima fiesta de cumpleaños. Era octubre de 1976 y cumpliría 18 años.
Su madre cuenta que ella sí recordaba lo sucedido a su hija con la Ouija, y recordaba lo que le contó acerca de su muerte. No obstante, prefería pensar que era una tontería, que incluso bromeaban al respecto. Y como todo hecho superado, ya no lo veían como algo atemorizante o amenaza alguna.
Esa tarde, Jennifer salió de casa para reunirse con otros amigos en una cafetería, pero no volvió. Ni siquiera había llegado con sus amigos.
Su familia, muy preocupada, comenzó una búsqueda por toda la ciudad sin éxito. Dos días más tarde encontraron su cadáver dentro de una bolsa de basura, a orillas de un río.
Pronto llegó la policía y su familia en un estado de shock, no podía creer lo sucedido. Pero esto, no sería todo. Su sorpresa sería aún mayor al hablar con los investigadores del caso.
Luego de los informes forenses, determinaron que Jennifer había sido estrangulada hasta morir. Aún hoy se desconoce la identidad de su asesino.
Tal como lo predijo la Ouija, Jennifer Lynn Springman había muerto asesinada, estrangulada y pronta a cumplir 18 años!

Fuente : Anónimo
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Leyenda Urbana : La mujer que bailó con el Diablo

Una leyenda urbana de terror que muchos dicen es verdad mostrando la foto a continuación como prueba científica irrefutable. La mujer que bailó con el diablo. Tú que opinas?

Leyenda Urbana : La mujer que bailó con el Diablo

Leyenda Urbana : La mujer que bailó con el Diablo

Una noche de viernes santo, se hizo una fiesta en la discoteca más famosa de la ciudad, dicen que en un momento determinado de la noche ,entró a la discoteca un joven, que atraía las miradas de todas las jovencitas que se encontraban en el lugar, era alto, muy bien vestido, con unos ojos algo extraños pero encantadores…

Este apuesto joven se acercó a una muchacha para sacarla a bailar y ella encantada por su apariencia aceptó sin pensarlo dos veces, mientras bailaban él le advirtió que no mirara sus pies ya que se sentía un poco intimidado y no era capaz de seguir el ritmo, ella asintió con la cabeza…

Pero al cabo de un rato no resistió mirar sus pies, ella se quedó sin aliento al ver unas garras horribles y se desmayó enseguida, todo el mundo al ver a esta joven tendida en el suelo corrió a socorrerla, y el joven con el que bailaba ya había desaparecido del lugar.

La muchacha cayó en un terrible estado de coma, y sus padres ordenaron revisar las cámaras del lugar para identificar al hombre que todos creían que era el culpable de su estado, pero para sorpresa de todos, en el video de seguridad se veía claramente que la jovencita se movía sola por toda la pista de baile, el hombre no se reflejaba en la grabación. Para confirmar esta escalofriante historia en el baño del establecimiento en uno de los espejos decía:

“Viernes Santo, muerte de Cristo, Viernes Santo yo revivo y riego sangre y temor entre los humanos”…

La discoteca estuvo varios días impregnada con un olor a azufre y la joven murió después de un tiempo con unas marcas de quemaduras en la espalda…

¿¿¿Te atreverías a irte de fiesta ahora en Viernes Santo???
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Cuentos de horror : La perra que parió a una niña

Una historia de horror que encontramos en Internet y compartimos con los lectores del blog: La perra que parió a una niña.

Cuentos de horror : La perra que parió a una niña

Cuentos de horror : La perra que parió a una niña

Allá en el pueblo, un apuesto joven y una muchacha encantadora del lugar se enamoraron locamente, y luego con el tiempo, se casaron.
Tras el matrimonio iniciaron los problemas, pues la esposa no cedió desde el primer momento a las exigencias amorosas que en la vida íntima le hacía su esposo, movida quizás por la falta de orientación de sus padres en lo concerniente a las relaciones sexuales.
La vida se fue agudizando en aquel matrimonio porque la muchacha no cedía en ningún momento, a pesar de las caricias y ternura que le prodigaba el esposo anhelante y desesperado.
Transcurría el tiempo y él, valiéndose de las mañas masculinas, fracasaba en sus intentos.
La invitaba al lugar donde trabajaba, pero aún fuera de la casa siempre se negaba a las insinuaciones amorosas de su marido.
El muchacho tenía una perra, que fiel con su amo lo acompañaba por todas partes, en las mañanas, las tardes y las noches.
Un día, impulsado por la necesidad biológica, enmmmmmmmmmmmmmsesperado, tuvo relaciones sexuales con la perra.
Transcurrió el tiempo y el mozo siguió practicando las relaciones contranaturales.
Pasaron los meses, y a pesar de la anormalidad de los sucesos y de la intranquilidad hogareña, los jóvenes esposos seguían amándose a su manera.
Una tarde, mientras la pareja paseaba por el campo, la madre del muchacho, que estaba ocupada en la cocina, escuchó con sorpresa que debajo de la cama de los jóvenes esposos lloraba un niño.
El estupor llenó el corazón de la noble anciana cuando vio que la perra envolvía con una de sus patas a una recién nacida, lamiéndola y arrullándola mimosamente.
La buena señora, después del gran susto, cubrió la niña con una sábana blanca y la depositó en la cama que se encontraba vacía.
Cuando llegó la pareja, sin salir aún de su sorpresa, la anciana les contó lo ocurrido.
¡Casi me muero cuando vi que la perra había parido esa niña!
¡No puedo explicarme ese fenómeno! El muchacho, agobiado por el peso de las circunstancias, bajó la cabeza avergonzado.
Sin decir nada encaminó sus pasos hacia la iglesia del pueblo para confesar su culpa.
El sacerdote, al escuchar la extraña confesión, manifestó: “Hijo mío, grande es tu pecado”, Vea tu casa y trae a tu esposa, que tengo algo que decirle.
Al comparecer la muchacha ante el sacerdote, éste la contempló detenidamente con el rostro severamente contraído, y dijo: “Mujer, tú tienes que cargar con parte de esta terrible culpa, porque esto ha sucedido al no complacer los deseos legítimos de tu esposo”.
Esto es un castigo divino…, ahí está esa criatura…
¡llévatela!
Es tuya y tienes que quererla y cuidarla como si fuera el fruto de tus entrañas.
Pasaron los años, los verdes parajes seguían mostrando la opulencia natural y las campiñas se revestían de singular policromía.
Nada parecía recordar el extraño suceso que llenó de consternación a los personajes de nuestra historia.
La niña se convirtió en una hermosa mujer, con la belleza sumisa y agreste de la hembra del campo.
Muchos hombres la enamoraban insistentemente, pero ella ya tenía novio, al que amaba profundamente y con el que pronto se casaría.
Cierto día un joven campesino se encaminaba hacia la casa de su novia para visitarla.
Una vecina dada al chisme y acostumbrada a meterse en lo que no le importaba, lo llamó: Hijo, ven acá.¿Qué desea, doña?.
Sólo quiero preguntarte una cosa.!!
Pregunte pues. ¿Es cierto que te vas a casar con aquella muchacha bonita que vive en la otra casa?
Sí, es cierto.
Pues te aconsejo que no lo hagas.
¿Por qué?
La mujer tardó intencionalmente en proporcionar la respuesta al apuesto joven, y luego destiló el veneno:
¡Porque esa muchacha es HIJA DE UNA PERRA!
El joven, preso de furor, empujo fuertemente a la vieja, disponiéndose a castigar a quien ofendía en forma tan grosera a su prometida.
Pero la perversa mujer, sin perder la calma, gritó:
¡Suéltame ignorante! Si no crees lo que te digo, te lo voy a demostrar.
El mozo, trastornado y sin poder ordenar sus ideas, se sumió en un largo silencio.
La vieja lo observaba con calma, saboreándose de antemano los acontecimientos que llegarían.
El campesino pidió a la vieja que le demostrara lo que aseguraba con sus palabras.
Nada más fácil.
Espera a que llegue la noche y espía por la cerradura del cuarto de tu amada, y vaya que te convencerás!
Así lo hizo, se asomó por la cerradura observando atentamente los movimientos de la muchacha que se preparaba para acostarse; la belleza imponente de la virgen se expuso a la vista penetrante del muchacho, al caer del cuerpo femenino las ropas que cubrían su cuerpo de diosa.
Poco después, y ante el asombro del hombre, ella dio varias vueltas antes de acostarse plácidamente en el fresco petate de su cama.
No había duda, su novia tenía la misma costumbre de los perros, de dar vueltas antes de acostarse.
Las lágrimas lo traicionaron y abandonó el lugar precipitadamente.
Así pasaron los días y ella, llena de inquietud, notaba la ausencia de su prometido.
Extrañada por aquella conducta, decidió escribirle exigiéndole una explicación por haber suspendido sus visitas intempestivamente.
La respuesta no se hizo esperar.
Creí estar enamorado, pero mi amor no llega al grado de casarme con un ser irracional, ya que me di cuenta por mis propios ojos de que tú eres una perra.
El golpe emocional fue tremendo, la agarró por sorpresa y desde aquella fecha su vida fue de sufrimiento.
El mal de la tristeza, el llanto y el profundo dolor de un frustrado amor produjeron en la bella joven una prolongada enfermedad que culminó en la agonía, y con ella una muerte lenta.
Antes de morir, la buena muchacha, que sólo irradió bondad durante su vida, viendo la proximidad de la muerte, dijo a sus afligidos padres:
Concédanme un deseo, mi último deseo.
Quiero que lleven mi cadáver a la iglesia para que allí me velen; quiero que la vecina de enfrente sea la única persona que acompañe mi cuerpo, las puertas deben estar cerradas.
Eso es todo.
Y diciendo esas palabras, murió.
En las primeras horas de la noche la trasladaron a la pequeña iglesia del pueblo, y su acongojado padre se dirigió a la casa de su vecina, convenciéndola para que acompañara el cadáver de su hija; pero la vieja sólo se dejó convencer cuando le ofrecieron una fuerte suma de dinero para que desempeñara tan misterioso acto.
La malvada mujer sintió que el temor la asaltaba, pero el interés por el dinero la obligó a dirigirse a la iglesia.
Cuando quedó junto al cadáver, las puertas de la iglesia se cerraron a su espalda produciendo un sonido seco, lejano, como si viniera de otro mundo.
Pasaron las horas, el silencio apenas era interrumpido por el silbido del viento que penetraba en el recinto sagrado moviendo suavemente las pequeñas llamas que coronaban siniestramente las candelas rodeando el ataúd.
Doce campanadas se dejaron escuchar, haciendo vibrar la iglesia; eran las doce de la noche.
Poco después, la puerta principal de la pequeña iglesia se abrió, dando paso a una monja que sin detenerse se dirigió al féretro, se arrodilló ante la muerta y luego se dirigió a la sacristía.
Pocos minutos después apareció un sacerdote que hizo una reverencia ante el ataúd, desapareciendo en igual forma que la monja.
Nuevamente se escucharon unos pasos firmes, y por la puerta principal apareció un obispo, llegó hasta donde estaba el cuerpo inerte e hizo lo mismo que la monja y el sacerdote, desapareciendo detrás de la sacristía.
Fue entonces cuando el ataúd empezó a moverse y se alzó un brazo de la muerta, luego el otro, hasta que la mujer se incorporó lentamente dirigiéndose a la vieja que le causara tanto mal, hablándole con voz lejana, impersonal y fría.
Mala mujer, ¿viste pasar ante mí a una monja, un padre y un obispo?
El cuerpo de la interrogada se convulsionaba, el color escapaba de su rostro mientras sus ojos reflejaban un terror indescriptible.
Sí… sí… lo… los vi pe… pero…
Esos eran los hijos que Dios me había destinado en el matrimonio que con tu maldad impediste.
Ahora que estoy muerta por tu culpa, los he perdido.
Diciendo esto, se abalanzó sobre la vieja y, abriéndole la boca, le arrancó la lengua.
Después volvió al ataúd, quedando nuevamente sin vida.
Llegó la luz del nuevo día.
Cuando abrieron la iglesia, el pánico fue general entre dolientes y curiosos cuando comprobaron que en vez de una muerta, había dos.
Al aproximarse, observaron con estupor que la joven difunta sostenía en su mano la lengua de la vieja.
¿Qué es esto, Dios mío?
No podemos quitarle la lengua de la mano para meter el brazo dentro del ataúd.
Pues tenemos que llevarla así al cementerio.
Así fue.
El cortejo fúnebre salió de la pequeña iglesia hacia el cementerio llevando a la joven mujer que murió de tristeza con un brazo de fuera, exhibiendo la lengua como un ejemplo para la humanidad, y especialmente para las personas que acostumbran meterse en donde no les importa.
Pero lo más extraño del caso fue que al llegar al camposanto, la mano soltó la lengua y el brazo bajó lentamente, hasta quedar dentro del ataúd.
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Cuento de terror : El túnel

Este cuento es tan aterrador como la imágen del espíritu que vemos a continuación. Se titula "El túnel" y es una leyenda urbana de terror.

Cuento de terror : El túnel

Cuento de terror : El túnel

Mi abuelita había enviudado hacia mucho, era la madre de mi papa y cuando él nos llevaba solíamos pasarla bien porque ella tenía muchos juguetes y además un gran fondo, pero nosotros nos limitábamos a jugar hasta lo que sería la mitad de ese fondo, nunca con mis hermanos nos atrevimos a meternos porque en el lugar lo oscurecía todo una gran higuera seguida de mucha maleza y un horno de barro al final del terreno seguido de lo que parecía ser una pieza de adobe que desde que recuerdo siempre estaba cerrada con candado.

Una sola vez recuerdo vagamente cuando mi mama le pregunto que había en el fondo, mi abuela solo contesto “-Que los chicos no vayan para ahí, ahí vive María”.

¿María? Tal vez se había equivocado y quiso decir vivía…
Mi papa no recordaba a nadie con ese nombre, su familia nunca fue acaudalada como para decir que en una época tuvieron una criada.
Tal vez los años estaban haciendo mella en la memoria de mi mama. Papa se conformó y nos dio una supuesta respuesta al misterio y todo concluiría ahí.
Una tarde después del colegio mi papa me llevo a la casona porque mi abuela se había caído y necesitaba atención, mientras mi viejo la atendía salí a jugar un rato a la pelota, ya estaba por oscurecer cuando oí claramente que desde el fondo alguien caminaba. Primeramente mi reacción fue de curiosidad, pensé que se trataba de algún animal y quería verlo.

No pude llegar más que a estar a medio metro de la higuera cuando escuche la risa de una niña, no me pregunten si era de mi misma edad o que se yo, la oí y eso fue todo, sentí una gran necesidad de salir de ahí, menos mal que tenía mi pelota en mi mano, porque seguramente la dejaba ahí tirada, solo atine a ir a sentarme al lado de mi papa y quedarme callado hasta poder retirarnos de ahí. Hasta el día de hoy no sé porque nunca se lo conté a mi viejo.
Conforme pasaban los años me di cuenta que cuando sacábamos los juguetes, antes de irnos mis viejos los guardaban, era algo normal hasta que supe que era por expreso pedido de mi abuela que no quedasen juguetes en el patio, a lo mejor le gustaba tenerlo todo ordenado.

Ya un poco más grande y solo si necesitaba dinero me acercaba a la casa de mi abuela, ella siempre nos consentía bastante y no le sobraba, pero mi abuelo le había dejado sus ahorros de toda la vida y la pensión que cobraba era para los impuestos, el resto podía darse el lujo de pagarnos lo que quisiéramos.
Una noche, cuando yo estaba de novio, me acerque a su casa para pedirle algo y así poder invitar a mi novia al boliche y pasar un rato juntos, no piensen mal, no era que entraba y le pedía de una, estaba un buen rato hablaba con ella le hacía compañía y como siempre, se daba cuenta de la situación no me preguntaba cuanto necesitaba, siempre bajo su almohada estaba su monedero, sacaba la plata y me la entregaba con el puño cerrado para que yo no viese el importe y también era como nuestro juego, yo lo agarraba y ni miraba, lo metía en mi bolsillo y recién podía ver cuando salía de su casa.

Esa misma noche, me senté en la cocina y miraba para la sala, donde estaban los juguetes, luego, casi como acto reflejo me di vuelta para mirar al patio y su gran fondo. Pude observar claramente una figura con ropa blanca y de ojos rojos se perdía en la oscuridad. Me había estado observando.
No voy a negar que sentí miedo, pero como no era la primera vez que me pasaba algo así solo me levante y me fui a la pieza de mi abuela para preguntarle qué pasaba allí.

Comenzó contándome historias de duendes, ustedes ya saben, que viven en los hornos y sus jugarretas, nada de mucha importancia, hasta que antes de comentarle lo que vi en la higuera. Ella solo comenzó su relato con lo que según las creencias, la planta de higos, se cree que es una planta del diablo, lugar de juego de los duendes, si alguien quiere pactar solo debe presentarse ahí a las 12 en punto, a esa altura ya sabía que algo no andaba bien.
Me contó que antiguamente, cuando la casa ya estaba casi terminada, mi abuelo solía tener como una especie de cantina adelante y una noche, el con varios de sus clientes y amigos se embriagaron hasta casi perder el conocimiento, en esa época el baño era un pozo ciego en el fondo de la misma, casi al lado de la higuera, si, debía ser terrorífico ir al baño de madrugada en aquellos años. Pero en la noche que me estaba contando resulta que al otro día una persona amaneció muerta al pie de la higuera, nunca supieron que paso, si fue por el alcohol, una enfermedad o qué, pero esa persona yacía ahí.

Desde aquella oportunidad mi abuelo le haría contado que varias veces le pareció ver a una persona parada al lado de la higuera, vestido de negro y con los ojos totalmente rojos. Ella prefería hacer sus necesidades dentro de la casa, contó que le silbaban, desde la oscuridad le tiraron el cabello y hasta le susurraron su nombre.
Yo estaba a punto de decirle lo que había visto cuando ella me dijo: “-Ese mismo año apareció María”
¿Otra vez ese nombre? ¡Pero quien era!
No me quiso contar mucho al respecto, tal vez a propósito obviaba situaciones o personas, lo hacía casi como si desvariara en lo que contaba.

Concretamente la historia es la siguiente: María se apareció al pie de la higuera, era muy bonita y mi abuela quien nunca tuvo la dicha de tener una hija la adopto como suya, además en su infancia nunca tuvo juguetes, por lo que muy a pesar de ser ya grande, si bien no jugaba con ella le hablaba como si se tratase de algo normal, no dormía con ella pero se podía pasear por toda la casa.
Por si no se dieron cuenta, María era una muñeca, pero algo no cuadraba en lo que me acababa de contar. ¿Cómo podía una muñeca pasearse por la casa?
La deje descansar, me di cuenta de que mientras hablaba, a cada rato miraba a la ventana que casualmente da hacia el patio, como esperando ver a alguien y no era una mirada de esperanza, más bien le preocupaba.

Ya esta situación me estaba molestando pero como todo joven lo olvidé pronto. Pasaron varios años y mi abuelita comenzó a enfermar, mi viejo no tuvo otra que hacerla internar. Con mis hermanos nos turnábamos para acompañarla, yo ya me había casado y mi hija acababa de cumplir los 4 años. En sus ratos de lucidez hablábamos de la infancia de mi viejo, de mi abuelo, al que si bien conocí de muy chico nunca pude recordarlo.
Todavía recuerdo la última noche con mi abuela, había mejorado notablemente, estábamos charlando muy animadamente, nos reíamos de sus anécdotas, era todo en un ambiente muy tranquilo. Antes de que nos quedemos solos había estado mi mujer con mi niña, la hicimos sentar en su falda, ella se sentía muy feliz de tener una nena en sus brazos, lo podía ver en sus ojos, casi con lágrimas se despidió y ya se acostó, yo comencé a acomodarme en la silla, no iba a dormirme en seguida, así que empecé a leer una revista.

No tuve en cuenta que ella seguía despierta, tenía una mirada como de preocupación, le pregunte que le pasaba pensando que ya tenía ganas de que le dieran el alta. Esta vez, ella comenzó el relato.
Primero me pidió que conserváramos la casa, el recuerdo valía más que cualquier dinero, después hablo que en sueños vio a su esposo, quien le pedía que vaya con el (en ese momento me sumí en una gran tristeza, aunque no lo dije, sabía que se estaba despidiendo) por ultimo me dijo que María está muy triste, porque ya no era su consentida y que ella no quería a los chicos, por eso la tuvo que encerrar en el fondo, por eso nadie llega hasta ahí.

No tuve tiempo de procesar lo ocurrido, al otro día ella no reacciono, estuvo una semana y cuando el doctor nos dijo que era cuestión de tiempo, esa misma noche dejo de luchar.
Días después del velorio, con mis hermanos nos pusimos de acuerdo para ir a limpiar la casa, como no podíamos ir todos juntos el mismo día, nos turnábamos y asignábamos sectores para limpiar.
El último día estuvimos todos, menos mi viejo, obviamente por el dolor que le causaba todo lo ocurrido recientemente.
Empezamos macheteando lo que era maleza íbamos por los bordes para dejar lo más pesado para el ultimo, cuando vi la piecita se me erizo la piel, no quise decir nada, solo esperaba a que alguien la quisiera abrir, porque yo no me animaba y también la curiosidad me mataba.

La puerta no tenía manija. Solo la rodeaba una cadena con un gran candado del que seguramente no habría llave, además de que por el paso de los años estaba muy viejo.
Uno de mis hermanos se dispuso a abrir la pieza, pero yo tímidamente le dije que lo dejara así, tal vez las cosas guardadas allí eran tan viejas que ya ni servirían o a lo mejor sería un nido de ratas o vaya uno a saber qué.
No se rieron de mí, pero ellos también sabían que no nos dejaban acercarnos a ese lugar, mi abuela también se los había dicho (después sabría que no todo) ya somos grandes como para andar con chiquilinadas dijeron y con un golpe seco forzaron el candado.

Lo único que pude hacer fue pararme de frente para ver que había ahí, mis hermanos comenzaron a sacar todo del interior. Ropa vieja, cajas con muchas cosas inservibles herramientas, pero una destacaba del resto, era vieja, llena de tierra pero a diferencia del resto no estaba rota, solo había acumulado tierra, pareciera que ni las cucarachas la hubieran tocado. Como cazadores de tesoros mis hermanos empezaron a abrir las cajas, a buscar algo valioso ahí dentro después de años de encierro, yo solamente agarre la caja grande pero no podía abrirla.
Me miraban como si yo escondiera algo o como si supiera que dentro de esa caja hubiera lo único valioso de esa pieza.
No sé cómo, no lo recuerdo, pero nuestras mujeres se acercaron a ver qué pasaba, de la mano de mi esposa mi hija me abrazo la pierna y señalaba la caja, ante la insistencia de todos tuve que abrirla. Dentro estaba una muñeca de porcelana, el tiempo no había pasado para ella, la ropa presentaba algunas manchas pero lo que era el pelo, la pintura y los detalles estaban impecables.

Juro que no me detuve a pensar en la muñeca, mi hija solo la señalaba y me la pedía, por supuesto nadie se opuso a que ella la tuviera, pero no podía dársela así nomas, había que lavar la ropita, limpiar la muñeca y recién entregársela.
Mi esposa hizo el trabajo, la llevamos a mi casa, no pasó nada, la alegría de mi hija era inmensa. Pasaron meses hasta que me percaté de que las llaves de mi auto no estaban donde las dejaba usualmente, mis cosas desaparecían y volvían a aparecer rato más tarde pero en otro lugar. Soy una persona muy meticulosa con sus cosas, por lo que estos detalles no los pasaba por alto, un día medio cansado le reclame a mi mujer lo sucedido, ante su negativa so lo quedaba retar a mi hija, ella por supuesto se negó en todo momento.
En una oportunidad, me había quedado con unos compañeros a tomar unas cervezas después de un partido, no, no estaba pasado de copas, usualmente no soy de tomar hasta emborracharme, llegue a mi casa y al entrar oí risas que venían de la pieza de mi nena, abrí la puerta pero no pasaba nada, ella estaba profundamente dormida.

En otra oportunidad deje mis llaves donde siempre, no pasaron ni 10 minutos que tuve que salir de urgencia a mi trabajo, las llaves ya no estaban en su lugar, las busque por todos lados, ya me estaba desesperando al mismo tiempo que comenzaba a enojarme. Me dirigí hacia donde estaba jugando mi hija, ella estaba jugando a la cocinita ensimismada en su mundo, solo pude ver mis llaves al lado de la muñeca de porcelana. No pensé en nada más, solo en ir rápido a donde me necesitaban.
Habían noches en las que podía escuchar como si alguien caminara como recorriendo mi casa.
La cosa se puso peor cuando vi como mi hijita tenía una marca en la pierna como si alguien o algo la hubiera arañado, primero pensé que había pasado en el colegio pero no, hable con mi señora y estaba tan sorprendida como yo, no me quedo otra que hablar con ella, mientras la interrogaba note como se ponía nerviosa, pensé en 10.000 cosas y me asustaba pensar en lo que estaba pasando, con lo que uno ve en las noticias realmente pasaron muchas cosas por mi cabeza.

Mi hija eludía las preguntas, me ponía cada vez peor hasta que dijo algo en voz baja que me dejo helado… “- No quiero que la Mari me escuche”.
¿Mari? ¿Quién es Mari? Solo miro para el rincón donde estaba la muñeca, en ese momento recordé todo. Mi abuela, sus historias, porque no debíamos abrir la pieza de adobe y por sobre todas las cosas, Mari… María…
No iba a quitarle la muñeca a mi hija, solo espere a que ella se durmiera para poder sacarla y así evitaría que ella llorara o lo que sea que pase, la metí en una bolsa de tela y la ate, acto seguido la deje en el baúl de mi auto, al otro día la llevaría a donde tenía que quedarse.
Apenas Salí de mi trabajo llame a mi esposa y le dije que tardaría unos 20 minutos por otras cosas que tenía que hacer, fui a la feria y compre un candado y me fui a la casa de mi abuela, afortunadamente tengo un duplicado de la puerta, por lo que entrar no era problema. Al bajar de mi auto abrí el capó, juro haber atado la bolsa. Pero sin embargo ahí estaba la muñeca sentada, fuera de la bolsa ya hasta me daba miedo tocarla. Sentí mucho más miedo al entrar a la casa, sentía una presencia, me asusta decir que probablemente era mi abuela, trate de no mirar a ningún lado, podía percibir que me estaban mirando, lo más rápido que pude agarre a esa cosa, la volví a meter en la bolsa ajuste el nudo con todas mis fuerzas y la tire dentro de la pieza.

Me temblaban las manos, escuchaba ruidos, pensaba que se estaba desatando, que algo me estaba asechando el corazón me latía casi como queriendo salirse de mi pecho, no sé cómo, pero logre pasar la cadena de lado a lado y cerré todo con el candado, como un acto reflejo tire las llaves del candado para que nadie pudiera abrirlo, tenía las manos sucias de tanta tierra pegada producto de mi intenso sudor, apenas le di la espalda al lugar supe que no debía mirar hacia atrás, tenía que salir lo más rápido posible, recuerdo que pensaba en salir corriendo pero del miedo solo caminaba, juro por Dios que podía sentir a alguien o algo que estaba a punto de agarrarme. Me sentí aliviado de llegar a la calle, cerré la puerta y jure nunca volver solo a la casa. En ese momento no sabía que me estaba equivocando…

Esa noche no dormí nada bien, tuve pesadillas, todas relacionadas con María (si, era una muñeca pero a estas alturas ya no sabía cómo llamarla) podía escuchar pasos en mi casa, primero pensé que era producto de mi sueño o la terrible vivencia me hacía retumbar todo en mi cabeza, no estaba tranquilo, no hacia otra cosa más que pensar.
Me levante al baño, quería pegarme una ducha, tal vez así conciliaría el sueño, podría descansar, en el momento que me disponía a quitarme la ropa escuche que alguien caminaba y se reía. Salí con mucho miedo y comencé a recorrer mi casa, no alce la voz porque dentro mío ya asumía lo que pasaba. Camine por todos lados y no encontré nada, por un instante me tranquilice, ya no pensaba en bañarme, volví a apagar la luz del baño y pude ver con claridad como del agua en el piso salían huellas como de pisada de un niño.

Corrí hasta la pieza de mi hija y ella está dormida, le toque los pies para asegurarme que no fuera ella y no había forma de que fuera ella, después de unos segundos me percaté de que las huellas eran más pequeñas de las que podría hacer mi hija. En ese momento se oyó como caía un juego de llaves, en el piso de la cocina estaban las llaves de mi vehículo pero en el llavero había dos llaves más que yo nunca tuve. Todavía recuerdo el escalofrío que me recorrió todo el cuerpo al ver que esas llaves eran del candado donde había encerrado a la muñeca.
Tenía mucho miedo, pero no podía permitir que la situación siguiera. Agarre un rosario bendecido que mi señora tiene y agua bendita que le había dado mi suegra, con todo y eso no me sentía protegido, me sentía como si tuviese 10 años. Me arme de valor y volví a la casa de mi abuela, sabia a lo que me enfrentaba, pero como dije antes, no podía dejar que esto siga. Entre rezando, prendí todas las luces, para ir al fondo lleve una de mis linternas más potentes, recuerdo haber estado más de 5 minutos intentando meter la llave en el candado, recuerdo oír pasos a mi alrededor. Cuando por fin pude abrir la puerta, ahí estaba, nuevamente fuera de la bolsa, mientras la insultaba comencé a cavar un pozo ahí nomás, rezaba, la miraba y la insultaba.

Una vez logrado el objetivo me dispuse a rezarle como si de un entierro se tratase, esta vez, la bolsa la dejaría abajo como una especie de colchón y con mucho cuidado la puse en el pozo, seguía rezando y no le sacaba la vista de encima, para terminar con todo de una maldita vez le tire un poco de agua bendita mientras le rezaba, en ese preciso momento se escuchó claramente como si la porcelana se rajara, no me atreví a alzarla para ver donde se había roto. Segundos antes de comenzar a enterrarla pude ver como de entre su ropa salían muchas hormigas negras, me impresiono ver eso, pero interiormente sabía que todo había terminado.
Volví a mi casa y me dormí ya del cansancio, pasaron los días y ya no pasaba nada en especial, con el tiempo me auto convencí de que nada había pasado hasta hace unos días, en el que fui a visitar la tumba de mi abuela.

Mientras le dejaba flores y limpiaba el lugar llego justo una vecina, me saludo con mucho afecto, charlamos de lo amigas que eran y de lo mucho que se hacía extrañar.
No recuerdo como salió el tema de conversación, pero yo escucho tu programa todos los viernes y esta señora casualmente también, en el momento que hablábamos del programa, justo un momento antes de despedirme esta señora me dijo que le pase misa a mi abuela, porque en estos últimos días ella escucha como que una mujer llora, el sonido proviene de la casa de mi abuela, algunas veces el llanto es más fuerte en la madrugada y proviene del fondo...

Fuente: Anónimo
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Cuento de terror : La hora de pagar

Encontramos este cuento anónimo de terror en Internet llamado "La hora de pagar" y lo compartimos con ustedes. Ideal para leer antes de dormir. Si se atreven.

Cuento de terror : La hora de pagar

Cuento de terror : La hora de pagar

Cuando éramos niños, con mi hermano jugábamos en una hacienda abandonada, y como podrán imaginar, teníamos el mundo a nuestro alcance.

Un día éramos piratas, al día siguiente astronautas, y así transcurrió nuestro día a día, la verdad no puedo quejarme, fue una infancia feliz.

Por alguna razón todo en mi vida me salió de maravilla. En mi familia, me dicen el suertudo, siempre fui al que todo se le dio para bien. En cambio, a mi hermano no le fue tan bien.

Él, logro poner su negocio, y no una sola vez, sino varias veces, pero por algún motivo, no prosperó como podría haberlo hecho.

Cierto día, mi hermano me invitó a cenar, acepté con agrado, fuimos con mi esposa y mis hijos, y todo se desarrolló de la mejor manera.

Cuando terminamos de cenar, las mujeres se fueron a lo suyo, mi hermano llevo a la mesa un par de cervezas, me entrego una, y me dijo: “sígueme, vamos a afuera para hablar de los viejos tiempos”.

-¿Recuerdas cuando jugábamos en la hacienda abandonada?

-Claro, le respondí, de hecho, recuerdo que en una ocasión, en unos charcos había ranas, y pasamos horas atrapándolas.

-Sabes, hay algo que quise preguntarte siempre, pero no encontré jamás el momento oportuno.

-Bueno, le respondí, pues ese momento, es ahora, habla o calla para siempre, ja, ja, ja.

-La última vez que jugamos en la hacienda, dime … ¿qué te sucedió allí que saliste corriendo?.

-No lo sé, no lo recuerdo, lo único que viene a mi mente es esta medalla, mira, aún la tengo conmigo después de tantos años.

-Recuerdo que en aquella oportunidad, saliste corriendo de la hacienda con cara de pánico, como si algo te hubiese asustado, y llevabas colgando esa medalla, que nunca te había visto, pero no hablaste de ello cuando regresamos a casa.

-De verdad, no puedo recordar que ocurrió, pero dime …

¿porqué me preguntas eso?.

-Ven conmigo hermano, te mostraré algo.

Entramos a la casa, fuimos a su oficina, y me mostró algo que me dejó intranquilo, de hecho, algo preocupado. En su ordenador, tenía la extraña historia de la “HACIENDA LOS TRES GIRASOLES”, donde jugábamos de niños.

Esa hacienda, había pertenecido a una familia acaudalada, con un pasado oscuro, y lleno de desgracias.

Se rumoreaba que esa familia había hecho un pacto con una anciana, que consistía en entregarle algo muy preciado para la familia, y a cambio, ellos jamás padecerían penas, ni contrariedades económicas.

Se dice que aceptaron ese trato, la anciana les entrego una medalla, y jamás volvieron a saber de ella, hasta el día en que la medalla se perdió.

Esa misma noche la anciana llegó a la hacienda, y se veía exactamente igual a pesar de haber pasado 28 años, desde que acordaron ese maldito trato.

Mi esposa, me sacó de la inquietante historia que acababa de conocer, cuando entró a la oficina donde estábamos, mirándome con esa cara impaciente que no deja dudas, para entender que era hora de irnos.

Nos despedimos, subimos al auto, y emprendimos el regreso. En el camino, aprovechando que los niños se durmieron, le conté a mi esposa lo que estábamos viendo en la oficina de mi hermano, me miro, se sonrió, y me dijo … ¿supongo que no crees en esas supercherías verdad?, claro que no -le dije- , pero no puedo negar que me hizo pensar en algunas cosas, me surgieron algunas imágenes confusas que me inquietan.

Llegamos a casa, subimos a los niños a su cuarto, los acostamos, y los arropamos.

Mi esposa me tomo de la mano, y me dijo … ¡ven mi rey, que mami te haré olvidar lo que viste, y que te perturba!.
En nuestra habitación, comencé a besarla, la tome por la cintura, la levante para que pasara sus piernas por mi cadera, y sin dejar de besarla, la lleve a la cama.

Desabroché su blusa, y al quitársela noté una vez más, lo afortunado que soy al tener una mujer tan hermosa.

Dulcemente la despojé de su sostén, y quedaron libres sus bellos senos, que si bien han sido fuente de vida de mis hijos, no perdieron su firmeza y su suavidad.

Con la sabiduría que dá la madurez, me quitó la camisa sin problemas, me ayudo con el pantalón, y de forma lenta y sensual me sacó la ropa interior.

Yo hice lo propio con su falda, y sus medias, y dude en quitarle sus bragas blancas de encaje porque me enloquecen, pero igualmente terminaron en el piso.

Estábamos a punto, y me detuvo solo para quitarme la medalla diciéndome ... “esto me estorba”.

En plenitud, pude al fin estar dentro suyo, me rodeó la cintura con sus piernas largas, y nos fundimos en ese ritmo ardiente que nos lleva al éxtasis. Luego giramos sobre la cama, ella quedo sobre mi, erguida, y pude contemplar otra vez la hermosura de mi reina, que comenzó a mover su cintura frenéticamente, al tiempo que se inclinó para besarme.

En este fuego cruzado, mágico, que sublima el amor sincero, pasamos varias horas, hasta que el cansancio nos venció, y nos quedamos dormidos, estrechados en un abrazo.

Al día siguiente, salí a toda prisa para la oficina pero tenía la sensación de que algo me había olvidado.

Pasó una semana, y las cosas cambiaron drásticamente en mi vida, las ventas comenzaron a bajar significativamente, y surgieron problemas serios con mis empleados.

Varios clientes de años, sin una causa concreta, cerraron de pronto su cuenta con mi empresa. En mi oficina me asaltaron, y se llevaron una suma de dinero muy fuerte que diezmó significativamente mi capital.

Como capricho del destino, y sin darme respiro, mi vida, mis negocios, TODO, iba de mal en peor.

Luego, mi hijo de cuatro años enfermó, y según los médicos no era para preocuparse. Así pasó dos meses, sin mejora alguna, hasta ese día terrible en que regresamos del hospital con mi hijo desahuciado por la ciencia, pues no se sabía cuál era la enfermedad que lo estaba consumiendo.

Ese mismo día, y en medio de un drama familiar, tocaron a mi puerta, y enseguida fui a atender para correr a la inoportuna visita, pero no pude hacerlo porque se trataba de pobre anciana que no tenía idea de quien era. Sin embargo, la presencia de esta anciana, me congeló la sangre, me hizo temblar, me dio pánico.

¡Hola David!, dijo la señora. ¡Veo que perdiste algo, y ya es tiempo de cobrar lo que me debes!

Toqué mi pecho, un sudor frió recorrió mi espalda, y mi angustia fue enorme. Entre corriendo desesperadamente, busqué la medalla, no pude encontrarla, y el grito desgarrador de mi esposa me sorprendió. Paso lo peor, mi niño, el más pequeño, había fallecido.

Al regresar a la puerta, la anciana me sonrió, y me dijo … ¡Tu deuda conmigo saldada está, la medalla conmigo se va, si la quieres de vuelta sabes dónde estará, de su poder enterado estás, y también del precio que deberás pagar!.

Cuentan los vecinos que al señor David, lo encontraron colgado en su cochera, seguramente no tuvo el valor de decirle a su amada esposa, que por su culpa, su hijo más pequeño había fallecido .

Tal vez, esta sea la misma suerte que corrió la familia de la Estancia los Tres Girasoles.

Nunca olvides que los demonios se aprovechan de la inocencia de las personas, el mal jamás duerme, solo está al asecho de algún pobre incauto vulnerable.

Fuente: Internet
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Historia de terror : El niño sin padre

Una historia aterradora titulada "El niño sin padre", los autores están citados al final del cuento macabro.

Historia de terror : El niño sin padre

Historia de terror : El niño sin padre

Pablito era un niño de 7 años, su mamá era separada y su padre nunca quiso saber nada de él, ni conocerlo no lo quería, el desde pequeñito le preguntaba a todos los hombres tu eres mi papá?
sin embargo aun le quedaba el amor de su madre que lo amaba demasiado.

Pero esa alegría duraría poco ya que su madre había conocido a un hombre y se había vuelto a casar, los 3 se fueron a vivir a casa de la madre del esposo
Una mujer que odiaba al niño por no ser su nieto legitimo, la señora llamada Hermelinda era muy mala pero aparentaba frente a su hijo y esposa que quería al niño y se ofreció a cuidarlo.

Pablito sin saber lo que tramaba la señora el era muy amable y ayudaba en lo que podía ya que su mamá y padrastro trabajaban todo el día y el se quedaba con Hermelinda.

Un día mientras Pablito había hecho sus quehaceres llego la señora Hermelinda y tiro café sobre la alfombra y le dijo a Pablito que el lo limpiara que era su deber y Pablito lo hizo pero eso continuo diariamente tiraba comida en el piso ensuciaba las cosas y le echaba la culpa a Pablito le decía a su mamá que estaba muy engreído y que era muy haragán.

La madre de Pablito avergonzada solo castigaba al niño sin preguntarle nada.

Luego Pablito comienzo a quejarse por las noches que le dolía el estomago y como Hermelinda le había dicho a todos que el estaba muy engreído, nadie le creía al pobre niño. Un día su mamá va a verlo a su habitación para darle su beso de buenas noches y no lo encuentra en su cama , luego sale al patio y lo ve a su hijo en el jardín sobre un charco de agua, Pablito ya había muerto al parecer pensaron que había tenido una mala caída pero en realidad el pequeño había muerto envenenado, lo raro fue que no se halló ninguna prueba de veneno.

Pasaron los días y la mama de Pablito no dejaba de llorarlo hasta que se entero que estaba embarazada, la Señora Hermelinda al parecer tenia celos enfermizos hacia su hijo porque no quería que tuviera hijos con su esposa y comenzó a idear la manera de también envenenar a su nuera.

Un día mientras ella dormía soñó con Pablito el le decía que no tome nada de Doña Hermelinda porque ella lo había envenenado, se levanto asustada pero pensó solo es un sueño. Al otro día su suegra fue con el desayuno a la cama y le dijo: Toma hija mía, esto te hará bien .... justo cuando ella se disponía a probar..

Un viento fuerte lanzo su taza a un lado y no la dejo probar bocado alguno, Doña Hermelinda estaba furiosa y se fue a su cuarto disgustada cuando al transcurrir las horas se fue a descansar y oía que en el armario decían :

HERMELINDA NO LOS MATES O TE MATARÉ COMO ME MATASTE!

Hermelinda entre sueño y despierta dijo : debe ser un sueño, se levanto al otro día a querer hacer lo mismo ( envenenarla ) pero cuando se disponía a envenenar a su nuera y a su nieto que llevaba en el vientre resbalo sobre el piso y cayó de cara de costado, cuando quiso levantarse no pudo había caído mal y estaba muy adolorida y veía borroso... pero a lo lejos la figura de un niño que traía algo en su mano cuando el niño se acerco su apariencia era infernal y le causaba mucho temor con la cara llena de odio el niño le dio en la boca el veneno que ella utilizo para matar a Pablito, mientras Hermelinda se retorcía de dolor el niño le decía :

TE DIJE QUE NO LO HAGAS, QUE NO TE METIERAS CON MI MAMI, A MI HERMANITO Y MI MAMÁ LOS CUIDARE.

Todo esto ante la mirada atonita de su madre que justo salía de su cuarto porque escucho la caída haber que pasada, era su hijo su pequeño Pablo al que ella nunca le creyó relatos terrorificos
Pablito o el espectro de Pablito miro a su mamá y le dijo mami yo te cuidare con una mirada malvada y llena de odio que ya no parecía su tierno niño ......y lo único que hizo su madre fue decirle: Perdoname hijo debí protegerte yo, lo siento. La figura del niño se desvaneció y la señora Hermelinda murió.

La madre del niño fue a dejarle flores a su tumba y pedirle perdón por lo sucedido, decirle que puede descansar en paz y agradecerle por haberlos salvado..

Los del panteón le contaron que en la tumba de ese niño siempre se escuchan llantos por la noche y personas que han ido a visitar a sus familiares al cementerio dicen ver siempre pasar un niño y que muchas veces se acerca y pregunta : Tu eres mi papá? Yo no tengo papá.....

Autor: Madeley Morales
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